Mientras tanto, en el dormitorio de Deirus, Jirni acababa de llamar a refuerzos y Balkor había partido hacia el Desierto.
—Solo una pregunta. ¿Cómo vamos a explicar que tu títere apuñaló a Velan hasta la muerte mientras dormía y la presencia del dios de la muerte? —preguntó Orión, su voz tan fría como su mirada mientras hablaba con su esposa.
—Tu ingenuidad nunca deja de divertirme, querido. —Jirni dijo con una carcajada—. Después de los eventos en el funeral, los Reales me dieron autorización para matar a Velan. Tratar con los no muertos o no, él estaba demasiado trastornado.
—Ahora que había perdido su poder político, los Reales finalmente pudieron deshacerse de él sin el riesgo de escalar el conflicto en una guerra civil. Solo me pidieron que dejara suficientes rastros para que la investigación atribuyera la culpa a los no muertos.
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