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Mundo Shinobi - Mokujin CIA. - 361

—¿Por qué te molestas ayudando al clan Kurama?— preguntó Kazuhiko, sentado a la mesa, en la casa de Mito Uzumaki. Él estaba sentado a mano derecha de Kain mientras su hermana, Kaoru, estaba sentada a la izquierda de Kain. Sus ojos color malva estaban enfocados en los pocillos de comida que estaban sobre la mesa.

Al mismo tiempo, Mito Uzumaki estaba sentada en la otra punta de la mesa, con Nawaki a su lado. También estaban sentados Nagisa, Rei, Kiyomi, Tsunade y Aoi. Esta última estaba sentada al lado de Kaoru. También de ojos color malva, pero lo otro que destacaba en ella era un vientre abultado por el embarazo. Kaoru sonreía poniéndole poco cuidado al tema de su hermano y acariciando el estómago de su madre.

Mito levantó la mirada y dijo —en la mesa no se conversan cosas serias, hay niños presentes—

Kazuhiko la miró y sonrió como si se disculpara por su comentario.

Kain respondió con tranquilidad —no es nada serio, sensei— dijo —estoy ayudando a personas que han tenido dificultades por el tipo de vida shinobi que han seguido. Creo que es una historia valiosa para los niños—

—Ya me escuchaste, nada serio, hay niños presentes. Sin embargo, si es como tú dices, adelante—

Kain asintió mientras sostenía el pocillo con arroz y algunos vegetales y carnes en la superficie. Tomo un trozo de carne, lo junto con arroz y se lo llevo a la boca. Mastico y después lo digirió. Después miró a Kazuhiko y le dijo —verás, después de la guerra, ellos se vieron limitados porque su poder se empezó a salir de control. Buscaron alguna forma de suprimirlo y fueron con algunos maestros de sellos—

—¿Quién se atreve a llamarse maestro de sellos?— preguntó Mito Uzumaki y golpeo la mesa. Todos se asustaron al verla con el ceño fruncido.

Kain la quedó mirando y después miró a los demás —sigan comiendo— dijo —es solo el orgullo de sensei al ser una maestra de sellos— después miró a Mito y le dijo —es solo una forma de expresarse, sensei. No necesitas tomarlo tan en serio. Aquellos maestros de sellos son como los viejos timadores que iban de pueblo en pueblo vendiendo un agua putrefacta como un remedio para todos los males—

—¡Pero!— protesto Mito

—Sensei, no te preocupes, yo le mostrare a los Kurama lo que es un verdadero maestro de sellos—

Mito lo quedó mirando, asintió como si aprobara tal cosa y continúo comiendo.

Kain miró a Kazuhiko y continuo —bueno, lo que paso con dichos sellos es que suprimieron el chakra, no la habilidad y generaron heridas internas. Eso empeoro la situación de los Kurama y se gastaron gran parte del dinero que tenían en un verdadero tratamiento médico. El clan quedó debilitado y gracias a que su habilidad de genjutsu es demasiado poderosa e incontrolable, no pueden hacer misiones. Ahora, yo estaba buscando un maestro escultor y me recomendaron a senior Mikihiko. Estuvimos conversando y como mi percepción es fuerte, me di cuenta de su estado de salud— lo cual era una mentira, porque había utilizado en su momento a Guardián para que lo escaneara.

—Mmm— dijo Kazuhiko

Kain lo quedó mirando, pero Kazuhiko abandono el tema como si la respuesta que le dio Kain fue demasiado aburrida. Por otro lado, Kain miró a Nawaki sentado al lado de Mito y noto que llevaba una cuchara de madera con comida debajo de la mesa. Kain extendió su percepción y vio a donde iba a parar la comida.

—Nawaki— dijo Kain con un tono de voz serio

Nawaki dio un respingo y lo miró asustado —sí— dijo —¿Qué sucede nii-chan?—

—Se te cayó la cuchara al suelo ¿Verdad? No la ocupes, primero ve a lavarla—

Nawaki quedó confundido y le respondió —no, nii-chan, la cuchara no se me ensucio—

—¿En serio? ¿Le preguntó a sensei para que la revise?—

—No, yo voy de inmediato— respondió el pequeño Nawaki, se levantó de la mesa y fue a la cocina.

Mito soltó una risita y se cubrió la boca. El resto la quedó mirando, pero ella solo se reía. Después de diez segundos, ella metió la mano por debajo de la mesa y sacó una bola de pelo naranja como si fuera un mago que saca un conejo. Entonces todos vieron al animalito que se comía la comida que a Nawaki no le gustaba. Tenía un pelaje naranja y unas manchas negras que empezaban en sus ojos y ascendían a sus largas orejas.

Kain quedó mirando al pequeño zorro naranja y entrecerró los ojos como si lo estuviera regañando. El zorro como si entendiera, miró hacia otro lado mientras permanecía colgando de sus largas orejas. Kain soltó un suspiro y le dijo —sensei, suelta a Kurama, por favor. Además ¿Por qué permites que Nawaki haga eso? Se puede enfermar del estómago—

Mito sonrió con dulzura y bajo al pequeño zorro —bueno, puede que tú ya no pases tanto tiempo en la casa, pero Nawaki no hace caso y quería ver como se comportaba al ver que tú te dabas cuenta—

Kain soltó un suspiro y negó con la cabeza. Todos siguieron comiendo y cuando volvió Nawaki, Kain lo miró y espero hasta que él se sentó. Entonces Kain dijo —Nawaki—

Nawaki levantó la mirada y preguntó —¿Sí, nii-chan?—

—No quiero que vuelvas a alimentar con tu comida a Kurama. Es malo para él y para ti. Los dos se van a enfermar—

—Pero nii-chan, los vegetales son malos—

—Son buenos y los vas a comer porque te conviene ¿Entendido?—

—Sí, nii-chan— respondió Nawaki con voz baja y un rostro triste

Kain casi estaba a punto de retractarse al ver ese pequeño rostro triste, pero endureció su corazón y negó. Por otro lado, Kurama se movió por fuera de la mesa y se acomodó en el regazo de Kain. Este último miró hacia abajo y vio al zorro de pelaje naranja. Las grandes manchas negras alrededor de sus ojos lo hacían ver tierno, pero no era tan joven como su apariencia decía.

—Tú también, si eres amigo de Nawaki, no te comas su comida. No le haces ningún favor— dijo Kain

—¿Qué haces Kain?— preguntó Kazuhiko —es un animal, bastante raro para ser la mascota de la familia, pero es un animal. No te va a entender—

Kain miró a Kazuhiko e hizo una sonrisa amigable —claro— dijo y continúo comiendo. Las únicas personas que sabían la identidad del zorro era Mito y Kain. Por otro lado, Kaoru intuía algo a través de sus habilidades de cultivador.

Después del almuerzo, Kain se fue a sentar al patio trasero con Kaoru. Solo eran los dos y el resto les dio espacio considerando lo importante que sería el día de mañana. Kazuhiko quiso estar entremedio de los dos, pero su madre lo sacó de una oreja y lo echo de la casa. Era el patriarca del clan, no podía andar preocupado de su hermana que, según las leyes, ya era una mujer adulta.

Kain sostenía a Kurama en su regazo mientras el pequeño zorro de pelaje naranja dormía.

—Nunca pensé que hubiera bestias espirituales en este mundo— dijo Kaoru mientras miraba al patio trasero. El pasto había crecido y estaba bien cuidado, muy diferente de la época en que Kaoru conoció a Kain y este último era entrenado por Mito y Hashirama. Kaoru recordó aquella época y en lo tiernos que eran ella y Kain.

Kain acariciaba a Kurama desde la cabeza hasta la cola con su mano derecha. Miró a Kaoru y después miró al patio trasero mientras la brisa de la tarde llegaba desde el bosque —se supone que siempre han existido, pero se hablaba de ellos más como un fenómeno natural, como un tsunami o terremoto. Kaoru lo debe saber, pero mi tío Hashirama los capturo a todos y los vendió a las villas para que ellos firmaran la paz. Considerando todas las vidas que se salvaron en aquella época, fue una ganga—

—¿Kain-sama quiere seguir los pasos de Hashirama-sama?— preguntó Kaoru

—No lo creo, no soy mi tío. Nuestro punto de partida es totalmente diferente, pero siempre tengo en mente sus deseos. La paz no me parece un objetivo despreciable—

Kaoru miró a la pequeña bestia en el regazo de Kain y dijo —una bestia espiritual tiene muchas partes beneficiosas, lo podrían volver fuerte y así asegurar la paz—

Kurama se puso tenso al escucharla, levantó sus orejas y mostro los colmillos.

Kain se largó a reír y le siguió acariciando la espalda a Kurama —según los datos, un par de shinobis comieron una parte del estómago de Kurama cuando lo trataron de capturar. El resultado fue que se volvieron fuertes, pero su cuerpo se deformo al punto de que parecían más bestias con figura humanoide que humanos de verdad. Además, no hables así, Kaoru. Kurama es familia y nunca dejaría que alguien lo lastimara, incluso tú—

Kain miró a Kaoru a los ojos y ella le devolvió la mirada. Kaoru veía a Kain tranquilo, pero su mirada era lo bastante seria como para ser una amenaza.

—Kain-sama no sería apropiado para el mundo del cultivo— dijo Kaoru y miró al bosque. El viento mecía las ramas y agitaba las hojas.

—El mundo del cultivo es demasiado limitado. Yo podría tomar lo que tiene alguien y multiplicarlo y hacerlo mejor— dijo Kain —para algo existe la ciencia—

—Kain-sama piensa que todo se puede resolver teniendo suficiente para todos—

—Nunca habrá suficiente para todos— dijo Kain, Kaoru lo miró un poco asombrada. Kain continúo peinándole el pelaje a Kurama y notando como se relajaba después de que él declarara que nadie lo atacaría, que eran familia. Kain sonrió y continuo —la escases, es algo inherente en el mundo físico y aunque tuvieras lo suficiente para que cada persona tuviera su parte, nunca sería suficiente. Sin embargo, quiero mentalizarme en generar lo suficiente como para que el mundo se mantenga en paz y poder avanzar en conocimiento y ciencia. En ese aspecto, los cultivadores de los que me hablas parecen ser la ley y orden, los que dirigen el destino de los mortales. En ese caso, si genero lo suficiente para que todos podamos seguir adelante, deberían estar conformes, pero considerando la opinión de Kaoru, creo que estoy equivocado. Al final, el poder los hace temerosos, cobardes, y son incapaces de compartir su fortuna con otros—

Kaoru agacho la mirada y asintió —la codicia— dijo —no sé si Kain-sama me perdone, pero yo…—

—No es necesario que lo digas si no lo quieres— respondió Kain —un alma solo puede ser herida mediante un conflicto mayor, donde dos fuerzas iguales chocan. Seguramente Kaoru estaba compitiendo con alguien y paso lo que nadie quiere—

—Así es, pero, todo fue más egoísta—

—El egoísmo es malo, Kaoru-sama— dijo Kain con una sonrisa y la miró. Kaoru lo miró a los ojos y Kain continuo —si eres generoso, formas alianzas, te vuelves fuerte, aprendes más y ganas prestigio. Eso puede atraer problemas, pero es como tener objetos valiosos, pronto atraerán a los ladrones. Así que ¿Por qué no aprender a multiplicar los recursos?—

—Lo dices tan fácil— dijo Kaoru con enfado y el ceño fruncido —no sabes nada de cultivación, ni siquiera tienes la sangre de una bestia divina ni una técnica legendaria—

—No, pero tengo esto— dijo Kain y llevó su mano derecha a su cabeza. Estiro el dedo índice y pincho su cien —con esto puedo encapsular el viento y volver intangible el agua y la roca. Puedo tomar la luz del sol con la mano y convertirla en poder—

Kaoru lo quedó mirando durante unos segundos, incapaz de creer que alguien sería tan arrogante, pero al ver a Kain sonriendo rebosante de confianza, comenzó a reír hasta apretarse el estómago y derramar lágrimas.

Kaoru se calmó, se limpió las lágrimas de tanto reír y dijo con una sorpresa intrépida —en ese caso, Kaoru cree que Kain-sama debería demostrar que sus palabras no son tan solo para presumir de sus habilidades—

—Recuerdo que Kaoru estaba bastante desilusionada de esas cosas— dijo Kain recordando la época en que él lucho contra el raikage para demostrarle al resto de los kages que podía respaldar con fuerza sus ideas.

—Kaoru era joven, pero ahora, Kaoru entiende más cosas y ha recordado otras— dijo Kaoru —si Kain-sama quiere, puede aceptar el desafió o dejarlo así—

—No me impresionas, Kaoru, ni siquiera con todo lo que me has contado— dijo Kain con una sonrisa rebosante de confianza.