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Mundo Shinobi - Mokujin CIA. - 358

Kain estaba sentado en el cojín del hokage con el codo apoyado en su muslo y su rostro apoyado en el puño. Miraba cinco metros por delante, donde estaban los representantes de los clanes con miradas serias asintiendo a la proposición de Kain. Este último había empezado por los clanes pequeños para darle la ilusión de que realmente le importaba su opinión diferente de Hiruzen como hokage, que siempre empezaba a preguntar por los clanes grandes como si no le importaran los clanes pequeños. Los últimos en responder de forma positiva fueron los clanes grandes.

Kenzo Uchiha, joven de quince años y actual patriarca del clan, se puso de pie. Tenía el rostro cuadrado, con un metro con sesenta de estatura. El cabello negro hasta los hombros y ojos azules que había heredado de su madre —nosotros el clan Uchiha— dijo con un tono de voz respetuoso —aceptamos la propuesta de Kain Uchiha—

Kain sonrió, enderezó su espalda y miró a los representantes. Con unanimidad, todos habían aprobado el proyecto de Kain con el cual crearían una industria que traería prosperidad a la nación y sobre todo, a los shinobis menos aventajados.

—Bien— dijo Kain mirando a los representantes. Él sonreía con confianza mientras sus ojos emitían una sensación amigable —tomando su voto de confianza. Quisiera proponer otra cosa—

Todos los representantes se sorprendieron, pero consideran lo bueno que había sido el anterior punto, pensaron que sería algo bueno para todos.

Kain los observo uno a uno, en su mayoría hombres maduros y ancianos —determinemos el periodo de gobierno del hokage—

El silencio y la sensación de incomodidad se extendió a todos.

Danzo, Koharu y Homura estaban sentados en sus cojines de asesores en la misma tarima que Kain. Sin embargo, ellos solo miraban y habían dejado de hablar veinte minutos atrás, cuando Kain los hizo callar. Danzo estaba serio y tranquilo como si nada de esto lo afectara. Sin embargo, Koharu y Hamura se horrorizaron.

—Perdón, Kain Uchiha— dijo Koharu con un tono de voz serio, se puso de pie y Kain la miró. Ella se relamió el labio inferior en un gesto nervioso al ser mirada por esos ojos azules con un brillo tan frio. Sin embargo, se mantuvo firme y dijo —creo que estás llevando esto demasiado lejos. Te recuerdo que Tobirama-sama puso a Hiruzen en el cargo—

—Sí, yo lo recuerdo— respondió Kain con tranquilidad —pero eso no quiere decir que los hokages puedan estar por siempre en su posición. El mundo está cambiando, han aparecido otras formas de viajar, hace solo unos días me subí a un vehículo de cuatro ruedas sin ser tirado por ningún animal. Una forma de transporte que puede que incluso Tobirama y mi tío Hashirama jamás pensaron que existiría en un momento. Las ideas cambian, la gente cambia, evoluciona, busca nuevas formas de vivir. Como ejemplo de eso, los niños shinobis van a la Academia Shinobi y aprenden de forma suave y progresiva bajo la tutela de un sensei. No como muchos de nosotros que aprendimos al filo de la muerte y con un montón de moretones por todo el cuerpo—

Koharu miró a Danzo, pero él no hacía nada, solo estaba ahí. Con el cabello en punta, el rostro imperturbable y la cicatriz con forma de X en su mentón. Después miró a Homura, tenía el cabello en punta y usaba esos lentes tan característicos de él, pero como siempre, era un cobarde y ni siquiera se atrevía a levantar la mirada. Koharu frunció el ceño al verlo tan cobarde. Ella miró a los representantes y se llenó de desesperación. Todos asentían a las palabras de Kain, sobre todo los más ancianos.

—Koharu— dijo Kain, ella lo miró y él continuo —necesitamos nuevas ideas—

—¿Cómo las tuyas?— preguntó Koharu con una sonrisa burlona

—No, yo no estoy interesado en ser hokage, nunca lo seré— dijo Kain, entonces miró a los presentes y les dijo —en este momento, declaro que nunca tocare el puesto de hokage—

Todos se quedaron en silencio, considerando los grandes logros de Kain era una pena.

—En ese caso— dijo Koharu con una sonrisa, ella le tenía miedo a Kain, pero con esto él se había descartado —¿Qué es lo que quieres?—

Kain levantó su mano derecha y levantó su dedo índice y medio como si hiciera el signo de paz —paz y proteger la villa, que fue el sueño de mi tío Hashirama— y de su padre, pero no lo dijo. Nombrar a Madara en estos momentos solo sería para hacer su camino cuesta arriba y le encantaba lo dócil que estaban los representantes de clanes. Era como si todos se acusaran con la mirada y amenazaran al otro que deben hacer lo mejor por la villa. No vale para nada intentar algo solo para mejorar su clan. Lo cual era lo que la mayoría de las veces hacían estos tipos. Pero quién se preocupa por ese tipo de cosas ¿Verdad? Se preguntó Kain por dentro mientras sonreía. Kain apoyo su mano derecha en el suelo y se levantó de su cojín. Entonces bajo de la tarima y se acercó a los representantes. Camino de izquierda (desde el clan Uchiha) a derecha (al clan Hyuga) y les dijo —acortar el tiempo de gobierno de un hokage traerá progreso y oportunidades. El primer hokage, mi tío, Hashirama Senju— guardo silencio durante unos segundos para que esas palabras se metieran en la cabeza de todos y continuo —creo la villa con la ayuda de todos. El segundo hokage, Tobirama Senju, instauro la policía militar, creo la Academia Ninja e instauro los poderes administrativos de la villa. Gracias a eso, hoy tenemos un código penal y de administración de la villa— Kain se detuvo, miró a los representantes y la gran mayoría asintió.

Kain camino frente a la tarima, se detuvo delante del cojín donde se sentaba el hokage y continuo —en medio de la fortificación de la villa, apareció la guerra. Algo que nadie quería, pero que solo sucedió. Las viejas costumbres se negaban a morir, pero de todo ese caos, se levantó Hiruzen y hokage-sama lo nombro el siguiente hokage. Eran tiempos difíciles y no había tiempo para preguntarle a los demás. Ahora, Hiruzen como tercer hokage trajo prosperidad y paz—

Sasuke Sarutobi, en la primera fila, al lado de su nuera Biwako, sonreía de forma burlona. Él agacho la cabeza y negó con la cabeza. Lo que decía Kain era una forma elegante de decir que Hiruzen no hizo nada destacable ni produjo ningún cambio. Sasuke miró a un lado y vio a Biwako asentir a las palabras de Kain, lo que le pareció chistoso. Ella debería ser la primera que este en contra de este cambio, pero aquí estaba ella, como una ferviente devota de Kain. Sasuke miró a Kain, el joven de cabello blanco y ojos azules con el haori blanco. Konoha había dado lugar a una terrible serpiente. Tobirama era terrible y definitivo, tenía el control sobre la situación y sabia cortar el caos cuando se originaba. Sin embargo, Kain tenía un poder más terrible. Él podía hacer creer a las personas y que se suicidaran por su propia cuenta, con fe y una sonrisa en los labios.

Kain miró a los presentes con una sonrisa amigable y les dijo —por eso propongo que coloquemos un tiempo límite al gobierno del hokage. Todos han visto el cambio de mentalidad que han tenido las nuevas generaciones. Desde vestir de formas estrafalarias a querer vidas alejadas de ser shinobis. Lo cual, es algo positivo y alegre, es el logro que todos buscaban cuando crearon la villa— los más ancianos asentían con amplias sonrisas y algunos hasta derramaban lágrimas. Los hombres que estaban en su época madura asentían con los brazos cruzados, pero no parecía que estuvieran en contra, Kain sonrió y continuo —ahora, es el siguiente paso. Seguir mejorando y colocar a otra persona con nuevas ideas. Está es la oportunidad para que cada clan presente a su candidato a hokage— él se detuvo y miró los ojos de todos. Kain pudo ver como algunas personas abrían tanto los ojos al escuchar la idea que estaban a un punto de salírseles los globos oculares de las cuencas. Era la idea de la avaricia, algo que todos los humanos tenían en su interior. Kain continuo —de esa manera, la persona más confiable y habilidosa será el siguiente kage ¿Qué me dicen?—

Koharu miraba a los representantes de los clanes y veía como se volvían ciegos de avaricia. Ella se sentó en su cojín, miró a Homura y vio como él miraba a Kain con asombro y una sonrisa en los labios. Koharu se sintió enojada ¿Por qué sonreía Homura como un idiota? ¿Quién lo elegiría a él para Kage? Sin embargo, Homura pensaba diferente y miró de inmediato en dirección de Koharu. Ella seguía molesta, pero se sorprendió y se sonrojo pensando que Homura pensaba en ella para kage. Sin embargo, por fin, Koharu se dio cuenta de algo y miró detrás de ella. Entonces vio a Danzo, de rostro serio, cabello en punta y la cicatriz en forma de X en el mentón. Ella abrió muchos los ojos en una expresión de asombro y entendió lo que pensaba Homura. Danzo siempre los apoyó siempre le dio la posibilidad de mejorar, de ganar prestigio y subir en el escalafón social ¿Quién podía ser mejor Kage que Danzo?

Koharu se puso de pie sin importarle la asamblea y dijo —Kain Uchiha—

Kain dejo de hablar, la miró y vio que ella tenía una mirada llena de esperanza. Miró abajo, un poco más allá de Koharu y noto como Danzo se mantenía callado y neutral, como si todo esto no tuviera nada que ver con él. Kain miró a Koharu, levantó el índice y lo puso sobre sus labios para que ella guardara silencio.

Koharu se enojó al ser echa callar, pero cuando vio a Kain guiñarle el ojo derecho, se sintió extraña, como si hubiera una complicidad en los dos y estuvieran pensando en la misma dirección. Koharu se sentó en su cojín y quedó mirando a Kain. Este último continuo su discurso, ganando el favor de todos.

—El puesto de hokage debería durar veinte años— dijo uno de los ancianos del clan Aburame, especialistas en insectos para el espionaje.

—¿Por qué?— preguntó Kain con una sonrisa y lo señalo con la mano derecha —lo pregunto para saber su punto de vista—

—Bueno— dijo el anciano con un kimono gris y la espalda curvada. Era uno de los más altos en el gran salón —para poder establecer un real cambio, se necesita tiempo—

—¿Qué dice el resto? ¿Apoyan la idea o tiene otras ideas?—

—Considero que es demasiado, quince años es más que suficiente— dijo el pequeño anciano del clan Nara, anterior conspirador con Hiruzen —se necesitan cinco años para acostumbrarse a las tareas del hokage, cinco años más para plantear un cambio y cinco años más para solidificar ese cambio. En total quince años—

—Esto parece una subasta— dijo Kain con una sonrisa —en ese caso ¿Quién da más?—

Varios se largaron a reír de su mal chiste.

—¿Y usted Kain-sama?— preguntó Mana Uchiha, al lado de su hijo Kenzo, a la izquierda de la primera fila.

—Yo— dijo Kain con una sonrisa amigable —considero que diez años es un tiempo más que razonable para que el hokage se dedique a ser hokage— guardo silencio por unos segundos y dejo que la imaginación del resto creara los planes más intrigantes y retorcidos. Kain continuo —en ese tiempo la persona a cargo del puesto (porque hokage no es un nombre, sino un cargo) debe aprender sus labores, regirse por el código dejado por Tobirama Senju, el cual ha sido la guía del sistema político de la villa. Al mismo tiempo, muchas naciones, incluyendo la nación del Fuego, lo han tomado como fuente de inspiración para crear un sistema administrativo eficiente. Por otro lado, no es como si el hokage de ese momento tenga que aprender todo de cero, hay una guía, hay tareas designadas, una agenda y objetivos que deben ser completados—

—El trabajo de hokage es exhaustivo— dijo Danzo, interfiriendo por primera vez.