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Suerte y perseverancia

Pequeña aclaración: Cada volumen es independiente del otro. Sigue su propia línea de historia y no se ve afectado por los volúmenes anteriores. Bueno, salvo por algún poder o habilidad que se viene arrastrando por el conocimiento y la personalidad del protagonista que va evolucionando. Volumen 1 Cross over entre nasuverso y Madam ou no Vanadis Volumen 2 viaje por Juego de Tronos, Señor de los anillos y Dark Soul 3 Volumen 3 Mushoku Tensei y Danmachi. Volumen 4 Naruto y muchos otros. -o- Kain, antiguo vástago del equilibrio. Renació en el mundo de Fate y vivió durante varios siglos. Sin embargo, al encontrarse con su viejo enemigo, el dios Hilden, lucho y perdió. Ahora su alma viaja a través del multiverso buscando el poder y la forma de volver a aquel mundo por la venganza. -o- Reglas del juego: 1.- No hay power up indiscriminados 2.- Todo se estudia y se gana hasta dominarlo 3.- El alma influye sobre el cuerpo, por ende, el cabello y los ojos siempre serán los mismo (ojos color lazuli y pelo blanco). 4.-La fuerza es proporcional al conocimiento adquirido, la técnica y la fuerza del alma. 5.- El nivel del mundo es proporcional al alma. Eso quiere decir que si el alma del protagonista es fuerte, irá a un mundo de mayor nivel.

AOoBeligerante · 漫画同人
分數不夠
935 Chs

Mundo Shinobi - Lo que importa es la fuerza - 105

Una vez que se resolvió la negociación sobre la tienda del viejo Yamanaka, Kain planeaba dejar la casa del patriarca Yamanaka. Por un lado, fue una situación difícil donde un adulto con ciertos resentimientos quería fastidiar a un niño. Es un secreto a voces que Kain es hijo de Madara Uchiha y gracias a esto, muchos miran a Kain con cierto desagrado. Sin embargo, gracias a la presencia de Hashirama, ninguno intenta nada en contra de Kain.

El hecho es que al final de una larga negociación, el patriarca Yamanaka vendió la tienda en cuatro millones de ryo. La tienda con todos sus suministros costaba tres millones de ryo, pero cobro un millón de más, solo porque le desagradaba Kain.

Kain se alegró de haber dejado a Akane esperando fuera del salón de reuniones del patriarca Yamanaka. De lo contrario, su buena amiga hubiera explotado y esto hubiera ocasionado un conflicto entre clanes. Kain se despidió del patriarca Yamanaka y este último solo miró hacia un lado con cierto fastidio. Kain mantuvo una sonrisa de negocios en todo momento, se dio la vuelta y camino hasta la puerta. Abrió la puerta corredera y antes de salir, hizo una pequeña reverencia. El patriarca Yamanaka miró de soslayo a Kain, con cierto fastidio, pero nunca hizo nada para dañarlo. Solo una vez que Kain salió de la habitación y cerró la puerta, se desquito botando las cosas de su escritorio.

Kain, por fuera de la habitación, escucho como los ayudantes del patriarca le pedían que se calmara. Kain soltó un suspiro y camino por un largo pasillo, hasta salir de las dependencias. Sus labios formaban una sonrisa de negocios, pero por dentro se sentía muy amargo. Soltó otro suspiro, reviso los alrededores y vio a Akane en medio del patio, conversando con Naomi Yamanaka, hija menor del patriarca. La niña, de pelo rubio arreglado en una larga cola que le llegaba hasta la cadera, sonreía como una flor. Llevaba un kimono purpura apegado a su silueta.

Al mismo tiempo, Akane le contaba lo que quería hacer y Naomi la miraba con ojos brillantes, llenos de ilusión y entusiasmo. Kain camino con dirección a ellas y escucho fuerte y claro, como Naomi le decía a Akane "Eres súper genial".

-Déjame ayudarte- dijo Naomi

-Eso es un poco…- respondió Akane -primero déjame conversarlo con Kain-

-Kain-kun dirá que sí-

-Eso…-

-Primero pregúntale a tu padre- dijo Kain, deteniéndose entre Akane y Naomi.

Naomi miró a un lado y vio al niño de cabello blanco. Entonces su sonrisa ilumino un día un tanto abochornado y saltó para abrazarlo. Kain, como otras veces, se dejó abrazar como si fuera un peluche de abrazos. Solo Naomi era así de cargosa e insistente con los abrazos.

-Kain-kun, Kain-kun, mi Kain-kun- dijo Naomi abrazando a Kain y restregando su mejilla con la de él -Te he echado de menos. Me faltaba mi dosis de abrazos-

Kain torno los ojos al cielo y soltó un suspiro de cansancio.

Sin embargo, Naomi de repente recordó lo que le dijo Kain y se separó un poco de él, pero todavía lo sostenía de los brazos -¿A qué te refieres con preguntarle a Oto-sama?- preguntó

-Bueno, lo conocí- dijo Kain con una sonrisa forzada -y parece que no le gustó mucho. Así que si te quieres evitar problemas, mejor será que le preguntes primero-

-¿Oh?- dijo Naomi poniendo un rostro triste y separándose de Kain -bueno, lo que pasa es que oto-sama perdió a su abuelo en el ataque de Madara-

-¿Tu no me odias?-

Naomi hizo una sonrisa incomoda y miró a Kain a los ojos -un poco- dijo -pero es solo porque oto-sama a veces se acuerda de su abuelo y se pone triste-

-En ese caso será mejor que mantengamos la distancia-

-No, no, no, una cosa no tiene nada que ver con la otra- dijo Naomi, estirando sus brazos y abriendo sus palmas, como si lo quisiera detener -yo…- trato de decir, agacho la mirada, se quedó callada durante unos segundos y después levantó su rostro para mirar a Kain a los ojos. Después le tomo la mano izquierda y le dijo a la cara -tú me gustas Kain-kun. Realmente, realmente, te lo juro-

Akane a un lado, abrió los ojos amplios y quedó con la boca abierta del asombro. Llevaba más de un año viendo a Naomi molestar a Kain. Siempre que se vieran, ella estaría cerca de Kain y lo abrasaría o lo invitaría a comer cosas. Nunca espero que un viaje de negocios trajera esto. Akane miró a Kain para ver qué era lo que él iba a responder.

-Gracias Naomi, me siento súper feliz, pero deberías pensar más en tu oto-sama. No me puedo hacer responsable por lo que hizo mi padre, pero sigue siendo mi padre. Es mejor que no nos volvamos a ver-

Akane balbuceo con su boca como si fuera un pez. Cerró sus labios y después miró a Naomi, cuyo bello rostro se llenó de lágrimas.

Naomi le soltó la mano a Kain, dio dos pasos hacia atrás y salió corriendo, metiéndose a la casa. Desde el interior se escuchó a una sirvienta gritarle que tuviera cuidado y que no corriera en los pasillos.

Kain hizo una sonrisa amarga, miró a Akane y está le regalo una sonrisa, como queriéndole decir "no hay nada que hacerle".

-¿Te fue bien?- preguntó Akane

-Se podría decir- dijo Kain levantando su mano derecha con un pergamino -todavía tengo que ir con mi sensei para que me ayude a poner esto a mi nombre. Pero podemos decir que tenemos un local comercial-

Akane asintió y entrelazo su brazo derecho con el izquierdo de Kain -vamos- dijo -ya no nos queda nada más que hacer aquí-

-Así es, vamos-

De esa manera, Akane y Kain salieron del recinto. Caminaron sin rumbo fijo, ascendiendo en el mapa hasta una larga calle que pasaba en horizontal por delante del municipio y a su vez, conectaba el distrito Hyuga, Ino-Shika-Cho, el municipio, Sarutobi y Uchiha. Era similar a la avenida que dividía a Konoha por la mitad y delimitaba los distritos shinobis de los civiles.

Esta calle medía unos diez metros de ancho, pavimentada de extremo a extremo. Las calzadas estaban delineadas, los postes de alta tensión cada cuarenta metros y las casas de agradable apariencia tradicional se veían por doquier.

Kain y Akane avanzaron a paso lento, sin referirse mucho a lo que paso hoy. Se supone que iba a ser un día divertido, en donde los dos saldrían a buscar fortuna. Sin embargo, se toparon con un amigo apesadumbrado. Un anciano en sus últimos días de vida. Un hombre rencoroso y una niña cuya ilusión de amor se rompió en mil pedazos.

El municipio de Konoha se divisaba a lo lejos, tan grande y blanco como en la mañana. Su forma similar a un tazón de arroz puesto boca abajo resaltaba atrayendo las miradas. Lo otro que llamaba la atención, es que, al lado izquierdo del municipio, en donde debería haber un sitio eriazo, se producía una larga fila. Esta salía del sitio erizo, doblaba en la calzada de la calle con dirección hacia los niños y se extendía por varios cientos de metros.

-¿Sabes qué es eso?- pregunto Akane, como todavía iban con los brazos entrelazados, movió sus brazos para alertar a Kain. Sin embargo, Kain iba demasiado concentrado, pensando en Naomi y si estuvo bien ser tan directo, así que ignoro a Akane por completo.

-Kain, Kain, pequeño demonio, préstame atención- dijo Akane enfadándose poco a poco. Acerco su otra mano y pellizcó a Kain en el estómago.

-¡Au!- dijo Kain al sentir el fuerte pellizcó. Frunció el ceño y miró a Akane -¿Qué quieres? Eres tan molesta, por eso Sakumo arranca de ti-

-Cállate, tonto Kain- respondió Akane con cierto fastidio -tú eres quien me ignora, así que lo tienes merecido. Ya, déjate de pelear y dime ¿Qué pasa con eso?-. Señalo con su mano izquierda a la larga fila.

Kain miró hacia adelante y notó la gran cantidad de gente reunida. Hizo una sonrisa incomoda y dijo -bueno, veras, los shinobis que llegaron a la villa hace un tiempo, empezaron a quejarse que se les daba misiones de bajo rango. Muchos alegaban que tenían la habilidad para optar a misiones de rango superior. Sin embargo, Tobirama desestimo su pedido sin darle espacio a la negociación. El descontento continuo y al final, Tobirama creo un sistema de evaluación para todos. Cada shinobi debería pasar ciertos exámenes de fuerza e intelecto para clasificar a misiones. La gran mayoría de los shinobis de Konoha tienen sus rangos ganados. Así que, por ese lado no hay problema. El tema son los nuevos shinobis-

-Sabes bastante-

-¿Qué quieres que te diga?- preguntó Kain levantando los hombros -Tobirama viene cada cierto tiempo a conversar con el tío. Ayer en la cena, lo estuvieron conversando. Supuestamente este ya es su segundo día, pero ya tenían problemas por las calificaciones que obtenían los nuevos shinobis. Te podría decir muchas cosas, pero para decirlo en pocas palabras, sus notas eran muy malas-

-¿Cuánto?-

Kain ladeo la cabeza e hizo una mueca, como si estuviera incomodo -los de alto nivel- dijo -bajaron un rango en su evaluación. Los de bajo nivel bajaron dos, incluso se les pidió que fueran a la Academia Ninja, ya que ni siquiera alcanzaban a tener la competencia de un genin-

-¿Es mentira?- preguntó Akane con incredulidad

-Es verdad- dijo Kain -yo creo que ni siquiera ese tipo pensó que su plan tendría tan grande demerito-

-¿Qué plan?-

-Aaaa ¿eso? Solo ignóralo, es mejor que no sepas. Te traería más problemas que ayudas-

Akane asintió y avanzo junto a Kain, hasta pasar por fuera de la fila. La mayoría de la gente se veía malhumorada. Sobre todo, los shinobis que pertenecían a ese clan extravagante que adiestraba perros. Parecían verdaderos delincuentes.

Kain y Akane llegaron al comienzo de la fila y vieron que la cosa era peor de lo que ellos creían. La fila serpenteaba por el sitió erizo hasta detenerse frente a un gran cuadrilátero de ochenta metros cuadrados.

-¿Vamos a ver?- preguntó Kain

Akane hizo una mueca como si le diera lo mismo y dijo -vamos, total, hoy no tengo misiones de equipo-

Kain avanzó con Akane a su lado y en la entrada vieron a Aoi Hyuga. Estaba comandando a los shinobis de la entrada y manteniendo el orden. Diferente de como vestía en casa o cuando iba a ver a Naoko, hoy vestía como la mayoría de los shinobis de Konoha: con un pantalón negro, un polerón manga larga y la chaqueta verde pasto sin mangas con el bordado del remolino en su espalda.

-Hola tía- dijo Kain llegando frente a Aoi. Akane lo seguía de cerca

Aoi tenía un rostro muy serio, pero en cuanto escucho la voz de Kain puso una sonrisa -hola, Kain- dijo. Medía 1,6 mts cuerpo esbelto y prominentes curvas que la chaqueta verde pasto lograban distribuir. Su rostro era muy similar al de Kaoru, suave, de mejillas sonrosadas y apariencia amable.

-Hola señora Hyuga- dijo Akane

-Hola Akane, veo que andan de paseo- dijo Aoi

-Sí, fuimos a comprar algunas cosas, pero ya terminamos ¿Podemos pasar a ver?- pregunto Kain

-Claro, no creo que sea problema-

-¡Oye!- grito un tipo en la fila -que respeten su turno-

Aoi frunció su lindo ceño y su byakugan se activó, denotando las venas a los lados de sus ojos. Al igual que su tierna hija, su mirada se volvió intimidante.

-¿Qué dijiste?- preguntó Aoi en tono estricto

-Solo, solo- dijo el tipo murmurando -solo que respeten la fila-

-Para tu información- dijo Aoi señalando con la mano a Akane -esta niña ya se graduó de la Academia Shinobi. No tiene ninguna necesidad de probar su habilidad. Solo vienen a ver como se evalúan a otros shinobis-

El shinobi agacho la mirada y se quedó callado, pero sus ojos estaban llenos de resentimiento.

-Oji-san- dijo Kain -no te enojes, todos deben estar cansados ¿cierto?-. Kain miró a los que estaban al lado del shinobi y todos asintieron. Entonces Kain continuo -es mejor tener paciencia y terminar con esto lo más rápido posible-

El shinobi asintió y dijo -es verdad-. Soltó un suspiro y asintió varias veces.

Por su parte, Aoi desactivo su byakugan y sonrió -Kain es demasiado amable- dijo

-Está bien, tía. Todos somos de una misma villa, hay que tratar de ayudarnos-

-Está bien. Ahora pasa y ve a ver como evalúan a las personas-

-Gracias, tía-

Akane hizo una pequeña reverencia con su cabeza y siguió a Kain a su cola. Avanzaron a paso lento, siguiendo la fila por el lado y viendo como un gran grupo de shinobis de Konoha ordenaba la fila. Había algunos shinobis en la fila que estaban muy enojados, pero eran rápidamente reducidos. La diferencia entre los shinobis de Konoha y los demás era abismal.

Una vez que Kain llego al principio de la fila, camino hacia un rincón por fuera del cuadrilátero. El examen físico era sencillo. Tenían que luchar contra un jounin y ser evaluados por cuatro jueces. Estos a su vez estaban puestos en una mesa, frente al cuadrilátero. Los cuatro jounin era personas de edad, con apariencia dura y experimentada. Así que, por respeto a la edad y la trayectoria, nadie se quejaba de la evaluación. En sí, eran un Nara, un Hyuga, un Sarutobi y un Uchiha. El jounin que examinaba a los shinobis en el cuadrilátero era Itachi Uchiha.

-Es papá- dijo Akane con una gran sonrisa

-¿Pensé que estabas enojada con tu papá?- preguntó Kain con una sonrisa divertida

-Es lo normal- respondió Akane -siempre hemos peleado con papá-

Kain negó tornando los ojos al cielo.

Los dos primeros shinobis que lucharon con Itachi, fueron pequeños genin que ni siquiera cumplían con el estándar mínimo. Uno de ellos lanzó algunos improperios contra el jurado, diciéndoles que no sabían nada. Sin embargo, un muchacho Nara entre los guardias lo callo de inmediato. En el sentido estricto nunca lo toco, pero su sombra sí. El muchacho Nara, de pelo negro y mirada intelectual, hacia un sello simple con sus dos manos. El dio un paso y el shinobi también dio un paso. Entonces dio otro paso, detrás de otro, hasta sacarlo del cuadrilátero.

Itachi desde el cuadrilátero soltó un suspiro y dijo a gran voz -siguiente-

Esta vez, Kain puso mucha atención, ya que era la muchacha del clan extinto. Rubia, de actitud seria y rostro bonito.