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Suerte y perseverancia

Pequeña aclaración: Cada volumen es independiente del otro. Sigue su propia línea de historia y no se ve afectado por los volúmenes anteriores. Bueno, salvo por algún poder o habilidad que se viene arrastrando por el conocimiento y la personalidad del protagonista que va evolucionando. Volumen 1 Cross over entre nasuverso y Madam ou no Vanadis Volumen 2 viaje por Juego de Tronos, Señor de los anillos y Dark Soul 3 Volumen 3 Mushoku Tensei y Danmachi. Volumen 4 Naruto y muchos otros. -o- Kain, antiguo vástago del equilibrio. Renació en el mundo de Fate y vivió durante varios siglos. Sin embargo, al encontrarse con su viejo enemigo, el dios Hilden, lucho y perdió. Ahora su alma viaja a través del multiverso buscando el poder y la forma de volver a aquel mundo por la venganza. -o- Reglas del juego: 1.- No hay power up indiscriminados 2.- Todo se estudia y se gana hasta dominarlo 3.- El alma influye sobre el cuerpo, por ende, el cabello y los ojos siempre serán los mismo (ojos color lazuli y pelo blanco). 4.-La fuerza es proporcional al conocimiento adquirido, la técnica y la fuerza del alma. 5.- El nivel del mundo es proporcional al alma. Eso quiere decir que si el alma del protagonista es fuerte, irá a un mundo de mayor nivel.

AOoBeligerante · 漫画同人
分數不夠
935 Chs

Mundo Shinobi - Creciendo - capítulo 21

Después de conversar, Hashirama llevo a Kain de la mano a través de las calles de Konoha. La ciudad estaba tomando forma, pero todavía se veía como un gran pueblo rural. A lo lejos se veía una gran montaña en donde habían tallado el rostro de Hashirama. Este último estuvo en contra de esta acción, le parecía demasiado frívolo, pero en respeto a los deseos de los grandes clanes lo acepto. Abajo del rostro, en la base de la montaña, estaba el municipio de Konoha, una gran construcción circular como un tazón invertido, de cuatro pisos de alto en donde se llevaban las cuentas y se registraban todas las misiones que hacia la aldea para el país del Fuego. Desde el municipio hacia los lados se extendían las grandes casas patronales que pertenecían a los grandes clanes y a sus subordinados. Mientras más alejado estuvieras del municipio indicaba cuan apartado estabas del poder. Por ende, los shinobis rodeaban el municipio y los civiles vivían después de los distritos shinobis. En donde solo las murallas de cuatro metros de alto y las patrullas de shinobis los protegían. No obstante, si algún día Konoha era atacada, ellos serían los primeros en caer.

Continuando con la distribución, alrededor del municipio se encontraba dividido en distritos. Cada distrito (por el momento, había asegurado Hashirama) tenía el nombre de un gran clan shinobi. Los principales eran Uchiha, en el extremo Este, Sarutobi en el norte-este (al frente del municipio), Alianza Ino-Shika-cho en el norte-oeste (también al frente del municipio) y Hyuga en el extremo Oeste. Todos ubicados en largas extensiones de tierra que permitían distribuir las casas de sus familiares alrededores de las casas de las cabezas de cada familia.

Por otro lado, al igual que la localización hablaba mucho del tipo de persona que eras. La casa de Hashirama estaba en el centro de la ciudad (muy cerca de la avenida que cortaba Konoha en horizontal), como un punto límite entre los shinobis y los civiles. En un principio se le había ofrecido una casa al lado del municipio, pero Hashirama con su usual humildad se negó. Si él dejaba a los civiles a su suerte ¿Quién los protegería? Se pregunto. Así que, en base a esa pregunta, instalo su casa en el centro de la ciudad. Como consecuencia de esto, cerca de su casa se veían pequeñas casas de madera y de adobe y grandes sembradíos de arroz. Caminos de tierra, señaléticas de madera tallada con cuchillos y pequeños negocios familiares que se veían demasiado pobres.

En la calle era relativamente fácil saber quién pertenecía a un clan y quien no. Solo tenías que mirar su ropa y lo sabrías de inmediato. Los que pertenecían a un clan vestían con ropas de combate (poleras negras y pantalones bombachos), junto a una chaqueta verde y sin mangas, en la cual iba bordado en la espalda el espiral rojo de los Uzumaki. De lo contrario, vestían lindos kimonos, los cuales indicaban que nunca habían tomado un azadón o se habían ensuciado en el barro plantando arroz. Por otro lado, los civiles eran personas humildes, sin educación y andaban descalzos. Había algunos que se permitían vestir sandalias de madera, pero resaltaba el barro subiendo por sus pies hasta las canillas.

Kain iba de la mano de Hashirama, mirando a los unos y a los otros. Viendo como los niños de su edad, pero sucios y de rasgos más comunes, jugaban en la calle. Las niñas jugaban con otras niñas mientras los niños más grandes tenían juegos de lucha o de correr con otros niños. Al mismo tiempo, cuando los niños alcanzaban la edad de los siete u ocho años ayudaban a sus familias con los sembradíos y las niñas con sus hermanos pequeños.

Kain se miraba a sí mismo y se comparaba con los otros. Él claramente era de los aventajados, vestía ropa de combate y sandalias de madera. No iba sucio y no tenía ninguna cicatriz producto del trabajo. Por otro lado, los civiles lo miraban por el color de sus ojos y su cabello. Las niñas de su edad se sonrojaban al verlo y las niñas más grandes le preguntaban a su madre si él era un muñeco o algo por el estilo. Por supuesto, las mujeres al ver a Kain también se preguntaban lo mismo, pero como este iba de la mano de Hashirama, agachaban la mirada y reprendían a sus hijas. Por otro lado, Kain podía ver que el público shinobi también lo miraba, pero con otro tipo de intenciones. Disimulaban frente a Hashirama, pero tomaban nota de Kain, el hijo del demonio Uchiha. Había algunos que de forma descarada demostraban su odio, pero en cuanto sus ojos coincidían con los de Hashirama miraban hacia otro lado. Este último los ignoraba y solo se ponía serio cuando la sed de sangre era demasiada.

-El mundo es un lugar difícil, tío- dijo Kain

Hashirama hizo una sonrisa llena de resignación y asintió -así parece, Kain- dijo -pero trata de no contaminarte de los demás. Será difícil, como todas las cosas, pero si perseveras te volverás un hombre virtuoso-

-¿Cómo el tío?-

Hashirama soltó una risotada que todo el mundo escucho y dijo con una gran sonrisa -incluso tu tío está lejos de ser una persona virtuosa. También me he equivocado y arrepentido de cosas-

-Nadie es perfecto, tío-

Hashirama tomo una profunda respiración y asintió, para seguir avanzando por la calle. Iba al sector detrás del distrito Sarutobi. La mayor parte de lo que anteriormente era su clan residía en ese lugar. Uno de sus viejos conocidos, maestro y criador de serpientes vivía ahí. Era un viejo huraño que evitaba hasta a su propio hijo, pero conociendo lo fiel que era el anciano, de seguro escucharía su petición.

Después de cruzar la avenida e internarse en el distrito shinobi, avanzaron unos dos mil metros, giraron en un estrecho callejón y siguieron avanzando hasta llegar al siguiente cruce. Ahí vieron a un anciano de piel extremadamente blanca, como si se la hubiera pintado. Estaba en el pórtico de su casa conversando con una pareja de humilde procedencia. Ellos asentían de forma repetitiva a lo que él decía. Mientras avanzaban, podían escuchar como la pareja le agradecía sin cesar, al mismo tiempo que el anciano los miraba con una sonrisa indiferente. Como si estuviera ajeno a la preocupación que ellos demostraban en sus rostros. El anciano termino de explicar y ellos se fueron a paso rápido.

Por otro lado, el anciano captó de inmediato a Hashirama y como un hombre de la misma Era que Naori Uchiha, se postro en el suelo frente a Hashirama y lo espero hasta que él llego.

-Hashirama-sama- dijo el anciano en un tono respetuoso, tenía una voz suave y sibilina -estos viejos huesos se alegran de poder verlo una última vez-

-No es necesario que hagas eso, Orochi- respondió Hashirama -ya no somos un clan-

El viejo se rio con una voz sibilina y le dijo -una vez Senju, para siempre Senju-

Hashirama tomo una profunda respiración y cuando llego frente al anciano, lo tomo de la muñeca y lo ayudo aponerse de pie. Era bastante pequeño, notó Kain. Solo le llegaba al pecho a Hashirama. Por otro lado, no se veía ningún residuo en su piel, así que intuyo que esta era naturalmente blanca. Llevaba el pelo largo hasta la espalda y sujetado por una cinta azul. Vestía un kimono verde y sandalias de madera. Parecía un viejo amigable cuando miraba a Hashirama, pero una vez que le dio una breve mirada a Kain, este sintió que estaba siendo mirado por una serpiente.

-El joven monstruo, Uchiha ¿Ah?- dijo el viejo con una voz sibilina -perdón, pero es difícil llamar a alguien como tu un ser humano-

Hashirama negó ante la franqueza del anciano y dijo -viejo Orochi, no llames así a Kain-

-Lo siento, mi señor. Fue un pequeño desliz de lengua-

Hashirama miró a Kain y le dijo -este anciano se llama Orochi y es un experto criador de serpientes. Si le preguntas por serpientes, él te podrá ayudar-

-¿Eeeh?- dijo el viejo tomando una buena mirada del pequeño Kain, se agacho para que su vista coincidiera y le dijo -¿Qué necesita un águila de una serpiente?-

Kain pudo ver su rostro mejor, tenía cuatro líneas de arrugas en la frente y los pómulos caídos. Por otro lado, sus ojos eran normales, salvo su iris, que era una línea descendente igual que una serpiente.

El anciano soltó una risita sibilina y le dijo -mientras no utilices tus ojos mágicos con mis serpientes, te escuchare. Pero trátanos con respeto o te morderemos-

-¿Trátanos?- pregunto Kain

-Claro, a mí y a mis amigas. Vas a entrar a mi casa y ellas estarán por todos lados. Oh, un último consejo, ten cuidado donde pisas, jejejeje-

Kain trago saliva y asintió un tanto asustado. El viejo Orochi los invito a su casa y pasaron por el pórtico hecho de listones de madera de un metro de alto. Una vez que entraron a la casa, Kain se dio cuenta que el lugar era casi selvático. Lleno de plantas de gruesos tallos que parecían pequeños árboles y plantas de enredadera. No obstante, ninguna producía fruto, en cambio, daban hermosas flores de llamativos colores.

-No toques las plantas- dijo Orochi al captar la mirada de Kain -se ven hermosas, pero sus hojas son venenosas-

Kain asintió, afirmando el agarre sobre la mano de Hashirama y este último soltó un suspiro ante las palabras del viejo. La planta de la que hablaba solo era hermosa y no era venenosa en sí, pero la pequeña serpiente que le gustaba enroscarse en el tallo sí lo era. Era delgada como una rama, de color verde y lo único que resaltaba para poder notarla eran sus ojos obsidiana. Hashirama tomo a Kain en brazos y espero a que el viejo Orochi los condujera por el pasillo de entrada.

Por otro lado, diferente de las casas normales, las paredes de la casa de Orochi eran palos del grosor del brazo de un niño, con plantas enredaderas enroscándose a lo largo y ancho. Las gruesas hojas y las flores multicolores tapaban lo que había en la habitación continua. Pero Kain al escuchar una multitud de siseos, ya se imaginaba que había del otro lado de la pared.

El viejo Orochi caminaba por el pasillo con la espalda encorvada. Su kimono era de una tela delgada que traslucía los poderosos músculos. Cualquiera pensaría a simple vista que sería un anciano al final de sus días, sobre todo por su pelo cano y esa apariencia avejentada, pero para Kain era claro que no era así. Lo más probable es que aplicando chakra a su cuerpo podría partir un árbol por la mitad. Como una serpiente, pensó Kain. Había muchas serpientes que se veían delgadas, pero una vez que se enroscaban en su presa la podían triturar con facilidad.

-¿Por qué los ojos del abuelo Orochi son como los de una serpiente?- pregunto Kain en los brazos de Hashirama

-¡¿Kain?!- dijo Hashirama en un tono molesto, le dio una leve palmada en la cabeza y le dijo -esas cosas no se preguntan-

-Lo siento- dijo Kain con voz apagada

En respuesta, se escuchó un murmullo -abuelo Orochi ¿ah?- dijo Orochi como si esas palabras lo llevaran a pensar en otra persona. Después miró hacia atrás y dijo en una voz que cualquiera podría escuchar, pero con ese típico asentó sibilino -está bien, Hashirama-sama. Sí hay algo que aprecio de los niños es su curiosidad. Aunque en muchos casos sea peligrosa, es algo que nos conduce al conocimiento-

Hashirama miró a Orochi y notó su sinceridad pocas veces vista, entonces asintió en señal de acuerdo. Después miró a Kain y este miró al viejo Orochi mientras llegaban frente a una gran sala.

-Mis ojos son como los de una serpiente- dijo Orochi -porque según el abuelo de mi abuelo, mi clan proviene de una serpiente que dejo la tierra sagrada de los sabios-

El anciano entro a la habitación y comenzó a aplaudir al suelo. Kain y Hashirama entraron también y entendieron que era lo que estaba haciendo. No estaba simplemente aplaudiendo, estaba echando a un gran grupo de serpientes que estaban repartidas por el suelo, las sillas y una mesa redonda que eran los escasos muebles que formaban un comedor.

Todas las serpientes eran de diferentes colores, con diferentes formas y tamaños. Había una amarilla que se enojó con Orochi por sacarla de su lugar. Se irguió orgullosa soltando un gruñido y extendiendo la piel a los lados de su cabeza para verse más grande. Otras se movían sin ningún problema, haciendo su camino hasta los muebles apegados a las murallas. Se metían entre medio de las hendiduras que había entre ellos y se perdían. Por otro lado, la serpiente que continuaba erguida y altanera fue mordida por una negra en un rápido movimiento. Ella trato de devolverle el mordisco, pero la serpiente negra evito la mordedura. Entonces la serpiente orgullosa se comenzó a retorcer en el suelo, siseando su miseria hasta detenerse y quedar inerte. El abuelo Orochi soltó un suspiro y negó con la cabeza. Por otro lado, la serpiente negra serpenteo hasta su pierna derecha, se enrosco y comenzó a subir, alcanzando la chaqueta de su kimono y metiéndose por debajo de la ropa hasta llegar al cuello en V. Entonces apareció por el cuello y se enrosco de forma suave y sin apretar. Kain podía ver como estiraba su lengua como si estuviera lamiendo la cara del anciano, en un intento de consolarlo. El viejo notó el suave toque de la serpiente en su mejilla y le acarició la cabeza en un gesto suave.

Kain y Hashirama no dijeron nada. Todas las serpientes se movieron saliendo de lo que debería haber sido el comedor, mientras la serpiente negra las miraba desde el cuello de Orochi. Había una serpiente de color azulado que no se quería mover. Así que la serpiente negra en el cuello de Orochi saltó al suelo y empezó a sisear en un tono agresivo. La serpiente azul la capto por el rabillo del ojo y comenzó a serpentear hasta las hendiduras entre los muebles. Entonces cuando por fin salieron todas las serpientes, la serpiente negra se acercó a los pies de Orochi y se enrosco una vez más, para después irse reptando a la hendidura de los muebles apegados en las paredes.

-Lo siento por haber mostrado algo tan desagradable- dijo Orochi dirigiéndose a uno de los muebles y abriendo uno de los cajones para sacar un pequeño saco de color café. Después camino hasta la serpiente amarilla tendida en el suelo y la levantó para echarla en el saco. Kain pudo ver que donde la serpiente recibió la mordedura, se estaba volviendo negro como una mancha de pintura que se extiende. Sin embargo, no pudo ver más, ya que esta desapareció dentro del saco.

-Ya entiendo porque no le gustan las serpientes a la tía- dijo Kain

Hashirama frunció el ceño y lo miró a los ojos como diciendo "¿creo haberte dicho que no hicieras comentarios impertinentes". A lo que Kain respondió sonriendo, lo cual fue respaldado por Orochi.

-Está bien, Hashirama-sama, no todo el mundo puede apreciar la belleza de las serpientes-

Kain asintió como ganando algo y gracias a eso, Hashirama le dio una leve palmada en la cabeza. Kain frunció su pequeño ceño e hizo un puchero. Sin embargo, Hashirama no se sintió ni un poco mal. Para él esto era un castigo más que justificado y demasiado leve. Si hubiera estado su señor padre, a Kain le hubieran dado de varillazos.

-Uchiha y Senju- dijo el abuelo Orochi al verlos interactuar, puso una pequeña sonrisa cansada y continuo -no sé si agradecer por vivir tanto para ver este tipo de unión o sentirme agraviado por su señor padre-

-Siéntete aliviado- dijo Hashirama en un tono firme -esto es solo el inicio de la prosperidad. Tú también estabas cansado de las guerras ¿o no?-

Orochi solo asintió, fue a buscar un paño, limpió las sillas y la mesa, para después invitarlos a sentarse. Camino hasta una chimenea de barro que había en una esquina y con un fierro delgado que ocupaba para mover las brasas, golpeó la chimenea un par de veces. De la chimenea salieron cuatro serpientes, las cuales sisearon en un tono suave. Orochi les señalo a los muebles y ellas serpentearon hasta las hendiduras entre los muebles. Orochi lanzó un par de leños y creo una pequeña llama con un jutsu que por lo menos Kain, no conocía. Después colgó una tetera de metal cubierta de hollín con agua en su interior en un gancho de metal y volvió a la mesa a sentarse.

-Bien, Hashirama-sama- dijo Orochi apoyando los antebrazos en la mesa y entrelazando sus huesudos dedos -¿A qué debo su visita?-

-Este niño- dijo Hashirama, posando su mano sobre el cabello de Kain y revolviéndoselo -está trabajando en un nuevo tipo de jutsu, pero me dijo que necesitaba aprender la estructura de las serpientes-

Orochi miró Kain con una expresión llena de asombro, sonrió con astucia y lo volvió a examinar. A sus ojos solo era un pequeño bocado, de cabellos blancos, ojos azules y un tanto regordete. Lo más probable que sea por la buena alimentación. Después de todo, en casa del hokage debe sobrar el alimento. Pero dejando eso de lado, los niños a su edad piensan en otro tipo de cosas. La gran mayoría estaban pasando por el entrenamiento para mejorar su fuerza física y sus pulmones, o jugando todo el día. Su propio hijo a esa edad era una cosa inútil que le gustaba jugar en el patio todo el día. El anciano sonrió y negó recordando algo agradable.

-¿A qué se refiere con estructura, jovencito?- pregunto Orochi poniendo un rostro serio

Kain se paró sobre la silla y apoyo sus manos en la mesa -no soy muy bueno con los jutsus de agua y tierra- dijo

-Uchiha no es bueno con el agua- dijo Orochi, asintiendo y entendiendo el problema antes de que se lo explicaran

-Así es, pero dejando a un lado el tema de la afinidad. Quiero transformar esta debilidad en una fortaleza. El agua es buena, se puede meter en todos los lugares sin perder su esencia-

El anciano asintió en un gesto suave, con una pequeña sonrisa y encantado de escuchar esas palabras -entiendo- dijo -realmente un monstruo-

-Orochi, te dije que no le dijeras así a Kain- dijo Hashirama con el ceño fruncido

Sin embargo, Orochi negó y dijo con una sonrisa -usted no entiende Hashirama-sama. No lo digo en ese sentido, sino por su potencial. Hashirama-sama y Madara-sama también fueron los dos monstruos de cada clan respectivamente. Este niño, será el monstruo de Konoha, alguien que hará temblar al mundo shinobi-

-Esta aldea fue creada con la intención de que eso no pasara-

Orochi tomo un respiro y exhalo con una risita, negó en un gesto suave y le dijo -esos son sus ideales, Hashirama-sama. Pero créame, pasaran varias generaciones antes de que el mundo logre la verdadera paz. Sé cuáles son sus aspiraciones y mi hijo y mi nuera creen ciegamente en su visión, pero yo no puedo. He visto lo suficiente como para poder calcular la cantidad de años que pasaran antes de que las aldeas shinobis trabajen unidas. Serán al menos sesenta años, téngalo presente-

Hashirama le dio una dura mirada al anciano, pero él no se inmuto. Solo puso una sonrisa amable, como cuando un anciano mira a un nieto ingenuo. Lo cual causo la molestia de Hashirama, su tiempo se estaba acabando, pensaba por dentro. Entonces miró a Kain, pequeño e inocente, la angustia invadió su corazón y quiso volverse loco por un momento.

Sin embargo, Kain le puso la mano en el hombro y le dijo -el tío no tiene que preocuparse. El tío solo tiene que hacer todo lo que pueda y lo que pase en el futuro será nuestra responsabilidad-

Orochi soltó una risita que se transformó en una carcajada y está en una tos flemática. El anciano se golpeó el pecho varias veces y se calmó un poco, para después levantarse y caminar fuera de la habitación. Kain y Hashirama lo escucharon abrir una puerta corredera y escupir afuera. Después sonaron sus pisadas por el pasillo y volvió a la cocina.

-Al parecer, Hashirama-sama ha encontrado a alguien que puede entender sus pensamientos- dijo Orochi con una sonrisa sincera y se sentó en su silla -es bueno que alguien herede sus pensamientos ¿no lo cree?-

Hashirama solo tomo una profunda respiración y asintió más relajado. Entonces levantó a Kain y lo sentó en sus piernas. Con una mano lo abrazaba por el estómago y con la otra le peinaba el cabello. Orochi los miraba con una pequeña sonrisa maravillado, pensando que las antiguas generaciones deben estarse revolcando en sus tumbas. Uchiha y Senju, pensó de nuevo y soltó otra pequeña risita.

-¿Te muestro mi jutsu?- pregunto Kain

Orochi asintió y le dijo -vamos al patio trasero, ahí puedes hacer todo lo que quieras-

Entonces salieron por el pasillo y llegaron a un terreno mescla de pasto, tierra y pequeños arbustos que lo bordeaban. Kain se paró por delante de ellos y trato de formar el cuerpo de una serpiente con el agua que había en la tierra, pero una vez más fue una cosa alargada y sin forma.

El viejo Orochi, diferente de Hashirama, no se rio. Al contrario, asintió y se agacho al lado del niño. Miraba analizando la figura alargada de agua y fruncía el ceño mientras estiraba el labio inferior en una expresión confusa.

-¿Le das un cuerpo elemental para que la energía natural le de vida?- pregunto

-¿Qué es la energía natural?- pregunto Kain

Orochi abrió los ojos asombrados y miró al niño con cierto sentido de la incredulidad. No tenía idea de lo que estaba haciendo, pero se le había ocurrido algo ingenioso. Muy cercano a las técnicas de serpientes de su clan. Sin embargo, ellos ocupaban una gran porción de elemento de tierra en vez de agua. De esa manera, podían hacer la técnica en cualquier tipo de terreno. Por el contrario, la técnica que quería hacer Kain, tenía un gran demerito. Si no había agua suficiente en el medio ambiente, no funcionaria. No obstante, al mismo tiempo, como Kain dijo, el agua puede meterse en cualquier lugar sin perder su esencia. Así que podía entrar a cualquier lugar y atacar desde cualquier ángulo.

-Creo que entiendo por dónde va tu idea- dijo Orochi poniéndose de pie y colocando uno de sus puños por detrás de su espalda, como si se estuviera masajeando -primero deberás entender la estructura interna de las serpientes y después entender el circuito espiritual que tiene cada animal-

-Viejo- dijo Hashirama algo confundido -¿No crees que eso es demasiado complejo para un niño?-

El anciano apretó los labios y frunció el ceño, asintió y le dijo –puede ser, pero no me queda mucho tiempo. Si quiere aprender, este es el momento. Lo más probable es que mi hijo y mi nuera se dediquen a la medicina. Así que a alguien tengo que confiarle lo que sé. Mi nieto recién nació este año, así que está demasiado pequeño. Por lo tanto, solo me queda este niño. Si él quiere aprender de las serpientes, por mi bien-

Hashirama soltó un suspiro y asintió. La antigua generación estaba desapareciendo, dejando una Konoha lista para darle la bienvenida a un nuevo mundo. Se pregunto, mientras escuchaba a Orochi y Kain conversar, si él también pertenecía a la vieja generación, ya que al igual que el anciano, estaba muriendo poco a poco. Entonces elevó su vista al cielo que estaba despejado en ese momento.

<<Espérame, Madara. Voy a ir a donde tu estas y podremos continuar las competiciones que dejamos pendientes>>