Abigail estaba sentada en el sofá de la sala de estar en el departamento del último piso del Hotel de Ciudad Tengu. Era el departamento de Kain, pero ella estaba ahí para acompañarlo. Había asuntos que atender hoy, una importante comida para celebrar los logros de la joven Mizusu Hoshino y todas las empresas asociadas a su nombre.
Por lo general, Abigail estaría con Kain en la ducha, pero había cedido su tiempo a su amiga, quien realmente lo necesitaba. Abigail soltó un suspiro y continúo mirando la televisión, un aparato nuevo que estaba llenando las casas de todo el país. Se había vuelto bastante popular durante el último año. Era una cosa aparatosa, cuadrada como una caja y bastante fea, pero trasmitía imágenes de programas en diferentes horarios y era entretenido. Para Abigail, el aparato desentonaba completamente con la arquitectura y diseño del departamento, pero no se le podía hacer nada. Kain no había trabajado en ningún proyecto relacionado. Al menos, eso decía él.
Entonces llegaron los comerciales y Abigail vio a Kain detrás de un estrado. Alto, de cabello blanco perfectamente peinado hacia atrás, ojos azules y en un traje gris que ella misma había escogido. Abigail estaba bastante orgullosa de su elección. Kain le había preguntado personalmente a ella y Elizabeth.
—Hola, soy Kain Uchiha y este es un anuncio especial. A fin de mes se realizará la primera muestra de los exámenes chunin televisados. Esto se realizará en ciudad Tengu, Nación del Rayo. Sin embargo, no tienen nada de qué preocuparse. También será trasmitido a cada esquina del continente, cortesía de su servidor. Espero que lo disfruten…—
Abigail sonrió, a pesar de que Kain-sama siempre parecía seguro de sí mismo, se le veía un poco nervioso.
Abigail escucho que alguien toco la puerta, se levantó y dejo sonando el televisor. Ella camino hasta la puerta, tomo la manilla y abrió la puerta. Entonces ella se encontró a una de las personas más desagradables que había conocido en su vida. No, bueno, no era tan así, pero últimamente lo creía. Era la hija de Elizabeth, la joven Yanet. Rubia y bonita, había heredado el buen físico de su madre, pero nada de su buen carácter. Era una mocosa molesta y era la razón de que Abigail cediera su tiempo a Elizabeth.
—¿Qué haces aquí? No recuerdo haberte pedido que atendieras este piso, ni ningún piso. Tu lugar de trabajo está en el restaurante— dijo Abigail con voz dura, ella miró a un lado y se dio cuenta que Yanet llevaba un carrito metálico con varios trajes y vestidos de gala.
—Solo estoy ayudando— dijo Yanet —¿Qué pasa? ¿Te llego la menopausia?—
—No me llegó la menopausia, solo me pones de malhumor— respondió Abigail —además, tu no deberías traer los trajes para Kain-sama ¿Por qué lo haces? ¿Crees que por parecer servicial, Kain-sama te va a poner atención?—
—Si te mira a ti que estás vieja y usada ¿Por qué no me miraría a mí?—
—Si fuera tan sencillo, yo no estaría aquí, tonta. Ahora vete, no te quiero ver la cara durante el próximo mes—
—Yo, no es mi culpa— respondió Yanet de malhumor
—No me importa, heriste a mi amiga, a tu madre, a la mujer que acarreo contigo todos estos años. Y eso es algo que nunca se hace, perra malagradecida—
Yanet tenía los ojos llorosos, pero Abigail no se conmovió en lo más mínimo y se cruzó de brazos mientras esperaba que ella se fuera. Yanet se dio media vuelta y camino hacia el ascensor.
Abigail espero a que ella estuviera lejos, salió al pasillo, tomo el carrito con ropa y lo metió dentro del departamento. Había un traje para Kain, también había un traje para ella, Elizabeth y dos personas más. Era un gran evento y parece que Kain quería presentar a Honoka Hoshino. Para Abigail era entendible, la muchacha era artista y le servía esa publicidad para cuando se inaugure el anfiteatro de ciudad Tengu, pero la otra mujer ¿Quién era?
Abigail fue a la sala de estar, apago el televisor y camino hacia las escaleras que daban al segundo piso. A su izquierda se veía el comedor y más allá los enormes ventanales que daban a ciudad Tengu. La ciudad se extendía cada día, el concreto y las áreas verdes lo llenaban todo. Había una gran cantidad de cerezos a los costados de la calle, así que era un espectáculo rosa bastante elegante.
Abigail subió las escaleras al segundo piso y cuando llegó, pudo escuchar lo gemidos de su amiga. Abigail mostró una amplia sonrisa y camino a la habitación. Ella avanzó por el pasillo, los gemidos de Elizabeth eran audibles como si se le escurriera la vida entre las manos. Abigail se detuvo en la puerta y se apoyó en la pared, se cruzó de brazos y espero a que su amiga terminara. Parece que lo llevaban haciendo hace bastante tiempo, porque Elizabeth soltó un gran gemido y después se quedó callada.
Abigail espero otro minuto y golpeo la puerta.
—Adelante— dijo Kain
Abigail abrió la puerta y vio la cama. Kain estaba sentado en la cama con la espalda apoyada en el respaldo. Tenía el cabello blanco revuelto y una ligera capa de sudor sobre la piel. Más importante, Elizabeth, amiga de Abigail, tenía su trasero levantado y la cabeza metida en la entrepierna de Kain.
Abigail sonrió, ella y Elizabeth eran un poco más que amigas, así que conocía sus maneras. Ella cerró la puerta y se acercó a la cama. Elizabeth no se detuvo en lo que estaba haciendo. Abigail miró el trasero de Elizabeth, tenía un bonito color rosa, grande y redondo. La vagina abierta y los labios hinchados. Abigail se acercó tocando la cama con la punta de los dedos, hizo su camino al trasero de Elizabeth y lo toco. Elizabeth apretó las piernas, Abigail se sorprendió, estaba muy sensible. Abigail la quiso molestar, así que como Elizabeth estaba comiendo, ella la comería también.
Abigail se subió a la cama, se posiciono detrás de Elizabeth y le miró el trasero.
—Sigue con lo tuyo— dijo Kain
Abigail lo miró, pero vio que él llevaba su mano a la nuca de Elizabeth y ella se mantuvo en su entrepierna. Abigail miró el trasero, tenía un bonito color, grande y redondo. Tenía el ano semi abierto, parece que también habían ocupado este agujero, pensó. Abigail acercó su rostro, le beso las nalgas.
—No, Abi— murmuro Elizabeth suplicante y tiro sus manos hacia atrás para apartarla.
—Concéntrate en lo que haces— dijo Kain y la guio para que ella continuara con lo suyo.
Abigail sonrió, ella continúo besando el trasero de Elizabeth, lo acaricio con las manos e introdujo su lengua. Pudo sentir algo pegajoso, pero no se quedó ahí mucho y bajo a la vagina.
—Estás muy estresada— susurro Abigail —estás babeando, Eli, que sucia— y le comió el sexo.
Elizabeth soltó un gemido y apartó su boca, ella se quedó recostada, con el pene de Kain a un lado de su mejilla. Ella lo comenzó a lamer, pero de repente no pudo más y soltó un fuerte gemido.
Abigail apartó su rostro y se limpió el líquido con las manos. Ella miró a Elizabeth, pero esta última cayó de lado sobre la cama, bastante cansada, jadeando y con la cara roja.
Abigail se acercó a su amiga, la miró a los ojos con una sonrisa astuta y la beso. Elizabeth respondió de forma inconsciente y solo se dejó llevar por el momento.
Kain seguía sentado, con las piernas abiertas y viendo como Abigail besaba a Elizabeth. Sin embargo, Abigail se levantó el vestido negro y le mostró su trasero. Esa era la señal y Kain lo supo interpretar.
Kain se movió por detrás de Abigail, él acercó su entrepierna, pero cuando presiono el agujero equivocado, Abigail apartó su boca de Elizabeth y le dijo —querido, apunta al lugar correcto, recuerda que ese lugar es solo para los días afortunados—
Kain soltó un risita, se acercó, tomo a Abigail por el rostro y la beso. Él apartó su rostro y ella continúo besando a Elizabeth. Kain lo metió como dijo ella, en el lugar correcto, poco a poco, haciendo el camino hasta el fondo. Además, llevó su mano a la entrepierna y la fue estimulando por encima de la ropa interior.
Abigail acariciaba los senos de Elizabeth, ella los tenía pequeños, así que acariciar los de Elizabeth era un deleite, ya sea en tamaño, forma o sensación. Abigail apartó su boca y soltó un gemido, Elizabeth la busco y la beso, pero Abigail se concentró en las caricias de Kain, ella tiro su boca hacia atrás, pero Elizabeth la siguió, la beso, Kain también se acercó y las beso, ellos entrelazaron sus lenguas, Kain beso a Elizabeth y después a Abigail y así sucesivamente hasta cuando no pudo más y lo dejo todo dentro de Abigail.
—Abi— dijo Elizabeth con una sonrisa coqueta y le beso los labios. Ellas se abrazaron y Kain abrazó por detrás a Abigail mientras terminaba en ella. Kain estiro su mano, la paso por el muslo de Abigail, pero después la deslizo más allá y acaricio el muslo de Elizabeth.
—Abi, quítate esto— susurro Kain
Abigail apartó su boca de Elizabeth, lo miró hacia atrás. Ella asintió, apoyo las manos en la cama y quedó sentada. Kain y Elizabeth hicieron lo mismo y la ayudaron a quitarse el vestido. Llevaba una ropa interior con encajes.
—Abi, pensé que no ibas a venir— susurro Elizabeth mientras la besaba y la abrazaba.
Abigail se sorprendió, pero no en el buen sentido. Ella conocía bastante bien a Elizabeth y si ella estaba tan excitada, quería decir que estaba muy estresada. Debe ser por su maldita hija, pensó. Sin embargo, Abigail no dijo nada y en su lugar, respondió a los besos de Elizabeth.
Abigail sintió a Kain abrazarla por detrás, ella apoyo su espalda en su pecho y apartó un poco la boca de Elizabeth, ella levantó su rostro, Kain la beso, pero él llevó su mano a la vagina de Abigail y abrió los labios.
Kain miró a Elizabeth y le dijo —aquí, ayuda a Abi—
Elizabeth miró a Kain, ella se acercó, presionó sus senos en el rostro de Abigail y beso a Kain. Ella sacó su lengua, Kain la sujeto por la nuca y la beso intensamente. Abigail le lamio los pezones a Elizabeth mientras ellos se besaban.
Kain apartó su boca mientras le sujetaba la nuca a Elizabeth y le susurro —abre la boca—
Elizabeth la abrió grande, sacó la lengua y Kain le escupió, después la beso, ella respondió a su beso, Kain volvió a apartar su rostro y le dijo de nuevo —abre la boca— Elizabeth lo hizo, Kain la volvió a escupir varias veces, pero después la beso. Kain apartó su rostro y sin soltarle la nuca, le dijo —te dije algo, ahora hazlo—
—Sí, Kain-sama— dijo Elizabeth, se agacho y fue directo a la vagina de Abigail, ella lamió, abrió los labios de Abigail con los dedos y comenzó a meter su lengua como si quisiera sacar el semen de su interior.
Kain abrazo por detrás a Abigail, acaricio sus pequeños senos, ella levantó su rostro y lo giro hacia atrás todo lo que pudo. Kain la beso intensamente y le dijo —abre la boca—
Abigail abrió la boca y Kain deposito mucha saliva. Abigail la recibió, la trago y después lo beso. Ella estaba sudorosa y tensa, la sensación en su boca y en su entrepierna al mismo tiempo. Kain se apartó, guio a Abigail para que ella se acostara, Elizabeth siguió comiéndole la entrepierna y Kain aprovecho de acercar su entrepierna a la boca de Abigail. Ella le lamio las bolas, pero después abrió su boca grande y Kain lo metió todo hasta la base. Fue brusco, pero Abigail lo tolero mientras Elizabeth le comía la entrepierna. Kain lo soltó todo en su garganta y ella lo soltó todo en la boca de Elizabeth.