Kain se despertó por la mañana en una habitación oscura. Él parpadeo un par de veces y estiro su mano, él tanteo la cama y cuando encontró un trasero grande y redondo, lo acaricio lentamente. Él abrió sus ojos, miró hacia el fondo, hacia los ventanales y se dio cuenta que estaba tan oscuro porque afuera estaba oscuro. Los cielos estaban nublados y el mar estaba agitado. Su yate se mecía ligeramente, pero era más un efecto de soportar el fuerte oleaje que ser movido por la corriente. Kain no tenía la típica ancla o las amarras que ocupaban en las otras embarcaciones. Él tenía todo un sistema gravitacional de anclaje asociado a una coordenada del mapa.
—Amor— murmuro Mana al sentir el suave tacto de Kain en sus nalgas, ella soltó un suspiro, no abrió los parpados, pero se dio la vuelta y se acercó poco a poco. Kain la abrazó por el lado, ella se apegó a él y soltó una risita tonta. Ella lo beso en las costillas, pero siguió durmiendo.
Kain mostró una pequeña sonrisa y se volteó para abrazarla. Mana se acomodó y continúo durmiendo.
—Parece que habrá tormenta— susurro Kain
—Mmm, genial, me gusta estar aquí contigo— murmuro Mana de vuelta
—¿No te gustaría atravesar una tormenta?—
Mana movió sus parpados como si los quisiera abrir, pero no lo hizo y se forzó a mantenerse tranquila.
—¿Has visto una ola monstruosa alguna vez?—
Solo hubo silencio.
—El yate podría atravesar una de esas olas ¿No te interesa ver lo que hay ahí?—
Mana no pudo aguantar más su curiosidad y abrió los parpados, ella lo miró a los ojos y le preguntó —¿Hablas en serio?—
—Por supuesto que hablo en serio, ahora, si no te interesa—
—Suena bien, pero ¿Estaremos bien?—
—En el peor de los casos, nos hundiremos, pero si pasa eso, solo tenemos que transportarnos a otro lugar— dijo Kain
Mana pestaño un par de veces, algo confundida. No recordaba algo tan importante. Kain se podía mover a donde él quisiera cuando quisiera. Solo habían estado viajando de forma normal para sentir el viaje y divertirse. Incluso este enorme yate con tecnología que la gente nunca ha visto solo era por diversión. Al menos, eso creía ella.
Sin embargo, en medio de sus pensamientos, ella sintió algo caliente y tubular apoyado contra su abdomen. Ella parpadeo un par de veces y reconoció rápidamente este sentimiento. Ella miró a Kain y él sonrió de forma astuta y ladeo su rostro como si no pudiera hacer nada al respecto.
Kain se acercó lentamente y le dio un pequeño beso. Mana fue reciproca, pero torpe, su mente recién se estaba despertando correctamente. Ella abrazó a Kain mientras lo besaba, él se movió encima de ella y dejo que sintiera una fracción de su peso y calor. Mana abrió las piernas y sintió como él se froto contra ella. Mana frunció el ceño, ella no estaba preparada y soltó un gemido de dolor.
Kain detuvo el movimiento, pero la continúo besando, suave y tierno, él apartó su rostro y le preguntó —¿Te gustaría experimentar algo especial?—
Mana quedó mirando esos ojos azules, ella se mordió el labio inferior y le preguntó —¿Qué se te ocurre?—
—Hace mucho tiempo, uno de mis discípulos trato de desarrollar una técnica para imitar las habilidades de un shinobi sensor, pero lo que logro fue estimular su sistema nervioso. Fue bastante divertido— dijo Kain y soltó una risita —el hecho era que además de percibir todo a su alrededor, su cuerpo quedaba muy sensible. Tuvimos que corregir la técnica, pero yo me quede con el conocimiento—
—Sensible ¿Te refieres?—
—Oooh, vamos, tú sabes a que sensibilidad me refiero— respondió Kain, le dio un beso y puso su cuerpo a un lado del de Mana. Él estiro su mano izquierda al abdomen y lo acaricio suavemente —aumenta el calor corporal, la sangre se concentra en el aparato reproductor, el sistema nervioso es estimulado, tu piel se vuelve sensible al tacto— él acercó su boca al oído y le susurro —imagínate lo que le haría a tu botón de la felicidad. Tú vagina se volvería loca—
Mana trago saliva y le dijo —yo, prefiero hacerlo de la forma normal—
—¿En serio? Podrías probarlo un poco— respondió Kain llevando suavemente sus dedos a los muslos, pero Mana se preocupó y le tomo la mano para que él se detuviera.
Mana miró a Kain, su corazón latía muy fuerte, ella sonrió nerviosa y le dijo —yo, de la forma tradicional está bien—
—Mmm, tú te lo pierdes—
—Tonto, a mí me gustan tus caricias ¿Por qué lo cambiaría por lo otro?—
—Si tú lo dices— respondió Kain, él acercó sus labios y la beso. Mana se sintió más relajada y soltó un suspiro mental. Ella continúo besando a Kain y dejo que él llevara su mano a donde él quisiera.
Kain comenzó a descender por el cuello mientras le daba un beso detrás de otro.
—Amor, tienes que hacer un buen trabajo— dijo Mana con voz deseosa
Kain siguió bajando hasta los senos. Eran abundantes, suaves y esponjosos. Él se detuvo, paso su mano derecha por el contorno del seno y lo acaricio por el borde. Él tomo el seno y lo apretó suavemente, el pezón resalto y lo lamio.
Mana le abrazó la cabeza y le peino el cabello.
Kain tomo el otro seno con la otra mano, también lo apretó suavemente y lamió el otro pezón, los junto y lamió los dos pezones a la vez. Él soltó los senos y cayeron a los lados. Él beso la parte entre medio de los senos y continúo descendiendo hasta el estómago.
Mana soltó una exhalación caliente. Ella cerró los ojos y volteó su rostro a un lado mientras sentía la cálida sensación en su estómago.
Kain paso sus manos por debajo de los muslos y sujeto la cintura. Él llevó su boca desde el estómago al monte de venus, beso el contorno y bajo hasta los muslos. Kain hundió su rostro en la entrepierna de Mana y ella reacciono soltando un fuerte gemido. Kain le levantó el trasero y la entrepierna quedó apuntando al techo. Él llevo su lengua desde los labios hasta el ano, presionando ligeramente la punta y después volviendo a los labios. Con una mano sujetaba a Mana por la cintura y con la otra mano acariciaba uno de los abundantes senos.
Kain se detuvo poco a poco hasta que se enfocó en el clítoris, toda su atención se enfocó ahí, él fue bajando a Mana hasta apoyar el trasero sobre la cama y después se dedicó a chupar y lamer.
Mana soltó un fuerte gemido y todo su cuerpo se tensó.
Kain apartó su rostro y vio a Mana jadeando, su abundante pecho subiendo y bajando, el rostro con una expresión lánguida. Ella lo miró sin fuerzas. Kain se acercó a la cara y la beso. Mana respondió como pudo, poco a poco fue recuperando la conciencia y cuando lo hizo, abrazó a Kain. Después de un tiempo, Kain entró en ella y lo dejo dentro. Presiono un poco, movió sus caderas en círculos y lo sacó suavemente. Después lo volvió a meter, presiono un poco, volvió a mover sus caderas en círculos y lo sacó, pero la vez siguiente fue constante, entro y salió. Durante un par de minutos estuvo así, la cama se agitaba, el respaldo golpeaba la pared y los gemidos llenaban la habitación. Él se detuvo, lo sacó y froto el tronco contra el clítoris. Ella soltó un fuerte gemido, pero Kain no se detuvo y lo siguió frotando. Él se detuvo y lo volvió a meter. Sus cuerpos se pusieron sudorosos, las sábanas se humedecieron y la respiración fue errática.
Kain lo empujo una última vez y se quedó quieto, dejándolo todo dentro de ella. Solo ahí, se detuvo. Ellos se miraban a los ojos con la poca luz que había en la habitación. Kain la volvió a besar y ella le respondió. Kain llevaba sus manos a las caderas y bajaba dibujando el contorno de las nalgas.
Kain apartó su boca y reposo su cuerpo encima de ella.
—Kain-sama, pesado— murmuro Mana
Kain soltó una risita y se movió a un lado. Él quedó mirando al techo, pero noto el suave tacto de Mana. Ella paso su mano derecha por el pecho de Kain y apoyo su torso sobre su pecho.
—Oye ¿Cómo es que está bien cuando tú te apoyes en mí, pero no yo en ti?— preguntó Kain mientras la abrazaba por la cintura y dibujaba el contorno de las nalgas con las manos.
—No seas así, es que tú eres muy grande y pesado— respondió Mana y le beso el pecho, después subió por el cuello hasta la boca y lo beso directamente. Ella apartó su boca y le susurro —además, así puedes sentir mis pechos ¿No te gustan?—
Kain mostró una pequeña sonrisa, era difícil decir que no. Él llevó su mano al seno y lo acaricio por el borde. Eran suave y estaban deformados por la presión del peso de Mana y el pecho de Kain. Era como si una enorme masa se desparramara hacia los lados. Suave, con una piel tersa y el pezón erecto.
—No enciendas la luz— susurro Mana, ella se apartó y bajo a la entrepierna de Kain.
Kain sintió el estimulante cosquilleo en su entrepierna y el calor de la boca de Mana. Él llevó sus manos a la cabeza de Mana y le acaricio el cabello. Él se volvió a poner duro y presiono la cabeza de Mana para que ella lo tomara todo, pero ella le dio palmaditas advirtiendo que no podía y se estaba ahogando. Kain soltó la cabeza de Mana y ella se apartó y comenzó a toser. Ella se sentó y se limpió la boca con la mano, pero volvió a lo que estaba haciendo y se esforzó para tomarlo todo. Kain de nuevo la presiono y esta vez pudo terminar en su garganta.
Mana de nuevo apartó su rostro y tosió mucho.
Kain se acercó a Mana y la llevó para que ella se acostara, él la beso y llevó su mano a la entrepierna. Ella estaba bastante húmeda, así que él metió un par de dedos y comenzó a palpar su interior. Mana se sujetó al brazo de Kain mientras sentía toda la estimulación. Sin embargo, de repente ella sintió una fuerte estimulación y soltó un bramido.
—Kain ¿Qué haces? Te dije que no— dijo Mana como si estuviera al borde de sus fuerzas
Kain le beso los labios y apartó su rostro —solo será un poco, es un premio— dijo
—No quiero ese premio, te quiero a ti— dijo Mana
Kain detuvo el movimiento de su mano y la estimulación. Él la quedó mirando a los ojos. Ella tenía el cabello blanco esparcido alrededor de su cabeza, la piel oscura con una ligera capa de sudor que reflejaba la poca luz que había, los ojos grandes y expresivos con el iris rojo, la mirada lánguida, la respiración forzada. Sus senos subiendo y bajando al ritmo de su respiración.
—Yo te quiero a ti, de la forma normal está bien— dijo Mana
Kain hizo una mueca de resignación —bien, tú te lo pierdes— dijo
—Yo no necesito nada más que a ti, tonto— dijo Mana
—Ya lo veremos—
—Hablo en serio—
Kain mostró una sonrisa suave y la beso. Él continúo palpando el interior de Mana, suave y con cuidado, al mismo tiempo que estimulaba el clítoris con otro dedo. Esta vez fue solo la estimulación del masaje. Mana levantó su cabeza y beso Kain, se abrazó a él y lo siguió besando, sintiendo la estimulación hasta que no pudo más y cerró sus muslos al sentir la fuerte estimulación. Ella no apartó sus labios de los de Kain y solo se alejó después de varios segundos. Ella cayó sobre la cama respirando con dificultad.
Kain se recostó a su lado, la miró a la cara, Mana se volteó para mirarlo y sonrió.