Kain e Ishin entraron al edificio y los condujeron a la oficina de Iori, Ishin espero afuera y solo Kain entro.
La oficina era silenciosa y ordenada, solo había cuadros de todos los kages de Iwagakure. Kain apenas pudo reconocer a Ishikawa, el primer Tsuchikage. Estaba bastante joven cuando le hicieron ese retrato.
—Kain-sama— dijo Iori desde su escritorio, detuvo lo que estaba escribiendo y se puso de pie, realizo una pronunciada reverencia hasta tocar el escritorio con la frente y se volvió a sentar.
—Hola, capitán, solo venía a verlo y pedirle un favor— dijo Kain, él estiro su mano y la puso sobre la silla frente al escritorio —¿Puedo ocupar esta silla?—
—Claro, por favor, tome asiento—
—Gracias— respondió Kain y se sentó en la silla. Después miró a Iori como si fueran grandes amigos y le dijo —usted, es un hombre muy disciplinado, puedo verlo en su forma de comportarse—
—Así es— dijo Iori y lo quedó mirando a los ojos —si viene aquí por los shinobis que están castigados, no pienso cambiar mi decisión—
—Mmm, a buen entendedor, pocas palabras— respondió Kain —no, la verdad es que no venía a pedirle que cambie su decisión. Verá, Onoki dio su aprobación para que esas personas disfrutaran del vino y la comida. Onoki y Mizusu no iban a estar aquí, así que iba a ser una gran pérdida ¿No le molesta perder recursos?—
—Sí, pero—
—Lo entiendo— dijo Kain interrumpiéndolo —no está bien que ellos hayan abandonado su puesto de trabajo—
—Así es, así que tienen su castigo bien merecido—
—Exacto, pero en ese caso ¿Qué tal solo dejarlos ahí para que la gente los mire? Al final, usted quiere darles un castigo y mostrarle al resto lo que son shinobis irresponsables—
—Así es—
—Exacto, usted no quiere torturarlos, solo darles un pequeños correctivo ¿Verdad?—
Iori entendió para donde se dirigía Kain y soltó un suspiro —si quiere— dijo —puede decirle a esos tarados que pueden soltar el bloque de hierro, pero deben permanecer ahí hasta mañana—
—Mmm, algo es mejor que nada— dijo Kain —les servirá de entrenamiento. Muchas gracias por su comprensión—
—Sí, lo que usted diga, pero no desordene a mi gente. Me llevó años educarlos para que fueran buenos shinobis. No me hace ninguna gracias que se vuelvan laxos, menos en su horario de trabajo—
—Lo entiendo, es importante saber el lugar y el momento para hacer las cosas, muchas gracias por su consideración—
Iori asintió y Kain se levantó, realizo una pequeña reverencia y salió de la oficina.
Afuera lo esperaba Ishin, era una cabeza más bajo que él, de cabello rubio, delgado y peinado hacia atrás. Tenía una expresión amigable, una sonrisa en sus labios, pero sus ojos no sonreían, como siempre.
—Vamos— dijo Kain —ya completé mi solicitud—
—Entiendo— respondió Ishin
Kain camino por delante, Ishin lo seguía. El resto de los shinobis que trabajan en el municipio los miraban.
Kain salió del municipio y fue a ver al grupo de shinobis que estaba de pie sosteniendo un bloque de metal —muchachos— dijo, ellos lo miraron. Muchos estaban cansados, con el rostro rojo de tanto aguantar —pueden soltar esa cosa, pero el capitán dijo que debían permanecer aquí hasta mañana—
Ellos soltaron un suspiro y dejaron caer los pesados bloques metálicos. Algunos cayeron al suelo sobre sus traseros mientras respiraban con dificultad.
—Kain-sama— dijo uno de los shinobis, él resto lo miró y él continuo —muchas gracias—
—No, bueno, para empezar, fue todo un malentendido—
—No sé equivoque— dijo una kunoichi —si usted no hubiera venido, el castigo hubiera continuado. El capitán es inflexible. En serio, muchas gracias—
—Sí, gracias, Kain-sama— dijeron otros shinobis y así todos lo hicieron.
Kain los quedó mirando y les dijo —bueno, para la próxima lo haremos mejor. Hagan un espacio en su agenda, los llevare a comer a un lugar en su día libre—
—Gracias— dijeron todos.
Kain solo sonrió y por dentro pensó <<idiotas, al final yo fue el que ocasiono todo problema. Bueno, lo importante es se solucionó>>.
Kain e Ishin se alejaron del grupo y caminaron a la zona oeste de la fortaleza. Era una zona residencial, las casas tenían un piso o dos.
—Es un lugar agradable— dijo Ishin —un amigo me lo presto—
—¿En serio? con razón dicen que es mejor tener amigos que dinero— dijo Kain, pero por dentro no le creyó medía palabra. Él lo podía ver a través de la interfaz visual de susano. El cerebro de Ishin se estaba iluminando en el hemisferio derecho, la región creativa del cerebro. En pocas palabras, estaba inventando ese argumento, pero, por otro lado, mantenía un ritmo cardiaco estable y una desconexión con la región emocional. Fascinante, pensó Kain. No todas las personas funcionaban de esa manera. Al menos, Kain solo conocía a dos personas, Tobirama y ahora a Ishin.
—¿Tus nietos están contigo o se mantienen en un lugar aparte?— preguntó Kain
—Oooh, no, ellos están con sus padres. Yo solo vivo con mi hija. Solo acompañe a mis nietos porque ellos me lo pidieron—
—Deben tenerte mucha confianza y cariño—
—Así es— respondió Ishin manteniendo esa expresión amigable, pero que no se reflejaba en sus ojos —usted también parece ser una persona confiable, todo el mundo lo escucha y lo adora—
—Algo así— respondió Kain con tranquilidad —dígame ¿Lleva muchos años ejerciendo la medicina?—
—Sí, bastantes años. Al menos, desde que tengo uso de razón. Me crie en un pueblo, cerca de Iwa—
Kain pudo ver como el hemisferio izquierdo del cerebro se iluminaba. Por fin estaba diciendo la verdad, un recuerdo.
—La persona que me acogió era médico y me enseño todo lo que sabia. Nunca fui a Iwa, no se me educo como shinobi, así que no sé nada de esas cosas—
Entonces Kain pudo ver como parte del hemisferio derecho se iluminaba. Estaba imaginando, creado, mintiendo, pero su pulso era firme como el de una roca. Interesante, pensó.
—Veo ¿Cómo conoció a Onoki?— preguntó
—Aaaah, eso— dijo Ishin con una sonrisa amigable —la joven princesa Kurotsuchi llego a mi puerta un día. Ella buscaba como aprender ninjutsu médico. En esa época muy pocos conocían algo sobre eso. Ella era una pequeña adorable en esa época. Debe haber tenido unos ocho años, bastante temeraria para escaparse de Iwa e ir a visitar a un médico desconocido como yo. Sin embargo, cuando le dije que no sabía ninjutsu medico su rostro se volvió una mueca de dolor. En esa época, habían nombrado recién a Ichikawa-sama como tsuchikage. Gran error, su salud estaba empezando a declinar, pero como era un shinobi no se le notaba. Así que la pequeña princesa Kurotsuchi quería aprender ninjutsu médico para cuidar de su abuelo. Un gran corazón, sin duda alguna. En fin, no la pude ayudar, pero le propuse enseñarle la medicina de los civiles. Ella acepto sin pensarlo dos veces. Al principio los padres no estaban muy felices, pero Ichikawa-sama al ver a su nieta feliz, dio su aprobación y nadie se pudo quejar. Debe ser el prestigio de ser tsuchikage. En fin, así nos conocimos—
—Es una gran persona, Kurotsuchi. Incluso si su estúpido abuelo fue al campo de batalla, ella se expuso y lo estuvo cuidando en todo momento—
—¿Usted? Bueno, circulan los rumores de que tuvo un encuentro desafortunado con Ichikawa-sama—
—Algo así, pero no te preocupes, yo no lo mate. Fue el karma. Su propia invocación se volvió loca y lo empalo—
—Un…triste final para un hombre tan bueno—
—¿Bueno? ¿Defíname lo que es bueno y malo?—
—Yo, entiendo su punto, es un concepto relativo. Como si hubiera un hombre capaz de exterminar el mal de todo el mundo, pero para lograr tal proeza tuviera que ensuciarse las manos. A pesar de todo el bien que pudiera hacer, el mundo lo consideraría un monstruo ¿Verdad?—
—Sí, es verdad—
—Pero usted no es ese tipo de persona, usted le ha demostrado al mundo que puede unirse. Su sola presencia en esta fortaleza es ejemplo de eso— dijo Ishin —como decía, lo he escuchado algunas veces. Sí, claro, dicen que un hombre que cierra sus manos no puede abrazar al mundo—
—Así es, y para abrazar al mundo hay que abrir las manos—
—Exacto, me recuerda un poco a Hashirama-sama—
—¿Conociste a mi tío?— preguntó Kain
—Claro— dijo Ishin como si fuera lo más lógico. Él comenzó a contar sobre ese encuentro hace tantas décadas y Kain pudo ver que el hemisferio izquierdo del cerebro se iluminaba. Algo sumamente interesante, él estaba recordando, diciendo la verdad. De verdad conoció a Hashirama Senju.
Ellos se detuvieron en una casa relativamente grande de un piso con un estilo tradicional. Estaba rodeada por una valla de madera de la estatura de Kain. La entrada era simple, abierta y con un camino de pastelones de piedra que conducían a la puerta de corredera.
Ishin señalo con el brazo —por aquí, por favor— dijo
Kain lo siguió, ellos se detuvieron delante de la puerta de corredera e Ishin abrió la puerta de corredera. Ishin le ofreció a Kain entrar primero, Kain avanzó e Ishin entro después, cerrando la puerta por detrás de él. Kain se quitó las sandalias y las dejo a un lado del pasillo. Él espero a que Ishin avanzara primero y lo siguió.
—Oto-sama ¿Eres tú?— preguntó una mujer joven
—Sí, soy yo Ran, traje a Kain-sama— respondió Ishin mientras avanzaba, pero no hubo respuesta.
Kain mostró una sonrisa astuta, pudo percibir claramente a la mujer que estaba con Ishin mientras daba la charla de medicina en el consultorio. Cabello hasta los hombros, liso, rubio, ojos azules, llevaba ropa oscura en ese momento como el resto de los shinobis.
Por otro lado, Kain pudo ver en su interfaz visual como Ishin se mantenía inmutable a pesar del incomodo silencio de su hija como si le molestara la presencia de Kain. Quizá cuales eran los planes de Ishin, pero Kain tenía curiosidad y los vería. No todos los días te encontrabas con un tipo tan desconectado emocionalmente como Tobirama.
Ishin se detuvo en medio del pasillo, deslizo una puerta de corredera y vieron un comedor. Techo con las vigas expuestas, piso de tatami y una mesa baja con cojines a los lados. La mesa estaba limpia con un color café lustroso.
—Por aquí, Kain-sama— dijo Ishin y lo invito a sentarse a la mesa —voy a ver a mi hija, no se preocupe, traeremos de inmediato la comida—
—Gracias ¿Te importa si sacó algunas botellas de vino?—
—No, no, para nada, pero le pido que deje algo de espacio. Tengo una botella de vino y me gustaría compartirla con usted—
—Claro, siempre tengo espacio para el vino de la nación de la Tierra. Es uno de los mejores—
—Usted sabe— dijo Ishin con una sonrisa astuta en los labios, pero que no se reflejó en su mirada.
Kain sonrió tranquilo, se sentó en un cojín, del lado derecho de la mesa. Ishin dejo el comedor y Kain se quedó solo. Kain miró hacia donde se dirigía el aura de Ishin y vio el aura de la muchacha. Los dos se reunieron en una habitación a diez metros del comedor y comenzaron a hablar. Ishin se mantenía tranquilo, su aura era tan oscura y fría como las profundidades del mar. Tenía las piernas abiertas a la altura de los hombros y las manos a los lados. Por otro lado, la muchacha estaba apoyada en algo, debe haber sido un mueble de cocina, ella apoyaba su trasero y estaba cruzada de brazos. Su aura era oscura en las extremidades, pero vibrante en el centro, como si el estómago y la cabeza se conectaran. Estaba disgustada. La muchacha se empezó a mover de lado a lado y su aura se extendió hacia todo el torso y sobre todo el pecho. Estaba ansiosa. Sin embargo, Ishin se mantenía tranquilo en su posición. Su aura oscura y fría como las profundidades del océano. La muchacha gesticulo con las manos, parecía preocupada, pero aun así Ishin no se inmuto. Solo sé mantuvo tranquilo hasta que la muchacha se calmó. Entonces su aura se volvió más fría, estaba triste. Ishin se acercó a ella y la muchacha lo abrazó. Ishin fue reciproco en el abrazo y le dio palmaditas en la espalda.
Sin embargo, a través de la interfaz visual, Kain pudo ver que Ishin tenía un pulso tan firme como el hierro, imperturbable. Incluso si estaba abrazando a alguien, su región cerebral relacionada a las emociones estaba apagada.
—Interesante— dijo Kain, cualquiera pensaría que la violencia o la fuerza bruta es la única forma de control, pero que tal una persona inteligente, con cero conexión emocional y buena con las palabras. Kain se consideraba astuto y consideraba a Tobirama inteligente, pero Ishin era una combinación de los dos. Sin embargo, Kain no lo consideraba perfecto, Tobirama murió por su desconexión emocional con su discípulo. Puede que algún día Ishin muera por su desconexión emocional con su familia, pero por ahora, va a ser divertido mirarlo, ver que es lo que se propone con todo esto. Ishin no admira, no ama y no aprecia, solo ve gente que le es útil. En ese caso ¿Qué necesita él de mí? Se preguntó Kain.