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Mundo Shinobi - Chunin - 297 (Nsfw)

Rei y Aoi estaban vestidas con kimonos blancos y el cabello arreglado en una coleta. Sonreían estando de pie en el pasillo y miraban a Kain, quien se había quedado sorprendido por su visita. O más bien, por la visita de ellas al mismo tiempo.

Kain las miró a los ojos, distinguiendo el nerviosismo en los ojos de Rei y la anticipación sexual en los ojos de Aoi. Una se enfrentaba a sus deseos e imaginación, mientras la otra sabia a lo que venía y todo lo que podía pasar.

Kain sonrió y dijo —pasa, te estaba esperando—

Rei asintió y entró sin decir nada. Después paso Aoi, quien muy diferente, se acercó a Kain y le dio un pequeño beso en la comisura de los labios. Ella apartó su rostro quedando a unos centímetros del rostro de Kain y lo miró lleno de anticipación. Kain también sonrió de forma juguetona, sabiendo muy bien lo que ella esperaba. Hoy sería una noche intensa.

Kain y Aoi avanzaron hasta la cama, donde Rei se había sentado en borde, con los brazos apoyados hacia los lados. Parecía no saber que hacer ni cómo comportarse. La vez anterior todo había salido tan natural que ahora, sin estar en un ambiente romántico, no sabía cómo comportarse ¿A lo mejor debía sacarse la ropa? ¿O mejor esperar a que Kain haga su avance? ¿Acercarse y besarlo? No lo sabía, así que solo se quedó sentada en el borde de la cama y sonriendo con incomodidad.

Kain le acarició la cola a Aoi, ella lo miró y él le hizo un pequeño gesto con los ojos, para que se mantuviera cerca de Rei. Ella entendió y se sentó al lado de Rei, en el borde de la cama.

—¿Aoi, te gustaría beber algo?— preguntó Kain

—Claro, un poco de vino— respondió Aoi

—En ese caso, dame un minuto y vuelvo— dijo Kain, fue a su escritorio, a cuatro metros de la cama y comenzó a buscar un pergamino con sellos, donde tenía de todo tipo de manjares. Podía haber sacado uno de un sello en la parte interna de la manga de su kimono, pero prefirió darle espacio a Rei y Aoi para que conversaran.

Cuando Kain volvió frente a la cama, donde aún permanecían sentadas Aoi y Rei, vio a esta última un poco más relajada. Kain puso el pergamino con dos sellos sobre la mesa de noche, en el lado izquierdo de la cama. De uno emergió una botella de vino de color ámbar que se veía algo oscura, con un corcho en la boquilla. Del otro sello emergieron cuatro copas, más que suficientes para todos. Sin embargo, Kain abrió la botella de vino y solo sirvió dos copas hasta la mitad. Una para Aoi y la otra para Rei.

—Toma— dijo Kain tendiéndole una copa con vino de color rubí a cada una.

—Gracias— respondió Aoi con una sonrisa

—Gracias— respondió Rei, tomando la copa con la mano izquierda y mirando a Kain a los ojos

—Solo tiene vino, una cosecha de diez años, suave, sin sedimentos y agradable al paladar. Pruébalo—

—¿Y usted?— preguntó Rei

—Bueno, por lo usual no suelo beber, sensei me regañaría, pero si Rei-chan quiere compartir de su copa, no me molestaría—

Ella sonrió y asintió. Kain se sentó a la izquierda de Rei mientras Aoi se sentaba a la derecha. Kain le tomo la mano a Rei y ella lo quedó mirando mientras ella tenía las mejillas ruborizadas. Kain sonrió, miró la copa y después le guiño un ojo.

Al mismo tiempo, Aoi le dio una probada a su copa y se relamió los labios, en un gesto sensual —esto está exquisito— dijo

—Bueno, fue un regalo de alguien importante en la capital—

—¿Aja?— dijo Aoi, alzando una ceja y mirándolo con suspicacia.

Kain sonrió como queriéndole decir que no diría quien fue y miró a Rei, quien todavía sostenía la copa de vino —¿dame un poco?— preguntó

Rei se sintió un poco nerviosa, con un rubor en las mejillas, pero trato de sonreír y levantó la copa. Sin embargo, al acercarla a los labios de Kain, se concentró tanto en los labios, que empino demasiado la copa y cayó un hilillo de vino por la comisura. Ella retiro la copa y la dejo sobre la mesita de noche.

—Disculpe, voy a buscar un paño— dijo Rei, se levantó de la cama, pero Kain le tomo la mano.

—No hay problema— dijo Kain con una sonrisa astuta —tranquila, ven— Rei se sentó a su lado. Kain llevó su mano derecha a la cara y apuntó con su índice donde tenía la marca del hilillo de vino y le dijo —Rei-chan lo hizo, ella tiene que limpiarlo—

—Sí, bueno, yo iba a ir a buscar un paño o algo, pero…—

—No me refiero a eso, dame un beso y límpialo con tus labios—

Rei se puso roja desde el cuello hasta las orejas, miró hacia atrás y vio a Aoi, quien tenía una mirada divertida, como si estuviera disfrutando del juego. Rei volvió su rostro, miró a Kain y agacho la mirada. Entonces negó con su cabeza, algo avergonzada.

—En ese caso ¿Puedo?— preguntó Aoi

Rei la miró hacia atrás, entre asombrada y molesta. Como Aoi solo sonreía no se pudo enojar con ella y al final, asintió. Aoi se levantó del borde de la cama, camino hasta Kain y le tomo la cara con las dos manos. Ella acercó sus labios como si lo iba a besar, pero Rei justo estiro sus manos y le cubrió la boca a Kain.

—No, no, no te preocupes, Aoi-san, yo, yo, yo le limpiare los labios a Kain-sama—

—Oooh, que pena— respondió Aoi con una sonrisa traviesa en los labios.

Rei frunció el ceño, algo enojada con ella. Solo era una visita, alguien a la que invito para que le enseñara cosas, no era para que ella se tomara tantas libertades. Después miró a Kain y vio que el hilillo del vino se había casi secado y solo quedaba una tenue línea. No obstante, no se retractaría ahora. Ella le tomo la cara a Kain con las dos manos, miró esos ojos azules y después miró los labios; la boca era grande y los labios gruesos. Después intercalo entre los ojos y los labios, hasta que su boca se superpuso a los labios de Kain y le paso la punta de la lengua, saboreando un poco del vino que aún quedaba. Ella succiono los labios de Kain, tratando de limpiar cualquier rastro de vino, bajando por la comisura hasta el mentón. Después subiendo y marcando el camino con pequeños besos hasta los labios. Ella se detuvo, lo miró a los ojos y Kain se acercó un poco, casi rosando sus labios con los de ella. Rei se concentró en el calor y lo comenzó a besar sin pensar en nada más. Solo fue consciente cuando sintió el toque de su lengua con la de Kain. Ella retrocedió y se cubrió la boca con la mano. Después miró a Kain con una mirada tímida mientras el rubor crecía en su rostro.

Kain sonreía para ella con una hermosa sonrisa, demostrándole que le había gustado su beso. Rei agacho la mirada, con una sonrisa feliz, pero cuando escucho el roce de ropas, miró hacia adelante y vio a Aoi sentada a horcajadas en las piernas de Kain.

—Yo también quiero algo— dijo Aoi mirando a Kain con una sonrisa coqueta. Tomo la misma copa que Rei dejo en la mesita, al lado de la cama y la llevó a la boca de Kain. Él bebió un pequeño sorbo mientras la mirada con soberbia y ella sonreía divertida, anticipando esta noche. Ella retiro la copa y los labios Kain quedaron humedecidos. Aoi gesticulo una sonrisa y después paso la punta de su lengua por el labio superior. Acercó su rostro y beso a Kain, primero suave hasta que ya no pudo esperar más e introdujo su lengua. Sin embargo, Kain miró hacia un lado, y el dio unos toquecitos en el codo. Rei se había enojado y miraba hacia un lado, como si estuviera a punto de llorar.

Aoi entendió la señal, apartó su boca de la de Kain y apoyo su rostro en el cuello.

—Lo siento, pero parece que fue una mala idea— dijo Kain

—Así parece— respondió Aoi, le dio un beso en el cuello y se apartó.

Entonces Kain se acercó a Rei y le tomo la punta de los dedos. Ella levantó la mirada y vio a Kain mirándola con tranquilidad. Kain acercó su rostro para besarla, pero ella lo movió hacia un lado. Kain sonrió y le dio un pequeño beso en la mejilla.

—No te enojes— susurro Kain —vamos— y le beso mandíbula, después el cuello y por último la clavícula. Rei tomo una profunda respiración y lo miró a los ojos. Kain la miró a los ojos y le dijo —eres hermosa—

—Pero…—

Sin embargo, Kain le dio un beso y evito que ella continuara. Después apartó sus labios y la miró a los ojos —eres hermosa— repitió. Esta vez Rei asintió complacida y sonrió. Kain le dio un beso, largo y apasionado, empujándola a la cama. En esa posición se continuaron besando hasta que Rei se olvidó de la existencia de Aoi y lo beso sin inhibiciones. Solo eran ella y Kain, nadie más importaba.

Un par de minutos después, cuando ambos tenían la ropa desordenada y se besaban entre jadeos, Kain miró a Rei y ella asintió. Entonces él abrió el kimono y comenzó a bajar por el cuello, delgado y de piel tersa. Después beso la clavícula hasta llegar a los hombros y bajar hasta la sección donde empezaba el seno. Kain beso todo el contorno exterior con suavidad y busco el pezón rosa, erecto por la excitación. Lo lamio dos veces con suavidad, generando que el cuerpo de Rei se contrajera, pero solo fue eso. Después continúo bajando, besando las costillas hasta llegar a la cintura, le dio un leve mordisco a la piel blanda y suave y se movió hasta el ombligo. Entonces labio el contorno dibujando círculos y bajando hasta el vientre, para cubrirlo con besos.

—Kain-sama, yo— dijo Rei

Sin embargo, Kain siguió besando el vientre hasta llegar al monte de venus y masajear la superficie con la yema de sus manos mientras la besaba.

Al mismo tiempo, Rei llevaba sus manos a la cabeza de Kain y entrelazo sus dedos con los largos cabellos blancos. Cerró sus ojos y abrió su boca, dejando escapar un jadeo y sintiendo la lengua húmeda y cálida de Kain en su sexo. Ella soltó un fuerte gemido y apretó sus muslos sintiendo una increíble sensación, como si cada parte de su cuerpo hormigueara.

Kain se detuvo y Rei miró hacia abajo, con ojos intoxicados por la lujuria. Kain empezó a subir, sus rostros quedaron frente a frente y se miraron durante unos segundos. Rei sonrió y Kain también, se besaron y él fue guiando su pene, rozando los labios y aplastando el clítoris. Una vez que sintió que ya no podía esperar más, llevo su pene a la vagina de Rei y se introdujo poco a poco, intoxicado por la humedad y el calor de las paredes. Kain cerró los ojos por un momento, tratando de mantener su cordura y evitando por todos los medios terminar. Se sentía tan bien que era casi imposible, al menos, esa era su impresión. Sin embargo, tomo varias respiraciones profundas y abrió los ojos, para mirar a Rei. Ella se veía hermosa, con su cabello castaño, esos hermosos ojos azules, grandes e inocentes. Su piel húmeda, cubierta por el sudor.

Kain la volvió a besar y continúo moviendo, echando hacia atrás sus caderas y envistiendo. Al mismo tiempo, Rei soltaba un gemido cada vez que sentía como pasaba Kain rosando su interior hasta alcanzar el fondo. Kain entrelazó sus manos con las de Rei y las apoyo en la cama. Entonces comenzó a aumentar el ritmo y los gemidos siguieron volviéndose más fuertes, hasta llenar la habitación.

Una vez que Kain termino, se recostó sobre Rei. La piel se sentía cálida y húmeda por toda la traspiración. Ella lo abrazaba y le besaba el cuello. Kain también acercó su rostro al de ella y le beso los pómulos y bajo hasta encontrar la boca y continuarla besando.

Una vez que salieron del trance del sexo, Rei quedó jadeando y mirando el techo mientras abrazaba a Kain. Y este último, abrazaba a Rei y miraba la superficie de la cama.

Rei miró hacia el lado izquierdo y vio a Aoi, sentada en el borde de la cama y bebiendo de su copa. Sin embargo, cuando su vista bajo a la entrepierna, noto que Aoi tenía una mano explorando su vagina. Rei se ruborizo, miró hacia otro lado y se sintió avergonzada. Sin embargo, recordó que ella había invitado a Aoi y como se comportó.

Rei miró a Aoi, evitando mirar a la entrepierna y dijo —lo siento, al final, fui ingenua—

—No lo creo, no es raro— respondió Aoi, apartando sus dedos de su vagina.

—¿Qué? Pero si yo—

Aoi negó y dijo —por lo general, yo tampoco compartiría nada contigo, pero ya vez, llegue tarde— ella se acercó a Rei y se puso a su lado. Ambas se miraron a los ojos y Aoi continuo —me quiero sentir bien, quiero ser amada ¿Está mal?—

—Pero Kain-sama— dijo Rei, apoyando su rostro en el hombro de Kain

—Él ya tiene un compromiso con mi Kaoru y Naomi, mucho antes que tú. No te sientas mal—

—Solo puedo aceptarlo—

—No, también puedes dejarlo—

Rei sintió como si su corazón diera un saltó y palpitara a su máxima velocidad.

Aoi sonrió y dijo —en ese caso, solo puedes estar con él, amarlo igual que yo y aceptar que no todo sale como uno quiere. Sin embargo, ¿Aceptarías menos que esto solo por orgullo? ¿Casarte con otro hombre solo para que te mire a ti o estar con la persona que te gusta?—

—Es difícil— dijo Rei

—Así es, es difícil— dijo Kain, volteando su rostro para mirar a Rei y Aoi mientras ellas se concentraban en él —pero por mientras, divirtámonos juntos y vayamos hasta donde podamos. Si en algún momento nos separamos, quedaran los buenos recuerdos. Prometo amarte hasta mi último aliento—

Ellas lo quedaron mirando y asintieron, en un gesto suave y tranquilo.