webnovel

Capítulo 61 - ¿Una profesora?

Después del viaje al continente del cielo, Paul se fue junto a un grupo de camaradas al continente de Bergarito dejando Nord en la casa Dragonroad. Por otro lado, Elinalise, Roxy y Tallhand se fueron al continente demoniaco. Todos con la intención de encontrar alguna pista que los lleve a la esposa de Paul. Así que ahora solo quedaba la familia Dragonroad y sus hijos en constante crecimiento. Los tres grandes estudiaban y entrenaban en la semana y el fin de semana se iban a ayudar Perugius en el castillo Triturador del Caos. Por otro lado, las clases de Sakura e Ibania se volvieron más extensas y estrictas, todo como resultado de su pequeña escapada en el continente del cielo. A Silvia solo se le permitió venir los fines de semana. No obstante, se le empezó a ver menos. Perugius le conto a Kain que por alguna razón, su pequeña palomita andaba a la cola de Elías todo el día. Se subía a su espalda, le contaba cosas y lo seguía por todo el castillo mientras Elías trabajaba. Perugius le dijo estas cosas con un claro sentimiento de molestia. Por su parte, Kain no le dio mucha importancia. Para que llegue a pasar lo que le incomoda pensar a Perugius, tendrán que pasar por lo menos unos diez años. Mucha agua puede pasar bajo el puente para ese momento.

-o-

Hoy la casa Dragonroad estaba en completo movimiento como todos los días desde bien temprano en la mañana. Los niños parecían criaturas sin límites de energía, así que en cuanto abrían los ojos, se levantaban a jugar. No obstante, no eran los únicos. Salvo por Barbara que al día de hoy no tenía ninguna obligación, todos los demás estaban en pie. En su mayoría ayudando con los niños o desayunando para ir a trabajar. Por su parte, Kain estaba sentado en la mesa, tratando de equilibrar el tener a Sakura e Ibania en sus piernas y tomar el desayuno a la vez. Lo cual no tenía mucho avance. Ya que cada vez que se servía algo, tenía que dar una porción a sus dos princesas.

-Sakura- dijo Maaya sentada al lado de Kain -lo que haces son malos modales ¿Creo que ya lo hemos conversado?-

Sakura por su parte, se movió el fleco de cabello oscuro con un gesto coqueto y le dijo -lo sé madre, pero soy la princesa de papá, no hay nada malo-

-La princesa debe aprender a comportarse, no será una bebé para toda la vida-

-No importa querida madre, me quedare con papá para siempre-

Kain solo soltó una risita, le dio un beso en la frente y le convido un poco de pan con mermelada de durazno. Sakura le dio una pequeño mordisco mientras su madre la miraba preocupada.

-Tu madre tiene razón- dijo Kain -esta será la ultima vez-

-Pero este es mi lugar- le dijo Sakura con un poco de pena sobreactuada

-Sí, pero como dice tu madre, Sakura no será para siempre una bebé-

-Ya no te quiero- dijo enfurruñada, cruzo sus brazos e hizo un gran puchero. No obstante, de vez en cuando miraba a Kain para ver si le prestaba atención. Cuando vio que Kain no le dio mucha importancia a sus palabras, lo abrazo preocupada. Kain casi boto la taza de té, pero con un poco de dominio del agua, evito que el contenido se derramara. Kain soltó un suspiro y le dijo -bájense Ibania y Sakura-

-pero papá- protestaron las dos

-Casi se me cae el agua caliente encima de ustedes, es peligroso, así que bájense-

Con la ayuda de Reida y Maaya, ambas niñas salieron de las piernas y se sentaron a lado de sus madres.

-Eso pasa por que las tienes demasiado mimadas- dijo Reida con un toque de reproche

-Lo siento amor- dijo Kain acercando su cara y dándole un pequeño beso en la mejilla.

-No malcríes a los niños porque después pasa esto, ellos se sienten descorazonados-

-Sí, sí, lo sé, pero que te puedo decir, me gusta regalonearlos-

Mientras ellos discutían de la crianza y las malas costumbres, otra persona llego al comedor. Con su cabello rubio como finos hilos que descendían por su espalda amarrados en una coleta, un rostro con sueño y un parche en su ojo derecho. Catalina vestía esa mañana un largo camisón de una pieza que le llegaba hasta las rodillas y ocupaba unas enormes sandalias.

-Buenoos díaas- dijo Catalina en un bostezo, se acercó a Kain y le dio un beso medio dormida. Después se acercó al resto de pequeños y les dio una beso en la frente a todos. Kain estiro su boca otra vez y Catalina sin darse cuenta lo beso, pero al darse cuenta, le pego un pequeño palmazo en la cabeza. Después de eso, le abrió los brazos y se sentó en el muslo izquierdo de Kain.

-Madre- dijo Sakura indignada -me está robando mi lugar y tu no dices nada-

-Mal Sakura- dijo Catalina con una sonrisa burlona -este lugar es de nosotros, las mamás, pero lo compartimos con ustedes-

-MMMM- hizo un sonido Sakura enfurruñada. Maaya a su lado solo se rio y le acarició la cabeza.

Por otro lado, Kain acerco un plato con palta y embutidos a Catalina. Lo cual ella agradeció y con un tenedor fue sacando uno a uno. Después de comer por un rato, Catalina se acerco al oído de Kain y le susurro -¿tienes un momento después?-

Kain estaba tomando un sorbo de té en ese momento, con su mano derecha tomaba la taza y con la izquierda acariciaba el rechoncho trasero de Catalina. Levanto una ceja al escucharla y le devolvió el susurro -tengo que ir a la oficina. Sabes que este es el horario-

-Sí, bueno, ¿tienes o no tienes tiempo?- le pregunto Catalina medio enfadada

-Tengo tiempo, sabes que siempre tengo tiempo- y Kain le dio un beso en los aceitosos labios. A lo cual Catalina respondió sonriendo y siguió comiendo cecinas.

-o-

Una vez que todos se fueron a hacer sus cosas, solo quedo Kain en el comedor, esperando a que Catalina se bañara y se pusiera una ropa mas decente. Ella por su parte, no había cambiado su estilo en todos estos años. Mas que para los eventos especiales y agradar a Kain, no utilizaba vestidos. Siempre vestía una blusa, chaqueta sin mangas que mantuviera a raya sus enormes atributos, pantalón y botas. Así la conoció Kain y así se ha mantenido.

Se escucharon unos pasos rápidos que venían del segundo piso y posterior, un traqueteo por las escaleras. Después pasos que sonaban más fuertes hasta llegar al comedor. Después alguien abrazo a Kain por detrás y le tapo los ojos.

-¿Quién soy?- pregunto una voz juguetona

Por su parte, Kain solo sonrió y estiro sus manos hasta agarrar un enorme trozo de carne recubierto por una chaqueta -¿mi amor?- pregunto

-Bobo- dijo la voz juguetona y le dio un beso en la sien. Saco las manos de los ojos de Kain y se gano frente a él para sentarse en sus piernas.

-¿Qué tal?- pregunto Catalina -¿me veo bien?-

-Tu usual siempre se ve bien- dijo Kain encantado y le dio un beso en los labios, uno largo y apasionado. No obstante, Catalina le pego en las manos cuando empezó a notar que se resbalaban por sus senos.

-Contrólate- le dijo Catalina con el ceño fruncido -¿no me dijiste que tenías que ir a trabajar?-

-¡Hey! Solo estaba tocando lo mío-

-Aquí no hay nada tuyo, orejas largas. Solo soy buena persona, así que te dejo tener tu camino a mi cama, eso es todo-

-Entonces porque no me dejas hacer en estos momentos, mi camino a tu cama-

-Lo pensare si te portas bien- dijo Catalina en un tono juguetón. Kain le dio un beso, el cual debería ser corto, pero se alargo como si fuera un punto de conexión entre sus vidas. No obstante, una tos se escucho sacándolos de su mundo.

-Cuando hablamos, me dijiste que serías sería con el trabajo- dijo Lilia desde el dintel de entrada a la cocina. En un brazo llevaba a George y en el otro llevaba Charles. Ambos de tres años. Cabecitas de oro y orejas puntiagudas.

-Lo siento- dijo Catalina con una sonrisa y abrazando a Kain, continuo -este hombre me lleva por el mal camino-

-Te entiendo- respondió Lilia -pero ten cuidado en la oficina. No es ajeno que lo hagamos a veces, pero ten presente que hay que mantener una apariencia- después entro a la cocina y puso a cada niño en una sillita alta. -Kain- continuo Lilia -¿no crees que vas un poco atrasado a la oficina? Vicky se fue hace una hora-

Kain le dio una nalgada a Catalina y ella le devolvió el gesto mordiéndole el lóbulo de la oreja derecha. Después ambos se pusieron de pie y Kain se acercó a Lilia -lo sé, amor. Me iré en seguida, no te preocupes-

Lilia por su parte lo miró con el ceño fruncido y con alguna disconformidad por su poca seriedad, pero al final asintió. Kain sonrió y la tomo por las caderas para darle un profundo beso de despedida. A Lilia le gusto, pero cuando se dio cuenta de que las manos de Kain se resbalaban por sus nalgas con demasiada energía, le empezó a pegar manotazos en el hombro.

-¿Qué estábamos hablando recién?- pregunto Lilia

-Bueno, bueno. Mi culpa- le susurro Kain al oído -pero también tienes en parte la culpa- soltó una risita y le dio un ultimo beso antes de irse. Después beso a George y Charles en la frente y se fue con Catalina.

-o-

Una vez que salieron de la mansión, caminaron por la calle con dirección a la intersección en donde pasaban los carruajes. Kain y Catalina iban de la mano, surcando la vereda, cruzando la avenida y llegando a una esquina. A la vuelta de la esquina estaban los carruajes y los cocheros. Mark, un viejo cochero, estaba a lado de su carruaje esperando por Kain. Lleva años haciendo el mismo trayecto y con la habitualidad con que lo hacía, daba la impresión de que se volvió el cochero oficial de la familia Dragonroad o mas particularmente de Kain.

-Buenos días, señor- dijo Mark

-¡Mark!- dijo Kain en un tono alto y amigable -viejo zorro ¿me estabas esperando?-

-Siempre, señor-

-¿Y mi esposa?-

-Se fue con otro cochero, un muchacho joven de cabello oscuro-

Kain asintió sabiendo que era una de las tantas manos de la casa Tsuki. Al final, para Victoria era más seguro así, que irse con un viejo que poca resistencia podía poner si los atacaban.

-Lo de siempre, Mark- dijo Kain haciendo su camino a la puerta del carruaje

-Sí, señor- respondió Mark con cordialidad y le abrió la puerta -buenos días, señora ¿acompaña al señor al trabajo?-

-Buenos días, Mark- respondió Catalina que iba detrás de Kain, una sonrisa se dibujó en sus labios -así es, tengo que vigilar a este chico malo, si no se irá por el mal camino- y le giño un ojo. El viejo Mark soltó un carcajada amigable y después de que subieron al carruaje, Mark les cerró la puerta con elegancia y se fue al asiento del conductor. Con un grito vigoroso pronunció "arre" y encamino el carruaje con dirección a la empresa Dragonroad.

Mientras sonaban el trote de los cascos de los caballos contra los adoquines de las calles y se mecía el carruaje. Kain le pregunto a Catalina -¿De que querías hablar?-

Catalina se había sentado al frente, con una vista que daba la impresión de que el carruaje iba en reversa. Ella puso un rostro serió y le dijo -Con respecto a lo que voy a hacer de ahora en adelante-

-¿Qué quieres hacer?-

-Bueno- dijo mirando a Kain a los ojos y después agachando la mirada, soltó un suspiro y levanto una vez más su rostro para decirle -quisiera ser maestra-

Kain también soltó un suspiro y le pregunto asintiendo con el ceño apretado -¿En qué lugar quieres ser maestra?-

-En la universidad de Ranoa-

-Catalina, ya hablamos de esto. Se supone que los muchachos en unos años mas van a viajar. Es el momento para que ellos crezcan a sus anchas. No puedes andar encima de ellos para siempre-

-Lo sé, orejas largas- respondió Catalina con cierta disconformidad -pero me cuesta jugar a la empresa-

Kain torno los ojos al cielo -por dios- dijo -que no te escuche Victoria hablar así o se volverá loca-

-Deja a la enana aparte. Ahora somos nosotros-

-Bien, como te dije en un principio, estoy en contra-

-Pero ¿Qué haré cuando los niños crezcan? ¿embarazarme otra vez?-

Kain soltó otro suspiro, parece que sus energías se iban con cada uno. Se paso las manos por la cara y miró una vez más a Catalina. Asintió pensando que tenía algo de razón.

-Bien- respondió Kain -pero vendrás todos los días a casa-

-Por supuesto ¿A dónde quieres que duerma?-

-Además, no enseñaras todos los días. Yo me puedo quedar algunos días y cuidar de Charles o podemos pedirle ayuda a alguien. Pero no tolerare que lo dejes abandonado-

-¿Eres retrasado?. En ultimo caso me lo llevo a las clases. Mi bebé es tan lindo que las alumnas lo amaran-

-No pasara. Es Ranoa, muy cerca de Asura, puede que las influencias y malas costumbres persistan-

-Esta bien. Probare enseñando dos veces a la semana. Sí todo resulta bien, ya veremos cuanto puedo ampliar los horarios-

-Esta bien- dijo Kain agarrándose la cabeza -siempre me ganas-

Catalina se cambió de lugar y se acercó para pasarle la mano por la espalda. Después de eso, Kain se quitó las manos de la cara y la miró. Ella solo le mostro una sonrisa inocente. Se acerco para darle un beso, pero justo en ese momento, pasaron por un bache y el carruaje dio un respingo. Los dos se dieron el beso, pero fue un golpe de dientes en mayor medida. Los dos se separaron y se agarraban la boca por el dolor del golpe. Después se miraron una vez más con lágrimas en los ojos. No obstante, al final se rieron y ese pequeño beso, ocurrió al final. Fue uno en el que los dos se abrazaron y compartieron un tierno intercambio. Al principio con pequeños toques, como si estuvieran picoteando los labios del otro y al final, fue largo y profundo.