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Capítulo 28 - Catalina de mal humor

Es el año 412 del calendario del Dragón Blindado. Hoy la región de Fitoa tenía un clima precioso. Es mediados de verano y la familia Dragonroad esta teniendo una parrillada. Aunque la casa de Rawls se ha ido ampliando, aun queda pequeña para tanta gente. Después de todo, su hermano no tiene sentido común. Ahora tiene cinco esposas y un ejercito de hijos. Cuando llego en la mañana, Rawls quedo con la boca abierta. Su esposa que lo acompañaba en ese momento, también lo acompañó en el gesto. Solo después de unos minutos lo pudo asimilar. Era un mundo de diferencia. Rawls con suerte tenía una esposa y una hija. Su hermano por otra parte…

-Bueno, Kain será Kain hasta el final. Supongo- murmuro Rawls después de recomponerse. Después de eso, colocaron unas mesas en el patio. Pusieron la tetera a hervir, calentaron pan y tomaron un desayuno al aire libre.

La más contenta con la visita fue Sylphiette, ahora la casa estaba llena de amigos. Era pequeña, tenía casi la misma edad que los tres grandes. Solo se llevaban por unos meses, así que congeniaron de las mil maravillas. Gracias a su pelo verde esmeralda, Sylphiette tuvo problemas con los niños de los alrededores. En Asura predomina la fe de Millis y el odio hacia los demonios. Incluso hay cuentos que utilizan los padres para pasar este miedo a la siguiente generación. Como resultado de esto, Sylphiette no ha podido hacer amigos durante todo este tiempo. Así que la compañía de sus primos la hace feliz. Sobre todo la compañía de sus pequeñas primas, una es Sakura y la otra es Ivania. Son las hijas de Maaya y Reida. Sylphiette se sorprendió al ver a Sakura. La niña tenía un pelo azabache nunca antes visto. Poco usual para este sector del continente. Por lo general, la gente tiene el pelo rubio, cobrizo o café. Así que se siente aliviada al saber que no es la única con un color de pelo extraño.

Como a eso de las doce del día, Kain prendió la parrilla. Su hermano lo acompañaba con un trago mientras conversaban. La vida de Rawls a seguido siendo tranquila, sin muchos cambios. Sigue haciendo su trabajo de guardabosques en conjunto con el otro caballero. Por otro lado, el mundo es pequeño. Si Kain lo pensara, no lo creería. El pequeño rufián de aquella época; el muchacho gritón y desenfrenado de la capital de Ars, el cual le ofreció cortarle las orejas y venderlo como esclavo, ahora era el caballero que trabajaba con su hermano. Al parecer había cambiado. Ahora era padre de un niño y vivía tranquilo con su esposa. Eso era bueno.

En medio de la conversación, Lilia les trajo una bandeja con carne aliñada. Por una parte, Rawls comenzó a colocar la carne a la parrilla. Por otra, Kain le dio un beso en la mejilla a Lilia y le comento -¿a que el mundo es pequeño?-

-¿Por qué lo dices, querido?- le pregunto Lilia

-¿Te acuerdas del mocoso que iba contigo al dojo del dios del Agua?¿Con el que me pelee la primera vez que nos conocimos?-

-Sí, me acuerdo. No me lo recuerdes. Siempre era molesto, se creía un galán y cortejaba a todo lo que tuviera tetas-

-Bueno, ese mismo. Ahora es el caballero de esta región. Trabaja con Rawls matando las plagas del bosque-

-Si que es pequeño el mundo- dijo Lilia con un toque de fastidio -por favor, no lo invites. Lo estúpido y narcisista no se le debe haber quitado-

-Solo te decía. Es raro. Por lo general, es difícil ver a una persona mas de dos veces en la vida. Bueno, a menos que tengas alguna relación cercana- dijo Kain, abrazo a Lilia por las caderas y le dio un beso.

-¿y eso?- le pregunto Lilia

-Nada, solo tenía la necesidad de marcar mi territorio-

-Fú, no lo hiciste ayer y antes de ayer y el día anterior a eso- dijo Lilia y se acerco a Kain para susurrarle al oído -por todos lados, sin dejarme descansar-

Kain hizo una sonrisa picara y le dijo al oído -uno nunca se aburre de lo bueno-

Lilia sonrió, se aparto de él y volvió a la casa contoneando sus caderas. Ella le dio una mirada coqueta de soslayo. Si Kain no hubiera estado de visita, esa sería la señal para "comer". Pero como era visita, así que se limito a mantenerse tranquilo. Por el momento, se dedico junto con Rawls a cuidar de la carne.

A los quince minutos después llego Reida, Maaya y Catalina. El trio andaba dando una vuelta con Sylphiette como su guía. Los niños estaban hiperventilados. Llegaron corriendo, contando un montón de cosas. Algunas apenas se les entendía. Por otro lado, Sylphiette nunca dejo de cuidar a sus pequeñas primas. No es como si pudiera hacer mucho con sus pequeñas extremidades. No obstante, se mantenía a su lado, como si fuera un guardia custodiando un tesoro.

Kain se acerco a las madres, tomo a Sylphiette en sus brazos y le dio un beso en la mejilla. La niña se sonrojo, pero sonrió contenta. -¿Cómo les fue?- pregunto Kain

-Bien- respondió Sylphiette super feliz

-Bien- respondió Reida mas tranquila -se podría decir que bien. Nos devolvimos porque alguien se puso de mal humor-

-Sí, alguien se puso de mal humor- repitió Maaya, dándole una sonrisa irónica a Catalina.

Kain no entendía. Esta mujer era un poco egoísta a veces, pero con su hijo a cuestas, Catalina siempre es madura o por lo menos lo intenta.

Antes de que Kain le pudiera decir algo, Catalina dijo -no preguntes, no estoy de ánimo para interrogatorios-

Kain levantó una ceja. Algo no cuadraba. En este pequeño pueblo, ¿Qué podría haber molestado a Catalina?. Kain asintió, se acercó a sus otras esposas y vio a sus hijas. Ivania dormía como un angelito en los brazos de Reida. Por otro lado, Sakura tenía sus oscuros ojos muy abiertos. Parecían dos enormes aceitunas que inspeccionaban todo lo que estuviera a su alrededor. Kain les dio un beso a cada una. Era hora de comer, le dijeron las madres. Así que fueron a la casa y le pidieron su habitación a Celia.

Kain miro como se iban Maaya y Reida. Sakura iba a apoyada en el hombro de Maaya. Si no fuera tan pequeña, Kain diría que la niña estiraba su mano, como si lo quisiera alcanzar. Negó en su cabeza y solo pensó que era un padre idiota. Después miro a Catalina. La tomo de la mano y la llevo a la calle, afuera de la verja de madera.

-¿Qué pasa Lina?- le pregunto Kain

Catalina le dio la espalda y se apoyo en la verja. Kain la abrazo por atrás y le dio un beso en el cuello. Miraron hacia el patio del frontis. Al fondo estaba Rawls viendo la carne en la parrilla. Un poco mas acá estaba Lilia y Celia estirando un mantel blanco sobre las mesas. Los tres grandes y Shylphiete jugaban un poco mas cerca de la verja, en un montón de arena. Los niños conversaban y trataban de compartir con su tímida prima. Kain jr dejo a sus hermanos y ayudo a Shylphiette a hacer algo similar a un castillo, parecían buenos amigos. Por otro lado, Kain y Catalina les dedicaron un momento de contemplación mientras estaban abrazados como si fueran dos cucharas.

-Nuestro hijo es amable- comento Catalina con una sonrisa suave. Su anterior molestia se había ido.

-Sí, así parece- respondió Kain

Paso otro tanto hasta que el castillo de arena empezó a tomar la forma de una colina con arboles. En realidad era un cumulo de arena y ramitas, pero Sylphiette y Kain jr parecían complacidos. Ahora, sería un gran reto que Celia estuviera complacida. Sylphiette estaba toda sucia, hasta la cara misma. Por otra parte, Catalina no le daría mucho problema a su hijo. Así que como buena cómplice, dejo a Kain y fue con los niños. Kain la siguió y juntos llevaron a los niños a lavarse. Una vez que estuvieron limpios, no tardaron mucho en volver a sus andanzas. Kain soltó un suspiro y Catalina mostró una sonrisa llena de resignación. Se ganaron cerca del montón de arena y mientras miraban el "castillo", Catalina contó su molestia.

-Vi a mi prima- dijo Catalina

-¿A cual?- pregunto Kain

-A Zenith, la hermana mayor de Therese. ¡Maldita puta!-

-¿Por qué estas molesta?-

-Mira, yo sé que mi tía no es la mejor persona en el mundo, pero por lo menos, Zenith debería escribirle-

-Ya, pero ella tiene su vida. Ella es libre de hacer lo que quiera-

-Tu no entiendes. Mi tía me acogió cuando mi familia me dio la espalda. Viví con ellas por muchos años, y vi como crecían las dos mocosas. Esa estúpida se fue porque no pudo aguantar un poco de presión. Mi tía lo único que les pedía era que tuvieran modales y etiqueta. Ni siquiera las obligo a casarse ni nada por el estilo. Mucho menos las obligo a participar en su facción. Ella solo arranco sin ni siquiera decir adiós. ¡Ojala!, ojala yo hubiera tenido una madre como ella-

-¿y que quieres hacer?- pregunto Kain

Catalina negó -no haré nada- dijo -ella sabe que esta mal. Así que la dejare que se coma sus culpas. ¡La hubieras visto!. Paso con la cabeza agachada, pero antes de que ocultara su rostro, lo vi en sus ojos, vi el remordimiento y la culpa. ¡Es lo que se merece!-

-Déjalo ser Lina. No es tu problema. Ella tendrá que resolver sus problemas con su madre tarde o temprano-

-Ojala- respondió Catalina. Parecía que sus emociones la dejaron cansada. Ella abrazo a Kain y se apoyo contra su pecho. Kain le devolvió el abrazo, le dio un beso en la frente y le acaricio el cabello. A los cinco minutos vinieron los tres grandes. Por alguna razón parecían preocupados por Catalina.

-Estoy bien- dijo Catalina con una sonrisa juguetona -vengan conmigo, les enseñare magia-

-Lina ¿Qué hablamos?- le pregunto Kain

-Dijimos que sería solo agua-

Kain agacho la cabeza, asintió en señal de rendición y dijo -bien, solo agua, pero nada peligroso. Cualquier cosa avanzada después de los siete ¿entendido?-

-Entendido- dijo Catalina y le dio un beso en los labios. Los niños estuvieron bien, para ellos era normal que sus padres se demostraran afecto. Pero Sylphiette se puso colorada. Los cuentos de princesas, al parecer habían hecho su trabajo. Catalina sonrió al verla cubriéndose los ojos con unos dedos semi abiertos. La tomo en brazos y les dijo -bien, síganme-

-o-

Después de la comida, como a eso de las dos de la tarde, los niños y Sylphiette se fueron a dormir a los carruajes. Lilia, Maaya y Reida los acompañaron. Rawls y Celia también hicieron lo suyo y se fueron a su habitación. Por otra parte, Kain, Catalina y Victoria se quedaron en el patio. Formaron cuatro pilares de tierra y colocaron dos hamacas. Unos grandes álamos afuera de la propiedad les proporcionaban sombra. Así que entre el canto de las aves, el susurro del viento y el silencio del campo, se tumbaron a dormir. Salvo por una que otra mosca molesta, todo fue perfecto. Kain y Victoria dormían en una hamaca. Catalina dormía por su cuenta en la otra.

Como a eso de las tres de la tarde, un viento recio comenzó correr. Se movía de sur a norte, acumulándose en medio de las praderas, cerca de la montaña. Era algo raro, que solo pasaba en un sector. El viento llegaba como una agradable brisa a la residencia de Rawls. Así que nadie se molesto en revisar. Un rato después se nublo, y al poco tiempo empezaron a caer gotas de lluvia. Kain abrió sus ojos e hizo una especie de cúpula de tierra. Se dio la vuelta y volvió a abrazar a Victoria. Tanteo como estaba la mercadería y cerro los ojos con gusto. No obstante, Catalina se despertó. Miró hacia arriba y vio la cúpula de tierra. Después miró hacia afuera y se dio cuenta que caía un aguacero. En la tierra antes seca, ahora había un barrial. Se acerco a la salida de la cúpula y miro a la distancia.

-¿A quien mierda se le ocurre lanzar su mierda de magia en un día tan bonito?- pregunto Catalina en un murmullo. Hoy andaba de malas. No lo demostró porque estaban los niños, pero no tiene porque aguantar a un montón de mierda. Mas encima unos novatos de nivel santo.

Catalina estiro su mano y creo una esfera de aire, la apunto al cielo y la lanzo. Esta exploto en la troposfera, generando una gran explosión y limpiando el cielo. Las nubes que antes cubrían el cielo, ahora formaban un gran anillo que adornaba el cielo. El sol grande y majestuoso volvió a iluminar la tierra. No obstante, la humedad del breve monzón había dejado el aire frio.

-Maldición, ahora ya no puedo dormir. Cuando agarre al idiota que hizo esto, lo quemare vivo- dijo Catalina llena de molestia.

((A LOS QUE LE GUSTA EL LEMON, PRONTO LES TRAERE UN SORPRESITA ((NSFW)))).