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Capítulo 19 - Reunidos una vez más

-¿En serio rompiste la espada que te dio papá?- pregunto Charles

-Sí, así que no le vayas a decir o estaré muerta- respondió Magdalena

Charles soltó una carcajada y le respondió -mas muerta vas a estar cuando se entere de que vendiste una de las espadas-

-Cállate estúpido Charles. Si le dices, nunca te lo perdonare-

Magdalena y Charles estaban conversando mientras estaban acostados debajo de la tapa. Hacía un poco de frio, así que Charles se acurruco cerca de ella mientras conversaban. Ella le contó que es lo que ha hecho durante todo este tiempo, como llego a Minas Tirith y creo este pequeño local comercial. Dentro de toda esta conversación, ella le pregunto si le podía ayudar a hacer algunas medicinas para que siga funcionando el negocio. Él le dijo que está bien, que podía hacerlo. Entonces ella prosiguió y cuándo llego a la parte en la que conoció a Faramir, Charles la comienzo molestar. Magdalena se sonrojo pero se rio de lo estúpido que era su hermano. Entonces cuando ella finalizo, Charles le contó de sus aventuras en la montaña de los espectros y su vida en Rohan. Cuando le contó cómo conoció a Éowyn y que paso entre ellos. Magdalena lo empezó a criticar. Le advirtió que es mejor que se porte bien con Éowyn, que es una mujer demasiado buena para él. Ella estaba enojada con Charles por lo del ojo y el exilio de Éowyn, pero cuando Charles le contó que va a ser padre, todo eso quedo olvidado. Magdalena al final le dijo que tiene la suerte de los dioses.

-Oye, ¿y si papá tiene alguna forma de ayudarte?- le pregunto Charles con un rostro llego de esperaras

Magdalena miró el rostro de su hermano sintiendo compasión y se calló. Ella escucho que su padre reparo el ojo de Éowyn, pero recomponer un cuerpo completo es otro asunto, ella cree que se puede hacer algo pero trato de no crearse a sí misma falsas expectativas. Charles la vio y supo qué estaba pensando. Cuando niños jugaron muchas veces a eso y por alguna razón, entre ellos lo podían lograr. Sintió algo de pena pero trato de ser optimista y cambió el tema.

-¿Quieres tomar un baño?¿Quieres que te ayude o prefieres que llame a Éowyn o Abigail?- pregunto Charles

-Un baño con agua caliente estaría bien- respondió Magdalena -cómo habían muy pocas mujeres en el campamento me bañe hace días. Estuve todo el viaje acostada en esa carreta, así que debo estar olorosa. ¿No te molesta?-

Charles la olfatea y le dijo con una sonrisa -yo te encuentro igual de apestosa que siempre-

Magdalena se rio y le dijo -ve a buscar a Abigail, estúpido Charles-

-Bien, Magdalena "la valiente"-

-Estúpido- le dijo Magdalena mientras lo veía irse. Ella se acordó de eso. Cuando eran niños iban juntos al baño, pero Charles algunas veces la dejaba sola en el pasillo oscuro del segundo pisó y le cerraba la puerta. Su padre se levantaba y castigaba a Charles, pero por alguna razón este ultimo siempre lo encontró divertido hasta que Magdalena creció y ya no le daba miedo la oscuridad. Por supuesto, Charles no la dejaría ir tan fácilmente, así que la corono con el apodo de "Magdalena la valiente", como una especie de mofa.

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Después de varias semanas de viaje, Tytos y Carmen llegaron a Minas Tirith. Antes de eso pasaron por Rohan y Théoden les contó hacia a donde se habían ido su hijo y su nuera. Tenían unas dos semanas de desfase, pero en ese tiempo, Tytos pensó que su hijo no se debe haber metido en problemas. Al final se despidió de Théoden y le aconsejo que hiciera las pases con su sobrina, que él estaba muy viejo para guardar rencores. Théoden se quedo en su trono pensando. Tytos y Carmen salieron de Rohan y cabalgaron por todo el camino hasta llegar a Minas Tirith.

Al llegar a la entrada, Tytos quería pasar rápido, así que quería sobornar a los guardias y que no preguntaran nada, pero Carmen lo detuvo. Así que tuvieron que hacer el tramite como todos los demás. Cuando llegaron a los guardias, estos registraron los caballos y trataron de sacar algo de provecho. Al final Tytos igual tuvo que sobornarlos y por fin los dejaron de molestar. Él estaba molesto y Carmen algo decepcionada. Al verla cabizbaja, Tytos la abrazo y la llevo a una posada para que descansara. En la tarde se levantaron después de descansar, comieron algo en la posada y salieron a pasear.

Carmen tomo la mano de Tytos y le pregunto -¿Cómo vamos a encontrar a los niños?-

Tytos sonrió y le dijo -preguntándole a cualquier muchacho, a los guardias mas jóvenes o a las doncellas-

-¿Por qué?-

-Sencillo, porque lo mas probable es que nuestros hijos sean de su interés-

Carmen sonrió y siguió a Tytos. En el camino se encontraron con tres guardias que conversaban en lugar de trabajar. Tytos le palmeo el hombro a uno de los muchachos. Este a su vez se molesto por ser interrumpido, se dio la vuelta mientras le preguntaba de mala manera -¿Qué quieres?- pero cuando miro al hombre que estaba detrás de él se quedo mudo. El hombre era alto, con una mirada feroz con un aire de guerrero. Después de darse cuenta de que no debía ser ofensivo con su habla, le pregunto con prudencia -¿Qué puedo hacer por usted, señor?-

Tytos le dio una mirada fría y le dijo -ando buscando a unos muchachos. Una mujer y un hombre que se parecen a esta mujer pero que tienen ojos como los míos-

El guardia miro de nuevo al hombre y vio unos penetrantes ojos lazuli, a su lado por fin notó que había una mujer exuberante con un hermoso cabello naranja. Pensó que el corazón le iba a estallar cuando la vio por primera vez, pero encontrando cierta similitud y recordó a la musa de sus sueños. De repente miro al hombre y quedo en shock -usted, no, pero sus ojos. ¿usted es el padre de la doctora?-

-No sé de ninguna doctora- dijo Tytos en un modo cortante -pero mi hija se llama Magdalena ¿la conoces?-

El guardia al ser cuestionado de nuevo por esos penetrantes ojos, le respondió entre tartamudeos -s-sí señor. Yo, bueno, mucha gente la llama doctora, porque los fines de semana ella va a los barrios bajos y nos ayuda- el muchacho agacho la cabeza y dijo con un tono apagado -incluso mi abuela que es una vieja gruñona la respeta-

Tytos mostró una sonrisa de orgullo y asintió varias veces. Después de sentir que Carmen le tiraba de la manga para que siguiera, le pregunto al soldado -¿sabes a dónde vive?-

-Sí, sí señor. Sé donde vive ¿quiere que lo lleve?-

Tytos asintió y el guardia le pidió a sus amigos que lo cubrieran. Después de eso caminaron, el guardia le daba algunas miradas al cuerpo de Carmen pero cuando se daba cuenta de que Tytos lo estaba mirando, disimulaba. Cuando llegaron al distrito comercial pasaron por varias tiendas. El guardia les explicaba cómo estaba conformado el lugar y cuales eran sus recomendaciones. Carmen se fijaba mucho en las plantas mientras que Tytos en los metales, de vez en cuando se paraba para mirar algunos trabajos. Discutía con algunos herreros y cuando estos últimos lo desafiaban, Tytos se reía de ellos, sacaba su espada y quedaba todo claro. Después de eso siguieron su camino. En el proceso, Carmen si que se peleo con alguien. Después de darle una buena paliza, se fue del lugar sin molestarse en cómo quedo el tipo.

Tytos soltó un suspiro y dijo entre susurros -y yo soy el poco civilizado-

Carmen escucho algo y le dio una mirada sería -¿dijiste algo?-

-Nada amor, vamos-

El guardia los quedo mirando raro ¿Qué pasa con estas personas? Adonde iban, había una especie de confrontamiento. La mujer a sus ojos fue la peor, ya que golpeo a un tipo hasta dejarlo irreconocible.

Cuando llegaron a la tienda indicada por el guardia. Tytos golpeo la puerta y una niña de no más de diez abrió. Al ver al hombre de pelo blanco se sintió intimidada. Ella tartamudeo mientras le pregunto -¿q-que puedo hacer p-por usted señor?-

Carmen miro a Tytos algo enojada y lo movió. Miro a la niña y le pregunto con una sonrisa amigable -dime ¿haz visto a alguien que se parezca a mi?-

La niña cuando miro a Carmen quedo impresionada. Salió corriendo y a medio camino se escucho "mamá, ven rápido. Mamá, apúrate". Tytos sonrió y Carmen le dio un sermón, lo critico por poner esa cara de pocos amigos y le dijo que debería ser mas civilizado para interactuar con otras personas. Tytos soltó un suspiro y la ignoro mientras recordaba cómo la mujer "civilizada", le daba una paliza a un tipo por vender medicinas fraudulentas.

Después de un rato llego una mujer. Miro a Tytos y a Carmen y se tapo la boca. Tomando una gran respiración se puso firme y mientras hacía una reverencia, les dijo -Estimado Señor, estimada señora. Esta se llama Abigail, por favor pase. La sra Magdalena y el sr Charles los han estado esperando-

Tytos iba a decir algo pero Carmen se adelanto y dijo -hola, soy Carmen. No te preocupes por las formalidades- estiro sus manos y tomo las de Abigail y siguió -soy la madre de Magdalena, ¿puedes llevarnos con ella?-

Abigail se sintió mas suelta después de este saludo tan amigable. Pero después se sintió pésimo, pensó que los tendría que llevar a ver a una mujer que no es ni la mitad de lo que llego a Minas Tirith. Tytos notó esto y soltó un suspiro, pensó que ojala no haya pasado nada grave.

Caminaron por la tienda, avanzaron por el pasillo y subieron las escaleras mientras rechinaban los escalones. Cuando llegaron a una habitación, casi al fondo del corredor, se escucharon las voces de Charles y Magdalena. Ambos se reían y decían algunas palabrotas que estaban bastante fuera de lugar. Si los escuchaba Carmen los castigaría, pero como no estaba su madre dijeron un montón de cosas. Ahora que Carmen esta afuera de la habitación fruncía el ceño, pero guardando todo lo que tenía que decir sobre tal vocabulario, puso su mejor rostro y abrió la puerta.

Ahí se encontró a una hermosa Magdalena acostada en una cama, quieta como una estatua. Cuando Magdalena se dio cuenta de que alguien abrió la puerta miro de soslayo y vio a su madre. Una lagrima le corrió por la mejilla. Carmen camino hasta su hija y la abrazo, le pregunto que había pasado y cuando lo supo, soltó un llanto desgarrador. Cuando Carmen por fin recompuso su espíritu, camino y afirmando a Tytos por los brazos, le pregunto si podía hacer algo. Lo zarandeo varias veces hasta que este ultimo reacciono. Él estaba en shock, su cerebro no procesaba todo lo que estaba pasando. Después de reaccionar le dijo a Carmen que se calmara. Le pidió a Abigail que prepara un agua caliente con hierbas para Carmen y un tina con agua caliente para Magdalena. Abigail se fue y Tytos le pidió a Charles que se preocupara de su madre, pero Carmen no se quería ir. Tytos la beso y le prometió que no le fallaría.

Cuando solo quedaron en la habitación padre e hija. Él le pregunto mientras se acercaba a la cama -¿Qué hiciste que terminaste así?-

Sin embargo Magdalena no le quiso decir. Solo dijo en un tono suave -perdón papá. Yo, yo solo quería proteger lo que amo-

Tytos sintió que el pecho le dolía. Quería golpear a su hija, pensó que lo mas probable es que había hecho algo estúpido, que solo le valió el agradecimiento de los demás. Quería reprenderla, pero al verla así, lloro. Lo único que pudo hacer es llorar y abrazar a su hija, sintió un dolor como nunca antes. Magdalena lloro también. Nunca, en toda su vida, había visto a su padre llorar. Fue un duro golpe y una enseñanza. Hasta los hombres mas duros se vuelven frágiles por sus hijos. Tytos besaba la frente de su hija. Le acariciaba el pelo, le decía que la amaba y le pedía que nunca mas vuelva a hacer algo así. Magdalena acepto entre llantos y después de un rato se durmió.

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En la tarde, casi a la hora del cena estuvo lista toda el agua caliente que Tytos le pidió a Abigail. Magdalena no quería que su padre la viera, ella considero que estaba adulta como para que eso pasara. Por otra parte Tytos la quedo mirando raro y le dijo -muchacha, déjate de tonterías. Cuando eras una mocosa te bañe un millar de veces. Te conozco completa, hasta sé donde tienes esos lunares ¿Cuál es la diferencia con ahora?-

-Ahora soy una mujer- dijo Magdalena indignada

-Déjate de tonteras Magdalena. Además es tu culpa que todo esto pase, así que aguántate-

Magdalena se sintió ofendida. Apelo a su madre pero esta no la tomo en cuenta y le dio una mirada severa -déjate de tonterías y hazle caso a tu padre. Ah y anda preparándote Magdalena, una vez que te sanes vas a caer en mis manos-

Magdalena se puso pálida y si pudiera mover sus manos, lo primero que haría sería cubrirse el trasero. Después de eso quedaron solo Tytos y Magdalena. Tytos la desvistió y Magdalena se quiso morir, su padre la estaba viendo desnuda, pensó en que era la máxima vergüenza de su vida. Tytos le dijo que no era para tanto y que su madre tenía unas caderas mas apretadas y firme. Él le pregunto ¿si había estado flojeando?, le comento que tenía un cuerpo demasiado flácido. Magdalena le conto a Tytos que como estaba dedicada a la medicina, no le dedico mucho tiempo al entrenamiento. Después de que Tytos le pellizcara las mejillas por perezosa, ella le comento que aunque apenas entrenaba, sentía que se estaba volviendo mas fuerte.

Tytos coloco el cuerpo de Magdalena en una tina con agua y solo dejo su rostro sin cubrir. Después de eso Tytos puso su mano sobre el agua y comenzó a manipular el elemento de poder. Frunció el ceño y se enojo de nuevo. Quiso regañar a Magdalena, pero ella se disculpo antes de que él la pudiera regañar. Tytos entonces siguió ocupando su poder elemental y le pregunto.

-¿Qué hiciste que terminaste tan mal?-

Magdalena se callo y Tytos de nuevo suspiro. Siguió con el proceso y le pregunto -¿Dónde están tus espadas?-

Magdalena tampoco contesto, una la había vendido y la otra la había roto. Como ella se callo, Tytos se sintió mas molesto. Después de un tiempo Tytos le volvió a pregunta -¿Dónde esta el talismán que te regale?-. Magdalena tampoco dijo nada y Tytos le dijo -tu madre tendrá que esperar su turno. Cuando te sanes, primero caerás en mis manos-

Magdalena pálida le pregunto -¿no crees que ya estoy muy mal como para que pienses en castigarme?-

Tytos siguió controlando el agua mientras seguía con el tratamiento. Mantuvo su mirada en Magdalena y le dijo con un rostro indiferente -no soy tonto Magdalena. Sé que lo que hiciste no es normal. Responde ¿tu talismán se rompió o no?- Magdalena se quedo callada y Tytos continuo -tomare eso como un sí. Muchacha estúpida, no lo vuelvas a hacer de nuevo. Todas esas cosas que hacen los héroes en los cuentos se ven muy hermosas y poéticas. Pero cuando mueren, los que sufren son los que quedan vivos-

Magdalena soltó una lagrima y llena de pena le dijo -lo siento papá-

Tytos paro su tratamiento, se acerco a ella y le dio un beso en la frente. Siguió con el tratamiento y le dijo -eso ya paso, ahora vas a estar bien. Recuerda que te amo-

-Yo también te amo papá-

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Tytos salió de la habitación y dejo a Magdalena durmiendo en su cama. Cuando salió se encontró con su esposa, su hijo, su nuera y las dos ayudantes de su hija. Carmen lo agarro de las manos y le pregunto -¿esta bien?¿esta sana?¿va a poder caminar? No te quedes callado y di algo-

Tytos tomo una gran respiración, se armo de paciencia y le dijo -sí, va a estar bien, pero debe empezar todo de nuevo. Lo que se daño no es algo que se recupere con facilidad-. Cuanto Tytos termino sus palabras, Carmen cayo al suelo sobre su trasero, como si se hubiera desinflado y algo cansada se quedo ahí. Tytos la levanto, miro al resto y les dijo -vayan a descansar. Abigail, por favor prepárale comida liviana a Magdalena-

-Sí señor- respondió Abigail

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-Tytos, ¿va a estar bien?- pregunto Carmen

Tytos soltó un suspiro mientras llevaba a Carmen a una habitación desocupada. Le dio un beso en la mejilla y le respondió -te lo diré de nuevo. Ella va a estar bien-

Carmen asintió, soltó un suspiro y mantuvo su mira en Tytos. Cuando llegaron a la habitación, Tytos la dejo en la cama. Ella mientras tanto se tapaba los ojos con el ante brazo, por alguna razón se sentía mas cansada que cuando entrena. Tytos se sentó en el borde de la cama y le tomo la mano, Carmen le sonrió y estiro sus brazos para que él la abrazara.

Tytos la abrazo mientras le susurraba al oído -¿te encuentras bien?-

-Sí. Es solo que me siento un poco cansada- respondió Carmen

-Te dejare descansar- dijo Tytos mientras se separaba de Carmen. Esta última hizo un puchero y lo dejo ir.

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Tytos fue al comedor, en donde estaban todos los que no estaban descansando y se dirigió a su hijo, el cual estaba sentado en la mesa al lado de Éowyn.

-Charles, ve que puedes hacer con la tienda de tu hermana- dijo Tytos -pregúntale a Abigail que es lo que necesita, pero no te tomes atribuciones-

Charles asintió y le dijo -sí viejo. Déjamelo a mí-

Éowyn quedo mirando en todas las direcciones, sintiéndose un poco fuera de lugar por no saber que hacer. Tytos le dio una sonrisa y le dijo -ve si le puedes ayudar a Charles o ayúdale a Abigail- después se concentro en ambos -voy a salir un tiempo. Voy a revisar que pasa en la ciudad-.

Pero cuando Tytos iba a salir se encontró con una sorpresa. Bueno… una doble sorpresa. Faramir y Boromir lo estaban esperando, Tytos no conocía a uno y al que conocía, venía con un rostro de disculpa. Boromir lo saludo con un animo algo pesado. Él le pregunto si podían pasar, quería conversar con él y con Carmen. Por supuesto, Tytos no se negó pero le dijo que Carmen estaba cansada y que por ahora podían conversar con él. Boromir asintió y después de entrar lo siguió Faramir. Este ultimo le dio una buena mirada a los ojos de Tytos y supo con quién estaba hablando, pensó que este hombre lo golpearía cuando se entere de que es el novio de su hija, el capitán a cargo y la persona que permitió que todo esto pasara.

Faramir estiro su mano para saludar, pero su hermano lo detuvo y le dijo que era mejor conversar en otro lugar. Tytos los llevo por un pasillo, le consulto a Abigail en dónde podían conversar por mientras y ella les dijo que el único lugar que había era la cocina. Allí fueron los tres, Charles le dio una mirada a Faramir y le hizo señales para que tuviera fuerza. Faramir siguió adelante como un cordero al matadero y en frente de su verdugo, se sentó.

-Hola señor, yo soy Faramir- dijo en un tono respetuoso

Un silencio incomodo se escucho. Unos pasos se oyeron a la distancia, pero Faramir no los pudo escuchar. Sintió como si el tiempo se detuviera y el hombre de cabello blanco y ojos lazuli delante de él, lo escudriñara con la mirada. Sintió como si él pudiera ver todo lo que hay en su mente. Los pasos se empezaron a escuchar con mas fuerza y Carmen apareció en la puerta, toco el hombro de Faramir. Este ultimo sintió que el mundo se volvió a mover. Una hermosa mujer lo despertó con su toque mágico y con una sonrisa le dijo.

-Hola Faramir. Soy Carmen y este hombre con cara de pocos amigos es mi esposo, Tytos-

Carmen saludo también a Boromir, chocaron los puños y después, ella se sentó al lado de Tytos. Le susurro algo al oído y él le respondió con sarcasmos -que rápido se te quita el cansancio-. Carmen lo miro con el ceño fruncido y por debajo de la mesa le pego en la canilla. Boromir y Faramir se sintieron incomodos pero no hicieron ningún comentario.

Después de recomponer su sonrisa, Carmen les pregunto -¿A qué han venido?-. Tytos torno los ojos al cielo y espero a que Carmen calmara su curiosidad.

Boromir miro a Faramir y este ultimo dijo -bueno, yo soy el novio de Magdalena y vine a verla. Mi hermano llego hace unos días y me dijo que los conocía. Así que también vino a ver a mi novia. Bueno, la verdad es que no esperaba verlos hoy-. Boromir escucho a su hermano irse por las ramas, le dio un punta pie, Faramir asintió y continuo -yo, yo también soy el capitán de los soldados y permití que Magdalena quedara en ese estado-. Un silencio lleno la cocina, la cara amable y sonriente de Carmen se desvaneció, iba a decir algo pero Tytos le puso la mano sobre la de ella. Carmen lo miro y entendió su mirada, asintió y lo dejo que fuera él el que continuara la conversación.

Tytos puso un rostro inexpresivo y miro a Faramir mientras entrelazaba las manos. Miro a Boromir y después a Faramir, los reviso con seriedad y dijo -¿A qué vienes muchacho?¿Cual es tu intención?-.

-Yo no tengo intención, yo solo- dijo Faramir con la impotencia de no poder expresarse.

Tytos negó con su cabeza y le dijo de forma cortante -si no tienes ninguna intención, entonces vete y no vuelvas. Yo puedo hacerme cargo de mi hija. Las excusas y las disculpas sobran-. Tytos cómo vio que Faramir no contestaba y solo se quedaba mirando la mesa soltó un suspiro y se levanto, Carmen lo siguió y cuando iban llegando a la puerta, Faramir los detuvo.

Faramir se levanto de su asiento en un súbito movimiento con el cual boto la silla y le dijo -espere señor. Espere un momento, yo, yo quería pedirle que me deje casarme con su hija-

Tytos puso un rostro frio y le respondió -no me hacen gracia tus bromas ¿Por qué debería dejar que un hombre como tu se case con ella? ¿Por qué debería dejar al hombre que permitió que Magdalena se lastimara, casarse con ella?-. Carmen lo pellizco por detrás, pero Tytos permaneció imperturbable.

Faramir quedo mudo, no supo que decir y Tytos continuo -vete muchacho, mi hija esta paralitica de por vida. Ya no te puede dar hijos y no creo que tengas la paciencia como para cuidarla-

Faramir derramo algunas lagrimas y le dijo -yo la amo señor. Sé que puede ser difícil de creer pero la amo. Lo siento por permitir que todo esto pasara. Por favor, déjeme que me case con ella-. Entonces Faramir puso un rostro perseverante, con una mezcla de obstinación y deseo. Él quería algo y si lo deseaba no debería desmoronarse tan fácilmente.

Tytos miro a Carmen y ella con una sonrisa tranquila asintió. Tytos salió de la casa dejando a Faramir que cayo sobre su trasero mientras Boromir lo acompañaba. Al final Carmen les dijo lo qué paso y entendiendo bien el carácter de su marido, le dijo a Faramir que podía casarse con Magdalena. También le contó cómo su marido había sanado a Magdalena. Faramir no le creyó en un principio, pero Boromir había sido testigo de las cosas que podía hacer ese demonio, llamado Tytos Hill.

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Tytos camino por las calles, tranquilo, sereno; con un animo algo melancólico. Nunca se había sentido tan viejo o al menos él no lo recordaba. Cuando tuvo hijos cómo Kain Lemuria, fue más fácil, no sabe porque pero se pregunto porque se siente más difícil dejarlos ir. Se sentó en una banca y miro a la gente pasar, era como estar ahí pero a la vez estar ausente. Sentía el aire fresco que le rosaba las mejillas, sin darse cuenta de que muchas mujeres lo quedaban mirando, tanto jóvenes como maduras. Hizo aparecer una botella de vino, algo viejo de su antigua vida. Bebió en calma hasta que una hermosa mujer se sentó a su lado y le coqueteo.

-Guapo, te gustaría acompañarme a una lugar mas acogedor- dijo la mujer de amable sonrisa con un toque de sensualidad y lujuria. Bajo la voz y continuo -te puedo enseñar algo sorprendente-

Tytos sonrió y soltó una carcajada. Tomo un sorbo de la botella y después le dijo -tengo una mujer, se llama Carmen y es la mas hermosa del mundo. Jamás iría contigo por el mal camino-

La mujer de pelo naranja asintió varias veces y le respondió -si que sabes decir cosas buenas. Querido ¿Por qué estas aquí?-

Tytos paso su brazo por los hombros de Carmen y la acerco a él. Le planto un beso y le dijo -me siento viejo Carmen. Los niños se fueron de viaje esa vez, pero ahora es diferente. Parece que de verdad se van a alejar de nosotros. Charles va a ser padre y Magdalena tiene a alguien que la ama. Me siento viejo, mi amor-

Carmen asintió, sus ojos estaban acuosos y se acurruco con Tytos. Ambos estuvieron ahí, en la banca hasta bien tarde. Terminaron de beber la botella y solo cuando le bajo el sueño a Carmen, volvieron a la casa.

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A la mañana siguiente, Tytos se levanto con el alba. Pillo a Magdalena despierta en su habitación, conversaba con Galadriel, la niña que vive con ella. Tytos las miro desde el dintel de la puerta, pensó que parecían buenas amigas. De repente Magdalena sintió la presencia de su padre y le pregunto.

-¿Qué andas espiando papá?-

-Nadie te anda espiando mocosa- dijo Tytos mientras se acercaba a la cama con movimientos lentos y le acaricio la frente -¿Cómo te sientes?-. Magdalena trato de mover su brazo para demostrarle su progreso, pero Tytos le pego en la frente y la reprendió -no te dije que tenía que ser de apoco. Ve mas despacio-

-Sí papá- respondió Magdalena sin poder acariciarse la frente adolorida.

Entonces Galadriel se despidió y los dejo solos. Después de conversar, Tytos cerro la puerta de la habitación, creo agua en una tina y la calentó con su elemento de poder. Cuando Magdalena fue metida en el agua se asombro de que pudiera hacer esto. Tytos algo avergonzado le dijo que no lo pudo hacer ayer por que su cerebro no funcionaba bien. Que todo era culpa de una tonta -pellizco las mejillas de Magdalena- por eso perdió su dominio y no supo como actuar. Magdalena con una sonrisa se disculpo, Tytos le acaricio la frente y se la beso. Entonces utilizo su dominio elemental y continuo con el tratamiento. Ya para la hora del desayuno, Magdalena estaba mejor. Se dio cuenta de que ya podía mover sus brazos y sus piernas. No al punto de dar patadas y combos pero por lo menos podía levantarlos. Tytos le dijo que debía descansar, comer sano y no esforzarse. También le dijo que necesitaría por lo menos dos tratamientos mas para quedar en un estado razonable.

Cuando llamaron a Tytos para el desayuno, este salió de la habitación y se encontró con Faramir. Él le agradeció a Tytos por ayudar a Magdalena, sin embargo Tytos no lo escucho y solo paso por el lado. Faramir algo cabizbajo entro a la habitación y le dio un beso a Magdalena, esta última lo notó algo deprimido. Le pregunto porque estaba así. Faramir no le dijo nada pero Magdalena tratando de animarlo le tomo la mano, cosa que asombro a Faramir y juntos se alegraron por su recuperación.

Tytos descendió al comedor y encontró a Boromir comiendo como si no hubiera un mañana. Le dio una fría mirada y Boromir se detuvo pero después de ver que no pasaba nada siguió comiendo. Tytos soltó una exhalación, se sentó en la mesa y Carmen le sirvió la comida. Se sentaron juntos mientras conversaban de algunas cosas sin importancia. Faramir volvió y le pidió a Galadriel que fuera a acompañar a Magdalena. Entonces los dos hermanos se sentaron juntos y miraron a Tytos.

Tytos les dio una mirada fría, llena de altivez y les pregunto -¿Qué quieren?-. Carmen lo pellizco y le dijo entre susurros que fuera más amable.

Boromir y Faramir no se molestaron por la forma en que les pregunto y Faramir le dijo -señor, tenemos un problema a nivel de ciudad. Mi hermano me contó que usted es fuerte y queríamos pedirle su ayuda-

Tytos frunció el ceño y ahora con una rostro serio les pregunto -¿de qué se trata?-