Primero que todo, les advierto. Este es el primer capituló que tendrá contenido erotico. Cuando empecé este fanfic pensé en cómo los hacían otros y seguía algunos ejemplos. Así que espero sus comentarios, quejas y sugerencias, gracias.
Noveno año del establecimiento del sabio reino de Lemuria, capital de Hyperion, mes de diciembre
Durante todos estos años, no se han producido conflictos con los países sin nombre. El rey a protegido el reino y a la gente que lo habita. Si la gente tuviera que quejarse de algo, sería de las muertes en peleas callejeras, después de todo son más que en las mismas fortalezas.
Hace poco llegaron noticias, dos países sin nombre se adhirieron al pacto contra Lemuria. Parece que las palabras de Arthur Avigor eran más reales de lo que parecían. No obstante, el rey ya se a preparó para todo esto. Será una guerra total; pero el reino de Lemuria será el vencedor. El rey ya pensó en las ganancia de esos países y su potencial.
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Capital de Hyperion, lugar anexo del castillo, mes de diciembre
Kain mira por la ventana y se dio cuenta de qué el tiempo pasa muy rápido. Ya está cumpliendo diez años y muchos de sus pensamientos se han adaptado a sus circunstancias. Su cuerpo crece sin parar y ya mide 1,40 mts. A lo que Magdalena comenta en que debería haberse quedado pequeño. Alguien que está creciendo igual de rápido es su querida Ariel, que ahora anda rondando en esta habitación. Mientras él mira por la ventana, ella busca algo, pero nadie sabe qué es. Así que él la deja que revise todo lo que quiera. No hay nada peligroso en esta habitación; ese fue un requisito de Magdalena para dejar que Ariel juegue aquí. Así que no debería haber problema.
-Dime Ariel, ¿Qué buscas?- pregunto Kain. Ariel miro a Kain y negó con su cabeza. Kain continuo -ok Ariel, sigue jugando, pero ten cuidado-
-Sí, Kai- responde Ariel
"toctoc" se escuchó la puerta y Kain siguió mirando por la ventana -¡adelante!- dice con una voz firme
Ann abrió la puerta y dijo -tu madre manda a decir que ya es tarde y que debes devolver a Ariel-.
Kain escucho la suave y gentil voz de Ann y sonrió. Miro a esta amorosa mujer que estaba un poco avergonzada y solo hablaba desde la puerta
-¿Qué pasa Ann?- pregunto Kain en un tono burlón -¿Por qué me hablas desde ahí?-.
Ann con un poco de pena y vergüenza miró a Ariel que buscaba algo por todos lados. Ariel se dio cuenta de que alguien entró y al ver a Ann, la saludo moviendo su mano. Ann rígida por esta acción, le devolvió el saludo mientras sentía calor en su rostro.
-¿Porque estás tan rígida Ann?- el pregunto Kain
Ella un poco tímida hablo en voz baja -tú y yo ¿Bueno tú sabes?-.
Kain tenía una idea de lo que sentía esta mujer, pero prefería olvidarlo. Ella siente culpa por amar a alguien más joven, pero él no le da mayor importancia. Este momento y esta edad, no seran para siempre. Si tuviera que pensar en donde existe el egoísmo y el mal, solo sería dentro de sí mismo. El mal existe en esos que tienen una elección y sabiendo el resultado nefasto del destino, permiten el sacrificio de inocentes; así como Kain.
Cuando Kain murió por primera vez, fue a parar al infierno. Mortanius -guardián de la muerte- le ofreció la posibilidad de escapar de su destino y él lo acepto de buena gana. Este fue el primer paso hacia la corrupción de los pilares del equilibrio y del nefasto destino de Nosgoth. Cuando Kain supo el destino del mundo, prefirió sacrificar al mundo y conservar su vida. Después de eso, pasaron muchas centurias y por fin Kain, entendió el precio que tuvo que pagar. Kain en su ignorancia y sentido de la culpa, trato de cambiar lo que había hecho. Paso siglos estudiando lo prohibido para corregir sus errores. Pero lo hecho, hecho esta.
Mientras Kain intentaba corregir su error, condenaba a la humanidad y a sus "hijos" en el proceso; todo por una apuesta. Todo para tirar la moneda del destino, esperando que caiga en su borde y no en la cara del sacrificio del mundo o en el de su propia muerte. Todo para abandonar el ciclo infinito de muerte y resurrección que alimentaba al dios antiguo.
Por eso, la culpa de esta mujer no existe, por lo menos no delante de Kain. En sus ojos esta mujer es solo un náufrago que en medio del mar sin ningún soporte y fuerza, se aferra a una tabla esperando a alguien que la rescate. Solo paso que él que la rescato fue Kain, ¿si hubiera sido otra persona, la suerte hubiera sido la misma?
-¿Porque te ríes Kain?- preguntó Ann con curiosidad.
-No es nada Ann- respondió Kain -dime ¿Por qué te avergüenzas?-
Ann molesta miro a Kain sabiendo que él sabía, pero aun así le preguntaba. Con Ann enojada y metida en sus pensamientos. Kain aprovechó la oportunidad y rompió la última barrera que los separaba. Ann que se dio cuenta muy tarde, solo sintió un beso en su boca y no pensó en nada más, solo existió este momento. Cuando volvió en sí, se dio cuenta de que todo pasó muy rápido y Kain la abrasaba
-¿porque hiciste eso Kain?- pregunto Ann con tristeza y culpa por sentirse bien en ese momento.
-Ya es hora que dejes de sentirte tan pecadora sin serlo. No estás sola, te apoyare en todo lo que quieras lograr en esta vida. También tienes a Lucy, Justina y Rose-.
Ann miro a Kain y sintió que algo estaba mal, pero antes de que se diera cuenta fue besada una vez más y tampoco se resistió.
Kain tratando de compartir un sentimiento de plenitud, beso los labios de Ann en un vals suave y sereno. Cada roce hacia palpitar sus corazones y al final compartieron una mirada de deseo
-Ann, nuestra relación no tiene nada de malo. Este rostro mío y está edad es momentánea. No será para siempre- dijo Kain
Ann con la cabeza baja entendió las palabras de Kain, pero no quería aceptarlas. Sumergida en sus pensamientos sintió el toque gentil en su rostro y miro a Kain a los ojos de un color lazuli.
-Te dejare para que pienses Ann, no te preocupes, lo que elijas, lo respetare- dijo Kain. Le dio un último beso y se fue con Ariel.
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Capital de Hyperion, lugar: dormitorio de la reina
Kain había llegado al dormitorio de la reina, que por expresa solicitud y autorización de ella, él podía visitar. Después de casarse y pensarlo un poco, Magdalena se enojó con su esposo por enviar lejos a su hijo. Así que le pidió que dejara de hacer tonteras y le permitiera entrar a las recamaras reales. Para ella este niño necesitaba una familia y comportarse como la fría realeza, solo lograría alejarlo; cosa que ella no quería. Así que Kain fue autorizado a entrar solo en ocasiones especiales como esta, donde tiene que entregar a la pequeña princesa.
Kain que conversaba con su madre mientras vigilaba a su hermana, dijo -Ariel ten cuidado con los muebles, te puedes pegar; madre ¿tienes idea de que está buscando?-.
-No lo sé- respondió Magdalena llena de preocupación -pero hay que tener un ojo en esta niña. La última vez se estaba tratando de subir a las sillas- ambos miraban con preocupación a la pequeña princesa. Ella revolvía todo con mucho esmero, pero todavía no encontraba lo que buscaba.
Magdalena que vio a su hijo distraído le pregunto -Kain ¿Qué te preocupa?-.
-Mm, la verdad es que Ann ha pasado de sentir culpa- dijo Kain
-Kain, tienes que entender que aunque seas quien protege a Ann, ella tiene sus propios pensamientos. En estos momentos está sopesando su sentido común, dale espacio para pensar-
-Lo sé madre, tranquila...nunca he forzado a nadie a hacer algo que no quiere (al menos en esta vida)-.
-Lo sé hijo, solo se paciente y si las cosas no resultan, déjala ir ¿bien?-.
-Mm- de repente Kain sintió algo en su pierna, era Ariel -ven acá- dijo Kain, la tomo en brazos y le dio un beso en las mejillas regordetas
Magdalena y Kain conversaron una poco más y cuando se dieron cuenta de que no había ruido, vieron que Ariel estaba durmiendo. Entonces Kain camino a la salida y dijo -la llevaré a dormir-
Pero Magdalena no lo acepto -yo soy su madre, así que yo la llevaré, este es un privilegio único e intransferible-
-Hay algunas cosas que no cambian-
-Por supuesto, hijo- dijo Magdalena mientras le daba un beso en la frente -ahora ve a comer y a dormir, mañana es otro día-
Kain y Magdalena salieron de la habitación. Kain camino por los pasillos del castillo y al salir se encontró con Ann. Ella estaba parada con su mirada posada en el suelo y no decía nada. Kain camino hasta ella y le dijo -¿Qué sucede Ann?- pero Ann no dijo nada y solo estuvo allí. Entonces Kain la tomó de la mano y la llevo al anexo del castillo. Cada cierto tiempo ambos se miraban sin decir palabras. Ella se ruborizaba y una sonrisa aparecía en su rostro. Cuando llegaron, Lucy y Rose conversaban con una sonrisa en sus caras. Kain las saludo y ellas se alegraron, pero al mirar la cara de Ann supieron que algo estaba pasando. Kain no se molestó en explicar, solo siguió caminando hasta llegar al comedor y ahí cenaron todos juntos. Sin embargo, a diferencia de otras veces, no se conversó.
Después de eso, Rose y Lucy le hicieron señales Ann y esta se puso aun mas roja y les frunció el ceño. A su vez Kain entendió esto y se rio. Después se fueron al baño. Cuando llego el momento de desvestirse, Ann se puso nerviosa y casi se cayo. Kain pensó que estaba muy rara. Llevaban bañándose juntos desde que el tenía cinco años y es un poco tarde para ponerse tímida. Kain ignoro esto y se preparo para jabonarse. No obstante, Ann lo detuvo. Ella lo ayudaba y de vez en cuando lo miraba a los ojos. Después de bañarse, se pusieron sus piyamas y caminaron de la mano hasta el dormitorio. Cuando Kain cerró la puerta Ann comenzó a desnudarse y se metió a la cama.
Como Kain era el único en pie, tuvo que apagar las velas y se acostó, pero de repente Ann lo abrazo y comenzó a besarlo.
-¿Qué sucede Ann?- le pregunto Kain
-Kain, yo…-
Kain abrazo a Ann y dijo -está bien Ann, no te fuerces a ti misma-
-No me fuerzo, es solo que a veces sueño con Balthazar. De repente pienso que en cualquier momento va a venir. Tomara todo lo que hemos construido y lo destruirá.
-Ann, sé que te sientes desamparada. Tu padre las maltrato y no las cuido, pero eso ya paso. Balthazar murió hace años. Hace tres o cuatro años, la noche en que murió, lo escuche maldecir todo lo que según él le "impedía ser feliz"; él las maldecía a todas ustedes. Decía cosas malas de tu madre, de ti y tus hermanas. Cuando su borrachera estuvo en su punto máximo, hablaba de venganza y sus delirios escalaron demasiado, así que ya no pude aguantar más y lo maté-
Ann estaba preocupada, pero Kain sonrió y le dijo -no te preocupes Ann, lo hice porque quise. Ese tipo insulto y amenazo a las personas que amo. Así que lo mate por querer arrebatarme lo que es mío-
-"lo que es mío" dices... yo soy- dijo Ann ruborizada, pero antes de que pudiera hablar sus labios fueron sellados
-Así es- dijo Kain -¿te acuerdas la primera vez que te mostré mi magia?- Ann asintió y Kain continuo -Yo te dije " te muestro esto porque eres especial para mí", era verdad, todo este tiempo has sido especial para mí. No quiero que te pase nada malo y te sientas triste ¿ok?- después de decir sus palabras le dio otro pequeño beso.
-Gracias Kain, por favor crece rápido. Cuando pienso en ti todo mi cuerpo se calienta. En especial mi entre pierna, por eso siento culpa. Me siento sucia teniendo estos pensamientos por ti-
-No te preocupes Ann, esto es temporal-
-Eso espero Kain, mi cuerpo se siente muy mal por toda esta opresión en mi pecho-.
-¿Dónde? ¿aquí?- pregunto Kain haciendo una sonrisa picara. Deslizando sus manos toco con su palma en los carnosos y firmes senos de Ann.
-No Kain, si haces eso, el calor…- respondió Ann.
Ella tapó su boca para no dejar escapar sus palabras y Kain empezó a tocar ambos senos, suaves y firmes.
Después de entretenerse Kain pregunto -¿cómo llegaron a ser tan grandes?-
-No lo sé, por favor no los toques, estoy muy sensible-
Ann cubrió su boca para que no salieran sus gemidos. Pero Kain no tenía intenciones de parar -déjame probarlos, de esa manera no tendré dudas de su tamaño-
Por alguna razón el instinto de le decía a Kain que fuera a los senos. A lo mejor es porque paso muchos meses lactando al principio de esta vida.
-No Kain, si lo haces, siento que algo va a explotar en mi interior, Aghhh-
Pero antes de que Ann pudiera insistir en que no lo hiciera, sintió una sensación rara en sus caderas y en su espina dorsal. Casi hace que se desmaye.
-Esto es más agradable de lo que imagine- dijo Kain. Siguió jugando con los senos de Ann y pensó en algo de su vida pasada. Un conocimiento que vino de un trovador, un tipo muy alegre y hablador. Le dijo que todas las mujeres tienen un botón y si sabes tratarlo con delicadeza, ellas nunca te abandonaran.
Kain miró a Ann y destapó su cuerpo.
-Kain, no más, estoy muy débil- dijo Ann entre jadeos -mi cuerpo se siente como si estuviera hecho agua-
Pero Kain se acercó a su oído y le susurro -¿puedo ver tu entrepierna?-
Ann dudo por un momento, pero al final asintió -bien…de todas maneras esta oscuro, no creo que puedas ver mucho-
Kain abrió las piernas de Ann y empezó a mirar de cerca; encontró la vagina y con la punta de sus dedos toco los labios. Ann sintió que el agua en su interior volvía a salir. Se sentía exhausta, pero Kain no paraba y a ella no le quedaban energías para detenerlo.
Kain por fin encontró el botón del que tanto hablaba el trovador (¿Qué dijo ese tipo?, que era la piel sobre los labios donde estaba oculto el botón. Que jugara con los labios primero, después la vulva y por último el botón. En ese orden y que utilizara mi lengua; en mi vida anterior nunca lo intenté, nunca me importó, pero eso no quiere decir que no podamos hacer algo nuevo).
Ann grito, su cuerpo convulsiono, pero Kain todavía no había llegado al evento principal. Kain sintió agua en toda su cara, se levantó y fue a buscar una toalla. Se secó y continuó con su inspección para llegar al evento principal. Cuando llegó al famoso "botón", Kain lo beso y lamio un par de veces hasta escuchar a Ann decir "dios" y desmayarse.
Al final, el estímulo fue tanto que Kain tuvo que limpiarse la cara, su cuerpo y el cuerpo de Ann. Se acostó y la abrazó hasta el otro día.
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Era un nuevo día en la recamara de Kain, todo estaba ordenado, pero se podían oler diferentes fragancias corporales. La luz de la mañana apenas pasaba por las cortinas, pero iluminaba lo suficiente como para ver dos siluetas en una misma cama. Uno de ellos estaba despierto y contemplando al otro mientras dormía. Ambas personas estaban desnudas y cubiertas por varias mantas que los protegían del frio invierno. En el calor y la comodidad de este momento, Kain se despertó. Abrió los ojos y vio a Ann mirándolo mientras él dormía
-Buen día Ann- dijo
Ann con una sonrisa respondió -buenos días Kain- y le dio un beso.
-Me alegro que te sientas bien- Kain posó su cara en los senos Ann.
-Ngh, ten cuidado Kain, mi cuerpo todavía está sensible- pero Kain con curiosidad, pasó su lengua por los senos de Ann y esta última tapo su boca -Kain no lo hagas, se siente muy bien, pero no ahora por favor, es de día y es embarazoso-
-Muéstrame tu entrepierna, quiero ver algo- dijo Kain
Con algunas dudas, Ann accedió, pero cuando se dio cuenta de su error ya era demasiado tarde. Kain había empezado a lamer sus labios y masajear sus vulva -Aaah, Kain no debes, nos escucharan- soltó un débil gimiendo -ese lugar es especialmente sensible. ¿Qué es esto? ¿Qué esto?, Kain lo amo, no pares, se siente muy bien- Ann juntando toda su fuerza tapó su boca y gimió con todo su ser hasta desmayarse.
-Ojalá se sienta mejor y se vayan todas sus preocupaciones- dijo Kain. Siempre se preocupaba por Ann y quería cambiar esos sentimientos por unos más positivos.
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Kain dejo a Ann dormir, la tapo y viendo que estaba protegida del frio, se dirigió al baño y en el camino se encontró a Lucy y Rose.
-¿Cómo está mi hermana?- pregunto Lucy. Para Lucy ella era difícil. Después de todo ella desea que su hermana sea feliz, pero tiene que compartir a Kain.
-Ella está bien, pero se siente cansada, así que no la molesten- respondió Kain. Las tomo de la mano y las llevo al baño.
-Déjame ayudarte Kain, pero después también tienes que ayudarme- Rose se acercó y le dio un pequeño beso.
-Gracias Rose- dijo Kain y le devolvía el beso con un poco más de pasión
Lucy que vio esto, tosió un par de veces y dijo -Kain, yo también estoy aquí, no me ignores-
Kain abrazo a Lucy y la beso, pero cuando fue pellizcado por la espalda. Se dio cuenta de que estaba ignorando a Rose y ahora era ella quien solicitaba su atención. Kain con un poco de incomodidad dijo -será mejor que nos besemos solo una vez más, porque si esto sigue así, será un ciclo sin fin-
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Después del baño fueron a tomar el desayuno; Kain hizo su camino a las habitaciones reales y visito a Ariel. Realizo su entrenamiento diario y sin darse cuenta llegó el medio día. Cuando lo llamaron para el almuerzo, Ann todavía estaba ausente.
-Voy despertar a mi hermana, ella necesita comer- dijo Lucy
Pero Ann entro al comedor y detuvo a Lucy. Sería un poco complicado explicar su situación, así que invento una inocente escusa. Se sirvió un poco de comida y se sentó frente de Kain. Todos comieron, pero nadie dijo nada, entonces Kain siguió con su horario y se fue a estudiar.
Cuando llego la tarde, alguien toco la puerta y Kain respondió -adelante- sin apartar la vista del los mapas y los papeles que tenía en su escritorio.
Ann entro con un carrito y dijo -me sorprende que seas capaz de leer todo esto y en tantos diferentes idiomas-
-Todo es un lenguaje Ann- respondió Kain -la barrera del lenguaje nos aparta del conocimiento y de verdades más grandes-
-Puede ser. Te traje el té de la tarde y algunas galletas que hizo Sofía. Rose y Lucy fueron a buscar algunas cosas con Justina. Parece que mi hermana tiene algo preparado- Ann estaba de buen humor, se acercó a Kain y lo beso.
Kain recibió el beso de Ann y lo correspondió -está bien mientras no provoque problemas, esa mujer es impredecible-
Después de ese intercambio, Ann espero a que Kain terminara sus estudios. Kain que vio como Ann lo miraba desde su silla y le pregunto -¿qué sucede Ann?, si necesitas algo, dímelo. Sabes que si puedo, te lo daré-
Entonces Ann se acercó a Kain y lo beso -cómeme por favor, he estado pensando todo el día en ti-.
Kain le dio una mirada a Ann y sabiendo que era serio. Camino hasta la puerta y la cerró. Ann por su parte ya estaba un poco excitada y comenzó desvestirse.
Kain se acercó y puso algunas toallas en el suelo y en el mueble para evitar que se mancharan. Mientras tanto Ann lo esperaba semidesnuda y le dijo en un tono suave y encantador -ven Kain, yo sé que te gustan. Siempre te gusta colocar tu cara en mis senos-.
Kain se acercó y masajeo lo senos de Ann mientras compartían un beso apasionado -Me siento feliz Kain, tengo miedo de que esto se acabe, me siento muy libre, por favor cómeme-
Kain dejo su boca y comió sus senos, siguió con su estómago, su vulva y su vagina. Ya a esta altura Ann no sabía dónde estaba y las toallas estaban todas mojadas.
Entonces Kain empezó con el plato principal, pero antes tuvo que colocar más toallas en el piso y acostó a Ann en el suelo. Ann ya no tenía fuerzas para mantenerse en pie y dejo a Kain hacer lo que quisiera. Después de comer cada parte de ella y desmayarse. Kain se acostó en los senos de Ann mientras le acaricia el cuerpo y ella el cabello.
-Gracias Kain, me siento increíble- dijo Ann con una voz lánguida
Kain suspiro y le dijo en un tono suave -Ann, trata de mantener tus urgencias a raya. Ten presente que no siempre vamos a poder tomarnos tanto tiempo, ¿bueno?-
-Kain, ¿qué soy yo para ti?-
-Una mujer hermosa e increíble con la que he probado muchas cosas únicas por primera vez en mi vida-
Ann un poco tímida, tartamudeo -en ese caso, cuando estemos solos ¿te puedo llamar marido?-
-Sí puedes, me hace feliz que pienses así de mí; falta poco Ann, no te preocupes, pronto lo seré en toda regla-
Ann con lágrimas en los ojos sonrió -estoy esperando que llegue ese momento-
Se miraron durante un tiempo y Kain comió una vez más a Ann. Después de acabar la sesión de amor. Limpiaron todo el desorden y fueron a darse un baño. Después hicieron su camino al comedor y esperaron a las niñas. Como estaban solos, Ann se sentó al lado de Kain y apoyo su cabeza en el hombro.
Kain vio entrar a las niñas y pregunto -¿que están haciendo?-.
-Kain, espera a que tengamos tiempo y te lo mostrare- dijo Justina -no te preocupes es algo seguro y bueno-. Justina estaba esperando una buena oportunidad para sorprender a su "maestro".
-Solo quiero saber lo que haces. No dudo de tu sentido del negocio Justina. Tu talento es increíble para ese tipo de cosas-.
Justina felizmente se sentó al lado de Kain, a lo que Rose puso mala cara, pero lo dejo pasar ya que ella siempre se sienta a su lado.
Justina sonrió con confianza y dijo -hoy nos toca dormir Kain, así que descansa temprano-
Ann un poco molesta, apretó su vestido con sus manos y agacho la cabeza. Kain notó esto y puso sus manos por sobre las de ella; entonces ella suavizo su expresión. Kain se acercó a su oído y le susurro en broma -no te pongas celosa o tendré que castigarte ¿entendido?-. Ella asintió y no se dijo más del asunto.
Los demás no notaron este intercambio, pero para Justina fue claro.
Después de comer y compartir. Justina acompaño a Kain al dormitorio y después de desvestirse, ella se abalanzo sobre Kain y lo beso; nadie creería que la mujer de hielo podría ser tan apasionada.
Kain abrazó el pecaminoso cuerpo de Justina y le dijo en broma -¿cómo crees que es tu desempeño?, dependiendo de ello te castigare o te premiare-
Justina un poco preocupada y dijo -yo no lo sé Kain, ¿yo creo que bien?-pensó que la encontraría perezosa por no lograr más oro.
-Tonta ¿Por qué te pones nerviosa? sé cómo eres. Ven aquí, déjame recompensar tu trabajo-
Entonces Kain la llevo a la cama y empezó a jugar con sus senos mientras la besaba. Justina se sintió bien, pero no fue tan exagerado como cuando lo hizo con Ann. Kain pensó (Parece que Ann tiene una constitución especial en su cuerpo) y después siguió bajando por sus senos y daba pequeñas lamidas a sus pezones asiéndola temblar. Bajo por su estómago y llego a su vulva. Justina quería sacarlo de allí, pero se sintió tan bien y tan débil, que no pudo negarse. El punto fuerte fue cuando Kain llego a sus labios y jugo con sus botón.
-¡Kain! me voy a morir, me voy a morir, Aghhh- grito Justina. Su voz era como la de alguien que se esta ahogando. Llena de desesperación y miedo. No sabía lo que le pasaba a su cuerpo, pero era algo que no podía controlar. Al final estiro su cuerpo hasta los dedos de sus pies y cayo en la cama sin fuerzas.
Kain se acercó y lamio uno de sus pezones mientras preguntaba -¿cómo se sintió?¿te sientes recompensada?-.
Justina asintió, pero no pudo hablar, no le salían las palabras de la boca. Todo esto fue hecho por Kain, así que ella es aún más feliz. Justina después de recomponerse, le pregunto -Kain, ¿puedes premiarme otra vez?-