"Sigh..."
Soltó un suspiro introduciendo las llaves en la puerta de su apartamento, tenía bastantes ganas de descansar después de esta extensa jornada.
Kiryuu estaba detrás de él con una expresión nerviosa en su rostro mientras iba cargada con un pequeño equipaje en su mano izquierda.
Hacía unos cuantos minutos que los dos terminaron de estudiar en casa de Katase, le costó bastante volver a recuperar el ritmo.
Tras eso Goku decidió ir a casa de Aika, ya que ella debía equiparse. Después de todo viviría con él tal y como lo habían acordado esta mañana.
Aika cogió sólo lo necesario: ropa, cepillo de dientes y sus materiales. Si requería algo podía bajar y tomarlo, eso no sería problema alguno.
"Espero que ellas lo acepten"- pensó Goku con una sonrisa nerviosa y sin más dilación abrió la puerta. Aika suspiró sintiéndose muy nerviosa.
Y no era para menos.
Nada más entrar el ojinegro se percató de que Tsubaki estaba en el sofá viendo el televisor, y la hermosa joven sonrió al ver a su amado Goku.
-Ya volviste am... -iba a hablar Tsubaki pero entonces notó que había una chica al lado de Goku, pronto pudo reconocerla como Aika.
-Hola Tsubaki hehehehe -el azabache sonrió rascándose la nuca y por si fuera poco Suzaku salió de la cocina vistiendo un delantal azul.
-Por fin vuelves, estoy a punto de terminar la cena -habló Suzaku con una sonrisa y a su vez notó la presencia de Aika, como esta mañana.
Aika en sí, estaba desconcertada.
"Ella es la misma chica que vi esta mañana... ¿también vive aquí? ¿Go-kun está viviendo con dos chicas?"- se preguntó la chica aturdida.
No, eso no podía ser posible.
Sabía bien que la Fukukaichou era la novia de Goku y que era razonable que viviera con él... ¿y la otra? ¿Qué relación tenía con el azabache?
De momento, no tenía respuestas.
-H-Hola... -dijo Aika tímidamente sin saber qué más decir ante dos chicas que eran más mayores que ella y mucho más hermosas.
-Oh, buenas tardes Kiryuu-san, ¿qué te trae por aquí? -preguntó Tsubaki con su habitual calma y los nervios de Aika se multiplicaron por veinte.
¿Qué podía decirle a Tsubaki? ¿Que su novio había decidido acogerla en su casa dado que estaba sola? Eso no sonaba del todo bien...
Por suerte, Goku vino al rescate.
-Pues verán... Aika vive sola desde hace unos días porque sus hermanas están en otro país, y bueno... -comentó el chico e hizo una pausa.
Quería ver si estaba yendo bien. Alzando la cabeza notó que tanto Tsubaki como Suzaku estaban sumamente atentas escuchándole.
Sonrió al ver eso y prosiguió.
-Pensé que en lo que dura el trimestre podría vivir aquí con nosotros, no sé qué les parece la opción... -habló Goku esperando su reacción.
Las dos chicas se miraron entre sí.
-Yo no tengo problema... si has decidido eso es porque ella es importante para ti -declaró la Himejima sonriendo- Y además... es tu casa.
Suzaku no era una chica celosa o insegura. Sabía que Goku la amaba y que nadie podría arrebatarle eso, así que no se preocupaba.
Pero claro, en el caso de Tsubaki...
-Aika es muy importante para mí, fui yo quien prometió estar a su lado para que no estuviera sola -declaró Goku antes de que ella hablara.
Tras oír aquello, Tsubaki observó a Aika, quien temerosa desvió la mirada posando sus ojos en el suelo evitando así cualquier contacto visual.
"Estar sola"
Tsubaki conocía bien esa sensación, toda su vida fue así desde que perdió a su abuela hasta que conoció a Sona y tiempo después a Goku.
La soledad era algo que no deseaba a nadie, y esta chica frente a ella parecía haber estado sufriendo por ello, pero quería cerciorarse...
-¿Y tus padres? -le preguntó Tsubaki.
Goku iba a responderla pero Aika negó.
Ella misma quería responder.
-Ellos... murieron hace un tiempo, cuidé de mi hermana pequeña hasta que hace unos días mi hermana mayor se la llevó consigo -contestó.
"Así que, está sola"- pensó Tsubaki, recordaba haber leído el expediente de Aika en el consejo y era tal cual había dicho ella. Y sí, estaba sola...
Ahora ya entendía porqué Goku había decidido acogerla, su amado era alguien de buen corazón después de todo. Con eso, despejó sus dudas.
-Bien, puedes quedarte aquí -Tsubaki respondió por fin con una ligera sonrisa- Aunque la casa se nos está quedando algo pequeña a este ritmo.
-¡M-muchas gracias! ¡P-prometo que no seré una molestia! -exclamó Aika felizmente haciendo una reverencia como gesto de gran agradecimiento.
Goku sonrió, se sentía sumamente feliz por el hecho de que había podido ayudar a Aika y porque sus dos novias habían lo aceptado.
-¿Qué tal si me echas una mano en la cocina? -preguntó Suzaku con una sonrisa y Aika asintió alegremente yendo a ayudar en lo que podía.
-Bien, ustedes sigan cocinando que Goku y yo tenemos que hablar de algo importante -profirió Tsubaki dejando algo confundido al azabache.
-¿Hablar de qu...? -iba a preguntar el joven pero entonces Tsubaki le tiró del oído llevándole hacia la habitación- ¡Auch! ¡O-oye eso duele Tsubaki!
En cuanto entraron Tsubaki cerró la puerta con seguro y dejó libre a Goku, quien se frotó la oreja con lágrimas cómicas bajo sus ojos oscuros.
-¡¿No sabes que eso duele?! -exclamó un chibi Goku señalándola con el dedo acusatorio y notó que Tsubaki se sonrojó de la nada- ¿Qué pasa?
-T-tú... d-debemos hablar sobre cuándo es adecuado que m-me b-beses -habló Tsubaki cruzando ambos brazos bajo sus pechos.
-¿Y eso? -preguntó Goku sin entender.
-¿C-cómo que 'y eso'? ¡M-me b-besaste frente a Kaichou! -le recriminó Tsubaki con vergüenza y el chico sonrió despreocupado al escuchar eso.
-Aah, bueno... sólo quería besarte y ya, no lo pensé demasiado realmente -respondió Goku con las manos descansando bajo su nuca.
-P-por eso, no puedes ir por ahí besándome en cualquier lugar, tienes q... -Tsubaki no pudo darle término a tales palabras y su rostro se sonrojó.
Tsubaki se sonrojó al ver que Goku se había quitado la camisa de repente. Claro, no era la primera vez que le veía de esa forma, pero...
-Perdón, es que hacía calor -se disculpó Goku dejando su camisa sobre la cama- ¿Qué decías?
-T-te e-estaba diciendo que... n-no puedes ir por ahí besándome -prosiguió la chica pero entonces Goku acercó su rostro al de ella repentinamente.
-¿Y por qué no? Se supone que eres mi novia... -contestó Goku ladeando la cabeza sin entender- Si quiero besarte, lo hago y ya, tal como ahora.
Antes de que Tsubaki pudiera proferir algo sus labios fueron sellados por los de su amado en un beso feroz y su lengua fue reclamada por Goku.
Tsubaki gimió extasiada al sentir la lengua del chico y su lascivia se acrecentó cuando Goku la empujó contra la pared salvaje y bruscamente.
-L-lo e-estás haciendo a propósito... ¿verdad? -preguntó Tsubaki entre gemidos mientras Goku le besaba el cuello, ignorando así su pregunta.
Las manos de Goku alcanzaron sus grandes senos y comenzaron a masajearlos, haciendo que Tsubaki alcanzara el paraíso del éxtasis.
Nunca se cansaría de esto.
-¿Q-quieres q-que lo hagamos? -Tsubaki le miró a los ojos, necesitaba estar segura de eso antes de que su cuerpo fuera dominado por el deseo.
-Hace ya tiempo que no lo hacemos... -contestó Goku con una pequeña sonrisa, es que realmente no había tenido nada de tiempo libre estos días.
Necesitaba liberar todo su estrés.
-Vale, e-está b-bien -Tsubaki asintió sonrojada y empezó a desvestirse rápidamente, comenzando a retirar los botones de su camisa uno por uno...
Pero Goku no fue tan paciente y la echó sobre la cama. Tsubaki tembló de excitación al ver que su amado se acercaba a ella con ojos hambrientos.
"¡Hey! ¡Ya está la comida!"
Tsubaki abrió sus ojos al oír la voz de Suzaku, que además estaba tocando la puerta. Y toda la emoción del momento, se disipó como el aire.
-Ugh, supongo que tenemos que ir a comer -habló Goku rascando su nuca y cogiendo la camisa se vistió velozmente- ¿No vienes?
-Sí... ya voy -Tsubaki contestó sin ánimos y se abrochó la camisa, en verdad le habría gustado disfrutar con Goku de este pequeño momento.
Pero lamentablemente no fue así.
Mientras estaba perdida en sus pensamientos Goku aprovechó y le dio un beso rápido, pudo ver el desánimo en los ojos dispares de su amada.
-Esto no se quedará así Tsubaki... prometo que seguiremos en otro momento -declaró Goku con una sonrisa y Tsubaki asintió más confortada.
Ambos se levantaron de la cama y fue Goku quien abrió la puerta, viendo que Suzaku y Aika estaban sentadas en el sofá esperándoles.
-¿Qué estaban haciendo? -les preguntó la Himejima con curiosidad, tenía una pequeña sospecha pero sonaba un poco disparatado.
-Oh, le estaba recordando a Goku que cuando ganó el Rating Game la familia Gremory le regaló una mansión en las afueras -pretextó Tsubaki.
Esa sí que fue una maravillosa jugada.
-¿Es eso cierto? -inquirió Suzaku atónita.
-Sí, pero al decir verdad todavía no he ido a verla... estoy bien en esta casa -contestó Goku encogiéndose de hombros con una sonrisa.
-Siempre tan sencillo, pero no estaría mal vivir en otro sitio -comentó Suzaku con una sonrisa y Tsubaki asintió ante sus palabras, apoyándola.
-Ya veremos... por cierto, Rias-senpai nos ha invitado a la piscina -declaró a su vez el chico comiendo su Taiyaki junto a algunos Onigiri.
-Genial, hace años que no voy a ninguna -habló Suzaku con una sonrisa jovial- Tendríamos que ir a por trajes de baño en algún centro comercial...
-Bien, ¿vendrás con nosotras Kiryuu-san? -preguntó Tsubaki mirando a Aika, que había estado callada desde entonces viéndoles.
-¿Ah? S-sí, s-será un gran honor vicepresidenta -respondió Aika saliendo de su anonadamiento y Goku la miró un tanto patidifuso por su actitud.
Normalmente Aika no solia ser tan callada.
-Mientras estamos aquí no son necesarios los honoríficos, no te preocupes... -aconsejó Tsubaki observando que Aika estaba sumamente tensa.
Aika asintió lentamente comiendo su Onigiri, para ella esto estaba resultando bastante nuevo y necesitaba un breve tiempo de adaptación.
"Se ven bastante felices... teniéndolas a ellas Goku-kun no necesita a alguien como yo"- pensó Aika resignándose a su destino insoslayable.
Goku la miró pensativo, y siguió comiendo.