Capítulo 61 – Despedida

Conversé con Daniel sobre mis aventuras con Julia y como llegamos a ser una pareja. Eso me recordaba que aún no habíamos formalizado lo nuestro por lo que hice una nota mental de hacerlo. El me conto en detalle que estuvo huyendo casi todo el tiempo al principio. No fue hasta que se vio acorralado que tuvo que matar a su primera criatura que fue una especie de hombre perro. Hasta la fecha me había encontrados con ellos por lo que naturalmente no sabía su nombre.

El nivel de Daniel es tres ahora mismo y su clase es Rey bárbaro (Leyenda) sentía que le asentaba esa clase por lo que no dije nada y le comenté mi novel y clase.

Daniel: ¡Eres nivel 6! ¡Eso es una locura! ¡Tuve que matar mucho para llegar al nivel 3!

Debido a la insistencia de Daniel me vi obligado a realizar una sesión de sparring por lo que subimos a la azotea. Estábamos listos para empezar la luz de la luna iluminaba todo el campo de visión por lo que no tenía ventaja al usar visión nocturna. Me puse en posición de escuadra ya que era una pelea a puño limpio. Daniel hizo lo mismo acercándose lentamente a mí. Los dos íbamos con frecuencia al mismo gimnasio por lo que terminábamos haciendo sparring a menudo. Esta no era nuestra primera pelea. Daniel fue el primero en dar el primer golpe. Era resto y básico por lo que me permitió esquivas y mover mi cuerpo realizando un uppercut. Me aleje un poco con mi juego de pies y aproveche el desbalance de Daniel realizando un juego de puños en cara sin darle oportunidad a restablecerse. Sin embargo, subestime su tenacidad. Daniel no caía y en su lugar empezó a mandar golpes mientras era golpeado obligándome a separarme.

Daniel: Tu velocidad es increíble. Me cuesta mucho reaccionar a tus golpes. Cambiare de estilo prepárate.

Daniel se acercó a mí con una nueva postura. Daniel era alguien físicamente muy activo por lo que había practicado múltiples artes marciales una de ellas era el muay thai. Sus manos ya se movían mucho más rápido y ahora tenía que cuidarme de sus piernas, rodillas, codos y puños por lo que era algo peligroso. No por nada se conocía al Muay Thai como un arte marcial mortal y peligrosa.

El Muay Thai fue creado en Tailandia con el único objetivo de matar a sus agresores en tiempo de guerra. Por lo que se convirtió en un deporte nacional en dicho país. Como se centra en el combate cuerpo a cuerpo y sus posturas son más flexibles costaba mucho acércame a Daniel sin darle una oportunidad perfecta para golpearme. Aun así, solo tenía que esperar una oportunidad. Realice un jab que iba directo a su barbilla. Daniel se agacho y se coló al otro lado de mi puño muy rápidamente. Intentado romper mi defensa dirigió un golpe a guardia rota. Aún tenía un brazo libre por lo que bloque su golpe desviándolo a un lado mientras recuperaba el otro que ya había terminado su rango de movimiento. Lo bueno de realizar un Jab radica en que es un golpe que se ultiza para medir el espacio entre los oponentes por lo que no metí mucha fuerza permitiéndome recuperarlo casi al instante. A mitad del camino golpee su espalda expuesta con el codo. Esto causo que se agachara momento que no desperdicie y con mi rodilla impactó su estómago. Daniel no era el único que conocía el Muay Thai.

La boca de Daniel se abrió y saliva salió de su boca. La pelea no duro de cinco minutos y no había necesidad de llevarla más lejos por lo que nos detuvimos y fuimos a comer algo. Cuando baje a la sala de emergencia Diana, Julia, Melissa, Alejandra y Claudia estaban esperándonos. Kitty dormía en una de las camillas.

Julia: Sonia quiere que vayamos al lobby tiene algo que decirnos. Pidió que todos fuéramos.

Escuchando sus palabras no se me ocurrió nada para que necesitara la asistencia de todos. Esto se me hizo un poco raro, pero aun así no dudo de Sonia. Ella había hecho mucho por Melissa y no parecía que fuera alguien fría y calculadora para tramar algo en nuestra contra.

Nos dirigimos al lobby todos en grupos. Cuando llegamos había una multitud mirándonos expectantes.

¡Sorpresa!

Todos gritaron a la vez haciendo que nos sorprendiéramos. Sonia dio un paso adelante explicándonos toda la situación. Resulta que los habitantes del refugio se enteraron de nuestra partida y estaban agradecidos con nosotros por ayudarlos con la comida por un tiempo. Sentía calidez por esta acción que hicieron.

María: Preparamos una pequeña comida para despedirlos. No es mucho, pero espero lo disfruten.

María nos entregó un plato de comida muy básico. Consistía en arroz blanco y frejoles enlatados. Antes de todo este problema esto se podía considerar como una comida escasa pero ahora en estos tiempos era como un festín.

Julia, Alejandra y Melissa miraban sus platos con algo de pesar. Ellos estaban comiendo bien todos los días con carne en sus platos. En cambio, los demás tenían que comer incluso menos que esto. Por otro lado, Claudia y Daniel devoraron el plato sin decir ni una sola palabra. La reacción de Daniel fue incluso muy exagerada por las lágrimas de felicidad que caían por su rostro mientras se atoraba con el arroz.

Leo: *Suspirar

María: ¿Qué pasó? ¿No te gustó?

Mire a Julia y Melissa que me miraban de forma expectante esperando que hiciera algo con esta situación. Si nos fuéramos sería extremadamente difícil para ellos recolectar comida, posiblemente esta sea nuestra última reunión.

Leo: No, no es eso. Esperen aquí un momento.

Le entregué el plato a María y salí del lobby por un momento. En el pasillo saque un jabalí el cual arrastre al lobby. Todos se sorprendieron a ver a este monstruo que solo podían ver de lejos. Ahora sabían que la carne de bestia era comestible gracias a Mario que se encargó de esparcir la noticia.

Sonia: ¿Qué significa esto?

Leo: Considerar como un donativo. No es una buena fiesta si no hay carne.

Mario: JAJAJA. ¡Bien dicho hermano!

Mario sostenía su cuchillo mientras una cascada de saliva salía de su boca.

Leo: Sería más convincente si no estuvieras babeando como un perro.

Sin importarle mis palabras Mario corto diestramente el jabalí separando cada trozo a la perfección. Se había vuelto mucho más hábil que la última vez que lo vi.

En un rincón del lobby una niña estaba llorando en silencio mientras me veía a mí y a Melissa.