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Ciclo Terrenal

La luz matutina se filtraba suavemente a través de la ventana, bañando la habitación en un cálido resplandor. Zarek, aún adormecido, sintió el suave roce del viento en su cabello, como si una mano gentil lo acariciara. El olor familiar de lavanda y bergamota llenó sus fosas nasales, transportándolo a un lugar de tranquilidad.

Al abrir los ojos, se encontró con el rostro sereno de Nisha, su mirada cálida y atenta fijada en él. Su cabello rojo como la sangre caía en suaves ondas sobre sus hombros, y una sonrisa leve curvaba sus labios.

"Buenos días, Zarek"

Susurró Nisha, su voz suave como la brisa.

Zarek parpadeó, aún desorientado por el sueño. Su mente comenzó a recordar los eventos del día anterior, la intensa sesión de entrenamiento con el androide y el agotamiento que lo había consumido.

"¿Qué hora es?"

Preguntó Zarek, su voz ronca por el sueño.

Nisha se sentó en el borde de la cama, su proximidad haciendo que Zarek se sintiera más despierto. Tal vez fue por la sorpresa de encontrarla en su habitación.

"Es temprano, puedes descansar otro poco si deseas."

Zarek se incorporó, su cuerpo aún dolorido por los golpes del día anterior. Como si su sentido común por fin volviera, miro a Nisha con una expresión aturdida en su rostro.

"¿Como entraste?"

Ignorando sus palabras y extraña mirada, Nisha se acercó un poco más y extendió su mano para tocar su rostro.

"¿Aún te duele?"

Su voz era delicada y transmitía preocupación y un débil sentimiento de tristeza, como si no soportará su situación.

"¿Como sabías que está es mi habitación?"

Sin embargo, Zarek se alejo con las sábanas muy pegadas a su cuerpo, le dirigió una mirada desconfianda a Nisha y palpeo su cuerpo con rapidez.

"Dios, no fui tomado por esta joven, ¿verdad? ¿Aún podré casarme?"

Zarek parecia haber entrado en un frenesí de locura mientras inspeccionaba su cuerpo, sus murmullos solo provocaban un fuerte sonrojo en el rostro de Nisha.

"¿Quien demonios se casaría contigo?"

Como si esperara está reacción, los ojos de Zarek resplandecieron con un brillo travieso mientras se lamía los labios.

"Haz tomado mi pureza, y aún así te rehusas a tomar la responsabilidad... Solo jugaste conmigo."

Zarek puso cara de cachorro abandonado y le dió una mirada a Nisha con ojos tristes y brumosos, como si pudiera caer en llanto profundo en cuestión de segundos.

"¿Crees que esos trucos funcionarán conmigo? No me conoces lo suficiente."

Pero Zarek fue interrumpido rápidamente por Nisha, le dió una mirada graciosa y se acercó gateando sobre la cama hacia Zarek.

"Aún no he tomado nada de ti, pero podría hacerlo ahora sí tanto quieres que tome la responsabilidad."

Su voz bajo en varios tonos hasta que sonó como un suave susurro, era atractivo y seductor, como el de una joven amante susurrando sus deseos más frágiles.

Mirando la figura actual de Nisha, escuchando sus susurros provocativos y notando como su pecho se asomaba por su blusa, Zarek trago saliva y se quedó aturdido por un instante, mirando sus largas piernas desnudas, pero rápidamente, se recompuso y puso una pequeña sonrisa en su rostro.

"Toma todo de mi, estoy seguro que quedarás fascinada."

Pensando internamente, Zarek quiso aprovechar la oportunidad y jugar su suerte con Nisha, aunque era consciente que esto era probablemente un acto, bien podría actuar como un hombre y no dejarse atrapar con la guardia abajo, tal como sucedió en su último encuentro.

"¿Hmm? Eso ya lo veremos, cariño~"

La sonrisa seductora en el rostro de Nisha se volvió más pronunciada, se acercó a pocos centímetros de Zarek y le dió una mirada divertida. Acto seguido, la mandíbula de Zarek casi cayó al suelo. Nisha hizo un movimiento suave con sus manos, paso sus dedos por sus pechos y soltó uno de los botones de su blusa.

Nisha se mantuvo mirando fijamente a Zarek durante todo este tiempo, como si tratara de ver por completo sus pensamientos internos. Pero para su sorpresa, Zarek hizo un rápido movimiento y la acercó a su pecho, la sujeto con fuerza sobre su espalda y cadera baja, con movimientos lentos pero sutiles sobre dichas zonas.

"Ya que tanto lo quieres, te lo daré..."

El susurro de Zarek en las orejas de Nisha sonó como el susurro de un diablo perverso, el tipo de demonio que causaba la perdición de las jovencitas inocentes. Nisha cayó en estado de shock, en ese instante, sintió su mente en blanco, no había ningún pensamiento que logrará dominar sobre su mente, tal como lo hacía ese susurro provocador.

"¿Lo quieres?"

Zarek susurro suavemente, y al notar que Nisha no se resistía, empezó a explorar con sus manos todo el cuerpo de Nisha.

"¿Que están haciendo?"

Una voz fría y aguda saco a ambos jóvenes de su ensoñación, Zarek escondió sus manos rápidamente y Nisha retrocedió unos pasos mientras ocultaba su rostro entre sus manos. Mirando en dirección de la puerta, Zarek vio a un joven que le dirigía una mirada fría y penetrante, como si estuviera a punto de lanzarse en un intento por matarlo.

"Estaba revisando sus lesiones, parece que la droga hizo efecto más rápido de lo que pensábamos."

Nisha volvió a su expresión casual y hablo como si no hubiera pasado nada, le dirigió una pequeña mirada de advertencia a Zarek, luego se giro y hablo con total calma frente al joven que parecia estar a punto de estallar en locura en cualquier segundo.

"Puedes volver a tu dormitorio."

El joven se quedó totalmente sin palabras, claramente había visto a Zarek tocar el trasero de Nisha mientras ella se recostaba en su pecho. Nunca había visto a Nisha en tal situación, diablos, ella ni siquiera lo dejaba tocar una esquina de su ropa.

"Pero-"

"Puedes volver a tu habitación."

El joven intento hablar con fuerza, pero Nisha lo interrumpió con frialdad y le dirigió una mirada aún más helada, como si realmente estuviera acabando con la paciencia de la joven princesa.

"Por tu seguridad, esperaré afuera."

El joven se dió una vuelta rápidamente y salió de la habitación sin siquiera terminar sus palabras por completo. Nisha y Zarek se quedaron mirándose fijamente después de que el joven salió.

"Podemos continuar dónde lo dejamos."

El primero en romper el silencio fue Zarek, le dirigió una sonrisa confiada a Nisha y extendió sus brazos como si esperara a que ella saltara.

"Pfft, claro, cariño, te daré todo lo que quieras."

Con una risa contenida en sus hermosos labios, Nisha miro a Zarek y salto sobre Zarek con una pequeña risita divertida. Zarek sonrió de oreja a oreja, se sentía como en el cielo y su anterior expresión tensa se relajo, abrió por completo sus defensas ante la caída de Nisha y espero su suave aterrizaje con emoción y anticipación.

Eeeeek!

Zarek sintió que sus huesos y órganos internos crujían mientras todo el aire en sus pulmones era expulsado con fuerza.

"¿Que pasa, cariño? Pensé que querías continuar."

De pie sobre el, el rostro de Nisha era oscuro mientras una sonrisa retorcida decoraba su bello rostro. Zarek, que se sentía asfixiado, trato de hablar con urgencia, pero su rostro se contrajo de más dolor cuando sintió otro salto proveniente de Nisha.

"Vamos cariño, pensé que podía tomar todo de ti, ¿Porqué primero no tomo tu vida?"

El rostro de Zarek se volvió tan rojo como un tomate, su expresión de urgencia se volvía más real ante los ojos de Nisha y no pudo evitar que la preocupación inundara sus pensamientos.

"No puede ser, ¿Quizás abrí alguna de sus heridas?"

La voz de Nisha estaba cargada de culpa y preocupación, bajo su cuerpo de Zarek y trato de presionar con fuerza el pecho de Zarek tratando de producir aire en sus pulmones. Pero después de un tiempo, el tono de Zarek cambio de rojo a morado y su expresión de urgencia parecía suavizarse en un sueño etereo.

"¡Demonios!"

Como si tomara toda la fuerza de su cuerpo llegar a una decisión, Nisha se inclino y se acercó rápidamente a los labios de Zarek, pero fue detenida por unos fuertes brazos que la rodeban por completo. Siendo tomada por sorpresa nuevamente, Nisha se quedó viendo los ojos sonrientes de Zarek, con su rostro a escasos centímetros del suyo.

"Niña mala."

La voz diabólica y seductora volvió a susurrar en la mente de Nisha, se quedó congelada pero fue despertada rápidamente por un pellizco en su trasero. En ese instante, la puerta volvió a crujir, y volvió a resonar esa molesta voz en los oidos de Zarek.

"El señor Erick ha pedido tu presencia en la proxi..."

La voz se hacía más débil con cada letra pronunciada, hasta que se detuvo por completo. El joven estaba estupefacto en su lugar, nuevamente, vio como Nisha era atrapada en las manos de ese sinvergüenza, pero está vez, no solo tenía una mano en su trasero, también parecía estar pellizcando, y mirando más hacia arriba, Zarek y Nisha estaban a escasos centímetros de su rostro, como si se hubieran estado besando.

La mente de Zarek sintió un extraño deja vu, vio como Nisha se levantaba con sus manos cubriendo su rostro sonrojado, y en un segundo, toda su expresión cambio y le dirigio una mirada indiferente al joven.

"Dile que lo veré mañana, hoy estoy ocupada."

"Pero-"

"Dile que lo veré mañana."

Zarek sintió divertida está situación, realmente parecían una joven dama de alto estatus que estaba tratando de entrenar a su perro guardian.

Está vez, el joven no le dijo ninguna palabra adicional a Nisha, giro su mirada hacia Zarek y le hizo una mueca de total disgusto.

Cuando el joven salió nuevamente de la habitación, está vez ambos pudieron escuchar un pequeño grito frustrado antes de escuchar la puerta principal.

"Parece que el niño por fin se fue de casa, ahora papá y mamá podrán seguir jugando."

Nisha sintió dolor de cabeza, realmente había conocido a alguien más desvergonzado que ella, era incapaz de entender como funcionaba el cerebro de Zarek.

"Te mataré si le cuentas a alguien."

Nisha se giro y le dió una mirada de absoluta muerte a Zarek.

"Eres toda una tsundere, cariño."

Zarek asintió con un rostro recto y confiable, pero sus palabras claramente decían todo lo contrario a su actitud.

Nisha no respondió, solo se quedó mirando fijamente a Zarek y volvió a sentarse en la cama.

"¿Porque terminaste en ese estado?."

El rostro de Zarek se volvió serio al instante, dudo durante unos segundos y finalmente le contó todo lo sucedido a Nisha, aunque claro, sin mencionar el problema en su cuerpo.

"Ahora dime, ¿Como entraste a mi habitación?."

Zarek no recordaba cambiar información de contacto con Nisha, ni tampoco haberle dado su número de habitación, era obvia la curiosidad de Zarek.

"Mi profesor me envió a buscarte, dijo que estabas faltando mucho a clases, tu maestro está enojado."

Después de escuchar la historia de Zarek, Nisha sonrió divertida y después de responder a la pregunta, su rostro se quedó congelado por un segundo, al igual que el de Zarek.

"Nisha, dime, ¿Que día es hoy?."

Con cada palabra, más sombrío se volvía el rostro de Zarek.

"Jueves."

Una respuesta simple y directa, pero que dejaron aturdido a Zarek por un instante.

"¿Que demonios? Estuve en coma por ocho días..."

'No fueron ocho días, fueron quince.'

En su mente, la voz de Lilith resonó y solo provocó más shock en Zarek.

"Deberías tener más cuidado con tu entrenamiento, no es bueno forzar tu cuerpo de esa manera."

Nisha le dió un último vistazo a Zarek antes de levantarse, unos minutos después, volvió con comida. Sin siquiera tener la mínima pizca de vergüenza, Zarek pidió a Nisha que lo alimentará, todo mientras le daba una mirada lastimera.

Un tiempo después, Zarek despidió a Nisha, no sin antes intercambiar información de contacto, pero por palabras de Nisha, solo podra contactarla en caso de que suceda alguna emergencia.

Zarek volvió a su habitación y se sentó en su cama, calmo su respiración y comenzó a practicar Ryujin Zero. Ya había inspeccionado su cuerpo, todas sus heridas estaban curadas y su condición era óptima.

Con respecto a la razón de su extraño estado de coma, ni siquiera Lilith pudo darle una respuesta, no sabía que pudo ocasionar ese suceso, por lo que decidió dejar de pensar en ello.

Sin embargo, para sorpresa de Zarek, después de unos minutos de práctica, el remolino en su cuerpo giro de manera natural sin siquiera su ayuda.

"¡Éxito!"

Boom!

Sin ninguna advertencia, una explosión ahogada sonó en el interior de su cuerpo, Zarek sintió una oleada de euforia que recorrió su cuerpo, como si su sangre hubiera sido reemplazada por un elixir ardiente. El remolino en su plexo solar parecía cantar, vibrando con una frecuencia que resonaba en cada célula de su ser.

Por un instante, la habitación desapareció, y solo existió la sensación de expansión, de crecimiento. Zarek sintió que podía alcanzar más allá de sus límites, que su potencial se había desatado.

Una sonrisa se dibujó en su rostro, sin que él lo pretendiera. Era como si hubiera descubierto un secreto que cambiaba todo. En ese momento, comprendió por qué algunos buscaban la fuerza a cualquier precio.

No era solo por el poder o la supervivencia; era por esta sensación de vivir más intensamente, de sentir que cada momento era una promesa de algo más. Zarek supo que nunca podría regresar a ser el mismo, que había probado el sabor de la fuerza real.

Y quería más.

'Felicidades, acabas de dar tu primer paso en los ciclos de resonancia.'

Está vez, aunque no tenía ningún tipo de emoción, la anterior frialdad que contenía la voz de Lilith había desaparecido.

Zarek se levantó con una gran sonrisa en su rostro. Todo a su alrededor había cambiado, cuando completo la sincronización con Lilith sintió un cambio sustancial con su antiguo yo, pero en comparación con este instante, esos cambios eran como un juego de niños.

El remolino de Zarek ya se había formado permanentemente, ahora tenía un diámetro de cincuenta y ocho centímetros. Aunque no era un gran cambio a los ojos de los demás, para Zarek si que lo fue.

En el libro, se explica que entre mas pequeño sea el remolino mejor será el control sobre el Aetherion. Cuando Zarek formó por primera vez el remolino, tenia un diámetro de sesenta centímetros, aunque dos centímetros de diferencia no podrían ser muchos, en el libro se explica que la diferencia de cada cambio es como la diferencia de la luna a las estrellas.

La emoción y anticipación eran obvias en Zarek, aunque estaba tentado a continuar su entrenamiento y tratar de pasar al siguiente nivel, por recomendación de Lilith, decidió no hacerlo. En su lugar, Zarek ingreso a la sala de entrenamiento, le dedico una mirada a el androide que se encontraba en la distancia pero al instante volvió su atención a todas las máquinas de entrenamiento en la sala.

"Es hora de crear una rutina."

El resto del día Zarek estuvo haciendo diferentes tipos ejercicios, la diferencia en su fuerza era clara para la vista, y después de algunas pruebas, pudo asegurar que su fuerza excedia los 100 kg.

Al siguiente día, Zarek asistio con un temor indescriptible al salón de clases. Diana probablemente estaba muy enojada con el, y al entrar, Zarek asintió al notar que no estaba equivocado.

"Por fin nos honras con tu presencia."

Como de costumbre, Diana se encontraba sentada en su escritorio mientras leía un libro. Zarek sintió temblar su corazón y todo su cuerpo sudo frío. Mirando de un lado a otro por el salón, Zarek noto que era el primero en llegar, lo que ayudó un poco a su mente para resistir lo que se aproximaba.

"Lo siento, maestra, tuve un pequeño accidente y no pude asistir."

Cuando Zarek estaba esperando el peor castigo, quedo sorprendido por la reacción de Diana. Ella realmente no le dijo nada más, solo señaló su asiento y aunque fue casi imperceptible, Zarek creyó ver una delicada sonrisa en su rostro.

"Felicidades por ingresar al Ciclo Terrenal."

Cuando tomo asiento, Zarek sonrió al escuchar a Diana, que continuaba leyendo un libro.