—Está bien, eso es suficiente por ahora. Puedes descansar —dijo Astaria.
Al escuchar esas palabras, Nux, que apenas se mantenía de pie y cuyo cuerpo entero temblaba, exhaló profundamente y rápidamente perdió todas sus fuerzas al caer al suelo.
—Haaahh... haaahhh... haaahhh...
Jadeaba pesadamente mientras yacía en el suelo.
Todo su cuerpo estaba empapado de sudor, sus antebrazos, los cuales había usado para bloquear la mayoría de los golpes de Astaria... sentía como si se fueran a romper en el momento en que los levantara.
No solo eso, sus piernas temblaban, y para ser honesto, ni siquiera podía sentirlos correctamente, era un milagro que todavía pudiera mantenerse de pie.
2 horas...
Luchó durante 2 horas seguidas...
Todo su cuerpo le dolía, su respiración era un desastre, y en general, estaba en malas condiciones.
¿Y esa mujer monstruosa?
Aparte de esas gotas de sudor en su frente, ni siquiera parecía que se hubiera movido.
...
Nux no sabía qué decir cuando la veía así.
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