—¡Ughhhh! ¡Estoy corriéndome otra vez! —Thyra, que todavía tenía la niebla negra cubriendo sus ojos, sintió como el hermanito de Nux se movía fuera de su cueva, luego, escuchó sus pasos y se dio cuenta de que él caminaba hacia ella.
Luego, un fuerte olor asaltó su nariz; no necesitaba pensar para saber qué era.
*Sniff* *Sniff*
Aspiró aún más y movió su cara hacia la polla de Nux.
Sin embargo, de repente, la Niebla alrededor de sus ojos desapareció.
Thyra frunció el ceño, pero antes de que pudiera decir algo, escuchó la voz de Nux.
—Mira al espejo de la realidad, Thyra.
Entonces Thyra se volvió hacia el espejo y sus ojos se abrieron de sorpresa.
Su cara estaba completamente roja, estaba respirando pesadamente, su baba salía de su boca, su pelo estaba desordenado y había una sonrisa tonta en su rostro.
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