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Capitulo 27: La calma antes de la tormenta

Mientras los dioses llenos de frustración regresan a su reino, los Titanes se refugian en el escondite de Nix. El cual es un lugar ubicado en los límites del omniverso y del reino de los dioses. Al llegar Kreiken se percata que están en un Lugar sumamente colosal en el interior. Pues está repleto de miles de millones de islas flotantes que se pierden en el horizonte, las nubes también decoran el majestuoso lugar, los arcoíris le dan ese toque resplandeciente.

Kreiken:

—¡No puede ser! Este lugar es bello y hermoso!

Neyel:

—¿Cómo es que pudiste permanecer aquí tanto tiempo?

Nix:

—Al estar tan cerca del reino de los dioses, me permitió sobrevivir muchísimo tiempo, ya sabes quédate cerca de tu enemigo y vas a sobrevivir.

En eso Feral grita de dolor Jalber y Quizagui tratan de calmarlo, pero Nix usa su poder para sanarlo, haciendo que esté se calme.

Quizagui:

—¿Qué fue lo que le sucedió?

Delfos:

—Su poder es demasiado grande, y el todavía no está acostumbrado.

Neyel:

—¡No puede ser justo cuando pensé que tendríamos una oportunidad volvimos dónde comenzamos!

Neyel llora mientras Quizagui la consuela, en eso Hermes dice:

—Aken me está llamando creo que necesita mi ayuda.

Nix:

—Anda búscalo, en éstos momentos debemos estar juntos.

Hermes va y luego regresa una gran nave del tamaño de un planeta, todos se alertan pero Delfos los invita a guardar la calma. La gran nave se posa en una gran Isla y de está  sale una nave más pequeña. La nave llega hasta donde están todos los Titanes, todos menos Delfos están impaciente por ver quién a llegado a los dominios de Nix.

La nave habré su escotilla y de está salen Hermes, Aken y Maydeth

Aken:

—Saludos mis hermanos, le presento a Maydeth la presidenta de la mancomunidad.

Nix:

—¿Por qué la has traído hasta aquí?

Maydeth:

—Se que mi presencia no es bienvenida, pero creo que juntos podemos ayudarnos.

Jalber:

—¿Qué te hace creer que te necesitamos?

Maydeth:

—Por ordenes de las diosas Yami y María, mi pueblo construyo esa nave.

Señalando a la gran nave donde vino.

—Se llama lazaro, en ella están las armas más poderosas jamás creadas por los mortales, Los Sesoidatam.

Neyel:

—¿Y eso que es?

Aken:

—Son grandes mecas como de cien metros de altura, están impulsados por un motor de energía divina.

Jalber:

—¿Qué? ¿Y eso existe?

Maydeth:

—Si fue gracias a las diosas que pudimos incorporarlo a los mecas, su potencial es ilimitado, son capaces de enfrentar a un dios.

Jalber:

—¿Y los has probado?

Maydeth:

—¡No!

Jalber:

—¿Cómo sabes que pueden enfrentar a un dios?

Maydeth:

—Estoy segura de eso.

Jalber:

—Patrañas.

Nix:

—¿Cuántos son?

Aken:

—Son cien

Kreiken:

—Eso quiere decir que tenemos un ejército y también estamos nosotros.

Quizagui:

—Ya va, ¿Qué estás queriendo decir?

Kreiken:

—Vamos a atacar el reino de los dioses.

Todos se ve las caras en eso Feral con voz de cansancio dice:

—Yo quiero ir…

Neyel:

—Feral descansa…

Feral con mucho esfuerzo se levanta y dice:

—¡No¡  ¡Ya estoy cansado de esperar!  Alguien tiene que enseñarle a los dioses que no somos su marionetas,  María y Yami nos  manipularon para que llegara este momento, pero no controlarán el resultado, esté es nuestro momento, esta es nuestra oportunidad de alzarnos sobre ellos y decirles ya basta, vamos a atacar el reino de los dioses, derrotaremos al inquisidor, y demostremos a los dioses que los dioses también se arrodillan, ellos dicen ser los más poderosos, pero ¿Quiénes son los más poderosos? Si ellos necesitan de nosotros, la creación  existe para que los mortales vivamos en ella, entonces nosotros hoy decidiremos de que manera vamos a vivir…

Todos los presentes quedan impactados por las palabras de Feral, Jalber por su parte dice:

—Si sabes que todos los dioses nos estarán esperando, ¿Qué tienes en mente?

Feral:

—Estoy seguro que María y Yami no son las únicas diosas que están  contra del Inquisidor, me atrevo a decir que es posible que algunos nos apoyen, y si vencemos al Inquisidor entonces está lucha se habrá acabado…

Nix:

—Este lugar está muy cerca del reino de los dioses, por lo que una movilización hasta allá será fácil.

Jalber:

—Me parece bien pero antes Feral puedo hablar contigo a solas.

Aken:

—¡Oye! Y ¿Por qué a solas?

Feral:

—No se preocupen, preparen todo, cuando estemos listos partiremos.

Feral y Jalber se van mientras que Quizagui dice:

—¿Y a hora el es nuestro líder?

Jalber se lleva a Feral a otra Isla y al llegar Feral dice:

—A hora si dime qué es lo que quieres decirme:

Jalber:

—Feral cuando te volviste un dios tu poder alcanzó niveles nunca antes vistos, pero no fuiste capaz de mantener ese poder y perdiste.

Feral:

—Yo me sentía tan poderoso, pero supongo que no imaginé cuanto daño le haría a mi cuerpo.

Jalber:

—Yo puedo enseñarte…

Feral:

—¿Enserio? ¿Cómo?

Jalber:

—Feral, cuando los Titanes fueron derrotados por los dioses, aniquilaron a todos menos a Memo fue el único que sobrevivió entonces ellos lo encerraron. Luego pasaron los ciclos y el selló se fue debilitando hasta que por fin el escapó y creo una nueva generación de Titanes, fue en ese tiempo que nacimos nosotros, el necesitaba  que nosotros fuéramos más poderosos que los dioses, pero para albergar tanto poder necesitaría también que fuéramos más resistentes.

Jalber hace resplandecer su aura de poder y dice:

—Mi energía es Anti divina, en otras palabras yo mato dioses, pero si no tengo cuidado este poder también me matará a mi, a hora. Trata de convertirte una vez más en un dios.

Feral recuerda la sensación que lo llevo a esa transformación, una sensación de tranquilidad, con un toque de esperanza y de fe. Feral habré sus siete sentidos y luego sus siete puntos energéticos y una vez más se transforma en dios, todo el dominio de Nix tiembla y Jalber pregunta:

—¿Cómo te sientes?

Feral:

—¡Excelente¡ Siento que puedo hacer lo que sea, cada parte de mi, cada pensamiento que tengo, siento que soy invencible.

Jalber:

—Ese es el punto, no te puedes dejar llevar por tus emociones, sino ese poder te controlará a ti, por eso fue que perdiste la transformación, según entiendo tu te presentaste como el dios de los milagros, entonces mientras peleabas contra los dioses dudaste, y eso llevo a  desestabilizar tu poder. También el echo de que el poder tanto de Omega como el de Temir están dentro de ti, causa una gran perturbación.

Feral:

—¿Qué debo hacer?

Jalber:

—Has lo que yo hago

Jalber se sienta como si fuera a meditar, Feral hace lo mismo y Jalber le dice:

—Al ser ya un dios no necesitas respirar, pero igualmente has como si respiraras.

Feral Comenzó a respirar y a exhalar.

Mientras Jalber dice:

—Todo esos impulsos déjalos fluir, deja que cuerpo alma y mente se acostumbren a su nuevo poder, no pierdas esa paz y esa tranquilidad.

Feral siente como todo su cuerpo se estremece por la gran carga de su poder, y dice:

—Siento mucho dolor en mi cuerpo, es como si un volcán estuviera por hacer erupción.

Jalber:

—Te entiendo, pero hasta que no aprendas a controlar ese volcán, a voluntad, no nos iremos a ninguna parte.

Feral:

—¡Pero eso llevará mucho tiempo!

Jalber:

—Eso depende de ti, controla cada impulso, cada pensamiento, cada partícula de tu poder, toda esa energía debe ser doblegada a tu voluntad, solo así la podrás aprovechar al máximo. 

Mientras Feral se esfuerza Nix está de pie viendo el horizonte a su lado llega Aken el cual le dice:

—¿Estás pensando en el cierto?

Nix sonríe y dice:

—No hay un día en el que no piense en el. Su liderazgo, compromiso y compasión jamás serán olvidadas.

Aken:

—Recuerdo el día en el que creo a la raza Titan. Tu fuiste su primera creación, y recuerdo que me dijo "Ella es lo más bello que he visto definitivamente es mi obra maestra"

Nix:

—Tu y el fueron los únicos que sobrevivieron a la primera gran guerra, a veces olvidó eso.

Aken:

—Es normal, yo siempre estuve a la sombra de su grandeza, y solo lo recuerdan a el y olvidan que el es mi hermano.

Nix:

—Los demás ignoran ese echo…

Aken:

—Solo tu, Delfos y Hermes lo saben, y así lo quiero mantener. Algún día formaré mi propio legado.

Por otra parte Quizagui está sentado con la mirada perdida en la tierra. En eso llega Neyel, ella al verlo se emociona y le dice:

—Quizagui, que hace ahí todo triste, ven.

Ella lo lleva hasta el borde de la isla para que vea el vello horizonte, Quizagui se asombra mientras ella dice:

—Es hermoso verdad ¿Alguna vez viste algo tan hermoso?

Quizagui la observa y dice:

—Si… Neyel.

Neyel:

—Dime…

Quizagui:

—Esta será posiblemente nuestra última gran batalla y quisiera poder decirte algo antes de que sea demasiado tarde.

Neyel:

—Sabes que puedes contarme cualquier cosa…

Quizagui:

—Yo te…

En eso aparece el Kreiken y grita de jubilo:

—¡Siiiiii! Este lugar es increíble…

Neyel se ríe, mientras que Quizagui se traga sus palabras con un gran sabor de amargura, ella se va corriendo y lanza sus flechas para crear explosiones de pirotecnia.

Por su parte Maydeth revisa los Sesoidatam.

—Quiero un reporte…

Uno de los soldados que están con ella habla:

—Señora Presidente, tenemos en operaciones óptimas ha cien Sesoidatam, por otro lado la nave Lázaro presenta daños en el casco, los sistemas están al 50% de capacidad.

Maydeth:

—Tal parece que estamos listos para la guerra, pero a su vez, la nave  no creo que sobreviva. ¡Todo el personal no militar se quedará en la nave refugiado, el personal militar que no va a la batalla, se quedaran aguardando instrucciones, mientras que yo liderare a los pilotos en la batalla.

Todos hicieron gran voz de jubiló mientras que ella dijo:

—¡Por la mancomunidad y un nuevo comienzo¡

Toda la multitud:

—¡¡Por la mancomunidad y un nuevo comienzo!!

En eso llega Aken y Maydeth al verlo se alegra, el le dice:

—Veo que ya estas lista.

Maydeth:

—Si, ya podemos partir.

Aken:

—Solo falta que Feral de la orden.

Maydeth:

—¿Y confías en el?

Aken:

—El acabo con un díos de un solo tajo, y peleo contra siete de ellos al mismo tiempo, todo esto sin controlar su poder totalmente. Así que si creo en el.

Maydeth:

—Bueno si tú crees que el puede llevarnos a la victoria, pues entonces es suficiente para mí.

De momento Maydeth siente un extraño escalofrío y Aken le pregunta:

—¿Qué tienes?

Maydeth:

—Es solo que, durante toda mi vida me acostumbré a sentir la mirada de las diosas sobre mi, y a hora que no están me siento, como  huérfana.

Aken:

—Te entiendo perfectamente,  pero descuida me tienes a mi.

El la abraza con cariño, ella se resiste, pero el le dice:

—No te preocupes ya las diosas no están para vernos, ya no tenemos que escondernos.

Maydeth:

—Lo lamento, tú as sido mi único apoyó emocional desde que perdí a mi familia, pensé que si hacia lo que las diosas me pedían, tal vez me la devolverían, pero nunca pasó, pero tú. Tú as sido un alivio a mi dolor…

Aken finalmente la abraza y luego la besa, a ella le recorre un pensamiento de temor por causa de la diosa,  pero luego entra en razón de que ya no están y se permite disfrutar del momento, ambos se retiran a un lugar más privado dónde pueden dejar de un lado todo su ropaje, así como también sus miedos e inseguridades, para luego vestirse de besos y caricias prohibidas, llegando a fundir sus cuerpos con ganas de pasión y locura, lo cual los lleva a tocar la eternidad y el infinito…

Por su parte Feral continua entrenando con Jalber. A Feral se le hace cada vez más difícil controlar sus impulsos:

—¡Siento como cada pensamiento mío me perturba! ¡Oigo voces y tengo visiones de personas que no conozco!

Jalber:

—Las voces en tu cabeza son los pensamientos de cada mortal de la creación, y las visiones son los acontecimientos que están pasando en la vida de cada mortal.

Feral:

—¿Pero como es esto posible?

Jalber:

—Eres un dios a hora por lo cual eres Todopoderoso, puedes hacer lo que tu quieras, puedes con un pensamiento destruir o crear un universo, con tan solo decirlo  puedes desaparecer o reconstruir un multiverso, los megaversos tiemblan ante tu presencia, tu poder seria capaz de provocar el fin del omniverso, y si desplegaras todo tu poder la creación misma colapsaría.

Feral:

—¡No puedo creer que cada dios tiene que tolerar todo esto!

Feral se perturba cada vez más y dice:

—Cuanto sufrimiento, cuánto dolor soportan los mortales, y los dioses no hacen nada.

Jalber:

—Mientras los mortales hacen lo que deben hacer y son limitados por lo que no pueden hacer, los dioses en cambio  pueden hacer lo qué quieran, no los limita lo que no pueden hacer sino más bien lo que no deben hacer.

Feral no aguanta tanta presión, para ayudarlo Jalber usa su poder para neutralizar el del, golpeando el suelo con su mandoble y creando un círculo de llamas rojas alrededor de Feral. Pero el poder de esté crece mucha más y Jalber tiene que esforzarse más, tanto que deja salir un gritó de furia,  sin embargó Feral hace crecer más su poder en eso Jalber dice:

—¡Feral debes calmarte! ¡Por favor piensa que haría Retza en tu lugar!

Feral se dice a si mismo:

—Es cierto, Retza anduvo a mi lado y nunca vi que perdiera la cordura por sus impulsos, siempre fue amable y serena, entonces si ella pudo yo también… Escucha Feral escucha tu puedes con esto ¡Tu puedes!

Las llama blancas de Feral retroceden hasta que quedan dentro de su cuerpo, y su forma de dios con armadura de lobo se deja ver, Jalber lo felicita pero Feral le dice:

—¿Quién es lucía?

Jalber se queda atónito y dice:

—¿Quién te dijo ese nombre?

Feral:

—Ella fue tu amada…

Jalber:

—No menciones su nombre…

Feral:

—No fue tu culpa que ella muriera, ella así lo quiso.

Jalber:

—Ya cállate Feral, vuelves a decir otra palabra y no respondo.

Feral:

—Ella te amó y lo que hizo no lo vio como un sacrificio si no una muestra de su amor por ti.

Jalber se enfurece y hacé arder su poder, al máximo, en su espalda le crecen dos alas de fuego color rojo. El se lanza contra Feral,  este levanta su escudó, pero el mandoble de Jalber atraviesa el escudo y penetra la armadura de Feral hasta su corazón. Esté se tambalea mientras Jalber dice:

—¡Te dije que te callaras!

Pero Feral dice:

—Kiseki…

Al instante el cuerpo de Feral brilla tanto que Jalber se ve obligado a apartarse, la luz que emana Feral se hace más intensa y luego se desvanece y Feral queda completamente ileso, Jalber dice:

—Es imposible, ningún dios puede sobrevivir a ese ataque.

Feral:

—Enserio,  vuélveme a atacar pero esta vez con más fuerza.

Jalber una vez más carga su ataque pero esta vez con más energía y se lanza contra Feral. Pero para su sorpresa el escudo de Feral repele el ataque de Jalber está vez, Jalber no puede creer lo que pasa, Feral habla:

—"Kiseki" es mi habilidad especial, no importa cuánto daño sufra, o que tan poderoso sea mi enemigo o sus técnicas, siempre podré adaptarme y evolucionar hasta superar a mi enemigo…

Jalber se molesta y dice:

—Te crees superior a mi.

Jalber quiere atacar nuevamente, pero Feral dice:

—¡Bhaya!

Al instante los ojos de Feral se ilumina con una luz amarilla, Jalber al ver esto se paraliza totalmente, Jalber habla:

—¿Pero que es esto? ¿Por qué no puedo moverme? ¡Me siento como una presa paralizada de miedo ante su depredador!

Jalber ve a Feral y puede ver la imagen de un gran lobo blanco detrás de él, Feral dice:

—Esta es la habilidad especial de Temir…

Entonces Feral procede a atacar a Jalber y grita:

—¡Vernietiging!

El mandoble de Feral se cubre de unas llamas blanca y moradas, Jalber queda impotente mientras ve el mandoble venir hacia el pero. Feral detiene su ataque y luego una gran llamarada blanca cubre a Feral y esté regresa a su forma humana, Jalber queda desconcertado y dice:

—¡¿Qué pasó?! ¡¿Por qué no terminaste el ataque?!

Feral ese es la técnica de Omega, pero mejorada y más poderosa, si te hubiera dado con ella te hubiese destruido, y yo no le haré eso a un amigo y mentor.

Feral abraza Jalber mientras esté dice:

—Feral sabes que no me gustan los abrazos.

Feral:

—Lo se pero gracias por todo amigó…