Al salir de la mansión la sirvienta nos siguió mientras los dos caballeros me guiaban al parque mas cercano, esta vez pude ver algunos niños asomándose por las ventanas, y como se esperaba la mayoría se veían delgados y con algunas ojeras. Sia me notifico que ya había comenzado a comprar lo que venderíamos, ella eligió las cosas mas comunes y duraderas de la lista, ya que la mayoría de las personas tratarían de comprar tanto como pudiesen.
No seria bueno que compren mucho y en un par de días las cosas ya comenzaran a estropearse, la comida con duración prolongada costaba un poco mas, pero la diferencia era muy pequeña. Sia aun veía una gran ganancia para nosotros, sobre todo esperaba que consiguiéramos buenos trueques, es fácil conseguir cualquier cosa que necesitemos desde la tienda.
Pero es molesto para mi o Sia, hay demasiadas opciones, y muchas de esas opciones tienen condiciones ridículas para ser útiles. El otro día encontré una silla que solo se podía poner sobre un tipo especifico de suelo para mostrar el efectos de sus encantamientos, solo quería una silla que diese masajes, pero entre la opciones por poco no pedían que construyera un edificio con materiales especiales para usarlas.
Obviamente me rendí, me estaba molestando muy rapidamente y la sangre ya se me estaba subiendo a la cabeza, no entendía porque habría un bastardo tan estúpido como para poner esas condiciones en un objeto tan simple. Lo entendería si fuera algo como una caja fuerte que solo puede abrirse al cumplir ciertas condiciones, o una si fuer algo que necesite de una fuente de energía diferente que el mana, en ese tipo de cosas es donde se esperarían condiciones especiales.
Enfriando mi cabeza, busque un lugar en donde hubiera suficiente espacio y algo de sombra, quería comenzar pronto y sacarme esa estúpida silla de la cabeza. Duermo sobre un montón de pieles... Como podría hacer un suelo especial para ponerla... Aun así algún día obtendré una, aunque sera una mas normal.
Lo primero que debía hacer era hacer un cartel para que las personas vieran los precios y evitar que vengan a preguntar cada vez, o al menos evitar que pregunten tantas veces como sea posible, se que preguntaran.
En un momento compre una puerta y un tablón, la puerta era lisa y por esto fue porque la elegí a pesar de sus malos materiales, también compre pintura blanca y una brocha. Mientras pintaba el tablón y la puerta tuve cuidado de no mancharme a mi o derramar pintura sobre la hierba, no fue difícil evitar que la pintura no se escurriera, ya que luego de pintar pasaba mi mano por el lugar acabado emitiendo aire caliente para secar rapidamente la pintura.
Al acabar de pintar ambas piezas de madera de color blanco, guarde la pintura y la brocha, para comprar y sacar un martillo y clavos, luego de clavar el tablón en la puerta y con una de mis uñas corte la base de la tabla para hacer una estaca. Tras clavarla en el suelo vi mi cartel casi terminado, los caballeros y la sirvienta me miraban sin entender lo que hacia, los caballeros parecían querer preguntar que hacia, pero se quedaron callados observándome.
Tras dejar el cartel compre cuatro varas y las enterré en el suelo, en ellas ate una manta y conseguí un toldo improvisado, fue entonces cuando coloque algunas cajas y tablas sobre ellas haciendo una mesa bastante grande. Luego de poner un mantel con diseño de cuadros rojos y lineas blancas, ahora tenia mi puesto casi terminado, antes de colocar cualquier cosa saque la lista de precios que la sirvienta hizo para mi y luego de darle una ultima mirada compre un pincel y pintura negra.
En la puerta coloque los precios de las cosas que Sia había decidido comprar y vender, trate de escribir tan claramente como me fue posible, en este momento ya habían algunas personas mirando desde la distancia. Al terminar mi cartel, me asegure de poner claramente que se aceptaban trueques, pero de la misma forma deje claro que el que evaluaría el valor del objeto seré yo.
Se que las personas pondrán valor emocional o trataran de hacer pasar las cosas que usan en el trueque como mas valiosas, lo se porque me paso una vez, hace años tuve una figura que realmente me gustaba. Mientras que mi hermano tenia dos que me gustaban, pero no tanto, el trato de intercambiar una de ellas conmigo por años.
Pero simplemente no quería intercambiarla, pero al final si lo hice al ver cuanto la quería, aunque le salio caro.
Así que por experiencia se que la personas pondrán precios mas altos a las cosas que traigan, aunque espero que alguna persona traiga algo interesante, otra parte espera que haya mas personas que compren con dinero para evitar tratar con ellas.
Caballero 1: ¿Realmente venderá comida?.
Max: Si, por lo visto las personas en esta ciudad la necesitan, no puedo simplemente regalarla a cualquiera. Pero la venderé a un precio que podrían pagar, incluso aceptare trueques y les daré un precio justo por sus cosas, aun así no puedo hacer esto solo.
Me gire a los dos caballeros y estos se tensaron un poco.
Max: Ustedes dos se encargaran que las personas hagan una fila, solo una persona a la vez podrá pasar, si tengo que evitar que alguien se salte la fila por mi cuenta podría terminar hiriendo a alguien. Claro que no trabajaran gratis, tienen tres opciones de pago, la primera es dinero, la segunda comida y la tercera una de estas espadas.
Saque una de las espadas que conseguí de la mazmorra que destruí antes, tengo realmente muchas y se ven de mejor calidad que las portadas por los dos caballeros frente a mi, parecían interesados en el dinero y la comida, pero cuando vieron las espadas casi babearon. Allí supe que tendría su completa cooperación, guarde la espada y me gire a la sirvienta que esperaba a un lado, no se que ofrecerle mas que la comida.
No se lo que podría necesitar una sirvienta.
Max: También necesitare la ayuda de una persona que sepa tratar con los habitantes de esta ciudad, por esto te ofrezco el mismo trato, pero no se si una espada es lo mejor para ti. Por esto cambiare las cosas por una petición, si tengo lo que quieres te lo daré, ¿que dices?.
Sirvienta: Ayudare.
Mire a los dos caballeros y ambos asintieron, con las respuestas claramente recibidas coloque cajas con Tomates, Coles, Lechugas, Patatas, Zanahorias, Calabazas, Manzanas, Naranjas, Limones, junto con sacos de Sal y Harina.
Sia estaba considerando si vender huevos estaba bien, yo sin pensar le dije que eran infaltables y luego de agregarlos a la lista de mi cartel consulte su precio con la sirvienta, como podría haber olvidado las cajas de huevos cuando planeaba poner un puesto dudoso. Solo me faltan algunos periódicos, pero no tendrían uso alguno, nadie los compraría por no entenderlos.
Satisfecho con mi puesto mire los alrededores, varias personas comenzaron a acercarse rapidamente mientras los caballeros trataban de formarlos, muchos les hicieron caso. Ya que ellos ellos les dijeron que solo se podrían comprar si estaban en la fila y llegaba su turno, incluso hubo alguien que trato de robar, pero fue alcanzado por una débil bola de fuego que lo envió volando varios metros.
No recibió mucho daño, pero si tenia quemaduras en su pecho y gemía por el dolor, después de ver lo que paso con la persona que se salto la fila y trato de robar, algunas personas se fueron mientras que otras se formaron y revisaban sus bolsillos contando su dinero.
Max: Bien comencemos con la primera persona
Caballero: Tu turno, los precios están en el cartel, compra con responsabilidad y no intentes algo como ese tipo.
Civil: E-Entiendo...
Un hombre delgado pero bien vestido se paro frente al puesto y comenzó a elegir lo que compraría, allí me di cuenta que las personas no tenían en que llevar las cosas que me compraban, ver como el hombre trataba de sostener en sus brazos las cosas que pago con muchos problema me hizo comprar bolsas hechas de paja tejida.
Tras darle un par de bolsas el se fue rapidamente, no podía tenerlo haciendo malabares con las cosas en sus brazos, eso retrasaba el turno del siguiente en la fila. Viendo que solo en esa venta había obtenido dos platas y lo comprado ni siquiera llegaba a una moneda de plata, estuve dispuesto a regalar las bolsas de paja si esto hacia que la gente se fuera rápido después de terminar sus compras.
Compre una alcancía de la tienda del sistema y metí las monedas conseguidas en la venta anterior, la sirvienta mientras tanto atendía al segundo cliente, nunca llene una alcancía en mi vida. Esta parece una buena oportunidad, ademas de que sera divertido contar las monedas ganadas sacándolas de la alcancía, por esto le pedí a Sia que no me dijera cuanto conseguiríamos hasta que me aburra de contar monedas.
La sirvienta era muy buena en esto, por otro lado yo era el encargado de cortar algunas cajas de huevos y darlas de forma en que no se rompieran en el viaje, la sirvienta incluso noto una moneda falsa en el pago de una persona. Yo también la había visto, pero la iba a dejar pasar para ver como se diferenciaba de las reales, pero la sirvienta al notarlo dejo en claro que no se aceptaban monedas falsas y si alguien trataba de usarlas aquí seria expulsado y debería regresar lo que compro.
El hombre que uso la moneda rapidamente regreso algunas de las cosas que había comprado y pidió de rodillas que le dejaran conservar el resto, decía no saber que la moneda era falsa, yo solo lo deje irse y conserve la moneda falsa. Claro que apoye las palabras de la Sirvienta y les dije que no podrían comprar nada si se descubría a una persona usando dinero falso, de paso les recordé que podrían hacer trueques para que nadie probara suerte en con dinero falso en caso de no tener con que pagar.
Se que el trueque puede llevar a algunas personas al robo, pero no se que mas hacer para darle la oportunidad a los que no tengan dinero, solo esperare que no roben nada.
No puedo hacer mas que eso.
Paso el tiempo bastante rápido y muchas alcancías se llenaron, todos parecían un poco cansados así que tomamos un descanso de quince minutos, pero como había mucha gente esperando tuve que hacer que viesen que estaba reponiendo las cosas que se habían vendido. Nadie se quejo del pequeño descanso, así como nadie a traído algo interesante para hacer un trueque, hasta ahora solo han traído algunos anillos de oro y algunas gemas.
A pesar de ser solo anillos normales aun están bien valorados por el sistema, ya que están hechos de oro obtenido de la mazmorra tras la muerte de un monstruo, luego de analizar uno Sia me informo que son mas compatibles a la magia de encantamientos. Al saber esto decidí conservarlo y mas tarde pedir a las hadas que los encanten de ser posible, puede que sepan encantamientos interesantes, hasta ahora no he preguntado lo que pueden llegar a hacer.
Pero dudo que solo puedan hacer bolsas mágicas, deben poder hacer algo mas, por algo son reconocidas por sus habilidades al encantar objetos.
Mientras jugaba con la moneda falsa vi un grupo de personas bien vestidas caminar directamente hacia nosotros mientras pisaban fuertemente, claramente están tratando de que los vean llegar, pero... ¿No les duelen los pies al zapatear de esa manera?
Viéndolos a solo unos metros no pude evitar suspirar, sabían que vendrían cuando la voz se corriera, al menos tuve cerca de dos horas de paz. También están acompañados por tipos completamente equipados, parecen un grupo mixto de aventureros y caballeros o guardias de la ciudad, viendo esto y que tienen mas accesorios que árbol navideño no tuve problemas para hacerme una idea de quienes son.
Por su sobrepeso solo pueden ser Comerciantes o Nobles, no creo que alguien pueda mantener recursos suficientes para verse como un cerdo en un momento como este, su apariencia los delata.
Las personas al verlos llegando se mostraron claramente intimidados, pero solo apretaron los puños y bajaron sus cabezas, ninguno se movió de su lugar. Lo cual es algo bueno, algunos de ellos llevan horas esperando su turno, si alguien viene a molestar yo me encargare de ellos.
No tienen razón para irse o temer estando yo aquí.
Así que para defender mi pequeño puesto de dudosa apariencia decidí comprar un machete desde la tienda, para seguir la tradición, aunque probablemente no lo use para nada.
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