<Ubicación: Academia Central>
<Punto de vista: Silver>
-puedes dormir en la cama o donde quieras- después de que Alise dijera eso, apagó las luces y se acostó en la cama en la cual ya estaba durmiendo Zero.
Mire en su dirección antes de volver a ver a la luna, luego de 1 hora de hacer eso, salte por la ventana hasta llegar al suelo.
Posteriormente me moví hasta salir de la academia y empecé a vagar por las calles de la ciudad, camine por una media hora hasta llegar a una parte de la ciudad en la que todavía había luces encendidas.
Sin dudar en lo más mínimo camine hacia adelante, ni siquiera me moleste en ocultarme, no es necesario en este lugar.
-¡Silver, buenas noches!- una voz femenina llamo por mi nombre, reconozco está voz, es de Vivi, una hermosa mujer bien dotada, cabello café y que llega hasta los glúteos, ojos del mismo color, vestía ropa muy ajustada y reveladora, ella estaba saludando en mi dirección con su mano.
Al mirarla me acerque a ella y cuando estuve cerca, ella se agachó, pude ver a través de su corta falda... Hoy tampoco trae ropa interior, en un principio me moleste que una mujer de mi harem trabajará de prostituta, pero después de pensarlo mejor, decí no agregarla, aún así eso no quiere decir que no puedo ser su amigo.
-...- no dije nada ni tampoco resistí cuando ella me levanto y me llevo cargado en dirección a la entrada del burdel, luego de entrar, Vivi fue rodeada de más mujeres y empezaron a hablar entre ellas mientras me acariciaba, fue agradable, lastima que sean prostitutas, me hubiera gustado agregarlas a mi harem.
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Luego de que Vivi y las demás me dejaran de acariciar, me fui para seguir mi camino.
Esto es algo que hago desde que se resolvió el problema de mi secuestro, luego de ese incidente, desperté una habilidad, una que ni siquiera existía en el sistema, ahora se preguntan por qué se que tengo una habilidad si no está en el sistema.
Bueno, es algo que simplemente sé, en el instante en que la obtuve, supe que hacía la habilidad y cómo usarla.
Una de las funciones de la habilidad es una pasiva, la pasiva hace que mientras sea de noche, recupere mana, resistencia y por sobre todo, me permite permanecer despierto sin sentirme cansado.
Se podría decir que gracias a esa habilidad, ya no siento fatiga y tampoco sufro de falta de mana, siempre y cuando sea de noche, de día, el efecto desaparece.
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Seguí caminando hasta llegar a los barrios pobres, una vez entre en ellos, deja de caminar por las calles y en su lugar empecé a saltar de techo en techo.
Aunque he crecido mucho desde hace dos años, sigo siendo pequeño en comparación con mis padres de esta vida, mi tamaño no era mayor que el de un perro Hosky Siberiano, unos 54 cm aproximadamente, no tengo idea del por qué mi crecimiento es tan lento, a estás alturas ya debería tener el tamaño de mis padres, ¿Quizás sea una interferencia externa? O ¿puede que sea por culpa del sistema aún bloqueado?
Sea cual sea la respuesta, no tengo ni idea.
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Luego de saltar por lo techos un rato, llegue a mi objetivo, una casa de dos pisos en mal estado, luego de entrar por un agujero en el techo, baje al primer piso.
Mire a mis alrededores, el lugar estaba hecho un desastre, algo común en este lugar.
Solté un suspiro de resignación y procedí a mover las espadas de madera con mi boca hacia un rincón, luego recogí algunos tazones de madera y los puse encima de la mesa, por último me dirigí hacia una estantería en la esquina opuesta a dónde dejé las espadas de madera.
Una vez llegue a la estantería, note que estaba vacía.
No puede evitas suspirar, parece que tendré que salir de la ciudad una vez más.
Estaba por subir a segundo piso cuando de repente me detuve, sentí una presencia fuera de la casa.
De inmediato me moví sigilosamente en dirección de esa presencia, una vez llegue, pude ver de quién se trataba.
Era una niña, una niña de no más de 8 años, estaba agitando una espada de madera muy similar a las que estaban en la cocina.
Mire detenidamente sus movimientos, se notaba que era una novicia en el arte de la espalda, ni siquiera sabía agitarla correctamente, pero también note algo extraño, un ligero olor metálico venía de la niña.
La mire con pesar, ella estaba agitando su espada incluso cuando sus manos estaban sangrando ¿Cuánto tiempo lleva haciendo esto?
Suspiré pesadamente, camine en su dirección y la vi estremecerse, de inmediato se volteo y oculto la espada y ambas manos detrás de su espalda.
-Silver... ¿Que haces aquí?... Aún faltan dos días más antes de que volvieras- ella dijo con miedo, mire con dureza en su dirección, más precisamente, su espalda.
Ella se estremeció, de inmediato se puso de rodillas y mostró sus manos, en dichas manos estaba la gastada espada de madera, la empuñadura de la espada está ligeramente roja, mi mirada se volvió oscura, note como ella miro hacia un lado con lágrimas callendo de sus ojos, evitando mi mirada.
- no deberías estar haciendo esto, aún eres muy pequeña para pensar en empuñar una espada- le dije con dureza, ví como se estremeció y empezo a sollozar.
-...yo...*sniff*... No lo volveré *sniff* a hacer *sniff*... Por favor, no nos dejes- allá dijo entre sollozos, mi mirada se suavizó, no podía permanecer mucho tiempo enojado con ellos, hacían lo que podían para sobrevivir.
-no te preocupes por eso, no te abandonaré ni a ti ni a tus otros hermanos... Solo no te sobre esfuerces, no me gusta ver qué se lastimen- le respondí con suavidad
-ven, vamos con tus hermanos, no es bueno que te trasnoches- dije para darme la vuelta y entrar en la casa sin notar la mirada y el lindo puchero de la niña a mis espaldas
-...pero tú te trasnoches, padre- dijo en susurros, no escuché bien lo que dijo, a lo mejor solo me está maldiciendo, después de todo, ¿A quien le gusta que una animal le de órdenes?
Me preguntó si esta bien que siga cuidando de este orfanato a pesar de que los niños me tienen tanto miedo.
No, no los puedo dejar su suerte, llevo cuidando de este orfanato desde hace más de un año, ya estoy acostumbrado a que me maldigan a mis espaldas, cuando sean mayores podrá irse, hasta entonces los seguiré cuidando.
<Punto de vista: ????>
Padre me encontró entrenando con una espada, me asusté, no quiero de se enoje y nos abandone, el es el pilar de este orfanato desde que la persona a cargó se queda con el dinero del orfanato para gastarlo en bebidas y mujeres, si padre se va entonces este orfanato volverá a como era antes.
Solo recordar esos tiempos hacen que me den ganas de llorar, no quiero que padre se vaya, ni yo ni mis hermanos queremos que lo haga, incluso tratamos de mantener limpio el orfanato para que se sienta orgulloso.
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Esto es malo, el dueño del orfanato hizo un desorden en la cocina y se llevó la comida, padre de seguro está molesto, el me dijo que lo ayudara a limpiar nuestro desorden....
Odio al dueño, por su culpa padre piensa que somos desordenados, si padre nos abandona por esto... Lo mataré.
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Luego de limpiar, padre me llevo al segundo piso, aquí es donde están mis hermanos durmiendo, padre me acompaño hasta la cama y canto una canción para que durmiera, no entiendo lo que dice la canción ya que está en otro idioma, pero a mí y a mis hermanos les gusta que padre la canté, nos hace dormir sin tener pesadillas.
Sin darme cuenta, quedé dormida.
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Cuando amaneció, me levanté y desperté a mis hermanos, todos bajamos al primer piso y yo fui a la estantería dónde estaba repleta de comida, desde granos hasta carne seca, también había un trozo grande de carne cruda, haré un estofado de carne con eso.
Padre volvio a salir a cazar, aunque no se de dónde saca esos granos, la carne es algo que padre siempre trae cada dos dias, ayer en la mañana trajo carne, por eso pensé que pasarían dos días antes de que volviera, como sea.
Le dije a mis hermanos que tomaran los granos y guardarán la mayoría en un escondite, no queremos que el dueño se lo lleve de nuevo.
Luego procedí a preparar el desayuno.
-hermana Yui, padre vino anoche verdad, ¿Por qué no nos despertaste?- uno de mis hermano, Philips, me preguntó, solo desvíe la mirada, si lo hubiera hecho, padre de seguro se molestaría, no quiero que padre se moleste más.
Luego de una animada charla entre todos nosotros, cada uno salió del orfanato, nadie quería estar en este asqueroso lugar cuando estaba el dueño, si no fuera por qué padre siempre nos trae comida aquí, habríamos dejado este lugar hace mucho tiempo.