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Capitulo 6: El mañana

El infierno, un lugar donde solamente, los demonios van, donde los inocentes, por suerte, van directamente al cielo. Realmente, el infierno, es el lugar más horrible, más desagradable, más mentiroso, pero sobre todo, más hipócrita, que puede existir. Dios dejo que los demonios acabaran allí por una razón, por ser maldad pura, pero, también, para que los mortales, fueran sabios ante su decisión, y a pesar de eso, sigue habiendo gente, que no confía en él.

Mi mente se sumía en pensamientos, así que, que es lo que podría hacer…

-¡Señor! –yo alzo la mirada, viendo a Lute- ¡Hemos encontrado un cadáver de Exterminador, solo, hay un problema! –yo observo confuso- ¡Le falta la cabeza! –alzando mis alas digo:

-¡Bien, vayan allá de inmediato, quiero esa cabeza de vuelta! –digo mientras mi voz se pone sería y mis ojos dan un pequeño destello rojo.

<<No tengo tiempo que perder, si supieran pueden matar exterminadores, podría ser el fin, para mí y… Lute>>

Lute corrió dejándome a mí en la sala, y tras un suspiro digo mientras hablo en voz baja:

-¡Charlie! ¿Acaso ella sabrá, que se encuentra en el infierno, y no… en el limbo? –de repente, un toque en la puerta suena, yo, sin mirar respondo- ¡Pase! –las puertas se abren.

-¡Me parece que tienes muchas dudas, así que, te propongo un trato! –yo miro delante de la mesa y veo a una chica pequeña la cual solo tiene un ojo, esta llevaba un vestido de sirvienta con algunos colores rojizos.

Esta, llevaba también un cuchillo el cual lo agarraba como si fuera lo más normal.

-¿Que quieres tu ahora, demonio? –digo con algo de despreció.

-¡Vamos, no me trates así, o podrías arrepentirte! ¿He visto que querías causar un exterminio y he dicho, porque no? ¡Así que, que te parece esto, yo hare que tu exterminio sea un éxito, pero a cambio, quiero que me dejes algunos demonios con vida, para mí misma! –Observo como los ojos de esta parecen excitados y alegres, esperando que mi respuesta sea un sí.

-¡Depende! –la joven me mira y yo respondo- ¿A quién debo dejar libre? –la ciclope se acerco bastante cerca…

-¡A unos 20 demonios cualquiera y Alastor no puede morir! –yo abro mis ojos y respondo inmediatamente.

-¡Lo siento, pero me temo que no podrá ser! ¡Alastor, no es un objetivo negociable… al menos de que tengas a otro o otra pensada! –mi voz se mantuvo clara y imponente ante la decisión tomada.

Giro mi silla y escucho su voz de nuevo:

-¡Muy bien, peor para ti, pero, cualquier cosa… no dude en llamarme! –escucho las puertas cerrar-se detrás de mí y un trago de saliva rápido y limpio paso por mi garganta al saber que pronto el exterminio sucedería.

Observo alrededor mío y me acerco a una fotografía que se encontraba a mi alcance, una la cual, actualmente se encontraba boca abajo, y al levantar-la, veo la imagen de mi y Lucifer.

-¡Mira en el lío que la has metido, realmente, me parece más cruel esto, que un exterminio!

 

Mientras me iba acercando a la habitación de Charlie escuchaba un "ammmm", como si estuviera meditando. Al abrir la puerta veo a Serpentius con sus huevos mientras tiene sus ojos cerrados y trata de concentrar-se en… algo.

-¿Charlie que—

-¡Shh! –Charlie observa a Serpentius y dice algo más calmada- ¡Aguanta, aguanta… ya! –Serpentius abre los ojos y empieza a inspeccionar su cuerpo.

Charlie solo lo observa sonriendo y Sir Serpentius grita:

-¡Ha, has visto eso, Sir Serpentius, volviéndose a superar! –Yo solo sigo extrañada por lo que ha dicho.

-¡Oh, Vaggie, has visto eso, lo ha conseguido! –dice Charlie realmente emocionada.

-¡Oh, sí, esto…! ¿Qué ha conseguido supuestamente? –digo algo aun sin entender el que es lo que acaba de pasar.

-¡Ha conseguido relajar-se por más de 30 minutos, bajo presión! –dice ella mientras lo mira con sus manos juntas.

-¿Presión? ¿Esto, donde está la presión? –digo cuando de inmediato Charlie me muestra su reproductor con un audio.

-¡Es prácticamente casi una hora de cosas sin sentido que dicen sus sirvientes! –Yo solo asiento.

-¿Oye, podemos hablar seriamente? –ella me mira extrañada- ¡Se trata de Angel Dust! –ella pone su rostro serio y dice:

-¡Esta bien, dime! –dice mas sería y dispuesta a escuchar mis palabras.

-¡Angel Dust, creo que tiene que dejar el trabajo que está haciendo o lo que sea que esté haciendo! –digo algo estresada- ¡El, siendo uno de los primeros residentes, ha avanzado demasiado lento, hemos perdido un año por él para que pudiera redimirse pero… -Charlie me coge de mis hombros y me responde:

¡Vaggie, no trates de forzar si, entiendo tu preocupación, pero recuerda que Angel Dust… también ha pasado por cosas y que no sabemos que tan dañado esta, recuerda que el acepto por desesperación, Sir Serpentius vino por voluntad propia y decidió hacerlo encantado… quitando de lado que nos trato de atacar pero, ya me entiendes! –ella pone su mano en mi mejilla mientras me mira hacía los ojos.

-¡Esta bien, tendré paciencia, pero, habla con Angel si? ¡Yo, estoy algo preocupada por el! –Charlie asiente y sale de la habitación:

<<Realmente, muchas veces acabo discutiendo con Angel Dust, y la verdad, no me apetece hacer-lo mas. No es para nada agradable sentir que todo lo haces daña a los demás.>>

Al notar la mirada de Serpentius, me gire para observar que ocurría.

-¿Te apetece meditar? –dice forzando una sonrisa nerviosamente.

Mi rostro lo miraba con algo de desconfianza, pero, tras unos segundos de pensar-lo, decidí acercarme a él, sentándome a su lado. Serpentius puso cada mano en una rodilla y empezó a cerrar los ojos mientras trataba de no poner-se violento, aunque no parecía tener tanta dificultad con eso actualmente.

<<Tal vez Charlie tenga razón y, solo debo de relajarme un poco, tal vez, deba hacer como me dijo Alastor>>

*FLASHBACK*

-¡Ho querida, creo que te hace falta mucha practica! –Una de mis lanzas se quedo trabada en una piedra.

-¡Cállate, se lo que hago! –empecé a utilizar mi cuerpo como método de ataque, pero, no vi venir que- ¡Aaaghhhh! –uno de sus tentáculos me alcanzara en el estomago.

Yo trate de presionar mi estomago para mantenerme de pie pero, la herida era demasiado profunda. Tras caer al suelo, sentí un inmenso dolor emocional, por no poder ser lo suficientemente buena como para defender a Charlie.

-¡Veo que te preocupas de mas, y reaccionas en base a tus emociones! ¡Deberías controlar eso! –lo observo mirándome desde lo alto de una montaña.

-¡Las emociones, no importan en un batalla! –Alastor aparece detrás de mí.

-¡Oh, yo no estaría tan seguro! ¡Te daré unos días para que veamos que tan segura estas de ello, te recuerdo que, toda persona que mantiene sus emociones, es capaz de esconder mejor, una mentira! –Su voz parecía ser mas burlona, sabiendo que él sabía una parte de mi vida, de la cual, quiero deshacerme.

-¡Por eso no quería que vinieras, porque siempre causas problemas, no pienso dejar que tu despiadada mente arruine mi relación!

-¡OH por dios Vaggie, te recuerdo que hicimos un trato, y yo, nunca, JAMAS, rompería un trato y menos si lo he propuesto yo! –su voz parecía que le había ofendido por mis palabras.

*Actualidad*

Mientras mantenía mis ojos cerrados, noto como Serpentius me pone unos auriculares y escucho la voz de sus… huevos/siervos diciendo cosas realmente estúpidas. Yo al mirar-lo con algo de confusión, el solo hace una sonrisa cálida, a lo que mi rostro, no puede evitar dejar una sonrisa sincera.

Mientras bajaba las escaleras, no encontraba a Angel Dust, por lo que decidí pasar por todas las habitaciones, pero nada, sin rastro. Tras bajar las escaleras del hotel, observe a Husk, el cual parecía que estaba solo observando el hotel:

-¡Husk! –me acerque a él y lo vi con su rostro despreocupado pero también, con algo de felicidad- ¿No habrás visto a Angel, cierto? –Husk se rio un poco y dijo:

-¡Si, creo que se fue a trabajar para, filmar y todo eso! –Husk me mira unos segundos- ¡Te noto preocupada! ¿Quieres que me asegure de que está bien? –dice mientras toma algo de alcohol.

-¡Hmhm… No, tranquilo, seguramente, volverá pronto! –Husk me mira unos segundo y asiente.

Aunque estoy algo preocupada por el, debería de relajarme, y esperar a que venga, no creo que tarde. Cuando iba a subir las escalera, me voltee a ver a Husk un momento, aunque, esta vez, ya no estaba. La atmosfera, se había sentido tensa y vacía en cuestión de segundo. No sé si fue cosa mía o no pero, puede ser que, me haya precipitado a… Una llamada de mi padre me saca de mis pensamientos internos y decido contestar:

-¡Hola Charlie! –escucho la voz de Alastor.

-¡Uh! –pongo mis ojos un poco perturbada- ¿Qué diablos haces con el número de mi padre!

-¡Si quiero ser un buen productor, debo asegurarme de tener a la dueña en constante seguridad, solo para poder localizarte si algo sucede! –pongo ojos perturbados tras su respuesta.

-¡Yaaaa…! ¡Creo que voy a colgar! –Cuelgo la llamada algo incomoda y vuelvo hacía donde estaba Sir Serpentius.

Antes de entrar en la habitación, escucho sonidos de risas y alguien hablando.

-¡Si, y esa ciclope joven de un ojo me dijo: "¿Cómo no? ¡Una serpiente, siempre encuentran el modo de joder el juego!" y entonces le respondí: El verdadero poder reside en el sigilo, como una sombra que domina sin ser vista! –Vaggie se quedo unos segundos sin entender el chiste, hasta que al cabo de unos segundos, acabó de comprender-lo y solo un pequeño suspiro como respuesta.

-¡Veo que os lo pasáis bien! –digo mientras veo a Sir Serpentius y Vaggie llevar-se mejor.

 

Al ver que Charlie desviaba su vista de mi, decidí desaparecer por la puerta de atrás para buscar a Alastor. Tras unas horas de búsqueda, pudo localizar-lo en un bar, aunque, este hablaba por teléfono, algo irónico, no le gusta la tecnología pero utiliza un teléfono.

-¡Alastor, debemos habla! –Alastor me mira y salimos hacía un lugar más privado.

-¿Qué es lo que te preocupa ahora? ¡Estaba concentrado en algo más importante! –dice mientras mira su móvil.

-¡Angel Dust está en problemas, si no sale de ese trabajo, podría acabar muerto, y quien sabe que mas podría ser! –digo preocupado por Angel.

-¿Y? ¿Crees que todo lo que hay es un problema mío? ¡Si quisiera ayudar-lo ya lo habría hecho! ¡Yo no soy quien para hacer algo que otros no quieren! –noto su sonrisa aun puesta.

-¡Esta bien, hagamos un trato! –digo mientras muestro mi mano.

-¡Ya empezamos a hablar el mismo idioma, mi querido Husk! –dice sonriendo mas.

-¡Rescata a Angel Dust como sea, y a cambio, te daré lo que quieras! –digo determinado.

-¿Lo que sea? –dice Alastor acercándose.

-¡Sí! –Alastor hace un apretón de manos rápido conmigo y dice:

-¡Trato hecho, muy bien, déjamelo a mí! –Su rostro se vuelve siniestro.

 

En el infierno, los tratos tienen diferentes formas de realizarse dependiendo del rango de cada uno. Entre las razas diferentes, se encuentra la teoría que los tratos tienen una forma específica de hacerse o cumplirse:

Tratos con Pecadores:

Todos los tratos que tengan como receptor o emisor a un pecador, serán solo posibles con un apretón de manos, de otra forma, será un trato sin efecto alguno sobre la persona.

Tratos con Demonios:

Todos los tratos que se hagan como receptor y emisor entre demonios, se realizara compartiendo una objeto preciado del emisor, con tal de que el trato sea más fiable. También es posible hacer-se con un apretón de manos, pero no todos utilizan este método.

Tratos con Overlords:

Todos los tratos que pertenezcan a la jerarquía de Overlord para arriba, se harán dejando su propia marca en el cuello del otro, dejando tanto al receptor como al emisor, en el deber de realizar su parte del trato. De otro modo, aquel que no cumpla su parte, estará en manos del otro hasta que este lo decida. También tiene la posibilidad de hacer-lo de las formas anteriormente dichas.

 

*Flashback*

La noche era oscura, y mi espectáculo, estaba a punto de empezar. Escucho como alguien entra en mi habitación y dice:

-¡Salimos en 5 minutos!

-¡Entendido! –respondí.

Escucho la puerta cerrarse, yo observo mi vestimenta, y al escuchar fuera de mi habitación los gritos de la gente por ver el espectáculo dije- ¡Sigan en sintonía! –Mientras me levantaba de mi silla y me dirigía hacía el plató.

La gente empezaba a aplaudir y a gritar mi nombre.

-¡Ahora, sin más dilaciones, nuestro segundo invitado en esta mesa es, un locutor conocido en casi todo el mundo, con una actitud que no tiene nada que envidiar y sobre todo, con las cartas sobre la mesa, nuestro locutor de la radio, Alastor! –mientras que el telón se levantaba, yo me iba acercando con mis manos detrás de mi cadera sonriendo al publico y saludando a algunos que recordaba.

-¡Veo que hoy no vas dando saltos por ahí! ¿Acaso se te olvidaron los paso? –dice el presentador haciendo que la gente se ría y yo le respondí sacando un micrófono de radio y poniéndolo en la mesa:

-¡Ya sabes que prefiero la radio a la televisión! ¡Tantas cámaras y tanto set, el misterio se pierde con tanto a la vista, y, es mejor en radio para que así la gente, este más atenta al imaginar-se mi set! ¿Oh acaso me va a negar que no le encantaría tener a su público con curiosidades sobre usted, tenerlos expectantes a cada paso que da…?

-¡Debo admitir que, tiene razón, pero, quería preguntar-le algo! –yo asentí al ver su curiosidad crecer y decidí escuchar su pregunta- ¡He escuchado que usted tiene familia! ¿Qué piensan ellas de que usted, este casi todo el día detrás de una radio? –su pregunta, sinceramente me ofendió.

<<¡Lo que piense mi familia es algo privada! ¿Qué tiene ver la opinión de en esto? ¡Sinceramente, me fastidia mucho ese tipo personas, tan curiosas vida otros, todo porque no pueden satisfacer suya!>>

-¡Eso podría preguntarle lo mismo a usted! –la audiencia hizo un sonido remarcando mi contraataque sorpresa, pues, no era algo normal que yo hiciera eso, mas bien, se salía de mi personaje.

-¡Bueno, no creo que haga falta poner-se así…! –el entrevistador parecía más nervioso que antes y se iba tocando la frente de vez en cuando.

 

-¡Oh vamos, no te lo tomes a pecho! ¡Esas preguntas son muy simples y predecibles! ¿Seguro que no necesitas unas vacaciones? –la gente se río y la audiencia empezó a subir más.

Una de las participantes al lado mío hizo una mueca y un sonido de disgusto absoluto. Yo solo mantengo mi sonrisa al escuchar el disgusto de esta.

*Actualidad*

Mientras observaba como Husk se alejaba de mi, sentía el viento golpear mi rostro, mientras una emoción en mi empezaba a nacer, aunque, no podía diferenciar-la. Tras unos segundos, escucho mi teléfono sonar y veo que se trata de mi amigo huevo:

-¿Veo que no has perdido el tiempo o sí? –digo mientras hago una sonrisa discreta.

-¡Tengo bastante información importante que creo que podría interesar-le! –mi sonrisa se hizo más notable.

-¡Soy todo oídos! –a través del teléfono, escuchaba como sacaba una serie de papeles con información valiosa.

...

 

Aire sofocado, dolor en mi espalda, frio por todo mi cuerpo, lagrimas en mis ojos y un cansancio insoportable sobre mi cuerpo. Todo dentro de mí, se iba ahogando en el dolor y en las heridas creadas por un contrato, y por un trabajo que había encadenado mi alma, mi vida, y mi razón de existir.

-¡Creo que esto será otro éxito más que merecido! –una voz algo distorsionada escuchaba, y al observar en frente mío podía ver a alguien con una cabeza televisiva.

-¡Solo recuerda nuestro trato Valentino, no puedo dejar que ese idiota tenga mucha más fama que yo!

-¡No te preocupes por ello, nadie se resiste a nuestro querido Angel Dust! –Respondía Valentino mientras me observaba y dejaba una pequeña risita al final de su frase.

Mi mirada se oscureció antes de poder seguir escuchando mientras sentía como alguien me agarraba sin demasiado cuidado y con fuerza.

Tras unas horas, mi vista volvió, y me encontraba en el hotel, mire hacía mi lado y ahí estaba, Husk, su expresión era de preocupación y seria. Me incline un poco con un dolor en la cabeza y con algo que hacía presión en mi cuerpo, y al ver mi cuerpo, en varios sitios tenía vendas que rodeaban mi cuerpo.

-¡Al fin despiertas! ¿Cómo estás? –su voz no parece ni satisfecha ni enojada, mas bien, parece seria.

-¡Si, no te preocupes, solo un poco mas excedido de lo habitual! ¿Cómo he llegado? –Husk suspira ante mi pregunta y me observa algo culpable.

-¡He ido antes de tiempo, para asegurar-me dé que no acabaras mal allá afuera!

-¡Ya veo! –miro las sabanas y en cuestión de segundos siento los brazos de Husk abrazándome con gentileza y con preocupación, además de protección.

Yo coloco mis manos en sus brazos con debilidad mientras lagrimas empiezan a caer poco a poco por mis mejillas haciéndome sentir vulnerable, cansado de la situación, cansado de lo que me estaba sucediendo en la vida y, de lo que estaba ocurriendo.

-¡Husk, como siga así… voy a acabar muriendo! –mi voz se quebraba por momentos mientras que su calor seguía rodeándome, pero, no parece ser suficiente para calentar mi cuerpo.

-¡No te preocupes, yo estaré aquí, si no logras levantarte! ¡No se que tan difícil puede llegar a ser para ti pero, te prometo, que todo saldrá bien! –miro el rostro de Husk, el cual, tenía sus ojos más brillantes, y el color verde predominaba con un pequeño brillo profundo.

 

Trato de secarme las lagrimas rápidamente pero Husk me lo impide agarrando mi mano con gentileza.

-¡Esas lagrimas…! –Husk observa mis lagrimas con todo detenimiento mientras pasa su mano y sus dedos gentilmente por mi mejilla- ¡…solo demuestran los fuerte que eres, y por mucho que lo intenten, ellos jamás, conseguirían hacer lo que hiciste! –Husk junta sus manos con las mías- ¡Aguanta, solo, un poco más! –yo lo observo unos momentos mientras siento su calor dominarme.

Tras unos segundos de observar esos ojos tan hipnotizan-tés, cambie mi mirada hacía nuestras manos entrelazadas y transmitiendo una calma de seguridad y alivio.

-¡Esta bien, lo intentare! –digo mientras miro hacia otro lado.

-¡No se te puede dejar solo!¿eh? –yo lo observo con cansancio en mis ojos.

De repente escucho un sonido en mi teléfono, y al agarrar mi celular veo que se trata de Valentino y lo único que puedo hacer es suspirar cansado y frustrado.

-¡Debo volver al trabajo, Husk!

-¡Pe—

-¡No, Husk, no te preocupes, solo…! –lo observo preocupado- ¡…solo espérame! –yo salgo corriendo hacía donde se encontraría Valentino.

 

Observo como uno de mis robots sirvientes me sirve un vaso de alcohol.

-¡Creo que ya va siendo hora de que actuemos! –digo, alzando mi voz- ¡Ese maldito de Alastor está empezando a ganar popularidad con su maldito programa y los rumores sobre que esta con la princesa Charlie se están empezando a confirmar entre esos demonios!

-¿Por qué deberíamos de preocuparnos por ese idiota? –Valentino responde sin levantar la vista de su celular, revisando publicaciones.

-¡Si, no creo que sea tan peligroso! Además, ¿no eras más fuerte que él y lo tenías bajo control? –su voz solo me había irritado por las palabras pronunciadas.

-¡Eso era antes! ¡Ahora, hay que empezar a mover ficha, antes de que se ría en nuestra cara con su estúpida sonrisa!

-¿Entonces, que planeas hacer? ¿Vas a insultar-lo hasta que llore o qué? –la voz de Velvette resuena en el aire.

-¿Y tú? ¿Piensas hacer algo aparte de ver publicaciones? –le respondo notando su enojo por mi respuesta

Me acerco a una de mis pantallas.

-¡Es obvio que debo mover ficha… y! –en la pantalla aparece Angel Dust- ¡Ya se a quien podemos usar! –una pequeña risa escapa de mi boca mientras observo a mi grupo.

Escucho la puerta abrir-se y veo a una de las tantas famosillas que hay en este mundo.

-¿Qué haces aquí? –pregunto al notar cómo se acerca, sus tacones resonando con un sonido metálico.

-¡Me parece que ustedes tienen mucho poder! ¿no es así? –su voz suena con ego y algo de duda.

-Depende de para que. ¿Y tú quien eres, una famosa o algo? –responde Valentino

-¡No me extraña que alguien de bajo estatus no sepa quién soy! ¡Yo soy Verosika, y creo que les interesara saber que, yo, se cómo acabar con el exterminio! –Verosika pronunciaba cada palabra con una sonrisa y saboreando nuestras reacciones.

-¿Por qué deberíamos creer a alguien como tú? –Velvette interviene- ¡Ambos sabemos que a todos se nos sube el ego cuando tenemos fama y tú… no eres una excepción! –ella ya tenía una clara opinión sobre Verosika y sobre su respuesta.

-¡Porque digamos que tenemos más en común, de lo que creemos y creo…! –se acerca más a nosotros y dice apoyándose en la mesa- …que podemos matar 2 pájaros, de un tiro.