—El maestro Adrián tiene razón, eso es también lo que yo pensé —dijo inmediatamente Wyatt Kirk.
La expresión de Zoe Silverstone se volvió aún más interesante.
Al ver a Wyatt Kirk partir sin siquiera mirarla, Zoe Silverstone lo siguió apresuradamente.
Fuera del concesionario de coches, no pudo esperar a alejarse y agarró el brazo de Wyatt Kirk:
—Señor Kirk, usted .
—¡Suéltame! —Wyatt Kirk sacudió su mano sin piedad—. ¡No me busques más!
—¡Señor Kirk! —La cara de Zoe Silverstone cambió y sollozó—. ¿Está rompiendo conmigo?
—¿Romper? Si nunca hemos sido una pareja como tal, así que no uses un término tan formal —dijo Wyatt Kirk con desdén, ya que nunca pensó muy bien de Zoe Silverstone.
¿Novia?
¡Ella no lo merecía!
—Solo fue algo novedoso para mí tenerte por unos días, me hiciste feliz, te dejé disfrutar del centro de atención por un tiempo —dijo Wyatt Kirk—. No te pongas el título de mi novia en la cabeza, no puedes pagarlo.
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