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No hay vuelta a casa.

Hechos narrados por Mary, después de la explosión en el refugio:

El polvo se levantaba en lo que antes era nuestro refugio, los escombros habían aplastado a las personas de mi alrededor. Miré los restos y pude ver a muchas personas aplastadas. Seguí buscando alrededor con la mirada, pero no encontré a Lisa.

—¡LISA! —grité con todas mis fuerzas.

Aunque grité su nombre, no hubo respuesta. Me levanté del suelo donde aún estaba, mi cabeza sangraba y mi pierna derecha estaba en muy mal estado, cojeé hasta llegar a la salida del comedor.

"¿Qué diablos pasó?"

Continué caminando alrededor. Lo que antes era nuestro refugio estaba hecho pedazos, no había signos de vida, no había rastro de Lisa tampoco.

—¡LISA! —continué gritando mientras caminaba por los oscuros pasillos, o lo que quedaba de ellos—. ¿¡Alguien sigue vivo!?

"Maldición, acaso todos están muertos. Vamos, Mary, concéntrate".

"¿Qué haría la rubia o John si estuvieran aquí?"

Seguí en busca de supervivientes porque no tenía tiempo, con el tamaño de esa explosión, era cuestión de tiempo de que todo el refugio estuviera lleno de infectados. Caminé hasta la armería.

—Genial, aún sirve —tomé una de las pistolas que había en la armería—. Espero que John no se moleste porque la tomé sin registrarla.

Seguí, caminé hacia el lobby principal donde estaban todas las carpas. Lo que vi fue horrible, personas aplastadas, otras heridas de gravedad, Lisa estaba ahí buscando a su abuelo entre los escombros de lo que era antiguamente su vivienda.

—Hey, Lisa —me le acerqué y puse mi mano en su hombro.

Lisa se volteó hacia mí, y me abrazó fuertemente.

—Gracias a Dios que estás bien —Aún no soltaba su abrazo.

—Sí, podría decir que estoy mejor que otros.

—Mary, por favor ayúdame a mover los escombros, el viejo está abajo. —Lisa me soltó y volvió a mover escombros

Miré la carpa ya aplastada de su abuelo, y la mano del viejo estaba sobresaliendo de todos los escombros. No solo eso, había demasiada sangre para que el anciano todavía estuviera vivo.

—Lisa, no creo que... —tartamudeé. No sabía cómo decirle que era inútil, su abuelo ya estaba muerto—. Lisa, no creo que el abuelo... aún esté vivo.

Lisa se negaba a escucharme, y simplemente seguía removiendo los escombros.

—Lisa, tenemos que irnos. —intenté agarrar su brazo, pero simplemente lo jaló fuera de mi agarre—. Lo siento tanto, Lisa, pero tenemos que irnos.

—Mary, dime que esto es una pesadilla. —Hizo una pausa, pude ver sus lágrimas recorriendo sus mejillas. —Dime que despertaremos y todo estará bien...

—Lo siento... pero tenemos que irnos.

El sonido de algo golpeando las puertas, resonó por el refugio, las personas que aún podían moverse corrieron, todos sabíamos lo que significa ese ruido.

—Maldición, ya están aquí —agarré la mano de Lisa y comencé a correr lejos de la entrada.

Se oyó el estruendo de las puertas cayendo al suelo, y los gritos de los refugiados comenzaron a oírse. Continué corriendo junto a Lisa, inclusive con mi pierna en mal estado, me dolía como el mismo infierno.

"Este lugar está acabado, siempre lo estuvo desde lo que pasó con Chloe."

—Mary, espera... — Lisa transpiraba fuertemente, parecía no ser capaz de seguirme el ritmo.

—Lo sien...

Unos infectados nos bloquearon el camino, al parecer también estaban entrando por la salida trasera. Rápidamente, vi la oficina de John, entré apresuradamente, y cerré la puerta con el pestillo. En la puerta se escuchaban el golpeteo de los infectados.

—Creo que estamos a salvo por ahora.

<Clip >

Escuché el sonido del seguro de un arma detrás de mí, y sentí una pistola detrás de la cabeza.

—Levanta las manos —me dijo la voz, podía reconocer aquella entonación, era la Jin.

—Jin, somos nosotras —dijo Lisa, que apenas era capaz de hablar.

—Si eres Mary, muéstrame el piercing que tienes en tu ombligo —me dijo Jin sin mover el arma de mi cabeza.

—No creo que sea momento de bromear Jin.

— Solo hazlo — gritó.

Lentamente, me volteé y levanté mi camiseta mostrándole el piercing. Jin suspiró aliviada bajando su arma.

—Lo siento, Mary, tenía que asegurarme de algo.

—¿Asegurarte de qué? —le pregunté molesta.

—Que no eras una de ellos —me respondió, al mismo tiempo que se acercaba a la ventana que daba al vestíbulo—. Están por todas partes.

—¿Ellos? Te refieres a un infectado —pregunté genuinamente confundida.

—No, Mary, hablo de lo mismo que atacó a Chloe.

—¿Hablas del centro comercial? —le pregunté.

—No solo en el centro comercial... —Jin suspiró—. Hablo de antes.

—Hablas antes de que ella... —No había terminado la frase, cuando vi que Lisa se derrumbó al suelo—. ¡Lisa! —grité

Jin y yo nos acercamos rápidamente a Lisa que estaba en el suelo, puse mi mano en su frente y estaba ardiendo, Jin levantó su blusa en busca de heridas, Lisa tenía un moretón morado en el lado inferior izquierdo del estómago.

—Maldición, esto no es bueno —Murmuró Jin.

— ¿Qué le pasa?

—Es una hemorragia interna —me respondió Jin con ojos perdidos, al mismo tiempo que llevaba su mano a su cara—. No puedo hacer nada por ella, sin Susan...

—Vamos, Jin, sé que puedes hacer algo —agité violentamente a Jin para que reaccionara.

—Lo siento... en serio que lo siento. —Jin me miraba directamente a los ojos.

—Está bien... todo está bien, Mary... —Lisa empezó a recuperarse, pero apenas podía hablar.

"¿Cuándo todo empezó a ir tan mal?" —intenté decir, pero mis palabras no abandonaban mi boca, quería decirle que lo sabía, que todo iba a estar bien. Pero sabía que nada estaría bien.

—Lisa, no te preocupes, todo estará bien —Jin agarró la mano de Lisa—. Estaremos bien.

Jin, ya comienzas a actuar como ella, como Chloe. Cómo desearía que Chloe estuviera aquí. Que fuera como antes, ella sabría qué hacer...

Hechos narrados por John, posteriores a la salida de la zona muerta:

De alguna manera, logré que Chloe no me hiciera más preguntas.

"Lo siento, Jin, por mi descuido arruiné todo, pero una parte de mí está aliviada al ver un inicio de mejora. La posibilidad de recuperar a Chloe, inconscientemente, me alegra mucho." —Hablaba con Jin en mi mente.

Chloe y yo seguíamos caminando por la calle.

—¿Entonces tienes un plan para conseguir un carro, Johni? —me preguntó Chloe.

—Claro que sí, siempre estoy listo, Rubia — le sonrió.

—¿Y entonces?

—Bueno, un buen amigo, —me volví hacia ella señalándola —"Tú". Guardó un auto para usar en casos como estos.

—¿Tú tienes amigos además de mí? —Chloe hizo una cara de sorpresa.

—Sí, supieras que cuando era joven era muy popular —dije haciéndome el ofendido.

Continuamos caminando en silencio por otros diez minutos.

—Oye, Rubia, —le dije entonces— ¿quieres escuchar una broma?

Chloe suspiró fuertemente y me miró como si estuviera cansada de la vida.

—Okay, dispara.

—Un hijo va a su madre y le dice: «Mamá, mamá... Los Guanajuatos se están pegando...» sabes lo que le respondió su madre. —apenas podía aguantar la risa.

—¿Qué?

—Déjalos que se maten. —no pude aguantar más, finalmente me reí descontroladamente.

—Y por esa razón no eres comediante. —dijo Chloe sacudiendo su cabeza.

Yo continué riendo de mi chiste, Chloe simplemente no tenía sentido del humor, ni antes ni ahora. A la distancia se podía ver una casa marcada con las iniciales "B368".

—Allí está. —Le dije a Chloe mientras apuntaba con mi dedo hacia la casa.

—B368, ¿qué significa eso?

—No estoy seguro, mi "amigo" lo escribió ahí —le respondí levantando mis hombros hacia arriba.

Ambos nos acercamos a la puerta, el candado seguía intacto.

—Al parecer es nuestro día de suerte. —Me agaché para buscar en mi mochila, moví unas cuantas cosas del medio y saqué una llave.

—¿Siempre llevas la llave contigo?

—Cuando salgo, usualmente sí —Acerqué la llave al candado y la giré <Clip >—. ¡Sí!, todavía funciona.

El candado cayó al suelo y entonces pasamos adentro. Todo estaba decentemente organizado, en las paredes había planos como fotos. Chloe, Jin y yo las habíamos usado para planear las cosas en el refugio.

—Esto... —murmuró Chloe, Miré en dirección a ella. Parecía haber puesto algo en su bolsillo.

—¿Dijiste algo, Chloe?

—Ah, no, simplemente pensaba que tu "amigo" era muy organizado...

—Sí, claro.

Me acerqué a uno de los gabinetes, lo abrí y saqué una llave de un auto, después doblé en la esquina hacia el garaje. Ahí estaba el Toyota que habíamos guardado.

—Hey, rubia —llamé a Chloe, que aún estaba en el vestíbulo.

—Sí — me respondió Chloe, mientras se inclinaba por la puerta.

—¿Qué te parece esta belleza? —le presumí.

—He visto mejores —me dijo Chloe, al mismo tiempo que abría la puerta del copiloto y se sentaba—. Pero funciona.

Abrí la puerta del garaje, para después montarme en el auto.

—Bueno, vamos allá.

Encendí el auto y comencé a manejar.