"¡Hoy es el día en que terminaremos con la estúpida resistencia de esos asqueroso humanos!" - exclamó Cattleya mientras sonreía delante de sus tropas.
La operación ya había comenzado y los demás generales ya estaban corriendo con sus tropas de élite en dirección de sus puestos asignados, dejando sola a Cattleya, quien desde sus puntos de vista, no era más que un sacrificio glorificado, después de todo, ellos estaban seguros de que lograrían conseguir un enorme mérito luego de conquistar la capital, mientras que la mujer demonio solo ganaría burlas por no poder hacer nada por romper la última barrera de la capital.
El grito de las tropas demoníacas resonó en el lugar mientras todos se preparaban para poder atacar.
"Imbéciles" - sonrió Cattleya mientras reía con locura.
"¿Señorita Cattleya?" - preguntó un soldado al sentir que había escuchado algo raro.
"Oh, lo siento, solo estaban pensando en algunas cosas" - sonrió Cattleya mientras iniciaba el ataque.
* * * * *
"Supongo que es el momento" - dijo Cloud mientras una enorme sonrisa aparecía en sus labios. Él podía sentir el sabor de la guerra en el aire mientras las tropas enemigas se acercaban, y por la velocidad con la cual se acercaban, parecía que decidieron ignorar el peligro de las minas elementales - "Supongo que ellos quieren que la vanguardia se coman todas las trampas posibles mientras que el resto destruye nuestra línea de defensa, una lástima que ignoraron un pequeño detalle..."
Cloud podía sentir como su cuerpo temblaba ligeramente por la emoción que sentía. Él estaba listo para poder transformarse en cualquier momento.
"Líder Cloud, la señorita Rika acaba de mandar un mensaje diciendo que todo está listo" - dijo un arquero mientras caminaba donde su líder.
"Perfecto, envía un mensaje diciéndole que la operación ha comenzado, así que quiero que esté atenta a los posibles ataques que recibirán las demás entradas" - respondió Cloud con seriedad.
"De inmediato" - dijo el arquero antes de salir corriendo.
"¿Sus órdenes, líder Cloud?" - preguntó otro arquero mientras los magos se miraban entre ellos.
"El plan no ha cambiado, seguiremos haciendo lo mismo, solo que esta vez el resultado será diferente" - dijo Cloud con una pequeña sonrisa.
"¿Diferente?" - repitió un mago mientras fruncía el ceño.
"Sí" - asintió Cloud mientras escuchaba como las minas elementales empezaban a explotar una detrás de otras junto al sonido de los soldados demoníacos gritando por el dolor - "Esta vez... no habrá sobrevivientes..."
* * * * *
"Ya veo, el ataque ha comenzado" - musitó Rika mientras negaba con la cabeza.
"¿Qué haremos, líder Rika?" - preguntó un soldado mientras miraba a su superior durante esta operación, más que nada porque nadie quería tomar el mando, y por consiguiente, la responsabilidad de fallar esta guerra.
"Seguiremos con el plan, después de todo..." - murmuró Rika mientras escuchaba el sonido de una explosión a la distancia - "Ya teníamos prevista esta emboscada..."
"Ok" - asintió el soldado mientras fruncía el ceño - "¿Solo esperaremos?"
"En lo más mínimo, cuando las explosiones terminen, nosotros atacaremos y eliminaremos a todos esos bastardos, así ellos aprenderán que no tienen que meterse con la raza humana" - respondió Rika con una mirada fría sobre su bronceado rostro.
El soldado miró a la joven que físicamente no parecía tener más de 16 años, aunque sus ojos parecían decir que ella tenía años de experiencia en situaciones como esta.
"¿Qué estás esperando?" - dijo Rika con el ceño fruncido - "Ve a entregar mis instrucciones"
"Lo siento, voy de inmediato" - dijo el soldado mientras le daba una última mirada a la chica antes de retirarse.
"En serio, la gente no me toma seriamente con este cuerpo tan joven" - murmuró Rika mientras negaba con la cabeza - "Como sea, es mejor que cumpla con mi trabajo o Cloud no me dejará entrar más a estos mundos, y honestamente, son interesantes, al menos es un enorme cambio con mi vida habitual"
Rika sacudió su cabeza para alejar los pensamientos mientras veía como los soldados empezaban a prepararse para iniciar su ataque cuando diera la señal.
"Lo bueno es que estos soldados son ordenados y saben seguir sus órdenes" - asintió Rika mientras veía como los demonios empezaban a moverse de forma errática - "Perfecto, ellos no solo están desorientados, sino que también pareciera que los dirigentes están empezando a dar órdenes que se contradicen entre ellos"
Una pequeña sonrisa apareció en el rostro de Rika porque era obvio que la supuesta presencia de un traidor entre estos generales, estaba causando que todos ellos confiaran de sus colegas, y no había un peor error en una guerra que no poder confiar en tus propios aliados.
"Líder Rika" - dijo el soldado que la había estado acompañando.
"¡Ataquen!" - exclamó Rika mientras lo ignoraba.
Los soldados rápidamente abrieron la puerta de la capital y salieron cabalgando contra las tropas demoníacas.
"Ya terminé en este lugar, ahora tengo que ir a la segunda entrada" - dijo Rika mientras negaba con la cabeza porque era obvio que los problemas no habían terminado - "Es una lástima que las demás no estén aquí, de ser así, no tendría tanto trabajo que hacer"
* * * * *
"¡¿Cómo?!" - exclamó uno de los generales mientras miraba con odio a sus compañeros, algo que los demás generales demoníacos estaban haciendo también.
Cada uno de ellos estaba mirando al resto con hostilidad, como si él hubiera visto a los otros robarle algo que era sumamente importante.
"¡Es obvio que hay un traidor entre nosotros, y yo digo que es Daimon!" - exclamó la mujer demoníaca mientras miraba al general de mayor rango - "Él es quien sufrió menos daños de todos nosotros"
Los generales miraron a Daimon, quien los estaba mirando con furia - "¡Yo no soy el puto traidor!"
"Tus palabras y la situación actual no te ayudan, Daimon" - dijo otro general mientras miraba a Daimon con desdén - "Ahora, dinos por qué no has sufrido casi ningún daño"
"Porque tenía un mal presentimiento y les ordené a mis tropas que redujeran la velocidad" - respondió Daimon con el ceño fruncido.
"Esa es una muy mala escusa" - bufó la general femenina mientras entrecerraba los ojos - "¿En serio? ¿Un puto presentimiento?"
"No gano nada con mentir en esta situación, ese fue el motivo por el cual les ordené a mis tropas que no avanzaran tan rápido, y ahora mis sentidos me dieron la razón, hay un puto espía entre nosotros, y honestamente no me importa cuál de ustedes sea" - respondió Daimon con neutralidad.
Los generales entrecerraron los ojos mientras sentían como su poder demoníaco crecía junto a su furia.
Daimon frunció el ceño mientras liberaba su poder, el cual no era muy diferente al de sus compañeros, aunque esto era malo porque él era uno contra todos los demás generales.
"Supongo que ustedes no confían en mí" - dijo Daimon mientras sacaba su espada.
"Por supuesto, tú eres el único que ha actuado extraño y no ha sufrido daños durante la operación, eso es prueba más que suficiente para comprender que sabías que iban a contraatacar" - dijo la mujer demonio mientras sacaba una enorme hacha.
Los demás generales también sacaron sus harmas hasta que el general del tercer escuadrón los detuvo.
"¿Vas a defenderlo, anciano?" - preguntó la mujer demonio mientras miraba al general que parecía tener más años de experiencia.
"Creo que es mejor que dejemos esto para otro momento porque..." - aunque antes de que pudiera decir algo más, su cuerpo inerte cayó al suelo.
"¡¿Por qué hiciste eso?!" - exclamó la mujer demonio mientras miraba al hombre que había matado al general del tercer escuadrón, después de todo, este no era otro que Daimon.
"Porque es obvio que este era el traidor" - respondió Daimon con desdén mientras una enorme sonrisa aparecía en sus labios - "Ahora lo comprendo, todos ustedes fueron traidores, confabularon para no solo detener mi ascenso, sino también para poder debilitar el poder que su excelencia el sumo sacerdote, tiene en sus manos"
"Dejemos de hablar con este traidor" - dijo el general del segundo escuadrón mientras entrecerraba los ojos - "Es obvio que él es el responsable y ahora intenta echarnos la culpa"
Los demás generales saltaron contra Daimon, quien rápidamente levantó su espada y bloqueó los ataques, solo para soltar un pequeño gemido de dolor cuando sintió algo penetrando su costado - "Ugh..."
Daimon lentamente levantó la mirada y notó una silueta humana con una extraña arma de metal - "¡U-Ustedes!"
Los generales notaron este ataque, aunque no había tiempo de preocuparse por lo demás, ahora que Daimon estaba herido, era el momento perfecto para poder matarlo de una vez por todas, y así poder volver a controlar la situación. Lo mejor que podían hacer los generales, era revelar la identidad del traidor, tomar control de sus tropas para mantener estable sus posiciones militares.
Daimon soltó un rugido de furia cuando vio cómo estos traidores no solo habían recibido el apoyo de esos sucios humanos. Con un esfuerzo sobrehumano, él canalizó todo su poder mientras saltaba contra sus oponentes.
Los generales miraron atónitos cómo el general herido atacaban con una furia descontrolada, más luego de bloquear los ataques y sentir como un extraño poder fluía dentro del traidor.
"¡Mátenlo antes de que las cosas se salgan de control!" - exclamó el general femenino.
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[Origen] Cap 697 <--- Disponible en Pa treon.
[La Leyenda del Kyubi: Vol 4] Extra 19(31) <--- Disponible en Pa treon.