Dos días pasaron para el grupo, tiempo que se esparció la noticia de que pronto empezarían con su misión de conquistar los [7 Grandes Laberintos], siendo el primer objetivo, el [Gran Laberinto Orcus].
Los grupos ya sabían quienes serían los que participarían, y aunque esto le molestara a Aiko, ella no tenía modo de hacer recapacitar a la mitad de su clase de participar en algo tan peligroso, más cuando Kouki estaba avivando las llamas.
Cloud estaba terminando con sus últimos preparativos, asegurándose de que sus pistolas estuvieran ocultas en todo momento porque no quería que sus compañeros las vieran, no cuando podía sentir la creciente hostilidad que provenía de unos cuantos de ellos.
"Hmm, algo me dice que las cosas están por dar un giro radical" - dijo Rika, despreocupada por la situación porque según lo que había escuchado, no habría peligro durante los primeros días porque el laberinto estaba diseñado para que los primeros niveles fueran sencillos.
"Tus palabras y actitud, son dispares" - respondió Cloud mientras les daba un último mantenimiento a sus pistolas y revisaba los cargadores, después de todo, no quería que las cosas se salieran del control por un error suyo.
"Es porque tengo plena confianza nuestras habilidades, incluso tú encontraste una forma de poder hacer que esa habilidad "inútil" tuya, fuera la habilidad más rota de todos nosotros" - bufó Rika con calma mientras le daba una mirada discreta al rubio - "En serio, no entiendo cómo es que lograste esto tan rápido"
"Es porque me estuve preparando, y lo sabes" - respondió Cloud con el ceño fruncido - "Puede que no haya tenido una buena infancia, pero ya he disfrutado más que suficiente, aunque no puedo recordar muchas cosas"
"Te entiendo" - asintió Rika mientras notaba como un grupo se acercaba - "Voy a hacer algo de tiempo mientras guardas tus armas"
"Gracias" - asintió Cloud mientras le daba el último vistazo a sus pistolas y las guardaba en sus fundas que estaban escondidas en su ropa.
Cuando vio que todo estaba listo, él salió de su habitación y caminó donde estaban sus compañeros.
"Veo que alguien por fin salió de su madriguera" - dijo Daisuke con desdén.
"¿Quieres que te vuelva a dar otra paliza, Hiyama?" - preguntó Cloud con neutralidad mientras tronaba sus brazos - "Porque todavía puedo hacerlo"
"Tch, solo espera unos cuantos niveles más y veremos si puedes decir lo mismo" - respondió Daisuke con furia mientras se retiraba en silencio, aunque Cloud podía decir a ciencia cierta que su compañero de clases estaba maldiciéndolo en sus pensamientos.
"Te recomiendo que tengas cuidado, él ha estado actuando extraño" - dijo Kaori con preocupación.
"Tranquila, sé cómo cuidarme" - respondió Cloud con una pequeña sonrisa porque podía sentir el creciente instinto asesino de Daisuke.
No importaba cuantas veces rejuveneciera, o perdiera la memoria, había cosas que él nunca podría olvidar.
Kaori estaba a punto de decir algo más, cuando vio como una figura familiar caminaba frente a ellos.
"¡Muy bien, es tiempo de que iniciemos nuestra primera expedición!" - exclamó un hombre alto, fornido que estaba usando una armadura plateada - "Es un placer como instructor, poder estar presente durante el inicio de su leyenda"
"Meld-san siento tan dramático como siempre" - dijo Kouki mientras los demás soltaban una carcajada al ver al avergonzado capitán de caballería.
"Le pido que cuide a mis estudiantes, Meld-san" - dijo Aiko mientras miraba con preocupación a los jóvenes que estaban a punto de poner sus vidas en peligro.
"¡P-Por supuesto!" - asintió Meld con vergüenza mientras miraba a los estudiantes - "Ellos son mis pupilos, así que es mi deber apoyarlos en todo lo que pueda"
"Muchas gracias" - sonrió Aiko mientras se retiraba.
Los caballeros de los alrededores, le dieron una mirada bromista a Meld mientras él solo desviaba la mirada.
"Bueno, es hora, vamos" - ordenó Meld mientras los héroes empezaban su marcha hacia su destino, sin saber los graves cambios que sucederían durante las últimas horas.
* * * * *
"Ugh, me duele la cabeza" - murmuró una mujer de largo cabello castaño rojizo, peinado en una cola de caballo. Ella estaba vistiendo lo que parecía ser un traje de sirvienta victoriana que parecía demasiado erótico por lo mucho que se ajustaba a sus prominentes curvas - "¿Dónde estoy?"
La mujer lentamente abrió sus ojos rojos y miró alrededor mientras intentaba recordar cualquier cosa, pero por mucho que lo intentara, todo se mantenía en blanco, como si ella recién hubiera nacido - ". . ."
"Oye, ¿Estás bien?" - preguntó una linda voz.
La mujer de cabello castaño miró al origen de la voz, y vio que se trataba de una hermosa joven de cabello celeste claro, casi plateado, ojos azules y una extraña vestimenta que mostraba gran parte de su piel, pero el detalle más importante, era que ella tenía dos largas orejas de conejo sobre su cabeza.
"¿Conejo?" - murmuró la mujer de cabello castaño mientras miraba detenidamente a la chica que estaba frente a ella porque podía sentir algo familiar.
"¿Qué tiene de malo?" - preguntó la chica conejo mientras fruncía el ceño, aunque luego de unos segundos, sintió un agudo dolor de cabeza mientras un sin número de visiones aparecían en su mente.
"¿Estás bien?" - preguntó la mujer de cabello castaño mientras miraba con preocupación a la chica conejo.
"Sí, estoy bien" - respondió la chica de cabello celeste pálido antes de sacudir la cabeza - "En fin, mi nombre es Shea Haulia, es un placer"
"Mi nombre es" - murmuró la mujer de cabello castaño mientras se tomaba la cabeza, como si estuviera tratando de hacer un enorme esfuerzo en tratar de recordar su identidad - "Mi nombre es Belta Lievre"
"¿Belta-san?" - asintió Shea mientras caía al suelo, cansada por el uso excesivo de su maná.
"¿Estás bien?" - preguntó Belta mientras miraba a Shea.
"Sí, solo un poco cansada" - sonrió Shea mientras en su cabeza estaba pensando a toda velocidad.
Ella tenía la extraña habilidad de poder ver el futuro por cortos lapsos, aunque esto consumía casi toda su maná, dejándola completamente vulnerable. El problema era que ella no tenía control de esta habilidad, y solo aparecía en momentos críticos donde su vida estaba en peligro, o en situaciones donde hacer pequeños cambios podría cambiar su vida.
Shea se quedó en silencio mientras intentaba recordar lo que había visto, ella, junto a un pequeño grupo de mujeres, estaban acompañando a un extraño chico que usaba unas armas igual de extrañas, pero lo más extraño, era que ellos estaban tratando de detener a la mujer que estaba a su lado.
Esto era extraño porque Shea no podía sentir ninguna mala intención de esta mujer, y su visión no estaba mostrando como si ella fuera un peligro.
"¿Estás bien?" - repitió Belta por tercera vez.
"¡Hai!" - asintió Shea con una pequeña sonrisa - "Solo pensaba en lo extraño que era encontrarte en medio del bosque, sin protección e inconsciente"
Belta frunció el ceño cuando escuchó esto mientras se ponía a pensar, pero por mucho que lo intentara, no podía encontrar una respuesta - "Lo siento, no sé qué decir"
"Tranquila, no te estoy llamando sospechosa, o algo por el estilo" - respondió Shea mientras movía sus manos erráticamente - "Es solo que lo considero extraño, más con lo bonita que eres"
"Gracias" - sonrió Belta mientras miraba con familiaridad a la chica - "¿No nos hemos visto antes?"
"No, no he visto a muchos humanos" - respondió Shea mientras sacudía la cabeza - "Pero también siento que eres familiar, extraño"
"Hmm" - las dos mujeres empezaron a pensar, aunque luego de unos segundos decidieron dejar el tema para otro momento.
"En fin, no creo que sea buena idea que te deje sola en medio del bosque, así que voy a llevarte a mi aldea" - sonrió Shea porque algo muy dentro de ella le decía que podía confiar en esta extraña.
"¿Estás segura?" - preguntó Belta con sorpresa porque no pensaba tener este recibimiento tan amable.
"Claro, aunque si soy sincera, siento que tu estadía no será tan buena, aunque será mejor que estar en un peligro constante en el bosque" - respondió Shea con amabilidad.
"¿Por qué dices eso?" - preguntó Belta con el ceño fruncido, después de todo, ella no pensaba que los [Beastman] la trataran mal solo por ser una humana.
"Oh, no tiene nada que ver con que seas humana, es más bien un problema conmigo" - murmuró Shea con pesar - "Verás, tengo una extraña habilidad y es por esto que la gente me trata como un mal augurio"
"¿Mal augurio?" - preguntó Belta con el ceño fruncido porque no podía creer lo que escuchaba.
Shea era la chica más amable y tierna que había conocido, irónicamente, ella era la única chica que recordaba haber conocido, pero eso no significaba que no comprendiera la amabilidad de la joven conejo.
"Verás, tengo la habilidad de ver el futuro cuando estoy en peligro, y la gente cree que soy yo la que atrae todas las desgracias de mi clan" - respondió Shea con pesar mientras sus orejas parecían desinflarse - "Todos piensan que soy una maldición"
"Oh" - Belta suspiró con pesar mientras acariciaba la cabeza de la joven, como si fuera su hermana mayor - "Tranquila, ellos no saben lo que se pierden"
"¿En serio?" - preguntó Shea mientras levantaba la mirada.
"Claro, y estoy segura de que alguien más podrá ver lo maravilloso que es tu don" - asintió Belta con amabilidad.
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[Origen] Cap 582 <--- Disponible en Pa treon.
[La Leyenda del Kyubi: Vol 4] Extra 16(9) <--- Disponible en Pa treon.