Un baile, un villano

-Acalia, te mencioné que no quería

-Qué no me metíera con tu vestuario, pero lo hecho hecho esta. Mamá y yo elegimos algo hermoso para ti, y para Zack también. Aunque sabemos que no puedes vestir apropiadamente te dejamos algo.

Neil dejo suavemente a Zack en un escritorio totalmente libre.

-No puedo dejar que desperdiciemos tela. Me lo probare. -Neil se acercó al sastre, Acalia bajo del pedestal y se acercó a Zack.

Creemos que el verde esmeralda le quedara muy bien, pero luego pensamos en ti, no sabíamos que ponerte hasta que recordamos aquella corona qué te pusieron en tu primer baile de presentación.

-Relamente odio eso.

-Lo sabemos, por eso la modificamos, todos deben saber que eres un príncipe como tal. Y yo personalmente me encargue que el vestuario y la corona combinará.

-¿Por qué harías eso?

-Por que mañana debes hacer que mi hermano caiga ante tus encantos

Acalia tomo al sapo príncipe, empezaron a salir de la habitación. Acalia le presento el castillo como un invitado.

La noche cayó en este lugar y pronto el sol del amanecer abarcaría el cielo. Todos estaban realmente contentos, el pueblo amaba el baile de primavera y el de invierno, eran los más hermosos debido a las estaciones.

El baile duraba todo el día, eso debido a que la gente de otros lugares también era invitada.

-Demos la bienvenida a la primavera con este baile, todos están invitados. Y quien sabe, tal vez encuentren su cuento de hadas.

Declaró el rey, y como él había dicho, muchos cuentos se cumplieron. Choques de que gente tan diferente pero tan igual era su cuento. Muchos encontraron oportunidades, la familia estaba tan alegre.

Las damas y los caballeros se acercaban a los hermanos, y todos veían como un lindo sapo estaba en el hombro del príncipe. Ese era el tema de conversación de boca en boca.

Aunque también lo era el increíble trabajo del sastre de la familia real. Todos estaban planeando tener una cita con el sastre para su nuevo atuendo.

-Estoy tan hambriento, creo que debo ir por un rico malvadisco de chocolate. -Acalia se acercó a su hermano.

-Te acompañamos, siento que en algún momento mi estómago gruñira tanto que temblara el lugar.

Los tres rieron. Se acercaron a la mesa de bocadillos y comieron los que necesitaban para sasiar su hambre.

-¡Acalia! -Una voz joven llamo entre la multitud -Mi amiga, hace tanto que no te veía desde que viaje.

-Fiona, me alegra tanto que estés aquí ¿Qué tal el viaje al este?

Neil empezó a alejarse para dejar a su hermana y a su amiga charlar. Alguien jalo del príncipe, haciendo que Zack cayera al suelo. Zack estaba preocupado no sólo por el príncipe, también por su viva, tantos zapatos con punta qué podrían acabarlo como un insecto.

Neil estaba siendo arrastrado hasta un balcón. Cuando logro alejarse de la persona que lo jalo. Él logro verlo. Era un hombre mayor. Lo que más le llamaba la atención eran sus ojos violeta.

-¿Quién eres? -estaba listo para desenfundar su espada.

-¿Dónde está el sapo príncipe? -Respondió mientras se acercaba lentamente a Neil.

-No sé de qué hablas -su mano estaba ya en la espada.

-Claro que lo sabes, le dije a mi ama que no lo enviara a ningún lugar, debía de tomarlo y encerrarlo en un frasco. Y ahora tú lo encontraste.

-Discúlpeme señor pero no sé de que me habla.

El hombre tomó a Neil de la muñeca mientras él trataba de salir de ahí, desenvaino su espada y la apuntó al hombre.

-¿Por qué protégés a ese répugnante animal? -levanto la manos en señal de rendición.

-¿Quién es tu ama?

-¡Amelia! -El sapo salto y sus patas golpearon el rostro del mayor. Neil atrapó al sapo príncipe en sus manos.

-¿Qué haces aquí? Vete ahora.

-No puedo dejarte. Esta es mi pelea.

-Lo veo y no lo creo. Ustedes se van a pudrir -La risa del final los dejo perplejos, Neil empujó al mayor por el balcón, pero el mayor tomo del cabello a Neil. La gravedad hacia de lo suyo, Neil y el mayor cayeron del balcón al arbusto qué estaba debajo.

-¿Que mierda? ¿Por qué me jalas del cabello? -el mayor seguía jalan to del cabello de Neil.

-Ahora solo necesito un -de un movimiento Neil tiro al mayor al suelo.

-Ahora me vas a decir lo que planeas.

-Jamás -después de decir esas palabras su rostro empezaba a desfigurarse, se estaba deshaciendo. Era asqueroso.

Neil se levantó con velocidad antes me manchar su atuendo, aunque claro ya estaba realmente muy dañado. Cuando el cuerpo del mayor estaba totalmente desecho se sentó a un lado. Miro al cielo totalmente confundido.

-¡Neil! ¿Estas bien? Fui por ayuda. No pierdo hacer mucho en este estado.

Neil lo miro. Su pequeño cuerpo saltando mientras que los otros guardias iban tras de él. Ahí lo decidió.

-Estoy, bien, solo unos rasguños por el arbusto...

Zack salto a su rodilla, se levantó y tomo su cara en sus patas. Delicadamente la movió buscando más rasguños.

Luego los dos se miraron.

-Realmente perdona. Te he metido en algo que no debía ser.

-No, no te disculpes, ya sabia en lo que me metía y me gusta poder ayudarte.

-¿Te gusta? No creo que eso... -Neil se acercó a los labios de Zack, un calor incondicional abrazo a Zack.

Como al principio, luces de color azul empezaron a destellar al rededor de este par. Los guardias miraban incómodamente.

La silueta del sapo príncipe empezaba a cambiar, las manos y los pies se hacían más grandes, el cuerpo era más humano. Dado al cambio Neil empezaba a sentir presión en su rodilla. La bajo un poco. Las manos de Zack empezaban a tocar el césped. Cuendo Neil separó sus labios de los de Zack. Pudo ver su rostro. Ese cabello pelirrojo qué brillaba con la luz de la luna, su piel avellana y sus ojos azules brillaban por si solos, sin necesidad de alguna luna o una luz.

Ambos se miraron, atónitos, sin aire.

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