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Mi matrimonio forzado: la hermosa esposa no tiene memoria

Sun Hee es una joven de 18 años. Tras haber despertado de un largo coma, se enteró de que había perdido la memoria. Ese mismo día, su malvada madre la forzó a casarse con un hombre completamente extraño para ella. Sin poder negarse tuvo que aceptar aquella extraña orden. Su esposo Jin Seong es un hombre frío, rico, arrogante y poderoso, capaz de hacer desaparecer a cualquier persona del país. Ellos dos son completamente diferentes. Sus vidas cambiarán por completo y tendrán que intentar convivir juntos aunque no se conozcan. ¿Qué pasara en su relación, terminaran enamorándose? ______________________________________________ Nota de autor: La cubierta no es mía. Por favor, no resubir esta historia

Laurasiscoyote · 现代言情
分數不夠
132 Chs

Capítulo 118: El interior de su boca

Sun Hee observó boquiabierta como se acercaba su esposo rápidamente, ella sin pensarlo retrocedió un poco para intentar evitar lo que en ese momento ella no sabía que iba a pasar.

Sin embargo, lo único que logró al retroceder fue encontrase con la pared, ahora ella ya no sabía que hacer.

Simplemente se quedó quieta y observo la mano de su esposo la cual se apoyo en el cabello de ella gentilmente.

Aquél simple movimiento fue capaz de calmarla, antes incluso pensó que estaba enfadado pero ahora se atrevía a decir que solamente estaba un poco decepcionado.

De repente, ese suave movimiento cambio completamente, notó como uso su fuerza para atraerla hacia él.

Los ojos de Sun Hee se abrieron de la sorpresa al darse cuenta de la situación en la que estaba en ese mismo momento.

Notó como Seong-Jin rozaba sus labios, su respiración era débil pero capaz de hacer que el corazón de Sun Hee se acelerara incontrolablemente.

Sun Hee sintió como si algo golpeara su cabeza, incluso noto como seguía por todo su cuerpo. El calor recorrió todo su cuerpo completamente, y ni siquiera la había besado, solo habían rozado sus labios.

En aquél momento, Seong-Jin la había sujetado cuando ella tenía la guardia baja, por lo que se le dificultaba poder apartalo.

Ahora mismo era como intentar mover una pared.

Poco después, Sun Hee notó como su esposo elevó levemente las comisuras de sus labios, mostrando una pequeña sonrisa malévola, esa sonrisa provocó que Sun Hee pensara que se estaba burlando de ella. Finalmente, volvió a su ser y nuevamente intento apartar a su esposo, esta vez puso sus manos sobre el pecho de él y lo empujó con todas sus fuerzas.

Inesperadamente, logró apartarlo, pero solo fue por unos pocos segundos, ya que él sin pensarlo se volvió a acercar y está vez no fue como antes.

Seong-Jin puso su mano detrás del cuello de ella y fuertemente la volvió a acercar a él, en ese instante Sun Hee notó como Seong-Jin apretaba los labios de Sun Hee contra los suyos.

En el momento que menos se esperaba Sun Hee, sintió como la punta de la lengua de él poco a poco entraba en su boca, Sun Hee acababa de perder su as bajo la manga, simplemente no sabía que hacer.

Lo único que sentía en ese momento, era como él apretaba cada vez más sus labios contra los de ella, haciéndola sentir un pequeño dolor en sus labios, los cuales se volvían cada vez más rojos por la presión.

Su mano seguía apoyada en el cuello de Sun Hee, impidiendo que ella intentará alejar su cabeza.

Lentamente y sin dejar de explorar el interior de su boca se alejó y observo detalladamente a la mujer tensa frente a él.

Levemente arqueó su ceja y intento entender la expresión de ella, ¿estaba asustada, satisfecha o acababa de ganarse su odio eternamente?

Esos pensamientos se interrumpieron cuando escuchó que Sun Hee tosió débilmente.

La mirada de Sun Hee era seria pero también parecía un poco asustada.

Lo único que pudo sentir Seong-Jin en ese momento fue como la mano de ella fue colocada en su pecho.

¿Qué significa eso?

El impacto había sido fuerte pero no tanto como para llegar a causarle dolor.

Sus ojos siguieron a Sun Hee, la cuál acababa de pasar sin decir nada, simplemente ella agarró el bolso que estaba en el suelo y salió de la sala sin decir nada.

Aquello hizo que Seong-Jin recordara lo que acaba de hacer hace un momento, incluso se quedó quieto y observo la puerta por la que acababa de salir Sun Hee.