Huo Siqian colgó el teléfono sin esperar a que Huo Mian terminara su frase...
Él siempre había sido cauteloso. Temeroso de que Huo Mian grabara lo que decía, nunca iba a admitir el hecho de sus asesinatos.
Pero sí tenían un entendimiento tácito entre ellos sobre esas cosas.
Esa tarde, algunos regalos misteriosos llegaron...
Eran dos collares de brillantes diamantes negros...
Sus precios probablemente valían lo mismo que varias ciudades, pero... los collares tenían un aspecto muy espeluznante.
ꟷPonlos a la venta, es una pena tirarlos... No deberías aceptar los regalos de Huo Siqian, podrían estar malditos. ꟷpropuso Zhu Lingling.
ꟷTienes razón, llévatelos... No los aceptaré. ꟷHuo Mian echó un vistazo a los diamantes negros.
ꟷLos venderé por ti... No tengas miedo, no pasará nada. ꟷSu Yu cogió en silencio la caja de diamantes y se puso de pie.
En el restaurante chino de un hotel de cinco estrellas...
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