Capítulo 73 – Rezar Por Lo Mejor (1)

—¿No empeoró la condición del Abuelo Lin? ¿Cómo está ahora? ¿Se siente mejor?

Desconcertado por las preguntas de Shi Yao, el conductor tartamudeó: —¿S-Supongo?

¿Suponía? ¿Qué clase de respuesta era esa?

Shi Yao frunció el ceño. —¿No dijo que la Tía Sun lo llamó antes? ¿No lo puso al tanto? —Mientras hablaba, buscó el teléfono en su bolso— Llamaré a la Tía Sun entonces…

—¡No! —Horrorizado, el conductor se apresuró a pisar el freno y se volvió hacia Shi Yao.

Después de ver que el conductor lucía como si estuviera a punto de arrebatarle el teléfono, Shi Yao frunció el ceño.

Frente a la expresión de Shi Yao, el conductor también se dio cuenta de que su reacción podría haber sido demasiado violenta, por lo que rápidamente sonrió. —No es eso, Señorita Shi. Lo que quiero decir es que no es un momento conveniente para que llames a la Tía Sun. Piénsalo, la Tía Sun está actualmente acompañando al Viejo Maestro Lin en el hospital, y también está obligada a estar cansada después de trabajar todo el día. Si la llamas ahora, no sólo molestarás a la Tía Sun, sino que incluso despertarás al Viejo Maestro Lin también.…

»... Además, como la Tía Sun se esforzó en llamar, significa que el Viejo Maestro Lin debe estar bien. De lo contrario, ¿cómo podría tener el tiempo para ponerse en contacto conmigo?

Shi Yao sintió que había algo raro en el conductor, pero no pudo precisar qué era exactamente tampoco.

Ella miró su teléfono durante un tiempo, y finalmente decidió que su explicación tenía sentido. Por lo tanto, guardó su teléfono y dijo: —Tiene razón, ya es tarde. Ya que el Abuelo Lin se ha retirado por la noche, tendré que molestarte para que me envíes de vuelta a mi campus.

El conductor secretamente limpió el sudor frío que apareció en su frente, antes de pisar el acelerador.

Apenas después de que el coche avanzara otra docena de metros más o menos, Shi Yao de repente pensó en algo y comentó: —Es que sucede que no tengo ninguna clase mañana por la tarde, así que puedo hacer uso de la oportunidad para hacerle una visita al Abuelo.

El corazón del conductor se saltó un latido después de escuchar eso, y su pie en el acelerador resbaló, haciendo que el coche entero se moviera violentamente hacia adelante por un breve instante.

Al llegar a la Universidad G, Shi Yao hizo que el conductor la dejara en la entrada del campus en lugar del dormitorio.

Apenas un segundo después de que ella caminara a través de la entrada del campus, el conductor recogió su teléfono e hizo una llamada.

La llamada fue atendida rápidamente, y el lento tono de Lin Jiage pudo ser escuchado desde el otro lado. —¿Está el asunto resuelto?

—Sí, Joven Maestro. Todo está resuelto…

Antes de que el conductor pudiera terminar su informe, Lin Jiage, que estaba en medio de su juego, ya había colgado el teléfono.

El conductor intentó llamar de nuevo, pero sólo recibió un mensaje diciendo que la llamada que acababa de hacer no estaba dentro de la región de servicio.

El conductor intentó tres veces más, pero el mismo mensaje de sistema aparecía a cada momento, así que sólo pudo darse por vencido y alejarse en el coche.

En el camino, el conductor pensó: —Joven Amo, no es que no quiera contarle éste asunto, es sólo que no me dio la oportunidad de decírselo. La Señorita Shi dijo que quería visitar el hospital mañana, y si se encuentra con el Viejo Maestro Lin y la Tía Sun, sus mentiras de hoy serán expuestas. Sólo puedo rezar por lo mejor.…

...

He Tiantian, Leng Nuan, y Jiang Yue probablemente habían salido a jugar y no habían regresado todavía, así que Shi Yao era la única en el dormitorio.

Después de abrir una botella de yogurt, ella tocó el grupo WeChat "Sexy y Juguetón", con una pajita entre los labios.

Como era de esperar, alguien le había escrito para jugar.

Shi Yao emergió: [¿Siguen jugando?]

Unos diez minutos más tarde, "Experto De Los Monos" respondió: [Acabamos de terminar una partida. Hermana Yao, date prisa y únete a nosotros.]

Shi Yao se conectó rápidamente.

"Jugo" fue quien la invitó. Después de intervenir, inmediatamente quiso preguntar: —¿Han tenido algún "Chicken Dinner" hoy?

Pero cuando las palabras estaban a punto de escapar de sus labios, ella cerró bruscamente la boca con fuerza.

La persona que había desaparecido por una semana entera, "111111", había reaparecido...