El viejo gordo no entendió lo que Erika quiso decir con lo que dijo, pero no le importó.
—Si no dejas esta oficina en este instante, llamaré a los guardias de seguridad para que te saquen —amenazó.
Erika sonrió. —Sr. Charles, no creo que tenga el derecho de hacer eso ya. —Sacó algunos documentos de su bolsa y se los mostró—. Ya no eres el CEO aquí.
—¡¿Cómo?! —gritó de nuevo el Sr. Charles. Su rostro regordete estaba tan rojo como un tomate debido a la ira que hervía en su sangre. No sabía quién era esta mujer, pero ¿cómo se atreve a venir a su oficina y decirle que ya no es el CEO?
—Para acortar la reunión, soy Erika Walters. Y ha sido designado aquí por Felix Walters para reemplazarte como el nuevo CEO debido a tus actividades fraudulentas —sacó otro documento que tenía pruebas de lo que estaba diciendo.
在webnovel.com支援您喜歡的作者與譯者