Estaba aterrorizado esa noche, no sabía que hacer así que decidí seguir ciegamente a Naomi, cualquier cosa que ella me dijera era mejor que nada.
Ella tenía razón en algo, tenía miedo de lo que iba a pasar, no de lo que estaba pasando. Entré en pánico porque me aterrorizó la idea de pagar por la muerte de ese chico, él era tan joven, tanto como Naomi.
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Dominick Grossman
Julio 28
0:45
—Quiero que te calmes. —Exige calmadamente, luego de subir al chico al portaequipaje parece que ella se tranquilizó.
Estamos saliendo de Savant, voy conduciendo rápidamente por la oscuridad de la carretera, este totalmente desierto, no es que alguien venga aquí realmente.
—Maté a alguien, Naomi. No me digas que me calme. —Comento presionando más el acelerador.
—Si hay un patrullero y ve que vas a ésta velocidad, te detendrá.
Me veo obligado a reducir la velocidad, el vidrio roto de la ventana del copiloto deja pasar totalmente el doloroso frío del exterior, Naomi se ha quedado en el asiento trasero, callada.
—Vamos a hablar en serio, Naomi —Pido viendola por el retrovisor, ella observaba un celular, un celular que no es el mío. —. ¿De dónde sacaste eso?
—Lo traje conmigo, no tiene una tarjeta SIM y tiene todas las medidas necesarias para no ser rastreado, mayormente lo mantengo apagado.
—¿Qué haces si no tienes tarjeta SIM? —Pregunto viendo que vamos a entrar al peor tramo de carretera, está lleno de grava y baches.
—Preparo tu coartada.
—¿Cómo...?
—Dije que no dejaría que algo te pasara. Aquí, quizá, tengo videos comprometedores de personas importantes del pueblo. —Explica finalmente elevando la vista hacia el retrovisor al mismo tiempo que lo hago yo.
Está vez no aparto la mirada, necesito respuestas.
—¿Qué hacemos?
—Estamos cerca del los pozos sépticos a donde va toda la porquería de la ciudad. Un par de kilómetros más y podemos tirarlo ahí.
—¿Tiene sépticos?
—No mucha gente lo sabe, mi padre lo sabe, el viejo del ayuntamiento lo sabe y, ahora, lo sabes tú. —Responde, aparto la mirada y la centro en el camino, sólo hay kilómetros de camino sin luz, kilómetros de oscuridad que nos rodean.
A Savant se lo tragó la nada.
—Es arriesgado. —Confieso, podría vincular la ubicación del cuerpo con Naomi y fácilmente conmigo.
—Tú mente tiene limitaciones muy marcadas, Dominick —Rie apagando totalmente el celular entre sus manos. —. Sólo tres o cuatro personas conocen ésta ubicación, mi padre lo va a relacionar conmigo y posteriormente contigo.
—Eso es lo que me preocupa.
—Con la golpiza que te dió hoy, vas a reportarlo, lo sacarán del caso por ser algo personal lo cual tiene una enorme probabilidad de pasar, ¿sabes por qué?
—No, dime.
—Ha registrado tu casa dos veces.
—Una. —La corrijo.
—Dos —Repite. —. ¿Aún crees que puedes confiar en Victor?
—Él no ayudaría a la policía a inculparme. —Aseguro bajando la velocidad en un gran bache.
—¿Con quién estaba en el bar hace poco más de una hora?
—Pudo ser coincidencia...
—Mi padre es un alcohólico reservado, sólo bebe dentro de las cuatro paredes en las que vive. Hacía años que no salía por un trago tan tarde.
—¿Por qué crees que Víctor es un traidor? ¡Tú me obligaste a matar al chico que tengo en el portaequipaje!
—No lo hice, te dí la opción de no hacerlo.
—... Según lo que me dices insinuas que Victor, mi mejor amigo desde hace unos trece años, visitó mi casa de sorpresa como lo ha hecho por más de una década para saber sí estabas ahí.
—No lo insinuó, lo afirmo.
—¿Con que pruebas?
—Cuando volvamos al pueblo, denuncia a mi padre con las autoridades estadales. Verás cómo en unas horas se parece Victor haciendo preguntas sospechosas.
—¿Cómo cuáles? —Pregunto acelerando, el camino al maldito séptico de me hace eterno.
—Iría con una excusa estúpida-
—Cosa que lleva años haciendo.
—Y preguntaría mucho sobre hoy, cosas como que hiciste, a dónde fuiste, etc. Por cierto, si te pidió que avisarás cuando llegaste a casa, deberías hacerlo ahora.
Pisé el freno con todas mis fuerzas haciendo que Naomi se abalanzara hacia adelante con brusquedad. Saco mi teléfono lo más rápido que puedo y comienzo a buscar su contacto.
—Ten errores.
—¿Eh?
—Errores ortográficos, haz parecer que estás perdido en alcohol. En la coartada que te estoy inventando debes estar tan ebrio como sea posible.
Lo hago tal y como me lo pide mientras reanudo la marcha del auto.
—En la siguiente entrada derecho hasta el fondo. —Indica Naomi, así lo hago.
Llegamos poco después de unos minutos.
Bajamos del auto y con la única luz que nos proporcionaban los faroles del mismo, divisamos dos estructuras de hormigón amarillento y verdoso, bastante descuidado y casi en ruinas.
—Hay que arrojarlo. —Indica caminando hacia las estructuras y observando hacia abajo.
—Ten cuidado. —Indico abriendo el baúl del auto y sacando las enorme bolsa negra con el cuerpo del chico dentro de ella. No pesa demasiado, puedo cargarlo sobre mi hombro con algo de esfuerzo adicional.
—Tenemos que llenarlo de piedras. —Dice lanzando unas a pocos centímetros de mis botas, lo tiro en el suelo y abro uno de los nudos comenzando a llenarlo de cosas pesadas, piedras, terrones de tierra, ramas...
Até la bolsa nuevamente y lo lancé dentro de la estructura con bastante esfuerzo y dificultad, es dos o tres veces mas pesado, pasaron varios segundos antes de que oyera el salpicar del agua.
—Es bastante profundo. —Indico viendo a Naomi, el vestido rojo que lleva está impecable, hermoso como siempre.
—Treinta metros, luego sigue un alcantarillado de dos metros de diámetro que no sé a donde va. —Responde volviendo al auto lentamente.
La seguí, no tengo más nada que quiera hacer más que eso: seguir a Naomi.
—Limpiaré la cajuela antes de irnos.
•|| Alexis Benet ||•
Suelto el tranquilizador humo del cigarrillo mientras cubro la mitad de mi cuerpo con las sábanas. Necesito una ducha después del cigarrillo.
—Pareces pensativo. —Ivonne deja besos en mi vientre bajo mientras sube lentamente por mi torso hasta mi pecho.
—Naomi sigue desaparecida —Respondo. —. A veces siento que no tengo la más mínima idea de dónde está.
Ivonne se sube sobre mi, tan bella y hermosa como vino al mundo. —Olvidate de Naomi por hoy.
—Es mi hija.
—Y yo tu amante, se supone que vienes aquí para despejar tu mente, no para volverla un lío. —Ella besa mi cuello, tiene un embriagante olor a fresa.
—No dejaré que Naomi destruya lo que tantos años me costó construir —Me siento aún con ella en mis piernas. —. No puedo creer que caí tan estúpidamente en una de sus provocaciones.
—Escucha, ella sólo quiere irse. Deja que lo haga.
—¿Y arruinar mi reputación? Sí dejo ir a Naomi hará hasta lo imposible por volverme... volvernos tan miserable como se siente ella.
—No tienes la certeza de que lo hará. —Ivonne abandona mis piernas para ir hacia el baño, imagino que a tomar una ducha. —Mirame a mí, me acosté contigo a penas desapareció y no ha cumplido su amenaza.
—Naomi es mala, pero no es Dios. No sabe que estamos haciendo ésto. —Respondo sentándome en la cama y apagando el cigarro.
—Sé que sospechas del rarito de Grossman. Te he escuchado decir su nombre mientras duermes. —Comenta Ivonne.
—He revisado su casa tres veces, no hay señales de Naomi ahí. Ni cabello, ropa, ni siquiera una maldita pestaña.
Ella se recuesta en el marco de la puerta del baño y parece debatirse internamente algo importante. La observo un largo tiempo hasta que el silencio fue insoportable.
—Puedo ayudarte, pero debes prometerme que me protegerás —Dice Ivonne acercándose de nuevo a la cama. —. Le diré a Dominick, solamente a Dominick, que tú y yo tenemos sexo.
—Pésima idea. Mi reputación ahora está salvo como para que tú la arruines. —Indico dejando la cama con mantas rosas de seda.
—Si se lo digo a Dominick el se lo dirá a Naomi, ella tiene un vídeo... sexual mío. Amenazó con publicarlo si hacíamos ésto de nuevo.
—Sigues subestimando a Naomi —Entré al baño y abrí la ducha dejando que el agua fría lave todos los fluidos de mi cuerpo. —. Naomi es como yo, piensa como yo y hace las cosas como yo. Si le dices a Dominick, ella hará que el se lo diga a alguien más hasta esparcir el rumor, eso afectaría la percepción del culpable.
—¿A qué te refieres?
—Hará que todos se enteren de lo nuestro y luego publicará tu vídeo. Eso hace que Dominick sea intocable para la policía.
—Pero te daría una pista, ¿no? —Ivonne entra a la ducha conmigo. —Asi tendrías la certeza de que está ahí.
—Sé que está ahí, pero legalmente no puedo proceder, no tengo nada en contra de Dominick.
Al volver a la habitación noto un par de llamadas perdidas en mi teléfono, son casi las tres de la madrugada, nadie me llama tan tarde. Otra llamada entrante, es de mis superiores.
—Benet.
—Le informo que está fuera del caso, señor Benet.
—¿Por qué?
—Su sospechoso, Dominick Grossman, ha denunciado brutalidad policiaca. Mañana en la mañana se le dará seguimiento al caso. Haga acto de presencia en el tribunal de justicia de Savant, hoy a mediodía. Hasta entonces, está fuera del caso.
—Sí, señor. —Colgué.
Naomi está ahí, justo frente a mí, pero no puedo tocarla. Es frustrante saber dónde está y no poder hacer nada.
—¡Maldita sea! —Doy un golpe a la pared en busca de librarme de tanta frustración, me gustaría encontrarla y retorcerle el cuello a esa maldita malagradecida.
—Alexis... —Ella llora viendo su celular. Me acerco y observando junto a ella.
Dolly_whore ha publicado un vídeo.
—¿Ése... es el vídeo del que hablabas? —Pregunto viendo cómo ella sostuvo una orgía con un par de hombres.
—Maldita sea... —se sienta sobre la cama y comienza a llorar. —Mis padres van a matarme.
No sé que hacer por Ivonne ahora. Sólo puedo ver cómo se comienza a hundir en la maldad de Naomi.
—Naomi sólo quiere hacerte miserable, no le des el gus-
—¡Cómo no voy a ser miserable! ¡Sólo mira! —Coloca el teléfono a centímetros de mi rostro. —Van a echarme de mi casa. —Sus sollozos son cada vez más fuertes.
—Debo irme. —Indico colocándome la ropa y tomando las llaves de mi auto. Ivonne sólo puede llorar en la cama del hotel.
Me subo al auto y lo enciendo mientras intento pensar en los eventos que ha hecho. Me sacó del caso y hundió la reputación de Ivonne la misma noche, ella no sabe de lo mío con Ivonne.
¿En qué está pensando?
Vuelvo al pueblo, el hotel está a unos 10 kilómetros. Mi celular suena, es Victor Suárez. Contesto y lo coloco en altavoz mientras voy conduciendo.
—Dime.
—Creo que Dominick es inocente...
—¿Me llamas para decirme eso?
—No, también para decirte que no te voy a ayudar más, lo estuve pensando, después de lo de anoche no te ayudaré. Pensé que sólo querías que revisara su casa, pero tú hija no está ahí.
—Lo está.
—¡Ella no está ahí! Quizá el verdadero secuestrador ya la sacó de Savant y tú sólo pierdes el tiempo con Dom. —Su enojo es palpable incluso a través del teléfono.
—¿Dom? Ya hasta apodo le pusiste. —Me burlo acelerando más.
—Él es inocente —Afirma. —. Naomi ha de estar ya fuera de Savant-
—Sigue aquí, entiendo si ya ni quieres ayudarme. Así mismo pensó la familia de Dahmer, "es un tipo tranquilo, no haría nada."
—Dominick no es Jeffrey Dahmer. —Brama molesto.
—Lo será. ¿Por qué no indagas más mañana?
—No te ayudaré, adiós.
Él cuelga y yo me dispongo a ir hasta mi casa, veo el auto de Grossman mal aparcado en la calle y freno en seco para bajar del auto. Tomo mi linterna y arma para ir hasta él.
No hay nadie dentro, la ventana del copiloto está rota y tiene vidrios dentro, examino la ventana rota detenidamente. Fue un objeto contundente, un bate de béisbol o una piedra, dentro ni hay mucho.
Abro la guantera del auto y nada, sólo la licencia de él. Apunto la linterna al asiento trasero, hay un trozo pequeño de hilo rojo, nada aparte de eso.
El auto está, pero ¿Dónde está él?
Un mensaje de la jefatura me llega.
Central
Jefe, se solicita su presencia en la jefatura lo antes posible. Hay dos nuevos videos en la cuenta de Dolly_whore, han llegado varias quejas y acabamos de bloquear la cuenta, pero los videos aparecieron en dos cuentas más.
4:38
Suspiro dejando salir el vaho de mi boca, hace bastante frío a está hora de la madrugada. Vuelvo al auto.
¿Qué le haces a estás personas, Naomi?
•||•||•
No tenía idea de hasta donde podría llegar Naomi por las cosas que quería, comenzó a ser evidente para mí su falta de empatía y culpa luego de la muerte de ese chico.
Ella solía hablarme como siempre, todos los días me daba palabras de aliento que comentaban a hacer que mi percepción del mundo y las personas cambiara drásticamente.
Estaba tan terriblemente enamorado de ella que se convirtió en una necesidad para mí. Me sentía tan perdido si ella no estaba conmigo que hice cosas horribles para mantenerla a mi lado, cosas de las cuales no me arrepiento.
No la iba a dejar ir, no sin mí.