—¿Quién se baña tan temprano en la mañana? —argumentó furiosamente Gu Weiwei.
—Mi hermano siempre se ducha antes de salir por la mañana. Te colaste en su ducha, ¿no es así? —Fu Shiqin sonrió con suficiencia.
—… —Gu Weiwei de repente se quedó sin palabras.
Mu Weiwei sí se había colado en el baño de Fu Hanzheng mientras él se duchaba, así que aunque esta vez no lo hubiera hecho a propósito, le resultaba difícil probar su inocencia.
El timbre sonó y Fu Shiqin lo atendió. Era Xu Qian quien había traído la ropa y el desayuno.
Fu Shiqin tenía sus brazos sobre los hombros de Xu Qian mientras señalaba a Gu Weiwei.
—Xu, ¿adivina quién es esta chica? —Fu Shiqin preguntó.
Xu Qian le lanzó una mirada de ¿eres un idiota? y saludó a Gu Weiwei con la espalda medio inclinada.
—Ha pasado mucho tiempo, señorita Mu. —dijo Xu Qian.
—¡Maldición! ¿Cómo la reconociste cuando ni siquiera yo pude? —Fu Shiqin no estaba convencido.
Sin responderle, Xu Qian fue a entregar la ropa a Fu Hanzheng.
Y también ayudó a recuperar la zapatilla.
Un rato después, Fu Hanzheng salió de la habitación.
Vestía un traje de negocios azul hecho a mano con una corbata gris plateada que le quedaba muy bien. Los botones de su camisa eran lujosos y exquisitos y lucía sexy pero bien contenido.
Le echó una mirada a Xu Qian.
—¿Has traído las cosas? —preguntó Fu Hanzheng.
Xu Qian sacó una tarjeta del bolsillo del traje y se la dio.
—He consultado con el señor Ming, la mitad del manual vale 300,000 yuanes, así que aquí está el dinero. —informó Xu Qian.
Fu Hanzheng tomó la tarjeta y la colocó frente a ella.
—Eso es lo que vale el manual de ajedrez en este momento. Toma tu pago.
Gu Weiwei aceptó la tarjeta y dijo sinceramente, —Gracias, y... ¡realmente no quise hacer lo que hice!
—Está bien. —Fu Hanzheng lucía inexpresivo.
Mu Weiwei había estado demasiado fascinada por Fu Hanzheng, pero ahora no podía decirles que ya no era Mu Weiwei.
Por lo tanto, tenía que responder por todas las responsabilidades de la anterior Mi Weiwei.
Xu Qian había notado que ella estaba bastante avergonzada, así que intervino para ayudarla.
—Señorita Mu, ¿podría ayudarme con la vajilla?
Gu Weiwei se giró y entró a la cocina para buscar los platos y cucharas. En el momento en que salió de la cocina, se topó con una noticia que estaba siendo transmitida en la televisión.
—La famosa Reina del Cine internacional ha estado ausente de la pantalla durante años debido a una enfermedad cardíaca. Los fans han estado rezando constantemente por ella. Sin embargo, hace un par de días, la Reina del Cine, Ling Yan, se sometió a una cirugía de trasplante de corazón y resultó ser un éxito. Ayer, fue dada de alta del hospital y fue recibida con alegría por numerosos fans.
La Empresa Gu contrató a cientos de guardias de seguridad para mantener el orden y Gu Siting, el Presidente de la Empresa Gu, así como la Directora de la Empresa Gu llegaron al hospital St. Paul para recibir a Ling Yan…
—Gu Siting debe estar en una relación con esa persona Ling… —Fu Shiqin murmuró con los dientes apretados mientras seguía comiendo.
Gu Siting apareció en la televisión solo unos segundos, pero ya se presentaba como un noble caballero elegante.
Los ojos que antes estaban puestos sobre ella ahora estaban sobre Ling Yan, que estaba sentada en una silla de ruedas.
El corazón que le fue extirpado ahora estaba en el cuerpo de Ling Yan.
Al ver la escena en la televisión, no pudo evitar estremecerse. La vajilla en sus manos cayó al suelo, esparciéndose en pedazos.
—Realiza la operación, que lo saquen. —Fue esta última palabra la que exterminó su última esperanza de sobrevivir.