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Mi esposa inesperada es una jefa secreta!

Todos sabían que la hija mayor de los Shen había caído en desgracia tras ser abandonada por un sinvergüenza, quedarse embarazada fuera del matrimonio y luego ser expulsada por su familia, desamparada y desesperada. La infame Shen Ruojing hizo acto de presencia en el banquete de cumpleaños de la Matrona de la primera familia, los Chus, donde la multitud se burló: —Aquellos que dan un millón en dinero de regalo se sientan en una mesa. —Aquellos que dan diez millones en dinero de regalo se sientan en una mesa. —Señorita Shen, ¿podría decirnos cuánto dinero de regalo ha traído? La multitud esperaba reírse de ella, pero entonces vieron a Shen Ruojing avanzar con un niño pequeño y delicadamente hermoso, —¿Podrían preguntarle a la Matrona dónde sentarse si uno trae un bisnieto? *** Admitida en la casa de los Chus solo por el valor de su hijo, Shen Ruojing solo quería dejarse llevar, contenta de ser un pez ocioso, pero enfrentaba el desdén de todos los lados dentro de la familia: —Nuestra familia cuenta con un hacker de primera, un maestro de la música, un genio artístico, un loco de la tecnología, cada uno renombrado en sus respectivos campos. ¿Y tú? ¿Qué sabes hacer? Shen Ruojing se tocó la barbilla: —Todas esas cosas que mencionan... sé un poco de cada una. Tres adorables niños estaban a su lado y asintieron al unísono: Testificamos que Mamá en efecto sabe un poco de todo.

Mr. Yan · 现代言情
分數不夠
482 Chs

Capítulo 384

Al escuchar esto, Chu Yanshen y Madame Chu intercambiaron miradas, ambos sin tener idea de lo que había sucedido en la habitación.

Sin embargo, Chu Yanshen captó sensitivamente que este asunto tenía algo que ver con su Señorita Shen... No dudó ni un segundo y ¡empujó la puerta para abrirla!

Dentro de la habitación.

Mayordomo Chu, al escuchar las palabras de Manager Rada, frunció el ceño ajustadamente. Miró a Shen Bijun, que estaba allí de nuevo y dudó antes de decir:

—Necesito consultar con la señora.

Las cejas de Shen Bijun se fruncieron imperceptiblemente.

Justo entonces, la puerta fue repentinamente empujada y Chu Yanshen entró con paso firme, su mirada aterrizando primero en el rostro de Shen Bijun.

La mujer estaba allí tan tranquila como de costumbre.

Su presencia completa aún fría como el hielo, apareciendo mucho como la desencajada.

Pero de hecho, ella era cálida por dentro a pesar de parecer fría por fuera.

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