Bai Xiaojiu preguntó ansiosamente —¿Qué agencia fue exactamente?
Mientras la Matrona Bai fruncía el ceño, Shen Bijun rió —Solo hay tres agencias de pruebas en la Capital, y todas ellas pertenecen a los Shen. ¡Así que no importa a cuál vayas, no obtendrás el resultado real!
Al escuchar esto, la Matrona Bai apretó sus puños, una multitud de dudas creciendo en su corazón —¿Qué quieres decir con esto?
Proveniente de una familia poderosa, la Matrona Bai había superado muchos años de altibajos. Era muy sensible a la más leve insinuación de problemas y empezó a albergar sospechas en su mente.
¿Podría ser que lo que ella decía fuera cierto?
Dentro de la puerta, Shen Wanying también gritó —¡Shen Bijun, a qué te refieres con esto?! Abuela, ¡no escuches sus tonterías! Las agencias de pruebas están reguladas; ¡cómo podrían falsificar algo!
—Si Bai Xiaojiu no hubiera ido a hacerse una prueba de ADN, no habría desarrollado esta sospecha —dijo Shen Bijun con calma.
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