Después de que Lei Hu consumiera él mismo una píldora, separó las restantes en dos partes.
Vendió la primera mitad a los que le pedían favores. En cuanto a la segunda mitad, se las regaló a los grandes de Jiangcheng. Aunque las píldoras eran inferiores, el nombre de la familia Yan era importante.
Como alguien que ha estado viviendo en las calles durante mucho tiempo, Lei Hu tenía innumerables maneras de deshacerse de las píldoras.
Aquella noche, llamó a una de sus amantes para divertirse, y su estado físico era excepcional.
Cuando terminó, se frotó la barbilla pensando mientras estaba tumbado en la cama: «¿Podría ser esa píldora?»
Al día siguiente, cuando se levantó de la cama, ya se había reunido mucha gente en su casa. La multitud estaba formada por empresarios de Jiangcheng y algunas élites.
Todos tenían algo en común: habían consumido Píldora de Nutrición del Alma. Se pusieron en pie de un salto en el momento en que Lei Hu apareció.
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