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El dios de las mentiras (pt. 3)

A pesar de no haber sufrido una herida real, Ortho sentía como si sus circuitos estuvieran dañados, "el nivel de manipulación mental de Luke Laufey es peligroso" pensaba el pequeño androide poniéndose de pie.

—Qué día…— exclamaba Luke, hasta entonces el androide noto que su hermano había activado su magia única, —No deberías temerle a la muerte, es más… yo te llevo con ella— decía Idia cambiando el color de su cabello, acto seguido, se arrojó junto a Luke al portal al inframundo

—¡Niisan!— grito Ortho sin poder creer lo que había hecho su hermano, el portal comenzó a cerrarse, tomo un gran impulso y callo en el portal a tiempo. Al atravesarlo por alguna razón sus funciones comenzaron a fallar, sintió como caía demasiado rápido hasta estrellarse contra el suelo.

"¿Así se siente… estar mareado?", se preguntó mientras pájaros robóticos volaban alrededor de su cabeza.

—Orto chan, ¡Ortho chan!

Poco a poco su sistema volvió a funcionar, al enfocar bien su mirada, quedo asombrado con la persona frente a él. —Debemos apurarnos, Idia chan nos necesita.

Por su parte, Idia y Luke cayeron en un lugar cubierto por roca y hielo, la única luz era una extraña estrella sobre sus cabezas, la cual fulgía con un brillo azul pálido. El aterrizaje hizo que los dos perdieran el aliento, así que estaban sobre el piso jalando aire y recuperándose del mareo.

—¡Grandísimo idiota!— grito Luke apenas logrando incorporarse para mirar a Idia, este por su parte estaba confundido, no es como si realmente hubiera estado un largo tiempo en el inframundo para recordar como lucia con exactitud, pero este paraje era completamente diferente.

—¿Dónde estamos?— pregunto incorporándose lentamente, —En el tártaro, Duat, Gehena, Jötunheim*, escoge el nombre, pero es el mismo sitio, el inframundo— contesto el azabache acercándose lentamente al mayor.

Sin medir su fuerza, Luke golpeo a Idia estrellándolo contra una pared de hielo, aprovechando el aturdimiento de este, Luke atrapo sus muñecas en la roca, poniendo su daga contra el cuello de este para evitar que hiciera algo.

—Tenías que complicarlo todo… sabes, una vez que lograra mi objetivo pensaba traerlos a todos de regreso, seguirían con sus vidas y yo habría vuelto a casa…— mientras hablaba la fuerza de su agarre disminuía, Idia sintió esto, solo debía esperar el momento oportuno.

—Pero sabes, jugar al héroe es muy cansado, así que simplemente tomaré lo que necesitó y me largaré de este mundo…— decía mientras acercaba sus labios nuevamente a los de Idia.

Movido más por la vergüenza que por seguir su plan original, Idia pateo a Luke haciendo que callera al suelo, invocando su cráneo, disparo a la roca que lo tenía prisionero, —Mientras más hablas, más me confundes.

Ambos líderes de Ignihyde se vieron retadoramente, —Supongo que no hay de otra— decía Luke preparando su daga, —Muy bien Idia, veamos quién es más fuerte, el heredero de la muerte o la reencarnación de las mentiras.

Tras decir esto, ambos chicos se lanzaron el uno contra el otro.

Ambos chicos sobrevolaban aquel lugar en busca del mayor de los Shroud, a pesar de estar preocupado por su hermano, Ortho no podía evitar sentir emoción por haberse encontrado con él, de todas las personas que habitaban aquel lugar, que fuera él le daba ánimos y mayor confianza.

El mayo paro de repente, —Escucho algo…— menciono tratando de ubicar aquel sonido, Ortho amplío el margen de su radar, a unos cinco kilómetros encontró finalmente la señal de la gema mágica de Idia.

Se vieron con determinación y echaron a volar.

La batalla entre líderes era temible, si cualquiera de los chicos viera a Idia en ese momento no creerían que se trataba del mismo hikikomori que solía escapar de cualquier compromiso fuera de su cuarto. A pesar de esto, Luke estaba llevando la delantera.

—Magia única, glorioso propósito— volviendo a activar su magia, Luke creo varias copias de sí mismo, rodeando y dejando sin vía de escape al peli fuego.

—Eso fue divertido, pero es todo, para este momento los otros ya deben estar muertos y Walter a punto de desaparecer, si no consigo un cuerpo para entonces…

—¡Niisan!/¡Niichan!

Dos personas cayeron sobre ellos, ambos lanzando hechizos de oscuridad contra Luke, haciendo que su magia se desactivara. Idia volteo a ver a Ortho, pero al ver a su acompañante sintió un nudo en la garganta. —¿Ortho…?

—Hola, Idia chan.

Sus hermanos menores estaban ahí, ambos le sonrieron y corrieron abrazarle, los tres Shroud estaban finalmente juntos. El cálido reencuentro no duro mucho, un rayo verde los rozo, Luke miraba a ambos menores confundidos, —¿Hicieron mitosis?

Los tres hermanos se miraron, —Es una historia complicada— respondió Idia.

—Lamento no tener tiempo para escucharla— grito Luke lanzándose de nuevo a la batalla, esta vez los tres hermanos lograban darle mayor equilibrio al encuentro. Todos daban lo mejor de sí, sabiendo que de perder se quedarían en aquel lugar.

—Ortho, crea una barrera alrededor de Luke— indico Idia, el problema fue que ambos Ortho hicieron cazo, y si bien no lograron atraparlo, al menos les dio algo de tiempo. —Perdón Niisan— dijeron ambos menores al mismo tiempo.

Todos los Shroud tenían cara de Póker, a ninguno se les había ocurrido que eso podría ser un problema en la batalla. —Bueno, Ortho chan ha usado por más tiempo ese nombre, así que opino que él debería conservarlo— hablo con calma el otro chico.

Ortho miro a su otro hermano un poco afligido, no quería tomar algo que fuera de este, —Pero… ¿Qué hay de ti?

El chico meditó esto por unos minutos, —Por favor, llámenme Orus— pidió con una sonrisa, los otros dos asintieron. El descanso terminó con una explosión, el exlíder volvió a atacarlos; sin embargo, ahora estaban mejor coordinados, comenzando a dominarlo.

Luke observo una de las paredes de roca, si la tiraba sobre los hermanos tendría suficiente tiempo para separarlos y escapar con Idia a otro lado. Saco su aparato y lo transformó en un guantelete, lanzo un hechizo de fuego dándole a la base de la pared.

Tal y como predijo esta comenzó a derrumbarse, varios fragmentos comenzaron a caer, con el guantelete abrió un portal, se lanzó sobre Idia, sin embargo, viendo las intenciones del chico Orus aparto al mayor de la trayectoria de Luke, cayendo los dos en el portal.

—¡Orus!

Sin pensarlo, ambos Shroud también brincaron al portal. Fue la experiencia más extraña que ninguno había vivido, mientras seguían peleando, Luke abría portal tras portal, cayendo en diferentes realidades, pero apenas teniendo el tiempo y la conciencia de donde estaban.

Para el décimo sexto salto, los cuatro cayeron mareados en una nueva dimensión, —¿Tregua de paz en lo que el estómago deja de darme vueltas?— preguntó Luke viendo ranas con martillo brincar alrededor de su cabeza.

—Tregua— gritaron los hermanos igualmente mareados.

Idia fue el primero en incorporarse, aquella dimensión lucia como si varias épocas se encontraran al mismo tiempo, había criaturas coloridas volando en los alrededores, más alejado varios puentes naranjas parecían conectar a este mundo con otro.

—Mictlan— nombro Luke a este nuevo lugar, al ver que aún no tenía intenciones de pelear, Idia se relajó. —¿Sabes que te atacaré de un momento a otro, verdad?

—Cuando eso pase, me preocuparé entonces.

Ambos chicos miraron aquel paisaje, —Si Twisted Wonderland no es tu hogar, ¿eso quieres decir que eres igual que Mc?— pregunto Idia aprovechando la tregua temporal. Luke se quitó sus cuernos, suspiro antes de contestarle.

—Es más complejo. Mc, tanto su esencia como su cuerpo son de otro mundo, en mi caso, únicamente mi esencia fue robada de otro mundo, pero mi materia orgánica es de aquí.

Idia lo miro sin comprender del todo. —Yo nací en Twisted Wonderland; sin embargo, mi "alma", y, por lo tanto, mi magia, no son de este mundo— comenzó a explicar el chico, —Y es por esto que soy un peligro para este mundo, ya que desestabilizo su naturaleza.

—Pero, si tal fuera el cazo, ¿no debería pasar lo mismo con Mc?— replico el peli fuego, —La ventaja de el/ella es que no tiene magia, aunque su presencia si altera Twisted Wonderland, no es una afectación tan catastrófica, lo cual no explica del todo por qué es tan importante para él.

Un aullido llamó su atención, a lo lejos vieron algo parecido a una jauría de tres perros, quienes tenían diseños que brillaban en azul eléctrico. —Se parecen a ti y al par de miedo— señalo Luke observando a los canes jugar.

—¿Y no tienes a nadie a quien extrañar si te vas de aquí?— Idia había notado cierto sentimiento cuando Luke se refería a él y sus hermanos, este volvió a colocarse sus cuernos, indicando que el tiempo fuera estaba por terminar.

—La familia que me tuvo solo experimentaba conmigo, mi padre me tenía como un trofeo de guerra, y mi hermano nunca me vio como su igual, espero que al regresar a mi mundo original las cosas mejoren, aunque me tarde en encontrarlo.

—Espera, ¿no estás seguro?— preguntaba escéptico el peli fuego, Luke solo se encogió de hombros, —No puede ser peor que aquí.

—Pero si saltas en el mundo de los vivos… ¿Acaso no te importa que puedas acabar con tanta gente?, ¡y ni siquiera sabes a cuál mundo perteneces!

—Por favor Idia, no me hables de moralidad, cuando tú harías lo mismo por cualquiera de los dos— dijo señalando a su espalda, solo entonces Idia noto que sus hermanos habían sido inmovilizados en hielo.

—Tenía que ser…— suspiro Idia antes de ser igualmente atrapado en hielo. Los tres hermanos veían a Luke con impotencia, —Lo siento chicos— avergonzado, Idia veía a los menores, estos a pesar de todo no le guardaban rencor.

—Una vez, la humanidad acepto una simple verdad, que no estaba sola en el universo— decía Luke dándoles la espalda, —Incluso ahora sepan que lamento esto, me cayeron bien, pero no estoy dispuesto a dejar nunca más que nadie controle mi destino.

—Maldito— decía Orus viendo con odio al chico, —Tengo la oportunidad de conseguir lo que siempre quise, ¿si estuvieras en mi lugar no harías lo mismo?— preguntaba molesto al espíritu, —Ya estuve en ese lugar, y que crees, ¡casi condene a las personas que más amo!

Los otros dos Shroud sintieron un nudo en la garganta. —Es lamentable que tu vida no haya sido lo que esperabas, pero joderle la existencia a los demás no será diferente de lo que te hicieron, si tanto quieres ser feliz, ¿por qué no solo construyes la vida que quieres?

Luke miraba al chico, comenzó a reír como si le hubiera contado un chiste. —¿Esperabas que tu discurso me hiciera sentir culpable y de la nada cambiara?, mi felicidad está esperando por mí, no me importa los mundos que deba destruir en el proceso.

—Dominios Walter, liberaste a alguien peor que tú…— maldecía por lo bajo Idia.

Luke volvió a activar su aparato, el guantelete se volvió a formar en su mano, —Aún necesitó un cuerpo nuevo. Bueno Idia, la tercera es la vencida— dijo acercándose nuevamente al mayor.

Los menores Shroud se removían en su lugar, Orus tuvo una idea, era descabellada y peligrosa, pero era su única opción. —Ortho, lanza el rayo más potente que tengas contra mí-

—¡Pero podría lastimarte!— grito el menor, —Ya estoy muerto, más daño no podrías hacerme—. A pesar de sentirse mal por ello, Ortho hizo lo que Orus pidió, el golpe hizo que el hielo explotara en miles de pedazos, pero tal y como había dicho, el espíritu no había sufrido daño alguno.

La explosión distrajo a Luke de su cometido, antes de que este pudiera reaccionar, Orus ya se había lanzado sobre él, empezando una pelea de puños. Aprovechando que Luke no tenía su atención en él, Idia invoco su cráneo para liberarse a él y a Ortho del hielo.

Orus tenía sometido a Luke en el suelo; sin embargo, este lo golpeo en el estómago mandándolo lejos, sus hermanos corrieron a auxiliarlo. —Cada vez hacen más difícil no querer matarlos— grito Luke tratando de invocar el poder de su aparato, tarde se dio cuenta de que lo había perdido.

Al mirar en dirección a los Shroud vio que Orus tenía la esfera, hizo que esta se convirtiera en un casco y abrió un portal. —No te atrevas— dijo amenazante Luke.

—Si me atrevo— respondió burlón el espíritu, tomo a sus hermanos de la mano y saltaron al portal, Luke no se dejaría derrotar tan fácilmente, así que los siguió. Nuevamente, mientras peleaban iban saltando entre las diferentes versiones del inframundo.

Orus abrió un último portal, los cuatro cayeron en una especie de caverna, las paredes negras eran alumbradas por una luz verde proveniente de una poza de agua, de la cual parecía que algunos quejidos escapaban. Habían regresado al inframundo de su dimensión.

—¿Recibir algo de empatía es mucho pedir?— exclamo exasperado Luke, Ortho y Orus se pusieron en guardia, en ese estado podían esperar cualquier cosa de su enemigo.

Idia los paro haciendo que ambos lo miraran confundido, —Yo me encargo de él— decía serio Idia, - … Aunque, por si acaso, Ortho ten tu cañón listo y Orus, atento para abrir un portal.

El mayor de los Shroud camino lentamente hacia Luke, al verlo este invoco su daga, listo para atacarlo. —Porque… solo por una vez quería ser el que ganara el juego…— la rabia que sentía hacía que algunas lágrimas de frustración comenzaran a formarse en sus ojos.

Idia lo miro serio, Luke se lanzó contra él, a pesar de qué logro detenerlo, Luke atravesó la palma de su mano, los menores quisieron ayudarle, —No se muevan— grito sin apartar la mirada de Luke.

Ambos luchaban por dominar al otro, la sangre en la mano de Idia corría empapando a los dos. —Yo no quería este poder, yo solo quería…— seguía hablando el exlíder.

Luke vio al mayor lanzarse contra él, lo que no esperaba fue sentir al mayor rodearlo con sus brazos en un cálido abrazo. El silencio reinó el lugar, recuperado de la impresión, Luke trato de zafarse, pero mientras más luchaba más sentía los brazos de Idia apretarlo.

—Como un hermano mayor que fallo en cuidar a su hermanito…— decía Idia logrando que Luke dejara de luchar para escucharlo, —Te ofrezco una disculpa, por no haberte protegido.

Luke estaba atónito, dejo caer su daga. Nuevas lágrimas escaparon de sus ojos, al sentir que ya no debía inmovilizarlo, Idia relajo su agarre, dándole un abrazo más tierno. Ortho sentía su pecho doler de una forma extraña, los brazos de Orus lo rodearon en respuesta.

—Tu cliché me enferma— menciono Luke aún en los brazos del mayor, —Lo sé, aun así, es lo que todo el mundo necesita.

Pasados unos minutos los cuatro chicos discutían que hacer, no lograban llegar a algún acuerdo o idea que permitiera a Luke volver a salvo, —Por ahora lo mejor será que te quedes— decía Orus sin poder encontrar otra solución.

—Pero…— Luke no quería rendirse, más no había otra opción. Las paredes comenzaron a temblar, el piso vibraba y las aguas de la poza comenzaron a mecerse con cierta violencia. —¿Qué está pasando?— pregunto Ortho sin poder identificar la causa del temblor.

Luke se golpeó la frente, —Em chicos… si bien saltar entre dimensiones en el inframundo no genera peligro… tampoco es como si no tuviera efectos secundarios…— decía Luke como si hubiera hecho una travesura.

Varias piedras comenzaron a caer del techo, Orus regreso el casco a Luke para que pudiera abrir un portal, antes de lograrlo una gran piedra los separo, tanto Idia como Luke al estar cerca de la poza perdieron el equilibrio y cayeron a esta.

Idia logro agarrarse del borde, mientras con su otra mano sostenía a Luke, —Resiste— decía tratando de subirlo; sin embargo, el peso era demasiado. Luke transformo el casco en un brazalete nuevamente.

—¡Idia toma!— grito Luke tomando una gema color morada de esta, con algo de dificultad, logro que esta se transformara en un anillo en el dedo de Idia, —¿Qué haces?— grito sin comprender la acción del exlíder. —Si regreso muero, si me quedo nunca podré salir de aquí…— decía resignado Luke.

El borde de la posa cedió, antes de que los dos cayeran, Orus y Ortho atraparon a Idia del brazo, haciendo la mano de Luke resbalara un poco. Este miro a todos los hermanos Shroud, una sonrisa triste apareció en su rostro.

—Incluso ahora tus hermanos se preocupan por ti… yo nunca podré tener eso…— resignado Luke araño la mano de Idia logrando que lo soltara, el chico callo a la poza, haciendo que su cuerpo se hundiera en las profundidades de esta.

Los menores ayudaron a subir a Idia, —No es que no quiera estar con ustedes, pero…— decía Orus al notar que el movimiento de la tierra volvía a ser fuerte. Idia miro el anillo, este soltó algunas chispas y sin más, un nuevo portal al mundo de los vivos se abrió.

—Bueno, supongo que es la despedida— menciono Orus sonriendo a sus hermanos. Tanto Idia como Ortho miraron al espíritu, ambos lo abrazaron sin querer dejarlo, Orus rio y los abrazo también.

—No se preocupen por mí, este es el lugar donde debo estar— decía confortando a sus hermanos, —Y, aunque voy a extrañarlos, espero no verlos por aquí en un largo tiempo— alejándose un poco, cedía el paso para que los chicos se fueran.

—¡Te queremos Orus!— grito Ortho, —Y yo los quiero a ustedes— respondió Orus antes de que el portal se cerrara. Habían regresado al lago, a lo lejos el ruido de la batalla les daba la bienvenida.

—Ortho, ¿cuál es el estado de la isla?

—Según mi escáner… parece que vamos ganando, no detecto a muchos falsos fantasmas.

Idia asintió, —¿crees que tengamos al menos cinco minutos para relajarnos?— volvió a preguntar el mayor. —Eso creo, ¿por qué preguntas Niisan?

—Si no te importa… me desmayaré un momento— y acto seguido, el mayor cayó inconsciente al piso, —¡Niisan!, sabía que te estabas aguantando por ver tanta sangre…— resignado Ortho cuidaba a su hermano.

Ortho había dejado que diez minutos pasaran antes de "despertar" a su hermano, sus nervios estaban al máximo, por lo que su láser estaba ya pre cargado, después de ver esa pared de fuego cualquiera hubiera quedado asustado.

—Es por aquí…

—¡No se muevan!

—¡AHHHHHH!

Tres fantasmas levantaban las manos asustadas de ver al menor, Ortho tardo en identificarlos como residentes de Onboro.

A) ¡Tranquilo Ortho, somos nosotros!

B) Oficial, ¡juro que yo no fui!

—¿Mc?— desactivando su láser, el androide abrasaba a su amigo/a, después de todo lo que había pasado, necesitaba mimos. —¿Qué haces aquí?, no deberías estar en Royal Sword Academy?

A) Es una larga historia…

B) No estaba tranquilo/a con Grim en peligro…

Rápidamente, Mc explico al menor que Grim estaba atrapado en algún lugar de ese bosque, mientras el androide registraba el área con su radar, Mc le ayudaba a despertar a Idia. —¿Qué dijiste que le paso?— pregunto Gustav mientras picaba con una vara al líder de Ignihyde.

—También fue una noche larga… ¡Lo encontré!

Ortho mostró un mapa holográfico del bosque, indicando donde estaba el felino, —Es por las viejas minas— observo Phinny.

A) ¿Está bien si nos vamos sin ustedes?

B) Lo siento Ortho, pero Grim me necesita…

—Descuida Mc, en cuanto logre despertar a Niisan los alcanzamos… quiero hacer gritar a Walter de dolor…— decía el androide sonriendo.

Mc le dio un abrazo antes de seguir con los fantasmas.