Industrias Steward se ha posicionado como una de las compañías más influyentes en el ámbito de la defensa, enfocándose en la creación y producción de armamento avanzado, así como en el desarrollo de tecnologías artificiales y equipamiento militar. Fundada en 1995 por el destacado científico Lexter Steward, la empresa ha logrado un reconocimiento internacional por sus innovaciones y aportes significativos al sector de la defensa. A lo largo de su trayectoria, ha establecido un sólido prestigio en el mercado, brindando soluciones de alta calidad que responden a las exigencias de las fuerzas armadas y de seguridad en todo el mundo.
La compañía se distingue por contar con un equipo de profesionales altamente calificados, compuesto por ingenieros y científicos que colaboran de manera sinérgica en el diseño y fabricación de armamento de última generación. Estas armas incorporan tecnología avanzada, lo que les confiere una mayor precisión, eficiencia y seguridad en su uso. Además, Industrias Steward se involucra activamente en la investigación y el desarrollo de tecnologías artificiales, incluyendo inteligencia artificial y robótica, que no solo tienen aplicaciones en el ámbito militar, sino que también se extienden a otros sectores, ampliando así su impacto y relevancia en el mercado global.
La reputación de Industrias Steward en cuanto a la calidad y fiabilidad de sus productos ha alcanzado un reconocimiento global, lo que ha facilitado la formación de colaboraciones estratégicas con gobiernos y fuerzas armadas en diversas naciones. La empresa no solo se enfoca en la excelencia de sus productos, sino que también asume un firme compromiso con la responsabilidad social y ambiental, integrando prácticas sostenibles en cada uno de sus procesos operativos, lo que refuerza su imagen como un líder en la industria.
Roger desempeña su labor como ingeniero dentro del equipo de Industrias Steward, donde su rol principal es el de ingeniero eléctrico. Su trabajo implica un análisis exhaustivo de los planos diseñados para las armamentos militares, asegurando que cada producto no solo cumpla con los rigurosos estándares de calidad, sino que también sea eficiente en su funcionamiento. Con una sólida trayectoria en el ámbito de la ingeniería, Roger se ha consolidado como un profesional altamente competente y dedicado, aportando su experiencia para el desarrollo de soluciones que satisfacen las exigencias de las fuerzas armadas.
La contribución de ingenieros como Roger ha permitido a la empresa desarrollar armamento de vanguardia, que se caracteriza por su alta seguridad y precisión en situaciones de combate. El equipo de ingenieros de Steward opera en un entorno colaborativo, aprovechando las herramientas y tecnologías más avanzadas para crear diseños innovadores y funcionales. Este enfoque no solo mejora la efectividad de los sistemas de armas, sino que también refuerza el compromiso de la empresa con la innovación y la mejora continua en el sector de la defensa.
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Roger llegó a las instalaciones de Empresas Steward con una clara expresión de inquietud en su rostro, resultado de una acalorada discusión con Mary sobre el tema de la adopción, en el que ambos tenían posturas opuestas. Al cruzar la entrada principal, se dirigió hacia el ascensor ubicado al final de un largo pasillo, pasando junto a la oficina de la secretaria, que lo saludó sin recibir respuesta. Al llegar al ascensor, se encontró con varios colegas que mantenían una conversación animada, pero Roger optó por permanecer en silencio, eligiendo no involucrarse en la charla.
En ese instante, uno de sus compañeros, Frank Cooper, un hombre de piel clara, con ojos marrones, cabello negro y una barba bien cuidada, se percató de que Roger mostraba signos de desánimo. Intrigado por el estado de su amigo, Frank se acercó a él con la intención de averiguar qué le pasaba. Conociendo la naturaleza reservada de Roger, quien raramente compartía sus preocupaciones, Frank estaba decidido a ofrecerle su apoyo y escuchar lo que tuviera que decir, dispuesto a ayudar en la medida de lo posible.
-Roger, no te ves en tu mejor estado -comentó Frank, al notar la expresión desanimada de su amigo.
-No estoy de humor hoy, ha sido una mañana muy difícil -respondió Roger, con una mirada apagada hacia Frank.
-Recuerda que somos amigos, así que puedes abrirte conmigo; tal vez pueda ofrecerte alguna solución -expresó Frank con empatía.
-No estoy convencido de que puedas ayudarme -replicó Roger, con un tono de desconfianza.
-Por favor, cuéntame lo que te está sucediendo y luego veré cómo puedo apoyarte -insistió Frank, mostrando un interés auténtico en el bienestar de Roger.
Frank demostraba una actitud comprensiva y una disposición genuina para escuchar a Roger, lo que evidenciaba la solidez de su amistad. Su voluntad de ofrecer apoyo incondicional en cualquier circunstancia resaltaba la confianza que ambos compartían. Por otro lado, Roger manifestaba ciertas reservas respecto a la capacidad de Frank para ayudarlo, lo que podría estar relacionado con experiencias pasadas o la complejidad de su situación actual. A pesar de estas dudas, Frank persistía en su insistencia de que Roger le compartiera lo que le preocupaba, subrayando su compromiso de evaluar la situación y brindar asistencia en la medida de lo posible.
El ascensor descendía hacia un nivel subterráneo donde se desarrollaba la producción de tecnologías avanzadas en inteligencia artificial y armamento para las fuerzas armadas. Al abrirse las puertas del ascensor, los ingenieros se apresuraban a salir y dirigirse a sus respectivas estaciones de trabajo. En esta ocasión, Roger y Frank optaron por caminar juntos, recorriendo los pasillos iluminados que estaban repletos de actividad y dinamismo. La atmósfera en este entorno era palpable, con el sonido de máquinas y el murmullo de conversaciones técnicas que llenaban el aire, creando un ambiente propicio para la innovación y el desarrollo tecnológico.
A medida que progresan, los visitantes tienen la oportunidad de ver a los ingenieros dedicados a la elaboración y perfeccionamiento de los más recientes desarrollos en inteligencia artificial. Las instalaciones están dotadas de equipos de alta tecnología y ordenadores de vanguardia, donde se realizan diversas pruebas y experimentos con el objetivo de optimizar la eficacia y el rendimiento de los sistemas. Los ingenieros se desplazan con firmeza y atención, plenamente conscientes de la relevancia de su labor en el impulso de la tecnología y la salvaguarda de la seguridad nacional.
-Está bien, te diré lo que me está pasando-expresó Roger.
-Estoy aquí para escucharte-contestó Frank.
-Mary propuso la idea de adoptar un niño, pero le hice saber que no deseaba tener un hijo que no fuera biológico. Al no coincidir, tuvimos una discusión incómoda-narró Roger.
-Por lo que he escuchado, la situación es bastante complicada-comentó Frank.
-Entiendo tu situación, Roger-respondió Frank con calma-. Es natural que Mary busque una forma de llenar el vacío dejado por la pérdida de su segundo hijo. Sin embargo, es importante que ambos piensen cuidadosamente en la decisión de adoptar a un niño que no sea biológico.
Roger asintió con melancolía y prosiguió con su argumentación. -No me siento emocionalmente listo para criar a un niño que no sea biológico. La pérdida que hemos experimentado ha sido devastadora y estoy en proceso de superarla. También me preocupa que Mary pueda sentir que está sustituyendo a nuestro hijo fallecido con otro niño.
Frank se mostró receptivo y contestó con empatía. -Comprendo lo que sientes, Roger. Es crucial que ambos se den el tiempo necesario para lidiar con su pérdida y llegar a una decisión que sea favorable para los dos. Podría ser provechoso explorar la opción de contar con apoyo profesional, como un terapeuta o consejero, para ayudarles a atravesar este complicado periodo y tomar una decisión consensuada y bien fundamentada.
-No voy a buscar ayuda ni aceptar la adopción-afirmó Roger.
-Es un tema en el que es necesario que ambos estén de acuerdo, amigo-respondió Frank.
Roger y Frank arriban a sus lugares de trabajo.
-No soy capaz de mirar a Mary -declaró Roger.
-"Si acepto que Mary adopte a un niño, tengo mis dudas sobre si podré amarlo, ya que no es mi hijo biológico".- comentó Roger con descontento.
-"Quizás con el tiempo desarrolles cariño por él; a menudo nuestras palabras no coinciden con lo que el destino tiene preparado". -Frank respondio
-"Si piensas que Mary podría ser feliz adoptando, a pesar de tu desacuerdo, considera darle tiempo; podrías cambiar de opinión y llegar a querer al niño".-Luego añadió
- "Debes abordar este tema con Mary, aunque sea incómodo. Este desacuerdo podría afectar tu matrimonio, así que piénsalo bien, amigo".-Por último, aconsejo.
-Debo marcharme ahora, ten presente que si los dos buscan ayuda en conjunto, podrán hallar una solución -señaló Frank, colocando su mano derecha en el hombro de Roger y sonriéndole.
Frank se dio la vuelta y se dirigió a su espacio de trabajo, dejando a Roger atrás. Agradecido por la preocupación mostrada por Frank, Roger decidió abrirse y compartir su reciente discusión con Mary. Relató cómo sus puntos de vista sobre la adopción eran divergentes y cómo esto estaba impactando su relación. Frank prestó atención y ofreció palabras de apoyo, recordándole a Roger que es natural tener diferencias en una relación y que lo esencial es encontrar un equilibrio donde ambos se sientan a gusto. También le recomendó que conversaran sinceramente sobre sus emociones y buscaran una solución conjunta.
Roger cumplió con sus responsabilidades laborales de la misma manera que lo hacía habitualmente. Tras finalizar su jornada, se tomó su hora de descanso y disfrutó de un almuerzo con su amigo Frank, quien no cesaba de animarlo y ofrecerle consejos sobre cómo abordar la situación con Mary de manera serena. Al concluir su día de trabajo, Roger se dirigió a su hogar, donde anhelaba reencontrarse con Mary. Al llegar, estacionó su vehículo en la cochera, respiró hondo para calmarse y se encaminó hacia la entrada de la casa.
Al abrir la puerta, fue recibido por Russell, quien le sonrió con ternura y corrió hacia él, abrazándolo con alegría. Roger, con una sonrisa en el rostro, levantó a Russell en sus brazos y le dio un beso en la frente antes de dejarlo en el suelo. Tomándolo de la mano, lo condujo a la sala y lo acomodó en el sofá para que disfrutara de sus dibujos animados favoritos. Posteriormente, se dirigió a la cocina, donde encontró a Mary con una expresión melancólica mientras preparaba la cena. La tristeza que emanaba de ella le afectó profundamente, recordándole la discusión que habían tenido esa mañana. Consciente de la tensión entre ellos, Roger decidió que era el momento adecuado para retomar el tema de la adopción, deseando ofrecerle a Mary una segunda oportunidad, a pesar de que para él resultaba complicado aceptar la situación.
-Mary, es importante que discutamos el tema de la adopción que has estado considerando -expresó Roger, con una mirada seria.
-Si tu intención es sugerirme que deje de lado la idea de adoptar, debo advertirte que esa opción sigue vigente -respondió Mary, manteniendo su mirada fija en él.
-Sé que cuando te decides por algo, es casi imposible hacerte cambiar de opinión -comentó Roger.
-Entiendes que un hijo no puede ser sustituido -añadió
-No busco reemplazar al hijo que perdimos, Roger. Solo quiero adoptar, no quiero que Russell se sienta solo -manifestó Mary.
Durante un breve instante, Roger decide permanecer en silencio.
-No me gusta tener desacuerdos contigo, Mary. Siempre he valorado tus puntos de vista -comentó Roger.
-Si tu deseo es adoptar a un niño, me doy por vencido. No voy a impedirte que lo hagas -afirmó Roger
-No puedo creer que haya dicho eso -susurró Roger en un tono bajo.
-¿Estás realmente de acuerdo en que adoptemos un niño? -preguntó Mary, llena de entusiasmo por haber convencido a Roger de dar este paso.
-Así es, ya lo has oído, acepto que adoptes a un niño si eso es lo que deseas, Mary, pero no puedo prometerte que lo amaré de inmediato; necesito tiempo -respondió Roger mientras se acercaba a ella.
-Gracias, Roger -comento Mary con una amplia sonrisa
-Lamento haberme enojado, Mary, pero también es fundamental que consideres mi punto de vista -expresó Roger, tomando las manos de Mary con ternura.
-No te preocupes, Roger, entiendo que no es fácil para ti la idea de tener un niño adoptado -respondió Mary, acariciando suavemente el rostro de Roger.
-No puedo garantizarte que lo amaré como amo a Russell -añadió Roger, sosteniendo la mano derecha de Mary.
-No puedo prometer que lo amaré de la misma forma que amo a Russell-contestó Roger, entrelazando sus dedos con los de Mary.
-Es solo cuestión de tiempo; estoy convencida de que llegarás a amarlo tanto como yo amo a Russell-aseguró Mary, mirándolo profundamente a los ojos.
Mary, llena de emoción, se dirige rápidamente hacia la sala donde Russell está disfrutando de sus dibujos animados preferidos. Al llegar, lo levanta en sus brazos y, con una amplia sonrisa de alegría, le anuncia: "Russell, pronto tendrás un hermanito".
Roger avanza hacia la sala y se encuentra con Mary, quien irradia felicidad a través de su sonrisa. Al verla, entrelaza los brazos y, con una expresión de satisfacción, comenta: "Lo que un hombre es capaz de hacer por amor".
Con una expresión de pura alegría iluminando su rostro, Mary se aproxima a Roger y lo envuelve en un abrazo que rebosa ternura y afecto, evidenciando la profundidad de sus sentimientos. Este abrazo es cálido y reconfortante, como si Mary intentara compartir con Roger todo el amor y la felicidad que la inunda en ese momento. Tras un largo proceso de esfuerzo y persuasión, finalmente ha conseguido convencer a Roger para que den juntos el importante paso de adoptar a un niño.
-Deseo que encuentres la felicidad, Mary. Si adoptar a un niño te proporciona alegría, entonces así será. Yo también me comprometo a esforzarme al máximo para ser un buen padre y tratar de amarlo como si fuera mi propio hijo -respondió Roger con dulzura, mientras Mary lo abrazaba con gratitud.
-Realmente tengo hambre, así que vamos a cenar -expresó Roger mientras se acercaba a la mesa.
-Sí, definitivamente necesitamos comer algo -contestó Mary, uniéndose a él en la mesa.
Tras un profundo análisis, Roger llegó a la conclusión de que era el momento adecuado para aceptar la idea de adoptar un niño junto a Mary. Ambos eran conscientes de que la llegada de su segundo hijo traería consigo una serie de retos y adaptaciones. Sin embargo, estaban listos para ofrecerle al niño que pronto se integraría a su vida, un entorno lleno de amor, atención y una familia que lo apoyara. Eran conscientes de que el proceso de adopción implicaría una serie de trámites y ajustes, pero su compromiso mutuo les daba la fortaleza necesaria para afrontar esta nueva etapa, con la firme intención de construir un hogar cálido y feliz para su nuevo integrante familiar.