Las reencarnaciones de los invasores

—He sido perdonada...

La esposa del rey no tenía palabras, pero ella se apresuró a abrazar a su esposo con lágrimas en los ojos. Ya había pensado que no tendría la oportunidad de seguir viviendo, y aunque lo aceptó, en su corazón, todavía esperaba vivir.

—Gracias. Gracias...

El rey también lloraba después de darse cuenta de que su esposa no moriría para pagar los pecados de su vida pasada.

—No hablemos más sobre este tema. Las vidas pasadas están en el pasado como su nombre lo indica, y aunque no debemos olvidarlas, tampoco debemos estar encadenados a ellas. La gente cambia después de la reencarnación, y más cuando no hay los recuerdos y los cuerpos son muy diferentes. Si no fuera porque puedo identificar su alma, nunca hubiera pensado que ella es la misma persona que en el pasado.