TaiYang se sentía incómodo aún así, ¿qué podría pasarles si se descubría sus verdaderas identidades?
Quizás sus preocupaciones estaban escritos en todo su rostro, pero escucho un suspiró arriba de su cabeza, él levantó la cabeza confundido.
Gina acarició su cabeza, la palma de su mano era grande y lo hacía sentir como un niño.
⎯ No importa lo que pasé. Yo decidí traerte, me quedaré a tu lado, el de ambos. Si aún así, después de haber visto Kannon, deciden irse, entonces los acompañaré a dónde quieran ir. ⎯ La voz de Gina era baja, pero sonaba muy reconfortante. TaiYang podía sentir que en verdad los acomparía si se lo pidiera.
⎯ ¿Y si no quiero ir ahora?, ¿puedes devolverme?
La cola que aún estaba expuesta de Gina se movió inquieta. ⎯ No puedo.
Él continuó. ⎯ Si te dejó ir, ¿a dónde irás?. Te estaban persiguiendo.
TaiYang no era una persona irrazonable, sólo quería saber que diría si él en verdad quería irse. Lo que decía Gina era cierto, no tenía donde ir y todavía estaba siendo perseguido por los militares.
⎯ ¿Entonces cuidarias de mi y Reich mientras buscamos un lugar donde establecernos?, por supuesto, puedo ayudarte en lo que necesites.
Gina no tenía problemas, posiblemente, en el fondo eso era lo qué buscaba: Cuidar de ambos. No sabía porque, solo era algo que salió naturalmente cuando vió su rostro.
⎯ No necesitó nada de ti. ⎯ Aunque quería cuidar de ambos, no estaba buscando ningún pagó en especifico.
TaiYang obviamente malentendio eso.
⎯ No ocupamos mucho espacio. ¡Puedo encargarme de cocinar!
Reich en su regazo vió el esfuerzo de su madre y él también decidió ayudar. ⎯ ¡Soy muy fuerte!
Gina volteó a ver al pequeño que anteriormente había sido intimidado hasta el punto de las lágrimas por un par de cachorros, al ver la extraña emoción del par, decidió asentir.
⎯ Esta bien. ⎯ Si eso puede tranquilizar a la pequeña y extraña hembra, puede dejarle hacer lo que quiera.
TaiYang sonrió con alegría, al igual que Reich, quién se contagió de la sensación de logró de su madre. Solo entonces Gina se dió cuenta que ambos tenían la misma sonrisa.
Miró por unos segundos antes de volver a apartar la mirada tranquilamente, la punta de su cola se movía por el suelo.
Después de un tiempo, TaiYang dejó a Gina y volvió a la cocina, y está vez Reich lo siguió.
Al volver a la cantina se encontraron con el par de gemelos nuevamente. Al conocer sus identidades, TaiYang los miró con atención.
Ambos tenían una cabellera dorada pálida y ojos dorados como el oro, a diferencia de Reich y Gina, ninguno de los dos tenía rasgos étnicos en su cuerpo que los delatara como un tate.
Al ver que estaban siendo observados por la madre del bebé, Rogué se enderezó inconscientemente. Rey no parecía preocupado e incluso sonrió en respuesta.
TaiYang se sintió avergonzado y los saludó a ambos con un toquecito en sus cabezas.
⎯ La carne ya casi está, esperen aquí.
Reich corrió atrás. ⎯ Yo puedo ayudar.
Rogué, al ver que el bebé se estaba yendo, se apresuró a decir. ⎯ Yo también puedo, soy más alto que él.
Rey agregó desde el costado: ⎯ Soy un centímetro más alto que Rogué.
Al final todos entraron en la cocina.
Reich estaba sentado arriba de la mesa supervisando a su madre aún lado, Rogue lavaba las verduras mientras le robaba miradas a Reich, y Rey estaba parado aún lado de TaiYang observándolo cortar carne en tirar delgadas.
Después de ver el mismo proceso varias veces, Rey preguntó desde un lado. ⎯ ¿Puedo probarlo?
TaiYang lo miró, al encontrarse con el par de ojos dorados ansiosos, decidió dejarlo intentarlo. Por supuesto, él mismo se colocó detrás y le enseñó como debería cortar y tomar el cuchillo.
Con una sola explicación Rey entendió y su habilidad parecía ser tan buena como la suya, TaiYang sospecho que esto era gracias a las habilidades natas de los Tates. Su destreza y habilidad no debían ser tomadas a la ligera sólo porque eran pequeños.
Volteo a ver a Rogué y se sorprendió al ver las verduras hecha polvo.
Rogué parecía sentirse avergonzado y su cola se había expuesto, escondida entremedio de sus piernas.
Reich lo miró con desprecio. ⎯ Eres un inútil.
Rogué se sentía peor. ⎯ ¡No sabía que eran tan frágiles!
Rey lo golpeó por el otro lado. ⎯ Verdaderamente inútil.
TaiYang se apresuró a apaciguarlos al ver las chispas saltar entre los tres. ⎯ Está bien, no importa, aún deberían quedar algunas..
Sin embargo, Reich mató las esperanzas de su madre: ⎯ Ya las había roto antes, esas eran las últimas.
TaiYang. ⎯ .....Oh.
Volteó a ver, y efectivamente detrás de la mesa se escondía una pequeña colina verde de desechos.
'¿Qué podía hacer ahora?'. TaiYang se pellizco el puente de la nariz al pensar que no había nada más que carne aquí adentró.
⎯ Creó que van a tener que volver a comer únicamente carné. ⎯ TaiYang admite que extraña el arroz.
Los dos pequeños Tates no tenían problemas incluso si les daban de comer carne cruda, solo Reich pensaba que hacía falta algo más después de haber sido alimentado por TaiYang durante tanto tiempo.
⎯ ¿Donde está Gina?, Ya vamos a comer. ⎯ Preguntó al llevar los platos hacía las mesas.
Rey y Rogué no sabían, tampoco querían verlo cerca, preferían acercarse al pequeño bebé.
Reich comentó mientras golpeaba una mano ajena. ⎯ ¿En sala de comandos?, lo dejamos ahí, creó.
TaiYang asintió y les dijo que comenzarán a comer primero antes de salir nuevamente hacía la sala de comandos.
Como dijo Reich, Gina todavía estaba en ahí. Al verlo sentado frente a la gran pantalla, TaiYang no pudo evitar perderse en el constante movimiento de su mano.
Las manos de Gina son grandes, más grandes que la suya, y recordaba que tenían un tacto áspero al tocarlas. Sin embargo TaiYang pensó que la sensación de tener su mano envuelta alrededor de la suya también era un sentimiento agradable, se sentía protegido, como si no importara que el mundo se derrumbara, él todavía sostendria su mano.
⎯ ¿Qué estás haciendo?⎯ La voz característica de Gina sonó sobre su cabeza.
TaiYang se sonrojo al darse cuenta de sus divagaciones. ⎯ No es nada.
Para disimular su vergüenza, miró a su alrededor. ⎯ ¿Qué estabas haciendo?, ¿interrumpo algo?
Gina observó las puntas de sus orejas rosadas por unos segundos y luego volvió a mirarlo. ⎯ Nada. Llegaremos a Kannon en 10 horas más, después de atravesar el agujero de gusano.
⎯ ¿Tan pronto? ⎯ Aunque 10 horas no era poco, TaiYang no se sentía muy preparado.
Gina vio su nerviosismo y acarició su cabeza. ⎯ Todo está bien.
Inesperadamente, TaiYang se calmó. ⎯ Está bien, entiendo. ⎯ Tomó una gran respiración y luego lo soltó lentamente. ⎯ Muchas gracias.
TaiYang sonrió y el hoyuelo en su mejilla se hizo presente. Gina lo miro durante varios segundos, antes de admitir que sentía la necesidad de tocarlo, pero temiendo la molestia de la otra parte, se reprimió y desvío la mirada.
⎯ Mmh. ⎯ Soltó un bajo sonido para afirmar que lo había escuchado. Era una hembra demasiado bonita. El pensamiento de enfrentarse a la pareja si es que tenía cruzó por su mente. Después de todo, ahora mismo estaba a su lado.