Una noche para recordar (1) (R18)

Nota: Este capítulo contiene contenido maduro. Lea bajo su propia discreción.

Después de nuestra intensa actividad, Regaleon y yo nos dimos otro baño en las aguas termales. El calor aliviaba mis músculos adoloridos. Ambos nos sentamos en el borde con Regaleon abrazándome por detrás.

—Es hermoso aquí afuera —dije mirando el cielo nocturno—. Las estrellas no son muy visibles debido al brillo de la luna llena, pero las más brillantes todavía se pueden ver.

—Sí, lo es —Regaleon dijo a mi oído—. Sus labios mordisqueaban lentamente mi lóbulo de la oreja.

—Jeje, eso hace cosquillas —dije como una protesta—. Hmm, es tranquilo aquí afuera. Cómo desearía que pudiéramos quedarnos así un poco más.

Extrañaba tener una vida simple y tranquila, similar a la que tuve cuando era joven. Mi madre y yo solo nos teníamos la una a la otra en ese entonces y la vida era difícil, pero al menos estábamos contentas viviendo cada día sin preocuparnos en el mundo.