Impaciente

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Ran Xueyi observó cómo el automóvil se alejaba de la casa antes de cerrar finalmente la puerta. Caminó hacia la sala de estar y se sentó allí un rato cuando recibió un mensaje de texto de Estudios Star diciéndole que viniera a la compañía.

Ran Xueyi bajó la mirada y frunció el ceño al leer el mensaje. Ya era una extraña en la empresa y ya había obtenido toda la compensación que necesitaba por el uso ilegal de su nombre y popularidad. Realmente no había necesidad de que volviera a la compañía.

Por lo tanto, supuso que esta orden no provenía del Presidente Yi, sino de la familia Ran. Yang Baihua también debió haber jugado un papel aquí. Probablemente ambos querían presionarla para que volviera a casa y no rompiera el compromiso.

—Pero quién dijo que vendría a ellos tan pronto como la llamen —se dijo a sí misma—. No era su perro, por el amor de Dios.

Por mucho tiempo, estuvo a su merced. Ahora que se había liberado de las cadenas que le habían puesto en el cuerpo, no permitiría que nadie más le pusiera otra correa nunca más.

...

Yang Baihua estaba extremadamente frustrado. Caminaba de un lado para otro alrededor de la oficina del Presidente Yi. Y aparte de él y del dueño de la oficina, Ran Yue y Song Qian también estaban sentados dentro de la oficina, viéndolo caminar alrededor de la habitación.

—Hermano Baihua, ¿puedes dejar de caminar de un lado para otro? ¡Ya me estás mareando! —comentó Ran Yue, aún más irritada. ¡Su hermana mayor se había ido de casa mientras dormían y ninguno de sus sirvientes les avisó hasta que se dieron cuenta de que ella no estaba!

Yang Baihua le lanzó una mirada y dijo:

—¡No puedo! ¿Tienes idea de cuánto me ha estado regañando mi madre estos últimos días? Mi madre se enteró de que Ran Xueyi planea romper nuestro compromiso y ahora, mi familia está apuntando sus dedos hacia mí!

Desde aquel día en el restaurante donde él y Ran Xueyi se encontraron, ya se había empezado a correr la voz por la ciudad de que Ran Xueyi había roto el compromiso con él. Estaría bien si solo fuera un rumor esparcido por alguien que quisiera arruinar su reputación. Pero Yang Baihua sabía que no era el caso.

Y cuando sus padres le preguntaron sobre este asunto, él quiso mentir, pero no pudo hacerlo. Ante la mirada furiosa de su madre, no pudo mentir cuando fácilmente lo hacía frente a Ran Xueyi.

Y desde el día en que sus padres se enteraron de ello, le ordenaron que se reconciliara con Ran Xueyi y que la llevara de vuelta a casa para conocer a sus padres. Incluso le dijeron que no jugara con su amante, Song Qian, para no empeorar las cosas.

—Pero, ¿cómo podría hacer eso? —se preguntaba—. Song Qian era su secretaria y amante. La mujer que había ocupado su corazón durante años. ¡No podía hacerle eso a ella solo porque sus padres se lo dijeran!

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—¿Por qué aún no está aquí? —Yang Baihua miró con furia al Presidente Yi, quien se encogía detrás de su escritorio.

—Ya le envié un mensaje. Debería haberlo leído ya... Pero tal vez simplemente ya no quiera venir aquí después de todo... ella ya obtuvo su dinero —respondió el Presidente Yi secándose el sudor.

Yang Baihua no pudo aguantar más y se acercó a él, alzó la pierna y pateó al Presidente Yi. Ignoró el hecho de que el otro era un hombre mayor y continuó pateándolo mientras decía en voz alta:

—¡Inútil! ¡Deberías haberla mantenido aquí! ¡Deberías haberla seducido con otro contrato y asegurarte de atarla en el estudio para siempre! ¿Por qué la dejaste ir!

El Presidente Yi quería evitar sus patadas, pero temía que Yang Baihua se enfureciera aún más si lo hacía. Para los ojos de la familia Yang, la familia Yi no era nada. En la ciudad, la familia Yang era el tirano y podían aplastar fácilmente a cualquier familia. Y debido a eso, incluso si el Presidente Yi tenía casi la misma edad que el padre de Yang Baihua, solo podía sentarse allí y aguantar todos los insultos y patadas lanzadas en su contra.

Mientras el pobre presidente estaba siendo casi golpeado hasta convertirse en una pulpa por Yang Baihua, de repente sonó una voz dulce:

—Cariño, detente. Estás haciendo un escándalo y en unos minutos, alguien llamará a los guardias de seguridad.

Yang Baihua pausó su acción y miró en dirección de donde vino la voz. Resultó que la persona que dijo esto era su amada Song Qian.

—Pero si no le pego, entonces, ¿dónde desahogaré todas estas frustraciones que tengo dentro de mí? Si este viejo no hubiera dejado ir tontamente a esa mujer, ella no estaría pensando en andar suelta por la ciudad —dijo Yang Baihua mientras retrocedía y caminaba hacia ella.

Song Qian presionó sus dedos en sus sienes y suspiró. No podía culpar a Yang Baihua por sentirse así ya que incluso ella y la familia Ran habían sido arrastrados a este lío. Solo podían culpar a Ran Xueyi, esa zorra, por estar demasiado confundida y pensar que podía romper el compromiso cuando ella quisiera.

—¿Tus abuelos llamaron a la familia Ran? ¿Ya se enteraron de este asunto? —Song Qian centró su atención en Ran Yue.

Ran Yue encogió lentamente los hombros mientras decía sin expresión:

—Mis abuelos no han estado en contacto con nuestra familia. Solo llaman a Ran Xueyi e ignoran a todos los demás.

—Deja de actuar tan despreocupada —comentó Song Qian—. Si tus abuelos se enteran de este asunto, no solo la familia Yang perderá por esto. La familia Ran podría no obtener ni un centavo de la herencia de tus abuelos. Menos aún tú, que nunca mostraste ni un ápice de interés hacia tus abuelos. ¿Crees que te darán dinero solo porque eres su nieta?

Ran Yue cerró la boca y se sentó aún más derecha mientras miraba a Song Qian.

...

El autor tiene algo que decir:

—Cometí un error. Olvidé que ML y Song Qian tienen el mismo apellido. Sin embargo, para no confundir a todos, pueden tener el mismo apellido pero no tienen ninguna relación entre ellos. Song Yu Han pertenece a las grandes familias de élite. En cuanto a Song Qian, ella viene de una familia de clase media —murmuró.