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JANETTE LA MOSQUETERA DETECTIVE

París, 1870. el crimen y la corrupción atormentan lo que alguna vez fue la capital del imperio Napoleónico, en medio de aquella decadencia, un muchacho llamado Jean Garnet Trustan conoce a un fantasma llamado Janette quien porta las ropas de los heroicos Mosqueteros del Rey, siendo la única esperanza en un decadente y corrupto imperio, Janette, con la ayuda de Jean, dedicara toda su vida, o no vida en este caso, a luchar contra las fuerzas del mal y traer la justicia una vez mas en la devastada ciudad de París

crazor_productions · 奇幻言情
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24 Chs

CAPITULO 13: LOS EVENTOS DE LA NOCHE ANTERIOR

Nuestra siguiente visita fue madmuasele Jacqueline quien se encontraba en su cama llorando con desconsuelo ante lo ocurrido con su amigo Ferrier. Cuando aparecimos ella largó un pequeño grito; pero Janette, riendo, le dijo:

- Calma pequeñita, soy tu amiga, me llamo…

- ¡Janette, la Mosquetera Detective!- exclamó Jacqueline, una muchacha de cabellos castaños y ojos azules, llevaba un hermoso vestido de color violeta- leí de ti en las noticias, supe que estuviste involucrada en el caso de Madame Jineville y que fuiste quien resolvió el caso del fantasma del cuarto ciento seis

- En efecto pequeñita- señaló Janette sonriendo de orgullo- y en este momento deseo investigar el caso de tu amigo Ferrier

- ¡Oh Janette!- gimió Jacqueline con pesar- no hay nada que investigar, fue Jaques quien se llevo a mi amigo, fuimos unos ilusos que creímos tener todas las respuestas y nos metimos con quien no debíamos

- ¡Aun no está dicha la última palabra en este caso pequeña!- aseveró Janette con un tono más directo y serio- si Ferrier está muerto o vivo lo sabremos cuando lo encontremos y nada indica la culpabilidad de Jaques en este caso

- ¿Prometen encontrarlo?- preguntó Jacqueline esperanzada

- ¡Sí!- afirmó Janette cerrando sus ojos, cruzándose de brazos, con un tono de regaño continuó- pero solo si nos dices que fue lo que sucedió la noche anterior

- Contare todo lo que sé Janette; pero no sé si nos será de ayuda a ambos- le contestó Jacqueline desanimada por completo- la noche anterior nos dirigimos al Bosque Negro para poder desmitificar la leyenda de Jaques. Ferrier, junto a Sebastián, no deseaban que fuera, ya sabes por ser mujer y todo eso; pero André insistió en que estuviese allí presente por si sucedía algo ¡y vaya que si sucedió! Nos adentramos a los bosques esperando resolver el misterio, al principio íbamos todos juntos hasta que una neblina muy fuerte apareció de la nada y nos separó.

Vagué por el bosque durante horas, en completa soledad, grité los nombres de mis amigos; pero nadie me oía. Hasta qué… oí un grito ¡fue horrible Janette! era el grito de un muchacho que me imploraba ayuda… era Ferrier ¡lo sé! ¡Sé que era él! Corrí por dicho bosque, buscándolo, cuando lo vi. Esa maldita sotana negra junto a esa mascara aterradora y en el suelo, ensangrentado por su herida, el cuerpo de…

No pudo continuar contándonos nada debido a que rompió a llorar, Janette, la tomó en sus brazos dándole un tierno abrazo, con una sonrisa, le dijo

- Ya paso todo Jacqueline, todo estará bien, te lo prometo

- Estaba en el suelo muerto Janette- le dijo Jacqueline, recomponiéndose de aquel horrible recuerdo- cuando vi a Jaques con sus manos llenas de sangre huí del bosque. Pude salir de allí logrando regresar al punto que habíamos acordado. Cuando vi a André fue que le pregunté por los demás a pesar de lo que había visto; pero no sabía si fue una alucinación o una pesadilla que tuve estando despierta, Sebastián apareció después de una hora y él también preguntó por Ferrier… allí fue cuando supe que no había sido una alucinación o un producto de mi imaginación por lo que huimos del lugar pasadas unas horas

- Lamento mucho oírlo madmuaselle- suspiré con pesar- entiendo que debió ser difícil para usted el ver a su amigo muerto

- Si… lo fue- me dijo ella con gran pesar a la vez que su mirada se veía perdida e incluso extraviada

- Bien Jacqueline, te agradezco la información que nos diste, te dejaremos descansar pequeña- le dijo Janette con un tono maternal- sin embargo si hay algo que quieras añadir de todo esto…

- Sí, hay algo- nos dijo con su mirada perdida, después susurró en una voz tan baja que me fue imposible entender lo que dijo y no lo averiguaría sino hasta después de resolver dicho caso- lo amaba ¿sabían?

Janette me tomó de la camisa y me transportó a otra parte, la investigación estaba empezando a volverse interesante a cada minuto que pasaba.

A diferencia de los otros dos anteriores, Sebastián se encontraba en el bosque buscando a su amigo, ni bien Janette apareció delante de él, lanzó un grito de miedo y cayó a la tierra que se encontraba embarrada a causa de la tormenta del día anterior. Aquel muchacho de cabellos rubios y ojos verdes nos vio por un minuto sorprendido solo para largar un suspiro al percatarse de que, efectivamente, no éramos Jaques.

- ¡Cielos! menudo susto me dio, sin embargo he de admitir que prefiero encontrarme mil veces con este encantador fantasma en este bosque antes que con ese aterrador Jaques- dijo Sebastián sonriendo

- Los halagos no lo llevaran a ningún lado joven Sebastián- sonrió Janette mirándolo con calma a la vez que sus mejillas se sonrojaban un poco- puedo ver que no ha desistido de su búsqueda inicial

- ¡Y nunca lo haré! hasta no encontrar a Ferrier, sea que esté vivo, herido o muerto; ¡pero no desistiré!- juró delante nuestro el joven Sebastián, Janette mirándolo con dulzura, le preguntó

- Por favor joven Sebastián, dígame con precisión lo que ocurrió anoche en este bosque

- Ya conté todo lo que tenía que contar en los periódicos- se defendió Sebastián- si desea saberlo puede leerlos; pero debo continuar con la búsqueda, cada minuto que pasa es una posibilidad menos de encontrar a Ferrier con vida

- Podemos caminar mientras nos lo cuentas de nuevo- le sugirió Janette poniéndose en marcha, la seguí decidido a llegar al fondo del asunto, Sebastián dando un suspiro nos dijo

- Está bien, vamos, te contare lo sucedido con lujo de detalle- sin nada más que añadir partió a nuestro lado dando inicio a su relato- creo que ya debes conocer la leyenda de Jaques

- De cabo a rabo- rió Janette

- Sin embargo debes de saber que nosotros no creíamos en ella, Jaques era un mito que debíamos eliminar en nombre de la ciencia moderna

- ¿Acaso no soy prueba suficiente de que la vida después de la muerte es real?- preguntó Janette cruzándose de brazos de nuevo y haciendo una señal de desdén por sentirse ignorada. Sebastián, riendo, nos dijo

- ¡Claro que sí! Pero una cosa es usted, que da demostración de sus poderes de forma pública, y otra cosa es un ser cuya credibilidad se basaba en las habladurías de las viejas de la ciudad junto a eventualidades demasiado difusas. Ninguno de nosotros creíamos en Jaques por el mero hecho de que él no había dado muestras de ser real en ningún momento. Ferrier, André y yo decidimos probar de una vez por todas el mito, Jacqueline se nos unió; pero no quisimos que eso pasara

- Si, André junto a Jacqueline ya nos lo contaron, al parecer querían cuidar de ella- señalé ante esa parte del relato, la mirada de Sebastián se volvió más sombría cuando nos contesto

- En parte- con un suspiro nos explicó lo que sucedía- Jacqueline era la novia de Kostac, un muchacho demasiado atrevido para nosotros. Siempre diciendo cosas inadecuadas delante de una dama como Jacqueline, queriendo demostrarnos con ello que era el más hombre dentro del grupo; pero actuaba como un cretino en todo momento. La semana pasada Ferrier y Kostac tuvieron una pelea después de que ese idiota dijese cosas intimas de su relación con Jacqueline delante de nosotros

- Interesante observación- le dijo Janette, con una voz agradable, sonriendo le preguntó- ¿él también creía en esto de Jaques?

- No, al igual que nosotros, era escéptico; pero poco le importaba dicho asunto. La razón por la que no quería que Jacqueline fuera con nosotros se debía a que Kostac podría volverse demasiado irascible si llegaba a enterarse que su novia estuvo en peligro de muerte. André insistió en que nos acompañase por sus conocimientos de medicina; pero ella solo es una aprendiz de enfermera, no un doctor experimentado ¡aquello fue una estupidez!

- ¿Qué sucedió cuando llegaron al bosque?- preguntó Janette buscando, con la mirada, algún signo de un cuerpo muerto o algo por el estilo

- Una niebla nos separo, vagué por casi unas dos o tres horas en dicho bosque hasta que llegué a la salida del mismo en el punto de reunión… allí me enteré de que Ferrier había desaparecido

- ¿No vio algo sospechoso o escuchó algo fuera de lo común?- pregunté a Sebastián quien me dijo

- No oí nada ni vi nada- dijo Sebastián con pesar

- ¿A dónde fue el novio de madmuaselle Jacqueline?- le preguntó Janette deteniéndose en un claro- nos dijeron que él había salido de viaje; pero desconocemos a donde

- Posiblemente a Orleans o quizás al famoso Molino Rojo, es sabido que ese desgraciado de Kostac suele ir a ese sitio. Teniendo una muchacha maravillosa como Jacqueline y la desaprovecha acostándose con prostitutas, ¡indignante!- el enojo de Sebastián nos parecía demasiado sincero a ambos, Janette vio el cielo y le dijo al joven Sebastián

- Muy bien amigo, nosotros te cubrimos desde aquí

- ¿De qué hablas?- preguntó Sebastián sorprendido

- Tienes que volver a casa jovencito, nosotros encontraremos a Ferrier- le explicó Janette con una sonrisa amigable

- ¡Es mi amigo no puedo abandonarlo!- protestó aquel joven con una verdadera templanza; pero Janette, sosteniéndolo de los brazos, le susurró

- Ella te necesita más de lo que imaginas. Se encuentra devastada y tú puedes darle ese hombro que desea para que se sienta mejor en él. Creo que ella merece tu compañía en este momento, nosotros encontraremos a Ferrier, te lo prometo

La duda se vio en los ojos de Sebastián, cerrando los ojos dejando que sus lágrimas corrieran por sus mejillas, aquel joven muchacho exclamó

- ¡Bien! Pero si para mañana no lo encuentran entonces volveré a este lugar

- No te preocupes, mañana sabrás de Ferrier nuevamente, te lo garantizo- le prometió Janette soltándolo y guiñándole el ojo- ahora ve, necesita a su príncipe azul

- ¡Sí!- asintió Sebastián retirándose del bosque, cuando lo vimos alejarse fue que Janette me dijo

- Acompáñame, creo que sé donde puede estar Ferrier

- De acuerdo- asentí siguiéndola por el oscuro bosque

Debía ser casi media noche cuando lo encontramos. Estaba tiritando debido al frio de la oscura noche, la niebla de la que nos habían hablado ocupaba el rango visual; pero Janette, tomando mi mano, me condujo por dicha niebla evitando que nos perdiésemos en dicho bosque. Conforme íbamos caminando el suelo dejaba de ser barro para casi convertirse en pantano

- No sé si podremos encontrar algo en esta terrible oscuridad- le dije a Janette y ella me respondió

- Creo que sí, debe estar por… ¡lo encontré!- de un solo tirón, Janette, me llevó a rastras como si de un niño pequeño se tratara. Pensé en quejarme; pero, antes de poder decir palabra alguna, vi con mis propios ojos un cadáver en dicho pantanoso suelo, horrorizado grité

- ¡Janette, hay alguien ahí!

- Lo sé- me contestó ella. Nos acercamos al cadáver solo para corroborar de quien se trataba: era un hombre bajo, de cabello negro y piel casi morena, en su rostro se veía todavía la malicia que pudo haber poseído en vida. Llevando un elegante traje color verde, ese cadáver tenía la marca de un puñal en su pecho, sorprendido dije

- ¡¿Pero quién es este sujeto, Janette?!- ella mi vio en silencio durante unos minutos, con un suspiro de queja me dijo

- Este hombre que ves aquí en el suelo, mi estimado Jean, es Kostac. El difunto novio de Jaqueline y la verdadera victima que le adjudican a Jaques