Natasha me reveló todo lo que sabía; desde el hecho de que ella es la verdadera líder de la organización llamada Wildfire hasta la existencia de Svarog, el líder de la segunda facción que domina el Bajomundo.
Con el personaje de Natasha ya confirmada como aliada, prometí poner a Svarog de nuestro lado para luego invadir el Supramundo.
-Genial, esto simplifica las cosas. Gracias Natasha.
-Antes tenías una forma tan contundente de hablar pero ahora suenas tan amigable... realmente no me acostumbro a este cambio tan radical.
-Lo siento si te asusté, no es que esté fingiendo, yo simplemente tiendo a dejarme llevar por la situación del momento. Mi estupidez también es parte de mí, así que...
No sé si debería de llamar esto el instinto de un hombre pero, ¿conocen esa emoción de saber que estás a punto de hacer una cagada pero de igual manera lo haces porque sí...? Pues, yo me dejo llevar fácilmente por esa emoción.
-Fufufu~ está bien, lo entiendo. No tienes que seguir explicando. A decir verdad, ese lado tuyo es bastante encantador.
-¿Gracias...?
¿Por qué creí haber visto a mami Kafka por un instante...? Esto es malo, estoy empezando a alucinar. Por alguna razón, quiero escapar de aquí.
-¿Nadie...?
-Vaya, parece que tu amiga por fin se despertó.
Lentamente Stelle se levantó de la cama.
-¿Cómo te sientes? ¿Te duele alguna parte?
-Estoy bien. Pero, tuve un sueño extraño.
-¿Qué clase de sueño?
-Era una joven Cocolia y también había una voz extraña...
-El Estelaron... está haciendo resonancia con el Estelaron sellado dentro tuyo.
Natasha agudizó su mirada cuando escuchó mis murmullos.
-¿Qué viste en ese sueño?
-La voz estaba tratando de convencer a Cocolia de aislar el Bajomundo del exterior.
-Significa que a Cocolia le estuvieron lavando el cerebro desde una temprana edad...
-Esas son malas noticias.
Natasha intervino en la conversación cuando anuncié tal posibilidad.
-Pero, si miras el lado bueno, al menos ahora sabemos por qué Cocolia oculta la existencia del Estelaron a todos. Ya tenemos en claro quién es nuestro verdadero enemigo.
-Tiene sentido.
Ahora sí puedo ir revelando poco a poco la verdad detrás de Belobog al resto del Expreso Astral sin acelerar innecesariamente la trama. Necesito tiempo de preparación, para eso necesito evitar cualquier desarrollo imprudente.
-Stelle, conoce a Natasha, una médica del Bajomundo. Ella fue quien nos acogió luego de que Sampo viniese a nuestro rescate.
-Es un placer, yo soy Stelle.
Stelle saludó con educación cuando le presenté a Natasha.
-Encantada. Je, je, qué cortés.
En poco tiempo, ambas chicas pudieron entablar una buena relación.
-¿Dónde están todos?
-Eres la última en despertar, Stelle. Dang Heng se fue a algún lado apenas despertó y Marzo... ya la conoces, seguro se está divirtiendo en algún lado. Bronya también, ella debe de estar paseando ahora.
Luego de despedirnos de Natasha y salir de la clínica, puse más al tanto a Stelle explicándole acerca de Wildfire. Ahí fuera también encontramos a Marzo jugando al escondite con 3 niños.
-Marzo realmente puede divertirse con cualquiera, ¿no?
-Mira quien habla...
La mirada acusadora de Stelle me dejó sin palabras. ¿Acaso está insinuando que yo también soy así de infantil (sí)?
-Voy a jugar con ellos, ¿vienes?
-Paso. Tengo cosas más importantes que hacer.
-Veo...
Me despido de Stelle y me dirijo a tratar con mi asunto importante. ¡Por supuesto hablo del casin...! quiero decir, ¡el Club de la Pelea!
Ahí dentro del ring puedo ver a Dan Heng pelear solo contra varios robots a la vez.
Voy hacia la caja de apuestas y pongo todos mis escudos al nombre de Dan Heng. Si se preguntan de dónde saqué todo este dinero, aproveché la confusión y lo tomé prestado de algunos Guardias Crinargenta mientras nos perseguían.
Como los créditos aún no circulan en el mercado de Belobog, no me queda más opción que recaudar presupuesto con la moneda (escudo) de este mundo así.
-¡Vamos Dragoncito Impasible! ¡Patéale el culo a esos Escarabajos Autómatas!
-¿Nadie?
Ups, parece que me emocioné un poco demasiado.
-Dan Heng, no te preocupes por mí y gana esa pelea a toda costa. Aposté todo nuestro presupuesto en esto.
-¿Tenemos presupuesto?
-Si, no preguntes de dónde lo saqué. Simplemente gana la pelea y multiplica mi dinero para que podamos pagar por el hospedaje del hotel.
-Está bien.
-Por cierto, esto es solo un consejo mío. Derrota a los Escarabajos Autómatas antes de que sean sus turnos, su escudo es jodidamente irritante. A veces me pregunto si esos bichos son en realidad Emanadores de la Conservación.
-¿De qué estás hablando...?
No hubo tiempo para que respondiese. Cuando Dan Heng desvió su atención a mí, los tres Escarabajos Autómatas aprovecharon la situación y le atacaron en sorpresa.
-¡Dan Heng, cuidado!
-Lo tengo todo bajo control.
-¡Si te atreves a perder, venderé uno de tus riñones para compensar las pérdidas!
-...
En poco tiempo, Dan Heng ganó la pelea y mis escudos se multiplicaron por 10.
-¡Qué sorpresa! ¡Hermanos y hermanas, denle un fuerte aplauso al Dragoncito Impasible por su increíble victoria!
Los vítores no faltaron.
Entonces, la segunda pelea comenzó. Esta vez, los contrincantes de Dan Heng son tres Sabuesos Autómatas.
-Ten cuidado Dan Heng, ese bastardo se cura. También destrúyelos antes de que sean sus turnos.
-Otra vez, ¿de qué estás hablando Nadie?
Con esta segunda victoria, ¡mi presupuesto inicial se multiplicó por 100!
-¡Soy rico! ¡Wajajajajajaja! ¡A este paso seré millonario! ¡WAJAJAJAJAJAJA!
Para este momento, casi podía preparar una tina de escudos.
-¡Hermanas! ¡Hermanos! ¿Están preparados para el combate más espectacular, más emocionante y más brutal del día? ¡El Dragoncito Impasible lleva una racha de dos victorias seguidas! ¡Su siguiente contrincante es ni más ni menos que la Cuadrilla Robomática, autómatas ensalzados por el mismísimo jefe Svarog en persona!
Cuando el locutor volvió a hablar, todos gritaron de la emoción; pero yo solo pude burlarme en voz alta.
-¡Ja! ¿Tanta palabrería para simples Arañas Autómatas? ¡Es una victoria fácil Dan Heng! ¡Al igual que los Escarabajos Autómatas, las Arañas Autómatas tienen debilidad por el viento y ellos no tienen esos molestos escudos! ¡Dan Heng, solo tienes que destruirlos antes de que se autodestruyan ellos mismos! ¡Ahora has que mis ganancias sean por mil! ¡Wajajajajajaja!
-*Suspiro*.
Llegado a este punto, Dan Heng ni siquiera parecía tener las energías para contestarme.
-¡Así que da comienzo la semifinal del 1758° Desafío del Amo del Ring!
Cuando la pelea estaba por comenzar, de la nada dos figuras se subieron al ring.
-¿Eh? ¡Hermanas y hermanos, ocurrió algo inesperado! ¡Dos personas del público entraron al ring! ¿Acaso quieren formar un equipo con el Dragoncito Impasible?
Son Stelle y 7 de Marzo.
-Despertaron.
Comentó Dan Heng de brazos cruzados, a lo que Marzo contestó.
-¡Sí, y lo primero que hicimos fue venir a buscarte! Y ahora que te encontramos, vamos a evitar que te den una paliza. ¡De nada!
-Me las puedo arreglar perfectamente sin ustedes.
-¡Así es, como dijo Dan Heng! ¡Él puede arreglárselas solas así que bajen ahora ustedes dos!
Interrumpí la conversación entre ellos dos, sorprendiendo a Marzo al descubrir que yo me encontraba entre el público.
-¿Nadie?
-¡Silencio Marzo, ¿no ves cómo cayó el multiplicador de ganancia luego de que ustedes dos subieron?! ¡Si la desventaja numérica de Dan Heng desaparece, las ganancias extras por apostar por él también desaparecen! ¡Así que vengan aquí ahora mismo!
-¡Eso! ¡Eso!
En algún momento, Sampo apareció para también protestar al lado mío.
-Eh... Dan Heng, ¿qué hacemos?
Marzo dudó en dejar solo a Dan Heng al verme gritarla tan ferozmente.
-...Hagan lo que quieran, ganaré de todas formas.
-¡Ten más cuidado Dan Heng, casi dices la palabra maldita! ¡¿Acaso buscas morir partido en dos?!
-...
Como ya se dijo, Dan Heng perdió toda energía para contestarme.
Al final, Stelle y 7 de Marzo bajaron del ring, permitiéndole a Dan Heng lucirse frente a todos y yo cumplir mi sueño de ser millonario por mis propios medios.
-Bien hecho Dan Heng, aquí tienes tu parte. 10% de las ganancias, eres libre de hacer lo que quieras con eso.
Dan Heng aceptó los escudos en silencio. Fue entonces que Stelle vino hacia mí y me miró con ojos de cachorro.
-¿Y mi parte?
-Piérdete.
-...
Mi dinero, mi dinero.
Deberían de agradecerme que al menos tenga la voluntad de pagarles el hospedaje del hotel y la comida. Por dios, soy demasiado amable.
-Por cierto, tú no te escapas.
-¡Hk!
Sampo, quien estaba a punto de escaparse a hurtadillas de nosotros, fue atrapado por el cuello de la ropa por Dan Heng.
-P-por favor tengan piedad...
-Primero contesta a nuestras preguntas, luego veré qué hago contigo.
Salimos del Club de la Pelea arrastrando un cuerpo (Sampo) con nosotros y nos dirigimos a un callejón desolado para no molestar a otros.
Entonces, Sampo cayó de culo, Stelle pisó cerca de su entrepierna y yo acerqué mi rostro de manera amenazante.
-Pero mira qué tenemos aquí, Stelle.
-Jujuju~ Que presa tan interesante atrapamos, Nadie. Si quieres vivir, Sampo, suelta todas tus pertenencias.
-¡Hiiih! ¡Por favor, tengan piedad conmigo!
Sampo tembló antes las amenazas de Stelle y mío.
-Si te atreves a resistirte, mi hermano Dan Heng aquí te apuñalará con su lanza. (no lo hará)
-¡E-está bien, cooperaré, tomen todo lo que tengo! ¡Por favor no me lastimen!
Stelle le quitó todas las pertenencias de valor a Sampo y guardó todo en su inventario. Pero aun insatisfecha, Stelle de la nada exigió.
-La ropa también.
-¿Eh?
Ante la perplejidad de la víctima, saqué una navaja de mi inventario y lo acerqué al cuello de Sampo.
-¿Qué sucede Sampo? ¿Acaso no escuchaste a mi amiga hablar?
-¡D-de acuerdo, ahora me desnudo!
Entonces Sampo se desnudó hasta quedarse solo en calzoncillos.
-La ropa interior también.
-¿E-eso no es demasiado exceso?
La segunda exigencia de Stelle también me sorprendió a mí.
-Stelle, yo también creo que eso es un poco...
-¡Dije la ropa interior también!
-¡Si!
Sin más opción, Sampo cumplió las órdenes de Stelle mientras lloraba sin dignidad alguna.
Mientras Stelle y yo obligamos a Sampo a desnudarse, Dang Heng y 7 de Marzo miraron toda esta escena con los ojos en blanco...
-Chicos, no vinimos a extorsionarlo. Devuélvanle su ropa.
-Ah, ¿no?
Luego de que Dan Heng aclarara el malentendido, Stelle le devolvió su ropa a Sampo, pero no las pertenencias de valor. Que conste, yo no llegué tan lejos como para exigirle su ropa interior, nunca creí que Stelle tendría un lado tan sádica...
-Ugh. Mis ahorros...
Ignorando los llantos de Sampo, Stelle contó "su" bolsa de ahorros con una sonrisa orgullosa en su rostro, como si acabase de salir del trabajo luego de hacer un gran trabajo.
-Que crueles. ¿Por qué tengo que pasar por todo esto? ¿Acaso hice algo sin darme cuenta y los ofendí?
-Nos dejaste en manos de los guardias.
Se quejó Stelle al escuchar el murmullo de Sampo.
-Un momento, un momento, rebobinen. Si no hubiera escapado, Gepard nos habría capturado a todos. Y creen que les habría dado una oportunidad de hablar, ¿eh? ¡Los hubiera encerrado directamente en el hotel con rejas en las ventanas! ¡Les estuve protegiendo desde las sombras en todo momento! ¿Saben lo difícil que fue encontrar el momento oportuno? ¡Los vigilaban todo el tiempo!
-Aunque así fuera, ¿era necesario envenenarnos?
Esta vez fue Dan Heng quien se quejó. Por supuesto, Stelle no pudo desaprovechar la oportunidad para extorsionar a Sampo una vez más...
-¡Así es, ¿cómo pudiste envenenarnos?! ¡Ahora exijo una compensación!
-¡E-espere, espere señorita! ¡¿Acabas de quitarme todo lo que tengo y ahora quieres volver a extorsionarme?! ¡¿No es eso demasiado irracional?! Tal vez ya lo olvidaron, pero la situación era crítica y no tuve tiempo para pensar, así que tiré de lo que tenía a mano.
¿No es mi niña sorprendente? Miren lo rápida que se volvió una extorsionista experta.
A pesar de las bromas no bromas, Dan Heng se mostró serio ante el tema.
-¿No lo hiciste para ocultar algo? Por ejemplo, ¿algún secreto que no querías que nosotros viéramos?
-...
Sampo mantuvo silencio ante las acusaciones de Dan Heng.
-Dan Heng, ¿de qué secreto estás hablando?
Marzo empezó a sentirse nerviosa al entender la seriedad de la situación.
-Aún no lo sé con certeza... pero sé que nuestro "amigo" oculta algo.
-¡Tiempo muerto! Mi único objetivo es ayudarlos todo lo que pueda, ¡y sin esperar nada a cambio! ¡Por favor, no vayan por ahí difundiendo rumores sobre mí!
Pude sentir la mirada de auxilio de Sampo en mí; por supuesto, lo ignoré. Sin más opción, Sampo cambió de tema para desviar la atención de todos.
-Para demostrar mi sinceridad, los llevaré a conocer a Wildfire. Si necesitan encontrar cualquier cosa en el Bajomundo, pueden acudir a ellos.
-Llévanos hasta allí... y sin trucos esta vez.
Stelle aceptó la oferta en nombre de todos pero aún manteniendo un poco de desconfianza.
-¡Confíen es mí! Como dije antes, Sampo nunca permite que los amigos que lo han ayudado sufran daños.
De esta forma, Sampo nos llevó a conocer los altos mandos del Wildfire.
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