Capítulo 19: Viaje interestelar

-Bajaste de peso, otra vez...

-Si...

Asentí en voz baja a la confirmación de Himeko.

Quién hubiese pensado que ponerme cariñoso con Herta la encendería otra vez... Lo admito, buscaba eso un poco. ¡Soy un hombre, ¿bien?! ¡También tengo mi libido! ¡Pero es injusto que, cuando Herta se cansa, intercambie lugar con sus marionetas para descansar! ¡Si no fuese por eso, Herta nunca me ganaría en resistencia!

-Nadie, ¿qué estuviste haciendo estos días? Te busqué pero nunca te encontré.

-Eh...

¿Cómo se supone que conteste a Stelle? Estuve haciendo "ejercicio" con Herta y duró dos días seguido con apenas descanso de por medio, por eso nunca me viste...

-Nadie.

En ese momento, una muñeca de Herta llegó a nosotros, interrumpiendo la conversación entre Stelle y yo.

-¿Qué sucede Herta?

¡Buen timing!

-Es importante así que guárdalo.

Lo que me entregó Herta parece ser una cápsula, a través del cristal se puede ver lo que parece ser un suero especial.

-Conociéndote, sé que al final usarás la máscara aunque te lo prohíba. Este suero es de efecto inmediato, todo lo que necesitas hacer es inyectártelo cuando la situación lo requiera. Dáselo a alguien en quien confíes.

Como se esperaba de mi esposa, Herta me conoce bien...

-Gracias Herta. Stelle, guarda esto por mí.

-¿Estás seguro?

Stelle me miró con preocupación ya que nosotros dos fuimos los únicos quienes escuchamos lo importante que representa este suero para mí.

-Si, eres la única quien podría guardarlo. La única situación que me obligaría a usar la máscara es protegiéndote, así que no tiene sentido que otra persona guarde el suero.

-Está bien.

Luego de escuchar mi explicación, Stelle aceptó la responsabilidad de guardar el suero.

-Bien, llegó la hora de irnos.

En ese momento, se pudo ver a Marzo dar saltitos en dirección al Expreso Astral.

-Hm~ ¡Vamos!

Mientras yo me despedía de Herta, Asta, Alan, Peppy y algunos investigadores más, Stelle se queda observando el Expreso Astral, su nuevo hogar, en silencio.

-Es hora de subir.

Las palabras de Himeko devuelven a la realidad a Stelle y ellas también se proponen a subir al Expreso.

No sé si estaba alucinando o qué, pero por un momento la mítica canción "Take the Journey" empezó a sonar en mi cabeza. Fue una extraña sensación de emociones profundas, la combinación entre el "inicio de una nueva aventura" y la "nostalgia de muchas aventuras pasadas".

Cuando el Expreso Astral comenzó a arrancar, Stelle, Marzo y yo saludamos a todos desde la ventana. Asta se inclinó respetuosamente, Alan nos miró en silencio y Herta simplemente nos dio la espalda para irse.

Luego de 3 largos años, otra vez volveré a dejar mi hogar llamada "Estación Espacial" para reiniciar otra aventura.

Cuando el Expreso Astral por fin comenzó a alejarse de la Estación Espacial Herta, una aguda voz llama nuestra atención.

-¡Ejem!

Stelle y yo nos dimos vuelta pero no encontramos nada.

-¡Estoy aquí!

Al bajar la mirada, ahí se encontraba la mascot... quiero decir, el revisor, Pom-Pom.

-Al menos no te tratan como comida de emergencia.

-¡¿Huh?! ¡Que maleducado! ¡¿Cómo pudiste llamar a Pom-Pom comida de emergencia?! ¡Escuché de ti a través de Himeko! ¡Aunque seas un Emanador un cuanto especial, no te creas la gran cosa porque aquí en el Expreso Astral todos somos especiales!

Que... ¡Qué lindoooooo!

-¿Puedo abrazarte?

-¡Kyaa! ¡Aléjate! ¡Nunca acepté ser abrazado! ¡Suéltame!

Lo siento pero es imposible contenerme ante tal amigable criaturita tsundere.

Luego de unos cuantos gritos más por parte de Pom-Pom, tuve que soltarlo a regañadientes.

Ahora que lo noto, desde que abordé el Expreso como un tripulante, pude sentir una nueva energía surgir desde el fondo de mi cuerpo. ¿Es este la Vía del Trazacaminos? Significa que ahora puedo hacer uso del Ancla del Espacio, ¿no?

-Nadie, ¿quieres explorar conmigo?

La voz de Stelle me despierta de mis pensamientos y pude ver sus ojos brillar, parece que el espíritu Trazacaminos dentro de ella ya está haciendo efecto incluso antes de comenzar la aventura.

-Me iré a mi habitación primero. Herta lo preparo específicamente para mí, quiero visitarlo antes que nada.

-Buena idea, ¿puedo ir contigo?

-Claro.

Nos dirigimos en dirección al sector de dormitorios y busco la etiqueta con mi nombre.

-Es esto.

Luego de llamar a la curiosa Stelle quien no para de correr por todos lados, entramos a mi habitación y nos encontramos con una vista fantástica.

Muebles de valores exorbitante, cama comparable al de un rey, dispositivos con tecnología de punta y un ambiente extremadamente acogedor. La habitación es principalmente de color púrpura oscuro, trayendo un sentimiento gótico que me recuerda un poco a Herta.

-¡Wow! ¡Esto es increíble, Nadie! ¡Tu habitación está a otro nivel! ¡Comparada a la mía, esto es otro mundo!

Entiendo perfectamente de dónde viene el asombro de Stelle.

Incluso para mí esto se siente un poco excesivo. Mi habitación casi parece el suite presidencial de un hotel 5 estrellas...

Pero, bueno, mi propio cuarto en la Estación Espacial tampoco es peor que esto. Herta siempre es muy exigente cuando se trata del ambiente de descanso después de todo.

En un rincón, ahí se puede ver sentada otra de las muñecas de Herta, solo que está desactivada.

También tengo baño propio, hay un jacuzzi y mucho más. El tamaño de esta habitación es simplemente absurdo, incluso podría compararse a un departamento de dos ambientes. No me extraña que nadie haya elegido esta habitación hasta ahora; si no tienes suficientes muebles para decorarlo, es inevitable sentirse algo vacío y solo.

Revisé más o menos dónde guardó cada cosa Herta y está todo muy bien ordenado. Me gusta.

-¡Nadie, vayamos a explorar el resto de los vagones! ¡Vamos!

Siendo tirada por Stelle, exploramos el resto de los vagones con curiosidad.

Aunque ya sabía que el Expreso Astral tenía conexiones con la Estación Espacial Herta, nunca tuve la oportunidad de conocerlo debido a lo ocupado que me encontraba trabajando (divirtiéndome) como secretario de Herta. Así que todo esto también fue nuevo para mí.

-¡Bienvenidos a mi habitación!

Marzo nos presentó su cuarto orgullosamente.

-¡La habitación de Marzo es tan rosada!

-Y su cama tan acogedora.

Me tiré a la cama y me cubrí con la sábana sin preocuparme por la dueña verdadera.

-¿Quizás debería de mudarme a esta habitación?

-¡Hey! ¡¿Qué crees que estás haciendo Nadie?! ¡Sal de mi cama! ¡No puedes hacer eso en la habitación de una dama! ¡Es muy irrespetuoso!

Por supuesto, no había forma de que Marzo se quedase callada. Pero hablemos seriamente, no existe ningún jugador de Honkai Star Rail que nunca haya fantaseado con hundirse en esta cama tan esponjosa.

-También huele bien.

-¡No huelas!

-Huele a flores, ¿por qué todas las mujeres huelen tan bien? Eso es tan injusto, el olor corporal de los hombres apestan, ¿es esta alguna clase de discriminación biológica?

Ignorando los gritos de Marzo, Stelle levanta ligeramente la sábana y también se mete a la cama conmigo.

-Tienes razón Nadie, huele muy bien~

-Otro más no...

Parece que ser ignorada por nosotros deprimió un poco a Marzo. Sin más opción, nos levantamos a regañadientes para no molestarla más.

-¿Ustedes ya fueron a ver los archivos?

Esta chica sí que se recupera rápida.

-¿Te refieres a la habitación de Dan Heng? Sí, su cama no es muy cómoda.

Comenté yo.

-Fue algo apretado para dos personas.

Complementó Stelle.

-¿Ustedes dos acaso se meten en cada cama que ven...?

Marzo por alguna razón se sintió complicada.

-Stelle, vayamos a ver las habitaciones de Welt y Himeko.

Son territorios prohibido en el juego después de todo.

-Buena idea, también quiero probar sus camas.

-¡Oigan!

Ignoramos el grito de Marzo y salimos corriendo para seguir explorando el Expreso.

-*Suspiro*. Me pregunto si así se sentía Dan Heng siempre que le causaba problemas...

...

..

.

A diferencia del juego, como aquí estamos en la vida real, el salto no se realizó de inmediato y viajamos normalmente por el espacio por más de un día. Este tiempo fue muy útil para conocernos más.

Charlé mucho con Marzo, Welt y Himeko. Dan Heng se quedó casi todo el tiempo encerrado en su habitación con los archivos, de vez en cuanto lo visitaba pero él está siempre concentrado en lo suyo, haciendo difícil el iniciar conversaciones.

Ahora que Dan Heng por fin dejó de ser un neet y salió a merendar algo con todos nosotros, llegó la hora de explicarles la situación en que Stelle y yo nos encontramos.

-Chicos, siento molestarlos. ¿Podrían escucharme por unos minutos? Tengo algo importante que decirles.

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