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Harry Potter y el Mortífago blanco

La vida no suele llevar a las personas por el camino deseado aun cuando los esfuerzos sean inmenso. Luego de una muerte repleta de dolor nuestro personaje rencarna en un mundo de magia y fantasía pero lamentablemente esta en el peor lugar de todos, es perteneciente a una familia de mortifagos.

Anon20K · 作品衍生
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103 Chs

Capitulo 99: Quidditch

En la biblioteca, William pudo ver al trío de oro llegar hasta allí para mostrarle a Madame Pince un permiso para sacar un libro de la sección restringida. Esto marcaba el principio del plan de los jóvenes magos. Desde ahora habría un total de treinta días hasta que pudieran poner en marcha el plan de la poción multijugos.

La mañana siguiente, William hizo su rutina diaria e incluso fue a la biblioteca para terminar su lectura del día anterior. Después de todo, el día de hoy era especial en este segundo arco de la historia.

Hoy marcaría un antes y un después en los eventos de la Cámara Secreta, ya que hoy era el día en el que ocurriría el primer incidente contra uno de los estudiantes.

William cerró su libro; todos estarían ocupados en el partido de Quidditch entre Slytherin y Gryffindor, por lo que también era la mejor oportunidad de obtener el diario de Tom Riddle en sus manos.

Todos los que conocían a William sabían muy bien que no era de las personas que se acercarían a un juego de Quidditch. La verdad, era una de las personas a las que menos le importaban la copa de las casas o actividades similares. Algunos incluso pensaban que posiblemente tampoco le importaba ser parte de Hogwarts como tal, pero ahora mismo aquí estaba, siendo espectador de un partido de Quidditch.

Cho Chang fue una de las primeras en verlo y se acercó hasta el joven, dejando atrás a su amiga.

"No sueles venir a estos partidos," dijo Cho, llamando la atención del peliblanco.

"Oh, umm... Sí, hoy decidí tomar algo de aire fresco para variar," miró a todos lados, barriendo las butacas de Gryffindor; allí estaría su objetivo.

Cho siguió la mirada de William. "¿Buscas a alguien?"

"Mmmm... solo veo si realmente estos partidos son tan populares. Debería poder encontrar a todos mis compañeros de clase, ¿no crees?" Siguió mirando.

Entonces, de la nada, comenzó un estruendo. William miró hacia el campo de juego donde aparecían los miembros de Gryffindor con sus escobas en mano. No solo Gryffindor los aclamaba, sino también Ravenclaw y Hufflepuff. Incluso Cho Chang, que estaba al lado de William, comenzó a aplaudir.

Por otro lado, al entrar en el campo, los estudiantes de Slytherin fueron abucheados y hubo silbidos desde todos lados.

Madame Hooch, quien era la profesora de Quidditch, hizo que ambos capitanes se dieran la mano antes de comenzar el partido.

William dejó de ver el partido en ese momento. La verdad no le importaba nada, pero la chica a su lado estaba totalmente centrada en el desarrollo de este. Sería de muy mala educación dejarla sola allí, además con su "Ojo de la Mente" podía seguir escaneando a los alumnos en las gradas hasta encontrar a la menor de los Weasleys, quien era ahora mismo la dueña del diario de Tom Riddle.

Pasaron algunos minutos hasta que William finalmente pudo divisar a la niña entre todos los magos en escena. Claro, no era prudente ir por ella en este momento; solo podría hacer las cosas más difíciles.

"¡¿Qué está sucediendo?!" Cho Chang jaló a William del brazo y lo acercó hasta las gradas para ver lo que estaba sucediendo. "¡La bludger!" señaló ella con su dedo.

"Está encantada," respondió William inmediatamente.

"¡Exacto!" exclamó ella eufórica. "Esto es jugar sucio, no era necesario hacer trampas para ganar contra Gryffindor. Harry incluso podría salir lastimado."

"Pero no podemos hacer nada. Quien tiene el poder ahora es el capitán de Gryffindor, Harry y Madame Hooch. Todo queda en dos respuestas: Harry se enfrenta a la bludger loca o deciden perder contra Slytherin."

"¿Perder contra Slytherin?" Cho Chang arrugó sus cejas inconscientemente y abrazó con aun más fuerza el brazo de William. "Harry Potter se enfrentará al desafío. Todos los Gryffindor odian perder contra los Slytherin."

Justo como dijo Cho Chang, incluso luego del receso, no hubo cambio alguno y Harry decidió enfrentarse al desafío. Tenía un papel que cumplir como buscador y finalmente lo cumplió, incluso con la bludger loca que intentó acabar con su vida, incluso cuando aún estaba en el suelo.

Una vez demostró haber conseguido la snitch dorada, el partido finalizó con la victoria de Slytherin, pero Harry no salió ileso de su propio desafío. Uno de sus brazos estaba roto. Solo había que esperar a la llegada de la enfermera y entonces todo estaría solucionado; después de todo, solo era un brazo roto hasta ese momento.

Antes de que llegara la enfermera, Lockhart había dado un paso al frente con una gran sonrisa, buscando ahora restaurar el brazo del joven mago con una de las magias que parecía más sencilla para él.

"El profesor Lockhart ayudará a Harry con su tratamiento," dijo Cho, aliviada.

William solo pudo esbozar una sonrisa; no podía escuchar lo que decían, pero ya sabía todo lo que sucedería. Miró cómo Lockhart usaba su magia y entonces el brazo de Harry, lejos de arreglarse, simplemente no tenía hueso.

Al ver la escena en persona, William no pudo evitar dejar salir una carcajada ante la situación. Ver la cara estupefacta de todos los presentes, Lockhart intentando excusarse y el propio Harry sin saber qué decir, era cine.

Fue entonces que sacaron a Harry en una camilla para llevarlo a la enfermería, allí era el único lugar donde podrían volver a hacer que creciera el hueso de su brazo.

Por otro lado, William quitó su atención del niño y dirigió su mirada a la pelirroja que estaba dejando el estadio. Ahora comenzaba lo importante: esta noche era crucial para conseguir el diario.

Mientras los estudiantes se dispersaban y los murmullos llenaban el aire, William siguió a Ginny con discreción. Observó cómo la joven Weasley se alejaba del bullicio del estadio y se dirigía hacia los corredores menos transitados del castillo. Mantuvo una distancia prudente, asegurándose de no llamar la atención.

Ginny parecía estar perdida en sus pensamientos, con una expresión sombría en su rostro. William notó que llevaba consigo una mochila, probablemente donde guardaba el diario. La siguió hasta que ella entró en un aula vacía.

William se acercó lentamente, aprovechando el momento para activar su "Ojo de la Mente" y asegurarse de que no había nadie más cerca. Con cautela, empujó ligeramente la puerta del aula, creando una abertura apenas suficiente para observar a Ginny en el interior. La joven estaba sentada en un escritorio, sacando el diario de su mochila y mirándolo con una mezcla de miedo y fascinación.

Sabía que este era su momento. Con una determinación firme, William tendría que esperar hasta que ella transitara hasta el baño de mujeres en el segundo piso. Tendría que ser rápido y preciso, pero gracias a la magia de invisibilidad que aprendió hacer un año podría hacerlo sin que se diera cuenta.

La noche se avecinaba, y con ella, la oportunidad que William había estado esperando.