Por supuesto, a Yu Dong no le supondría ningún problema que llegara otro niño a la casa, si acaso era solo una boca más que alimentar, nada de lo que preocuparse, después de todo, no podía pedirle a Lang que no trajera a su hijo, ¿verdad? No era tan despiadada, así que accedió amablemente y dejó que Zhu Qian fuera a buscar a su hijo.
Zhu Qian estaba naturalmente muy contento con la generosidad de Yu Dong y hasta se inclinó en señal de respeto, si no fuera porque Shen Li lo detuvo gentil pero firmemente, Yu Dong se habría sentido realmente incómoda.
Afortunadamente, Shen Li lo detuvo.
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