webnovel

Quinta parte 05 - LOS PRÍNCIPES COMERCIANTES (07)

Jaim Twer movía los pies. Dijo:

¿Por qué frunce el ceño? Hober Mallow dejó de cavilar.

¿He fruncido el ceño? No lo pretendía.

Ayer debió suceder alguna cosa, quiero decir, aparte de la fiesta. Con súbita convicción. Mallow, hay problemas, ¿verdad?

¿Problemas? No. Todo lo contrario. En realidad, estoy a punto de lanzar todo mi peso contra una puerta y encontrar que está abierta de par en par. Vamos a entrar en esa fundición de acero con demasiada

facilidad.

¿Teme alguna trampa?

Oh, por el amor de Seldon, no sea melodramático. Mallow reprimió su impaciencia y añadió, ya más calmado: Es sólo que una entrada tan fácil significa que no hay nada que ver.

Energía atómica, ¿eh? reflexionó Twer. Escuche, no hay ninguna prueba de que haya una economía basada en la energía atómica aquí en Korell. Y sería difícil enmascarar todos los signos de los amplios efectos que una tecnología fundamental como la energía atómica imprime a todas las cosas.

No, si sólo está iniciándose, Twer, y siendo aplicada a la economía bélica.

Sólo la encontrará en los astilleros y las fundiciones de acero.

De modo que si allí no hay, es que

Es que no tienen o no la enseñan. Tire una moneda a cara o cruz o adivínelo.

Twer meneó la cabeza.

Me hubiera gustado estar con usted ayer.

A mí también me hubiera gustado

dijo Mallow, inflexiblemente. No tengo objeciones contra el apoyo moral. Por desgracia, fue el comodoro quien fijó los términos de la entrevista, y no yo. Y eso que hay ahí afuera debe ser el automóvil real que debe llevarnos a la

fundición. ¿Tiene los aparatos?

Todos.