«No me persiguieron, ese Mo Henderson probablemente se esté preocupando por la última vez que se convirtió en mi objetivo.» Luo Feng voló rápidamente a través del estrato de roca, con su ansiedad relajándose un poco.
Inicialmente había pensado que Mo Henderson y los otros dos atacarían, pero no había encontrado ninguna obstrucción, incluso después de desaparecer en las capas de roca. Los tres pensaban que, incluso si lo intentaban, no tenían el poder de detenerlo.
Los dos guerreros representantes de la Unión Europea observaron con los ojos abiertos como Luo Feng se alejaba. No pudieron evitar sentirse urgidos e impotentes. Volviéndose hacia Mo Henderson, uno de ellos, un hombre de mediana edad con cabello castaño y rizado dijo: —Tercer representante, esos eran tres cristales enteros, ¿cómo pudo usted quedarse quieto y ver como Luo Feng se los llevaba?
—Tres cristales —intervino el otro con urgencia.
—¡Heng!
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