Habían pasado 500 años desde que Luo Feng volvió de Nueve Espacios Remotos.
En la Tierra de Valiosos de la escuela de Dioses Ancestrales.
El final de la cadena montañosa no era visible. Las montañas estaban una junto a otra. Algunas de ellas eran altas y otras escarpadas. Había lagos de toso los tamaños entre las montañas.
Un guerrero se paró usando su cola de serpiente para limpiar la roca junto a él. Dijo: —No he visto un tesoro en mucho tiempo. Dicen que hay incontables tesoros aquí. No tendría sentido que los tesoros aparezcan todo el tiempo. Sin importar la cantidad de tesoros que hay, se acabarían. Es aburrido si los tesoros no aparecen. Cuando los tesoros aparecen, es una escena emocionante.
La expectativa era clara en los ojos triangulares del ser de otra raza con cola de serpiente.
—Realmente espero que esa escena sea para mí.
—Jaja —alguien rio de repente—. Has estado aquí decenas de millones de veces. Deja de soñar.
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